Mo Xuan Fei desplegó a los cincuenta soldados del Ejército Yu Lin en varios lugares de la Ciudad Imperial, diseminados sin ninguno en cercanía bajo las instrucciones de Bai Yun Xian.
Mo Xuan Fei no estaba seguro de las intenciones de Bai Yun Xian. Pero, con su explicación, finalmente entendió.
Bai Yun Xian quería que el veneno se extendiera a los plebeyos. Una vez que las personas se infectan con el veneno, la cadena de explosiones corporales se propagará rápida y densamente en el aire, y a su vez infectará al Ejército Rui Lin, ¡sin importar dónde se encuentren en la Ciudad Imperial!
Incluso el vicioso Mo Xuan Fei quedó helado con los métodos insidiosos de Bai Yun Xian.
¡Había arrastrado a la gente de toda la Ciudad Imperial a sus tumbas!
—Yun Xian, tú...—Mo Xuan Fei retrocedió con horror, y el color desapareció de su rostro.
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