De vuelta en el campamento, las chicas están haciendo la comida, no hay movimiento por parte del templo, pero a través del radar se que están reunidos y debatiendo que hacer.
Saben que lo que les he dicho es cierto y mañana, las tropas de Hyperion vendrán y arrasará el templo.
Son demasiados para que las chicas se hagan cargo de la pelea solas.
Voy a tener que modernizar sus armas para futuros viajes, me gusta mucho el ambiente de las armas antiguas pero es mucho más eficiente las armas de fuego.
Lo dejaré para más adelante.
Si hace falta yo me encargaré de que no las sobrepasen por la diferencia de número.
Paso el día, descansando y disfrutando con las chicas, mientras en el templo debaten que hacer.
El grupo del templo está dividido, los sacerdotes no quieren abandonar el templo, y las sacerdotisas, las cuatro y las más jóvenes han recogido sus cosas y está noche se unirán al campamento para abandonar el templo, uno de los sacerdotes también vendrá con ellas.
23 sacerdotisas jóvenes, las cuatro principales y un sacerdote sibilino.
Cuando vienen antes de la cena, ya las estamos esperando, debido a que las he visto a través del mapa, sabía que venían.
Ellas se sorprenden al ver la diversidad de razas y que todas conviven como hermanas sin ningún tipo de problema o discriminación.
Ven centaurides, arpías, driades, humanas y ven varios de mis cuerpos.
Fedra se acerca a uno de mis cuerpos que la está esperando y las acoge.
"Adelante, os esperábamos" (yo)
"Segidme, dejarme mostraros el compamento y os presente a las chicas."
Las guió al centro del campamento y me acerco con mis otros cuerpos, reúno a todas las chicas menos las que están encargadas de la cena, ven que todas son chicas salvo mis cuerpos, humanos y modificaciones.
Les resulta muy difícil asumir que sea yo mismo en tantos cuerpos diferentes incluso en diferentes razas.
La cena es muy amena y las sacerdotisas jóvenes enseguida entablan amistad con las direfentes chicas, ya sean humanas o no, al principio movidas por la curiosidad de las razas que no habían visto antes, o tenían una idea diferente de esa raza.
Las arpías por ejemplo, tenían la idea de que eran monstruos sanguinarios, que cazaban personas para comer.
Hablar con lo que creían mitos, abre sus mentes y ven que el mundo es mucho más amplio que lo que creían.
"Mañana partimos hacia el monte tártaro, vamos a matar a los titanes, sin dejar que uno solo de ellos escape, seguramente las tropas de Hyperion nos seguirán hasta allí." (yo)
Dejo al sacerdote dormir en una tienda aparte para el solo y monto una tienda para todas las sacerdotisas.
La cena es ligera, pero muy sabrosa, brochetas de carnes y verduras a la brasa y frutas variadas de mi mundo.
Las camas que las he preparado, son hechas de plumas y son muy cómodas, más de lo que han probado nunca.
Cuando se despiertan por la mañana, ya está el desayuno listo, café, leche, zumo de frutas, y tostadas.
Les muestro el café para que lo tomen a su gusto, con leche, azúcar o solo.
El sacerdote lo prefiere sólo con algo de azúcar y todas las sacerdotisas lo toman con leche y azúcar.
Les encantan las tostadas de pan de molde y mantequilla.
Tras el desayuno, van a despedirse de los tres sacerdotes que van a quedarse en el templo.
Mientras que recogemos el campamento en un momento.
Cada una monta en sus caballos y preparo 28 caballos para ellos.
Cuando salen del templo de despedirse, ya estamos esperando.
Me quedo con uno de mis cuerpos para acompañar a Fedra y las otras sacerdotisas, ayudando a montar a caballo a aquellas que no saben, mientras mis chicas y mis otros cuerpos se van adelantando.
Tras varios minutos, algún que otro accidente afortunado para mí, en los que he tenido que ayudar a montar a caballo a jóvenes sacerdotisas y mi mano se ha resbalando a sus traseros por accidente o no.
Alguna joven doncella se ha sonrojado al ser la primera vez que un hombre las toca.
