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Esto pasó poco antes de que Gokú presenciara a Son Gohan entrenar moviendo los elementos en su entorno.
"Abuelo, ¿qué es un artista marcial?", Ambos estaban disfrutando de un manjar en la mesa de afuera.
"Un artista marcial eh", Son Gohan asintió a la pregunta, "Un artista marcial es un practicante de las artes marciales, esa parte es obvia, pero lo preguntas por lo que te he dicho, ¿no?", Gokú asintió. "Muy bien", Gohan le propinó un mordisco a la pata frente a él, degustando la comida con felicidad, "Un artista marcial es principalmente una persona, un ser vivo, y dependiendo de cómo lo veas, ésta persona nació para hacer algo y éste algo es lo que muchos llamamos 'El camino'", Gokú también mordió y devoró su comida con felicidad, "El camino es un concepto relativamente complejo, a decir verdad", dijo Gohan pensando en cómo decir lo siguiente, "Pero para no confundirte más, un Artista Marcial es una persona que se encamina en encontrar ese camino, y el modo o método en el que lo encuentre, eso depende de él, o en otras palabras, el camino es su meta, es su razón de ser, es el lugar que aspira encontrar a través de su filosofía", Gokú miró a su abuelo con una expresión ligera de confusión.
"¿Para qué es ese camino, abuelito?", preguntó Gokú.
"Para qué es, eh", Gohan lo pensó un momento, "El camino de un artista marcial, es para que éste se vuelva más fuerte, más libre"
"Oh", Gokú abrió los ojos y sonrió entusiasmado, "¡Enséñame el camino, abuelito!", dijo golpeando la mesa con emoción.
"Jajaja, eso es algo que yo no puedo hacer", dijo Son Gohan con una sonrisa, su risa era sonora y contagiosa, Gokú también se rio, "Gokú, el artista marcial es un guerrero que lucha más que nada consigo mismo", Son Gohan decidió decir finalmente, "Encontrar el camino de las artes marciales es algo que requiere voluntad y concentración, requiere corazón, el artista marcial es alguien que forja su carácter, que templa su ser, así que, Gokú, como artista marcial, debes tener una meta, tu punto de foco, respóndete ésta pregunta: ¿por qué practicas las artes marciales?"
"¿Hm? ¿No es obvio? ¡Me gustan las artes marciales!", dijo Gokú, y Son Gohan tuvo un tic en su ceja derecha.
"Ahem, es una buena razón", dijo rascándose la mejilla, "pero de eso se trata el camino de un artista marcial, usa eso para mejorarte, para completarte, si sientes que con tu práctica no estás llegando a ningún lado, comienza a reflexionar la filosofía que sigues", finalizó Son Gohan. Gokú se quedó mirándolo.
"No entendí", Gohan se cayó de la silla de la sorpresa.
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Gokú miró las nubes por encima de él, terminando su reminiscencia. Podía decir que todavía no entendía por completo las palabras de su abuelo, pero sentía que intuía un poco a donde quería llegar. ¡A Gokú le gustaban las artes marciales!, Y también le gustaba pelear. Y si su abuelo quería que se mejorara…
Gokú sonrió.
"Muy bien, iré con el Maestro Roshi"
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Era la mañana del 9 de septiembre. Como cada mañana, Roshi se levantó y vistió con una vestimenta playera, se arregló la barba y encendió su televisor, para luego ponerse a ver una clase de yoga guiada por una sensual mujer de ojos achinados y cabello lacio largo, lo miró atentamente, sintiendo un poco de sangre escurrir por su nariz, Roshi disfrutó del proceso, antes de escuchar toquidos.
"¿Hmm? ¿Quién viene hasta acá? Si ni he pedido pizza", Roshi caminó a buen paso hacia la puerta y la abrió distinguiendo a un Red Son secándose con el calor de sus llamas.
"Buenos días, Maestro Mutten Roshi", dijo Red Son haciendo una reverencia ahuecando sus manos.
"¡Oh! ¡Red Son!", Roshi se sintió ligeramente sorprendido, "¿Viniste tu solo?", preguntó mirando fuera de la casa.
"Sí", dijo directamente, "vine a que me enseñaras el Kamehameha, o a controlar mi energía", dijo con seriedad.
"Hoh, así que quieres ser mi discípulo", Red Son asintió con entusiasmo.
"Sí"
"Bueno, te puedo dejar ser mi discípulo, pero en cambio quiero que me digas, ¿qué te hace diferente de cualquier persona que quiera ser mí discípulo?", Red Son frunció el ceño… o bueno pareció que lo hizo porque su cara siempre tenía esa expresión.
"¡Obvio!", exclamó, "¡Deseo dominar el fuego que soy capaz de producir!", Roshi sonrió ligeramente.
