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Hay que moverse

ISHMAR

Suena el teléfono de Hannah, ella contesta y pone el altavoz

Hannah con preocupación –hola, Ish, ¿estás bien?

Ish –hola, si, gracias

Josué intrigado pregunta – ¿Qué ha ocurrido?

Ish, suspira y solo dice –una larga historia, voy manejando. ¿Qué tal va todo por allá?

Josué para aliviarla le dice –bajo control, como debe ser

Hannah –Lola necesita saber hasta qué tan tarde atenderás a clientes, para reacomodar tu agenda

Ish, con gran convicción les dice – hasta las siete, el último cliente.

Josué sorprendido y dudoso – ¿segura?

Ish –sí.

Hannah aun preocupada – ¿Dónde andas?

Ish –en carretera

Josué que intenta saber y hablar le dice –mañana…

Pero Ish le interrumpe, sin querer hablar –los veo mañana, no se preocupen. Todo está… en su lugar –suspira- después de la tormenta, viene la calma. 

Hannah – amiga, no estás sola

Josué –te apoyamos en lo que necesites

Ish –gracias, necesito algo, que vaya Andrés con su camioneta a mi casa, le pedí a Lola que consiguiera cajas de cartón, que las lleve, mañana temprano; por favor. 

Hannah – ¿Qué quieres sacar?

Ish – ¡todo!

Hannah y Josué se miran, entre ellos.

Josué –necesitas más espacio…

Ish –no quiero poner en riesgo a más gente, él vivía en mi casa, lo lógico es que tenga cosas ahí y vaya por ellas. Ahora que no vive en mi casa. 

Hannah – ¿y a dónde quieres que las lleve? 

Ish –como si fuera lo normal, aparentemente a donde quiera; pero las necesito luego en la camioneta de ISHMAR. 

Josué – ¿A dónde iras?

Ish –aun no sé

Hannah – Josué tiene razón ahí no cabrán muchas cosas

Ish – no se preocupen, cabra lo necesario. 

Josué – ¿necesitas algo más?

Ish –no, es todo, gracias. Los dejo chicos, buen día

Josué con su tono dictador dice – debo saber porque no viniste hoy

Ish –por favor, mañana. Bye

Hannah –bye, cuídate

Cuelga. Hannah y Josué se quedan viendo unos instantes, pensando en la petición de Ishtar.

Josué –bueno, está viva.

Hannah – sí, pero suena raro… voy a decirle a Andrés. Nos vemos, y ya sabes –le señala con el dedo.- ni una palabra a nadie. 

Josué –no.

CASA

Vendedora – Y… ¿Qué te ha parecido?

Ish –muy linda, ya sé porque le gustó a Sandro. Pero dime ¿Cuál fue el conflicto entre Sandro y tu cliente?

Vendedora –se pusieron a debatir, por el valor propuesto a la propiedad. 

Ish – ¿y cómo terminaron la disputa?

Vendedora – con la policía

Ish – ¿enserio?

Vendedora – sí, mi cliente al parecer tiene un familiar en el cuerpo policiaco

Ish – ¿sabes quién?

Vendedora – no recuerdo, ¿Por qué la pregunta? 

Ish –solo curiosidad, conozco mucha gente de ahí. Ojala pudieras ayudarme a saber, tal vez podría llegar a un acuerdo con él

Vendedora – espera deja te muestro su foto –saca su teléfono y busca el contacto; la foto que le muestra es de tres hombres abrazados, entre ellos el comandante Rodríguez. –se apellida Muñoz… es el de la izquierda

Ishtar –oh, ¿y vino su pariente a resolver el altercado?

Vendedora –no, dijo que no tenía tiempo para esas niñerías, pero mandaba una camioneta para calmar a tu esposo o detenerlo.

Ishtar –ok. Tienes otras casas, ¿más cercanas? 

Vendedora –sí, si te gusto esta, hay otras que te podrán interesar, pero son más caras; por su ubicación

Ishtar –estaría bien verlas. Cuando decida me preocupo por él costo. 

Vendedora – ¡genial! 

Ishtar –también, quiero que me ayudes a rentar mi casa. ¿Tienes tiempo?

Vendedora –sí, un poco

Ishtar –genial, ¿me sigues?

Vendedora –si –Conducen hasta la casa de Ishtar. 

CASA DE ISHTAR

Vendedora –de acuerdo, entonces, comenzare a hacerle publicidad a tu casa para rentarla amueblada. ¿Tenemos un trato?

Ishtar –si, trato. Y espero para el fin de semana

Vendedora –bien, te llamo para ponernos de acuerdo; nos vemos

Ishtar –hasta luego

La despide en la puerta, entra de regreso a casa, hace maletas; alista algunas cosas; empaca los documentos y cosas que tiene en el estudio, para llevarlos a ISHMAR, los sube a su auto. Rato después se va a la oficina, sin entrar, manda las cajas desde el estacionamiento a su oficina y se vuelve a ir para encontrarse con su madre.

En el camino se da cuenta que una camioneta la va siguiendo; intenta pensar que es coincidencia; se mete a una calle de improviso y sin avisar. La camioneta hace el mismo movimiento, de improviso; provocando la queja de otros conductores, demostrada al sonar los claxon de manera poco educada. La camioneta acelera y avanza, en un momento más rápido que el auto de Ishtar, el tipo de calle no le ayuda en nada, va demasiado cerca del auto de ella, tanto que le da un golpe por detrás que la descontrola por unos instantes, ella suelta unas maldiciones, un auto distraído sale al encuentro de ellos, pitando histéricamente, por las aparentes carreras que llevan; ella aprovecha la distracción, metiéndose por otras calles alternas intentando perder la camioneta, que aunque le lleva distancia no la pierde de vista; acelera lo más que se puede, se incorpora a la autopista, tensa la mandíbula y los puños apretados en el volante, hábilmente, se cuela entre los autos, aprovechando los espacios, toma camino a otra ciudad, mete el acelerador a fondo, haciendo rugir su auto, que aunque es deportivo, jamás había explotado hasta ese grado la potencia del motor, lo cual en ese momento la satisface, de haber escogido un auto tan potente; la camioneta al ser grande le cuesta trabajo seguirle el paso y colarse de la misma forma entre los demás autos; al ver una suficiente distancia entre la camioneta y su auto, se cuela de repente y peligrosamente a una desviación, se mete entre las calles más feas y menos transitadas. Maneja con rumbo y dirección totalmente diversa a la de la casa de su madre; cuando nota que la camioneta ya no la sigue, pasa a una gasolinera para cerciorarse y toma camino hacia la casa materna.