Se muy bien que Zeus y los otros dioses me están mirando, pero como no quieren intervenir en la vida de los mortales, no hacen su movimiento.
Con uno de mis cuerpos que habían partido con las chicas, aviso que voy a desaparecer temporalmente y me transportó al olimpo.
Allí están Posesión, Ares, Heracles, Zeus, Apolo y Atenea.
Ellos se sobresaltan cuando aparezco de repente.
Zeus se acerca a mi y detiene al resto de atacarme con un movimiento de su mano, diciendo que esperen.
"¿Quién eres? ¿Qué es lo que pretendes hacer?" (Zeus)
"Pareces un mortal pero tienes poderes que superan a los dioses." (Zeus)
"He venido a ayudaros." (yo)
"Vengo a decirte lo que va a ocurrir y a tratar de evitar vuestra lucha con los titanes, como ves morir a todos tus hijos, hija y hermano en esta guerra que se avecina, también veo como con tus propias manos, matas a uno de tus hijos por quebrantar la ley y ayudar a los mortales, a ese que guías ocultando tu divinidad, ese llamado Teseo." (yo)
"¿Que estarías dispuesto a dar a cambio de resolver tus problemas y que me deshaga de los titanes de una vez por todas y acabe con el rey Hyperion y su ejército?" (yo)
Saco una pantalla donde se esta viendo las escenas donde luchan con los titanes y van muriendo uno a uno hasta que muere Atenea en último lugar.
Luego quito el video y guardo la pantalla.
"¿Que tipo de magia es ésta? ¿Por qué no estaba yo luchando a su lado?" (Ares)
"Creía haberlo dicho, que mataba a uno de sus hijos por incumplir la ley de ayudar a los mortales." (yo)
Vuelvo a sacar la pantalla y ahora muestro la escena en la que Zeus crea un látigo de fuego y mata a Ares.
"Esto es lo que vengo a evitar." (yo)
¿Que quieres a cambio de hacer esto por nosotros? (Zeus)
"Me llevaré aquello que más valoras, pero ten por seguro que lo cuidaré bien por siempre y lo trataré como propio."
Zeus sabe a lo que me estoy refiriendo, que es su hija Atenea, pero no está convencido.
Atenea se acerca a su padre Zeus y sin saber qué ella es el precio a pagar, le dice a su padre.
"Padre acepta el trato, si es cierto lo que dice, puede ahorrarnos los problemas de la guerra y podemos seguir viviendo felices." (Atenea)
Zeus se queda mirándola y con gran dolor, dice sin mirarme.
"Tenemos un trato, pero debes cumplir con todas las afirmaciones que has dicho." (Zeus)
"Cuando haya terminado con los titanes y con el ejército de Hyperion con él en primer lugar, vendré a recibir mi recompensa.
Todos menos Atenea empiezan a deducir por las miradas de Zeus cuál es la recompensa que me ha prometido.
Zeus los hace callar con un gesto de la mano, cuando están a punto de protestar.
Me despido, diciendo "nos volveremos a ver" (yo)
Me transportó a la posición de mis chicas y sigo cabalgando hacia el monte tartaro.
Uno de mis cuerpos, transformado en arpía y siendo invisible ve que las tropas de Hyperion han llegado al tenplo, pasado el medio día.
Hago una señal para hacer que paren aquí a descansar los caballos y a tomar algo de comer y beber.
Esperamos y las sacerdotisas se ponen al día con el resto.
"Fedra tengo malas noticias que contarte." (yo)
"El templo sibilino ha caído en poder de Hyperion y su ejército, ha matado a los sacerdotes después de conseguir la información de a donde íbamos. Ahora se están preparando para seguir nuestras huellas." (yo)
Ella se entristece y llora un poco, ya tenía asumido que eso podía pasar.
Me acerco y la doy un pequeño abrazo, intento consolarla con palabras de aliento y esperanza y la promesa que pronto haré justicia y vengarse sus muertes.
Ella asiente y me agradece el apoyo que le estoy dando, así como haberlas salvado de caer en manos de Hyperion a ella y a las demás sacerdotisas.
Descansamos y comemos tranquilamente, los caballos descansan y a la tarde volvemos a montar para ir al monte tartaro.
