Cuando Mo Qian Yuan abrió la puerta de la habitación después de tocarla, solo vio a un joven eunuco con rasgos muy delicados allí.
Mo Qian Yuan vaciló en la puerta. Él había seleccionado personalmente a todas las criadas y eunucos del palacio que sirven a su antiguo palacio, pero nunca antes había visto a este joven eunuco.
—¿Lo compraron? —El joven eunuco miró directamente a los ojos del Hijo del Cielo, y con esas palabras, hizo que los ojos del Emperador se abrieran de sorpresa.
—¿Wu Xie? —Mo Qian Yuan se sorprendió al ver a Jun Wu Xie transformado en un hombre. Si no fuera por la voz y el manierismo, nunca hubiera pensado que este joven eunuco podría ser Jun Wu Xie.
Incluso sus rasgos y la forma de la cara han cambiado, ¡nadie podría haberlo adivinado!
Jun Wu Xie levantó una ceja, podría haber cambiado su apariencia, pero su personalidad fría no había cambiado ni un poco.
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