Capítulo 38 - La Corte Real (1)

El Palacio Lin iba ganando ritmo progresivamente hacia su recuperación, ya que su esperanza para la última década había sido finalmente descubierta en manos de la nieta de Lin Wang. Por otra parte…

Mo Xuan Fei siempre tuvo una buena reputación en la Ciudad Imperial. Con su hermoso rostro, había cautivado el corazón de muchas jóvenes. Él era perseguido por muchas y cuando las noticias de que él y Jun Wu Xie estaban comprometidos salieron, se rompieron muchos corazones. Muchos los habían maldecido en secreto en sus corazones mientras se burlaban de ellos, ¡qué simple era Jun Wu Xie y cuán disparejos eran! ¡Ella era tan indigna de su apuesto príncipe!

Ahora, cuando se anunció que su compromiso se había disuelto, fue un sueño hecho realidad para muchas.

Después de la sesión en la Corte Real, Jun Xian estaba a punto de abandonar el Palacio Real, como de costumbre, cuando varios ancianos que llevaban las túnicaslargas oficiales se acercaron a él con sonrisas radiantes.

—Lin Wang, ¿tienes alguna actualización sobre los culpables que atacaron al Segundo Príncipe? —El más redondo de ellos habló.

Jun Xian miró al hombre que le dio una sonrisa grasienta. Esta bola redonda era el Hermano del Rey: Wu Wang.

Wu Wang tenía sesenta años y no contribuyó mucho, ya que no tenía experiencia en nada. Había estado aprovechando la influencia de su hermano y viviendo la buena vida todo este tiempo. Siempre se veía a sí mismo como todopoderoso y no era consciente de su propia incompetencia. Debido a su nacimiento real, todos los ministros siempre lo han adulado y felicitado sin importar lo que haya hecho.

Sin embargo, Jun Xian era una excepción. Siempre había sido sincero y siempre había señalado sus defectos. Por lo tanto, él y Wu Wang habían estado peleando durante años y nunca habían visto nada al nivel de los ojos.

En los días en que el Palacio Lin estaba en su mejor momento, cuando los dos hijos de Jun Xian estaban sanos, Wu Wang nunca se atrevió a mostrar su descontento y siempre había mantenido un frente amable. Sin embargo, después de que el Palacio Lin comenzara a decaer, renunció a todo su respeto por el Palacio Lin y se había estado comportando como le gustaba sin retener nada.

La razón por la cual el compromiso roto de Mo Xuan Fei y Jun Wu Xie se extendió como un incendio forestal también fue gracias a él.

Todos los ministros comenzaron a reunirse alrededor de ellos para ver el buen espectáculo.

—Este asunto no requiere que Wu Wang se preocupe, aunque son tan resbaladizas como las anguilas, las perseguiré hasta los confines de la tierra y las atraparé para garantizar la seguridad del Segundo Príncipe —él respondió sin ninguna emoción.

—Eso realmente debe ser duro para ti, Lin Wang ya no es joven y aún tiene que trabajar tan duro, ¿cómo podemos dejar que manejes todo eso por ti mismo? Simplemente debes pasarlo a la próxima generación para que lo manejen... —Wu Wang se echó a reír cuando se golpeó la frente con la palma de la mano —. Oh, lo siento, me olvidé de tus dos hijos. Uno murió por el país y el otro...

Wu Wang no terminó lo que estaba diciendo, pero miró burlonamente a Jun Xian.

Era evidente que la noticia de la situación del Palacio Lin se había extendido por todas partes.

El veneno del pequeño hijo de Lin Wang había actuado y todos los médicos reales y casi todos los demás médicos del Estado lo habían visto y todos salieron con el mismo veredicto: la vida de Jun Qing estaba colgando de un hilo fino. No le quedaba mucho tiempo.

—Lo siento, no soy bueno con las palabras, jajaja... lo siento mucho —Wu Wang se rio mientras soltaba sus palabras sin retener nada.

Jun Xian frunció el ceño. De todos los asesinatos en el campo de batalla y después de innumerables guerras, había acumulado mucha sed de sangre. Por lo general, lo mantendría contenido, pero ahora, lo desató un poco mientras miraba a todos los ministros que lo rodeaban. No pudieron evitar dar una respiración profunda. La temperatura ambiente parece haber decaído y el aire era muy pesado. Su penetrante mirada se posó en Wu Wang.