Capítulo 6: Un Nuevo Comienzo
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La mañana era tranquila en la fortaleza del Clan Kurogane. Desde lo alto de las murallas, Akira observaba el paisaje. Había pasado tiempo desde su última gran expansión, pero sabía que cada paso debía ser medido. No se trataba solo de conquistar; cada avance debía ser cuidadosamente construido para consolidar su poder y asegurar que ningún enemigo lo pudiera destruir desde dentro.
En su mente, Akira revisaba la estrategia del día. La fortaleza seguía creciendo, tanto en su estructura física como en el poder de sus habitantes. Sin embargo, sentía que el siguiente paso debía ser tomado con cautela. Sabía que no podía permitirse el lujo de avanzar demasiado rápido.
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POV - Akira Kurogane: Reflexiones al Amanecer
El progreso de los Quincy ha sido notable. Cada soldado, desde el primero hasta el último, ha demostrado ser una herramienta valiosa para mis planes. Sin embargo, hay una verdad innegable: no todos tienen el potencial para alcanzar el poder absoluto que busco. Muchos de ellos alcanzarán un límite, una barrera que no podrán romper sin ayuda.
Hasta ahora, mi enfoque ha sido reforzar el ejército Quincy, entrenar y perfeccionar a cada individuo para que cumpla con su papel. Pero debo admitir que he sido paciente. He retrasado ciertas invocaciones que podrían acelerar nuestro crecimiento. Esta mañana, sentí que el momento de avanzar ha llegado. No una expansión masiva, sino un nuevo comienzo, una chispa que encenderá la siguiente etapa de nuestro desarrollo.
Miré el Hōgyoku, brillando con un poder que parecía latir al ritmo de mi voluntad. Sabía lo que debía hacer. Hoy invocaría a alguien que jugaría un papel crucial en los tiempos venideros. No un personaje menor, sino una figura clave en mi estrategia.
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Primera Invocación del Día
Akira se retiró a la sala de invocaciones, un espacio reservado exclusivamente para ese propósito. Se encontraba en el centro de la fortaleza, protegido por capas de barreras espirituales y sellos que solo él podía controlar. Mientras caminaba por los pasillos, los miembros de la Sociedad de Almas y los Quincy se inclinaban a su paso. Sabían que cada vez que su líder entraba en esa sala, algo importante estaba por suceder.
Dentro de la sala, el ambiente era denso. Akira extendió una mano hacia el Hōgyoku, canalizando su energía espiritual en el objeto. Sentía cómo el poder respondía, uniendo los fragmentos de su deseo con el conocimiento y las habilidades que había acumulado.
—Es hora de que tomes tu lugar en esta realidad —murmuró, mientras el poder del Hōgyoku irradiaba una luz intensa.
En ese momento, una figura comenzó a formarse. Lenta pero segura, los fragmentos de energía espiritual tomaron la forma de un hombre alto, con una postura firme y una presencia que no podía ser ignorada. Cuando la luz finalmente se desvaneció, Akira sonrió. Sabía exactamente quién era.
—Byakuya Kuchiki —dijo Akira, con tono satisfecho—. Bienvenido al Clan Kurogane.
Byakuya, con su expresión serena y digna, observó su entorno antes de inclinarse levemente ante Akira. A pesar de su naturaleza orgullosa, sabía que este nuevo mundo requería adaptaciones, y Akira Kurogane no era alguien a quien subestimar.
—Capitán Kurogane —respondió Byakuya con formalidad—. Estoy aquí para servir.
Akira asintió. Byakuya Kuchiki sería una adición clave para su plan a largo plazo. Su presencia consolidaría el liderazgo en la Sociedad de Almas y su habilidad con el Senbonzakura sería invaluable en futuras batallas.
—Tu rol será crucial en los tiempos venideros, Byakuya. Liderarás las fuerzas más experimentadas de la Sociedad de Almas, pero también tendrás un nuevo papel aquí. El Clan Kurogane no es como el Gotei 13. Aquí buscamos la expansión multiversal, y tú serás uno de mis principales generales —explicó Akira, mientras Byakuya escuchaba en silencio, asimilando su nueva realidad.
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Entrenamiento y Consolidación del Poder
Durante los días siguientes, la presencia de Byakuya comenzó a sentirse en la fortaleza. No era solo un guerrero formidable, sino también un líder natural. Tomó bajo su ala a los miembros más experimentados de la Sociedad de Almas, perfeccionando sus técnicas y preparándolos para lo que Akira había descrito como "futuras conquistas".
Mientras tanto, Uryū Ishida continuaba su labor con los Quincy. Aunque Byakuya era un líder en su propio derecho, los dos trabajaban en conjunto, asegurando que ambas fuerzas crecieran de manera armoniosa. La combinación del enfoque táctico de Byakuya y la disciplina implacable de Ishida estaba dando frutos, haciendo que el poder del Clan Kurogane no solo fuera temido, sino también respetado.
Akira observaba este desarrollo con calma. No tenía prisa. Sabía que cada día que pasaba, su poder se consolidaba aún más. El avance lento pero seguro era la clave. No deseaba llamar la atención de otros clanes demasiado pronto. Sabía que tanto los Senju como los Uchiha no tardarían en enterarse de su existencia, pero prefería estar completamente preparado cuando eso sucediera.
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POV - Byakuya Kuchiki: Adaptación al Nuevo Mundo
Este mundo es diferente, pero no carece de familiaridad. El poder espiritual fluye aquí, como lo hacía en la Sociedad de Almas. Sin embargo, Akira Kurogane... él es diferente a cualquier líder que haya servido. Su ambición no conoce límites, y su enfoque es meticuloso. A diferencia de los capitanes del Gotei 13, Akira no se preocupa por el honor o la tradición, sino por el resultado. Es implacable en su búsqueda de poder.
He comenzado a instruir a los miembros de la Sociedad de Almas bajo mi mando, y puedo decir que su potencial es notable. Aquí, en esta dimensión controlada por Akira, el entrenamiento espiritual puede alcanzar nuevas alturas. Pero lo que más me impresiona no es el poder de esta dimensión, sino la visión que Akira tiene. No busca simplemente dominar un mundo, sino todos los mundos.
Mi papel aquí está claro. Seré su espada en las sombras, su fuerza imparable cuando llegue el momento de conquistar. Mi lealtad es hacia mi propio código, pero sé que el éxito de Akira es también el mío. He jurado servir, y mi Senbonzakura está listo para desatarse cuando sea necesario.
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Nuevas Invocaciones en Proceso
Mientras la fortaleza continuaba su desarrollo, Akira sabía que aún no había terminado con las invocaciones. Cada guerrero que traía a su dimensión era una pieza clave en su plan, pero también sabía que tenía que ser selectivo. No podía permitir que el equilibrio de poder se inclinara demasiado rápido en una dirección. Mientras Byakuya tomaba el control de la Sociedad de Almas y los Quincy seguían entrenando, Akira comenzó a preparar una nueva invocación.
Esta vez, no sería una figura clave, sino alguien cuyo poder podría actuar como catalizador en ciertos momentos críticos. Aunque no todos los invocados serían líderes, cada uno tenía un propósito, y Akira entendía cómo utilizarlos estratégicamente.
El crecimiento del Clan Kurogane seguiría siendo lento pero constante, y Akira tenía toda la intención de mantener ese ritmo. Solo el tiempo diría cuándo sería el momento de revelar su verdadero poder al mundo.
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