Qin Mo bajó la mirada y se dio cuenta de que el joven hombre lo miraba. No sabía por qué, pero parecía que el joven hombre estaba un poco en otro planeta.
Luego de procesar todo lo que acababa de pasar, él pensó que el chico quizá solo estaba anonadado.
Eso era. El Todopoderoso creyó que el hermano menor estaba asustado por todo eso.
Y llegó a esa conclusión por su sobreprotección con el hermano menor.
Qin Mo automáticamente ignoró cuán brutal Fu Jiu fue cuando pateó a ese chico.
El joven hombre se veía tonto ahora y, con un poco de sangre en el rostro, no se veía diferente a un pequeño niño.
Aunque se veía ridículamente apuesto, él igual se veía bastante tonto.
La mirada de Qin Mo se volvió más y más cálida mientras que pensaba en el joven hombre. Luego, sacó la billetera y dejó dinero en la mesa para las reparaciones del bar.
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