—¿Qué? ¿El Reino Yue trae otros 500,000 soldados cerca de nuestras fronteras? —Bai Xiang recibió los informes.
—Sí, General Bai. Están acampando allí —un soldado informó la situación que vio en la frontera.
—¿Qué está pensando Zhong Tao? —Bai Tingfeng frunció el ceño.
—No creo que sea una orden de Zhong Tao —dijo Bai Xiang.
—Sí. También lo creo —asintió Mao Delun, otro soldado que había estado junto a Bai Xiang.
—Es imposible que Zhong Tao disponga soldados para atacarnos, ahora mismo —asintió Luó Bojing, de acuerdo con ambos.
—Debe ser alguien nuevo —dijo Mao Delun.
—Si es alguien nuevo, no tomaría el control de los soldados y los traería más cerca de la frontera —declaró Luó Bojing.
—Pueden ser alguien nuevo y tomar control de los soldados al mismo tiempo —Bai Xiang se rió entre dientes.
Comprendieron el significado de lo que Bai Xiang les acababa de decir. Significaba que alguien ascendió a su posición debido a sus circunstancias especiales.
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