Estimo que llegaremos mañana por la tarde si no hay complicaciones.
Mi cuerpo espía ve que varios de los hombres del rey Hyperion vienen a toda velocidad a persrguirnos montados a caballo.
Veo que un soldado traidor está viniendo a traicionar a la ciudad del protagonista como en la trama de la película.
Salgo volando y antes de que pueda llegar a entrar en contacto con las fuerzas del rey Hyperion, le atrapó de los hombros con mis grandes garras de arpía y me elevo con el en el cielo mientas grita a los dioses, cuando estoy muy por encima del templo, todos están mirando la escena del hombre volando y chillando.
Cuando creo que es sufinte altura, más de un kilómetro de altura, le digo, asustando lo aún más.
"Los traidores van directamente al inframundo, no van al cielo y le dejo caer." (yo)
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh ayudaaaaaaaaaa.
Plaf.
Grita durante toda la caída hasta que cae al suelo enfrente de la puerta del templo.
Dejo a los asustados soldados en el templo y sigo observando sus movimientos.
Mientras tanto mis otros cuerpos y las chicas están de camino montado tranquilamente.
Las sacerdotisas están hablando con el resto de las chicas, las centaurides y las driades.
Las arpías están volando disfrutando de poder ver los paisajes por el camino.
Las sacerdotisas piensan que las chicas las están mintiendo, todas han oído decir a las chicas que todas ellas son mis mujeres y que soy suficiente para complacer a todas sin problemas, siendo yo el vencedor aunque todas se alían para luchar contra mi en la cama.
Ahora recibo diferentes tipos de miradas, algunas me ven como un monstruo que las va a devorar cuando se descuiden (no en el sentido literal, sino sexual) otras me ven con ojos de deseó y esperanza, como si no pudieran esperar para venir a mi cama a comprobar lo que habían oído.
Dos de ellas miraban a mi cuerpo de centauro y me estaban comiendo con la mirada.
Se estarán imaginando el tamaño de mi polla de caballo y si es capaz de entrar en ellas.
Prefiero no pensar en las fantasías sexual es de las dos sacerdotisas jóvenes y las ignoro.
Para os para cenar y montamos el campamento para pasar la noche.
Antes de que puedan irse a dormir tras la cena doy un aviso.
"Esta noche nos atacarán unos 50 soldados a caballo que nos persiguen. ¿Queréis encargaros vosotras o me encargo yo?" (yo)
Las sacerdotisas se asustan y me miran a ver que pasa con miedo.
¿Son solo 50? (Litsa)
"Si solo 50, me encargo yo de ellos, podéis descansar, ya os dejaré cuando haya más oponentes para poder practicar." (yo)
Ya va siendo hora de probar alguna de mis magias, que no he usado desde que las conseguí.
Las chicas se acuestan en las tiendas con mis respectivos cuerpos de cada raza, algunas sacerdotisas están a la espera de poder escabullirse para espiar en mis tiendas.
Las dos de antes están ansiosas por ver a mi cuerpo centauro en acción.
Cada uno con sus propias preferencias.
Con uno de mis cuerpos voy al encuentro de los jinetes que nos persiguen, cuando los veo los espero en medio del camino de pie.
Ellos paran para ver interrogar e y ver si pueden usar e para obtener información sobre el grupo.
Se desmontan y me rodean riéndose.
Con telequinesis y soltando un poco mi aura libero a los caballos y los asusto, hago que los caballos se escapen y dejan a los hombres perplejos y sin medios para escapar
"Vais a ser mis conejillos de indias." (yo)
Con un gesto de mi mano y un pensamiento creo un círculo de fuego que rodea a los soldados y los impide retroceder, el calor es abrasador y los empuja hacia mi.
Pienso en una cadena de relámpagos y a ver a cuantos puedo afectar de una sola vez.
Tras pensar en la magia y el efecto que quiero se dispara de mi dedo un rayo azul intenso que golpea a un soldado tras otro transmitiendose de un cuerpo a otro, dejando a cada uno carbonizado en el proceso.
No se el límite máximo de cuerpos que puede afectar, sé que al menos afecta a 50 sin detenerse.
