—¿Qué están haciendo ustedes? —preguntó una voz.
Bai Xifeng y Bai Huiling se giraron y miraron hacia la entrada.
—Hermana... —Bai Huiling se levantó y corrió hacia el lado de Bai Chunhua.
—Huiling, ¿estás bien? —preguntó Bai Chunhua.
—Hermana, me empujaste por tu asunto con Su Alteza el príncipe heredero —Bai Huiling distorsionó la verdad.
—Hermana menor, sé que estás enojada por eso. Pero no puedes golpear a otros así —dijo Bai Chunhua.
—Bai Xifeng, no sabías que podías ser tan cruel. Es bueno que le pida a mi padre imperial que rompa nuestro compromiso —Liu Jun irrumpió.
Bai Chunhua sonrió. De hecho, habían llegado juntos pero ella le pidió a Liu Jun que esperara fuera primero.
Bai Xifeng se giró y miró a Liu Jun y suspiró. Uno llegaba y luego otro. ¿Por qué no podían dejarla sola?
Bai Xifeng continuó comiendo. No se molestó en saludar a Bai Chunhua y Liu Jun.
—Hermana menor, no puedes ser grosera así. No saludarme ni a Su Alteza —dijo Bai Chunhua.
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