"En cierto modo, tu voluntad está fuera de éste mundo", Roshi salió de su hogar y cerró la puerta. "Se puede decir que eres el primero que pasa mi prueba en mucho tiempo" dijo pasando por el lado de Red Son. "Pero puedo notarlo en tu mirada, si bien quieres controlar ese fuego que eres capaz de producir, no estás verdaderamente dispuesto a aprender las implicaciones de eso", Red Son miró a Roshi con confusión.
"¿implicaciones…? No entiendo, Maestro, si quiere puedo ir a buscar aquella chica de cabello lavanda y traérsela" Roshi golpeó la cabeza de Red Son con su bastón lo que lo hizo quejarse.
"Es una oferta tentadora, pero deja en paz a la muchacha, ella no tiene nada que ver con esto", aunque el pensamiento había logrado hacerlo sangrar de la nariz, manchando su bigote de rojo. "Te voy a dar otra prueba, respóndeme ésta pregunta, ¿para qué practicas las artes marciales?", Red Son amplió los ojos, pero no respondió. Roshi suspiró, limpiándose la sangre del bigote.
"Te recomiendo viajar por el mundo", dijo Roshi, "Eso te puede dar una idea de la respuesta a esa pregunta" Roshi miró a Red Son directamente a los ojos, "Aprende sobre ti mismo", Red Son miró a Roshi y luego a sus manos, un chispazo de fuego surgió en sus manos y en su mirada se pudo ver un profundo interés.
"Son las mismas palabras del Maestro Son Gohan…", susurró en voz baja. Roshi entró a la casa y volvió con una cápsula en las manos.
"Pequeño Red", Roshi lanzó la cápsula y Red Son la atrapó, "Úsalo para movilizarte por el mundo, si quieres", Red miró a Roshi, pero negó.
"Tómelo devuelta, Maestro, no lo necesito, nadar es un buen ejercicio", Roshi bufó ligeramente sorprendido.
"Te esperaré con tu respuesta"
"Gracias, maestro", Red ingresó en el mar y se alejó nadando
En el próximo momento una nube anaranjada apareció por sobre la casa de Roshi y tras descender siguiendo una espiral, se vio al pequeño Gokú con una sonrisa.
"¡Maestro!"
"Oiya, Gokú", dijo Roshi sorprendido. "¿Qué te trae por acá?", preguntó sonriendo.
"Ya terminé la búsqueda de las esferas, ¡Quiero entrenar bajo usted, maestro Roshi!", pero antes que Roshi pudiera decir algo, un muchacho calvo con 6 puntos en la frente apareció nadando de crol en la misma dirección en la que se había ido Red Son.
"¿Hm?", Gokú miró en la dirección y notó al mismo.
En poco tiempo el muchacho se reveló, poseía un gi de monje Shaolin y en su espalda había una manta con varias cosas dentro.
"¿Y tú eres?", preguntó Roshi curioso, acariciando su barba.
"¡Yo soy Krilin, oh gran mutten Roshi!", dijo presentándose como un militar, "Un monje retirado", susurró y luego puso su mano en su pecho, "¡Me gustaría entrenar bajo su tutela!", terminó de hablar con seriedad en su mirada y voz, sus cejas eran negras y bastante prominentes, sus ojos negros posados sobre la figura legendaria de la que había escuchado varias veces en el pasado.
"Hm", asintió Roshi, "Entonces, Gokú y Krilin, ustedes dos quieren pasar el tiempo bajo mi tutela, ¿no es así?" Gokú asintió, tomó sus cosas y se bajó de la nube Kinton, posándose al lado de Krilin, quién se veía un poco nervioso. "Tengo una pregunta para los dos, ¿qué les hace pensar que son diferentes a alguien que quiera ser mi discípulo normalmente?".
"¡Ah! Eh…" Krilin no sabía que responder, "¿Qué tuve la voluntad de venir hasta acá nadando a crol?" Si bien es cierto que hizo eso, básicamente lo hizo porque no tuvo tiempo de conseguir/robar un barco, pero eso era algo que no iba a admitir.
"No sé", Gokú respondió con honestidad, "Yo no sé qué es lo que hacen otros que quieran ser su discípulo, maestro".
"Ambas son respuestas razonables, aunque para éste punto ambos ya habrían fallado parcialmente la primera prueba".
"¿Eh?", Tanto Krilin como Gokú estaban sorprendidos de que esto se tratara de una prueba.
"Ahora otra pregunta, ¿por qué es que practican las artes marciales?", Krilin miró a Roshi sorprendido y acariciando su barbilla. Gokú arqueó ambas cejas.
"Ah eh", krilin tomó ejemplo de la honestidad de Gokú y fue el primero en responder, "¡Para dejar de estar aburrido y ser admirado por las chicas!", Krilin recibió un golpe en la calva por parte de Roshi.
