¡Alto!

La sugerencia de Jamie parecía ridícula pero, tras una cuidadosa deducción, podía ser la mejor solución que se le ocurriera.

Mientras su mente rumiaba la idea, Jordan miró a Jamie: 

—¿Así que has venido a darme una sugerencia que me pone en una situación tan difícil?

Jamie dijo: 

—Hermano, sé que eres una buena persona y que no te gusta usar la fuerza, pero por ti, por nosotros los hermanos, por la seguridad de la Tierra, ¡no tienes elección! No te preocupes, mi sugerencia funcionará. Si no funciona, ¡tomaré tu apellido!

Jordan miró por la ventana y dijo en voz baja: 

—Entonces, veré a Lauren mañana.

Jamie se adelantó y puso la mano en el hombro de Jordan.