La bestia negra llevó a Mo Qian Yuan sobre su espalda y siguió a Jun Wu Xie a las recámaras de estar de Mo Qian Yuan en el Palacio Imperial. Los guardias y las doncellas del palacio vieron a Jun Wu Xie acercarse, y todos retrocedieron, en retirada, para permitirle el paso. Solo lograron estirar el cuello y observar en silencio después de que el extraño séquito los pasara y entrara en las recámaras.
Las lesiones de Mo Qian Yuan eran graves, no se trataba solo del veneno interno, sino también de las diversas heridas, grandes y pequeñas, que amenazaban acabar con su vida. Era una situación bastante difícil, incluso para sus prodigiosas habilidades.
Jun Wu Xie consiguió que Loto Borracho transfiriera a Mo Qian Yuan a la cama e inmediatamente retiró varias botellas de elixires y medicinas de su cuerpo. A continuación, sostuvo sus agujas de plata y le aplicóa Mo Qian Yuan acupuntura de forma rápida y hábil en varios puntos de acupresión importantes a la vez.
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