En cambio, Gokú se mantuvo en silencio. Normalmente habría respondido que, para divertirse, pues le gustaba practicar artes marciales, sin embargo, desde que empezó su viaje con Bulma, recordó una cierta llama dentro de él, un intento de volverse más fuerte, y si tuviera que decir cuál era su estado mental actual, su intención para la práctica de artes marciales sería con dos palabras.
"¡Para aprender!", dijo Gokú con una sonrisa, y Roshi sonrió.
"Bien Gokú, pasaste la prueba, aunque tú ya tenías mi pase desde el principio, así que no hay mucho más misterio, en cuanto a ti", Roshi miró a Krilin, quién rápidamente se quitó la manta.
"¡Espere maestro!, No sea tan rápido en rechazarme, tengo éste 'obsequio' para entrar en la escuela", dijo pasándole la manta, Roshi confundido abrió la manta y vio…
Su nariz sangró de nuevo.
"Okay, okay, puedo aceptarte", dijo Roshi asintiendo, "Bueno, como el tiempo me sobra, iremos de una vez", dijo Roshi yendo a su casa.
"Por cierto, Krilin, ese es tu nombre, ¿no?" Gokú entabló conversación con el calvito.
"Claro, y tú Gokú, ¿no? ¿qué relación tienes con el Maestro Roshi?"
"¡Sí!, Soy Son Gokú, un gusto en conocerte", Gokú hizo su clásica reverencia, "Mi abuelito fue discípulo del Maestro Roshi", respondió la pregunta.
"¿Son? ¿Cómo en Son Gohan?", Krilin abrió los ojos como platos, "¡¿ESE SON GOHAN?!", Krilin retrocedió involuntariamente.
"¿Qué pasó?", Gokú arqueó una ceja a la exagerada reacción de Krilin, y éste calmó su acelerado corazón, mirando a Gokú, con algo de miedo.
"Son Gohan fue un artista marcial legendario que vino a los templos Shaolin a establecer combates sangrientos que mancharon varios templos de rojo, muchos de los artistas marciales ahí quedaron lisiados, de hecho, creo que por eso es que se recluyeron del mundo exterior", dijo tragando saliva.
"¿Templos Shaolin? ¡Ah! ¡Con razón estás calvo!", Krilin lo miró con cara de '¿en serio?'. "No sabía que mi abuelo tenía una reputación así", dijo Gokú honestamente, aunque la tortuga marina le había dicho brevemente de las hazañas de Son Gohan, no tenía idea de que hubiese sido tan infame.
"¿Hmm?" Una voz sonó detrás del par de muchachos, "¡Oh! ¡Gokú! ¡y…! ¿Un niño calvo?"
"¡Eh! ¿Qué tiene que est-? ¿Quién habló?", Krilin se giró y no vio a nadie, aunque luego miró hacia abajo viendo una gran tortuga marina. Gokú también se había girado.
"¡Ah, tortuguita!", Gokú saludó alegremente. La tortuga tenía un par de peces en el hocico.
"¿La tortuga marina habló?", Krilin preguntó sorprendido, si bien de camino vio a varios hombres y mujeres con rasgos bestiales, incluso en el templo Orin hay algunas de esas, era la primera vez que veía una tortuga normal.
"Claro que puedo hablar", dijo la tortuga soltando los peces, aunque luego los volvió a agarrar. Krilin frotó sus ojos.
"…A", y simplemente soltó un monosílabo.
"Muy bien", la voz de Roshi sonó saliendo de la casa, éste tenía una maleta y su gi de artista marcial puesto, era un gi de Kung Fu de color naranja en la polera y color azul en sus pantalones, poseía zapatos de artista marcial al éstos ser ligeros, soltó la maleta y lanzó una cápsula hoipoi, al acto siguiente, había un auto flotando de buen tamaño.
"Wow", Krilin arqueó ambas cejas, era la primera vez que veía una cápsula Hoipoi en acción.
"Súbanse, nos vamos". Dijo Roshi poniendo su maleta en la cajuela. "Tortuga, ya sabes, me cuidas la casa". Gokú se subió de un salto con su bolsa manta, y aterrizó en el asiento del copiloto. Krilin le siguió entrando en los asientos de atrás.
"Vale, vale, disfruten de su viaje", era una vista a la que la tortuga estaba relativamente acostumbrada.
"¡Adiós tortuguita!, Gokú agitó su mano y Roshi se subió, accionando el auto-móvil. La tortuga agitó su aleta y golpeó una parte de la arena, una serie de líneas blanquecinas se iluminaron, formando un campo de energía. Para éste punto, Gokú y los demás ya estaban alejados.
"¿Y a dónde vamos?", preguntó Krilin. Roshi sonrió.
"A la península de Acero"