Dejo tras de mí cuando me voy a 50 cuerpos carbonizados con un círculo de suelo quemado rodeandolos.
Me llevo los caballos a mi mundo, no tienen la culpa de sus amos.
Vuelvo al campamento y me uno a la diversión en las tiendas.
Esta vez están insonorizadas para no molestar a nadie, como en el anterior viaje.
Las dos sacerdotisas han quedado impactadas por lo que han visto y están de vuelta en su tienda y están midiendo mentalmente y con todo el largo de su brazo, imaginando eso dentro de ellas.
No creo que esta noche puedan dormir.
Mañana las daré un susto.
Las ofreceré que me monten mi cuerpo de centauro de día a a cambio de que monte el suyo de noche, a ver como reaccionan.
Alguna otra esta cotilleando en las otras tiendas pero son más normales, solo estamos teniendo sexo normalmente sin orgias ni excesos.
Aún así hay alguna que se está tocando mientras me mira.
Me acerco a ellas y sin que me descubran en modo invisible, me desnudo y me preparo para tomarlas como una princesa y meterlas en las tiendas.
Ya que están tan ansiosas que se están tocado y complaciendo ellas solas, las voy a ayudar a dar el siguiente paso.
Con un simple movimiento cojo a una la tapo la boca para que no grite y alerte al resto y la meto dentro de la tienda que estaba mirando hace un momento, la entregó a mi cuerpo que estaba dentro y yo que estaba en la cama me encargo de sellar sus labios con los míos y procedo a tocar su cuerpos caliente.
Como ya está muy mojada, sin dejarla decir nada la tumbo en la cama, me tumbo encima de ella, la abro las piernas para ver su tierna flor y sin ningún tipo de cuidado se la meto hasta que llegó a su cuello uterino sin detenerme en la desgada capa que decía que era virgen.
Ella intenta gritar de dolor pero mis labios están ocupando su boca y mi lengua está invadiendo su interior, jugando con su propia lengua.
Sin tiempo para que se adapte, empiezo a bombear mi pene dentro de su coño y mover mis caderas como un pistón, la estoy debastando, mientras estoy siendo salvaje con ella mi otro cuerpo, invisible trae a otra que veía como debasto a su amiga y compañera y la trae, a otro yo que también la coge y hace lo mismo.
Tras unos minutos ha traído a 16 de las jóvenes sacerdotisas, al final vengo con casi todos mis cuerpos dejando solamente tres en mi mundo.
Cuando desgarro el interior de cada una de las sacerdotisas las curo internamente para que no tengan mucho dolor, no les curo su virginidad ni las curo la pérdida del himen, solo los desgarros internos por mi brusquedad.
He sido un poco más intenso ya que habrían tardado mucho en dar este paso si no soy más proactivo.
Es algo que querían hacer pero tenían conflictos internos en su cabeza sobre lo que pensaría de ellas y su posición como sacerdotisas.
Ahora tengo a 16 chicas más que cuidar y amar.
Pero la noche es joven y tras la primera brusca vez, ellas están encantadas y son muy activas.
Continuo entrando y saliendo de sus coños con mis penes que se adaptan a sus interiores y las llenan por completo haciendo un poco de presión justa al máximo posible para darlas el y darme a mi mismo el máximo placer.
Las follo hasta que quedan inconscientes y con una cara de placer marcada en sus rostros satisfechos.
Me pregunto que cara pondrán el resto de sacerdotisas y el sacerdote cuando las echen de menos y las vean salir luego de mi tienda.
Alguna de ellas seguro que tiene que salir cojeando, no pienso curar más que los desgarros y las heridas de perder la virginidad.
Las molestias de la dilatación, la fricción y el uso de su coño durante horas es algo que deben asumir y si tienen que andar raro durante un tiempo, que así sea.
Montar a caballo va a ser gracioso.
Ya pueden dar las gracias de que no he tomado sus anos o no podrían montar.
Eso lo reservo para cuando no hay que montar a caballo al día siguiente.
Durante el desayuno viene a buscarme Fedra muy asustada, parece aún esta intentando encontrar a las 16 sacerdotisas jóvenes que han desaparecido de su tienda de dormir.
