Qing Jian (Parte 1)

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En este momento, el aura explosiva de Ye Chen hacía extremadamente difícil para cualquier bestia demoníaca o planta sin suficiente cultivación siquiera levantar la cabeza, ¡mucho menos ponerse de pie!

¡Boom!

La presión espiritual de Ye Chen parecía envolverlo todo. 

De repente, los ojos de Ye Chen se estrecharon. Parecía haber sentido algo y las comisuras de su boca se curvaron en una sonrisa.

Entonces, ¡una explosión impactante estalló!

Una parte del palacio explotó y un dragón azul se elevó. Se veía imponente y miró fijamente a Ye Chen.

—¿Quién eres tú, humano? ¿Cómo te atreves a irrumpir en mi palacio? —el dragón azul se elevó en el cielo, alcanzando una altura de 30 000 pies. Su cuerpo masivo se extendía como una nube gigante, cubriendo la mayor parte del cielo, y sus escamas de dragón azul centelleaban con deslumbrantes rayos de luz.

¡El aura que emitía hacía temblar las paredes del palacio!