Cuando viene a preguntar asustada por su desaparición, la tranquilizó y la digo que se siente.
"No han desaparecido, solamente han cambiado de tienda. Anoche vinieron a mi tienda mostrando un gran interés en el sexo masculino, y la interacción entre un hombre y una mujer, como no podía defraudar la confianza y dejarlas con dudas sobre el tema, tuve que darlas una clase práctica sobre dicho tema." (yo)
"Ahora mismo están demasiado cansadas de la lección práctica que tuvieron anoche." (yo)
Tarda un poco en comprender el significado de mis palabras, pero cuando lo entiende se sonroja, se levanta y se marcha corriendo hacia mis tiendas a comprobar el estado de las ex-sacerdotisas.
Las encuentra felizmente durmiendo en mi gran cama, con caras de satisfacción y felicidad.
Con sus coños llenos de semen y chorreando.
Ella no sabe qué hacer, en parte tiene envidia de ellas, pero también tiene miedo de lo que dirán las otras sacerdotisas y perder sus poderes de vidente.
Sus poderes son su don y su maldición, tiene una lucha interna en que hacer al respecto, no sabe si quiere mantenerlos o perderlos, ya que sólo la ha anunciado desgracias.
Cuando sale de contemplar a las sacerdotisas perdidas, su afecto por mi a crecido mucho, si hago un movimiento en ella no lo rechazaría pero es más interesante que sea ella la que venga a buscarlo.
Va a informar a las otras sacerdotisas y al sacerdote que están aún nerviosos que las ha encontrado y que están todas bien.
Después de que se despiertan y salen lo mejor que pueden de mi tienda, ya hemos desayunado hace tiempo, las otras sacerdotisas no saben si darles la enhorabuena, enojarse con ellas por no invitarlas también o ambas cosas.
El sacerdote no dice nada pero siente que de las 27 sacerdotisas vírgenes que acompaña, no va a volver ninguna y todas van a acabar en la boca del lobo que las ha salvado.
Las están viendo andar cojeando y se imaginan lo que ha tenido que pasar por la noche para que ahora anden así.
Recogemos el campamento después de que las bellas durmientes coman algo ligero y desayunen.
Me acerco a las dos sacerdotisas pervertidos con mis dos cuerpos de centauro, las abrazo por detrás sorprendiendo las y les susurro al oído a la vez, "¿que os parece la idea de montar en mi cuerpo hoy hasta que lleguemos a las puertas de la muralla del monte tartaro?"
Ellas se asustan y se sorprenden por mi acción repentina, pero tras oír mis palabras, asienten profusamente y casi ruegan poder hacerlo.
"Si, por favor dejame montar sobre ti" (las dos sacerdotisas pervertidas)
"Muy bien, pero con una condición, respondo a ambas." (yo)
"Pídenos lo que quieras, cualquier cosa"(pervertidas)
"Muy bien tenemos un trato y les doy la mano para un apretón de manos y sellar el trato"
Ellas aceptan sin saber lo que voy a exigirles a cambio.
Le digo "disfrutar de vuestro viaje, jajajajaja ahora me podéis montar durante todo el día, esta noche seré yo el que os monte a vosotras hasta que me quede a gusto."
Ellas me miran con caras horrorizadas a los dos cuerpos de centauro que tienen enfrente.
Pe.... pe.... pero eso nos partirá por la mitad (pervertidas)
" Seré gentil jajajaja" (yo)
Las ayudo a montar en mi espalda y me sigo riendo de su miedo, vergüenza y deseo mezclado.
Noto que sus coños están chorreando solo de imaginar como será esta noche, me están mojando la espalda y con los movimientos que tienen al montar encima de mi y abrazarme por la espalda y pegan sus pequeños pero firmes pechos contra mis espaldas, se están poniendo cada vez más cachondas y sus coños cada vez sueltan más jugos.
A la tarde llegamos a los pies de la montaña, que es el supuesto monte tartaro y hay una gran muralla.
Durante el viaje de hoy me he reído mucho de las dos pervertidas y he hablado con casi todas las demás chicas y sacerdotisas.