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Demerit

Esta es la historia de no una persona, si no de una ciudad, ciudad que así como el resto del mundo tenía que acostumbrarse a la nueva vida que tenían luego del "Punto de Quiebre", momento en el que por alguna razón desconocida, todos los niños que nacían comenzaban a demostrar "Habilidades" únicas, que desafiaban todas las leyes Físicas conocidas, la denominada "Generación del Quiebre". Mucho paso para que esta situación de revuelo mundial se estableciera, pero luego de 10 años los jóvenes nacidos con estos dones al fin podían vivir una vida normal, ya que se había vuelto "Normal" tener esas habilidades. Un mundo de adultos "Comunes" y jóvenes "Especiales" ¿Como se desenvolverá? ¿Los Adultos dejados atrás lo aceptaron completamente? Son grandes preguntas pero ¿Que hay de los jóvenes? Estos jovenes eran como cualquier otra generación, viviendo sus vidas día a día, aprendiendo, sufriendo, amando, creciendo. Esta es la historia de esos jóvenes que sin la guía de nadie debían aprender no solo a vivir, si no a dominar aquellos "Dones". ¿O acaso los dones los dominarian a ellos? Sea cual sea el resultado, esta es esa historia, simple, complicada, dramática , relajada, es solo eso, "Una historia más", la historia de ellos, los "Demerit", jóvenes únicos en un mundo donde ser único es malo, unos jóvenes "Desameritados" por lo inútiles de sus habilidades, o mejor dicho, de lo "Incomprendida" que eran estas.

Lukamido_Tula · 科幻
分數不夠
23 Chs

Capítulo 8: "Caida"

Luego de aquel largo día de clases Charlotte se encontraba en su casa sentada en la gran mesa que tenían en el comedor, toda la habitación y la casa misma tenía un aire lujoso y elegante por la decoración y lo amplia que era, vista desde fuera la casa era la clásica "Mansión" de gente Rica y los cuadros de pinturas, alfombras lujosas y adornos como el candelabro que colgaba del techo solo confirmaban aquello. Incluso la comida del plato de Charlotte era de la misma calidad que la de algún restaurante 4 o 5 estrellas, en ese ambiente la chica de lentes comía con tranquilidad de a pequeños pedacitos que cortaba, no se mostraba mucho por su usual silencio pero era bastante educada mostrando una buena etiqueta al comer. Al otro lado de la larga mesa, dejando un gran espacio vacío entre él y Charlotte, se encontraba un hombre mayor de expresión seria vestido en traje, sus cabellos canosos oscuros mostraban que ya era de avanzada edad, este señor era nada más que el padre de Charlotte, Evans Rioje, un importante hombre de negocios dueño de no solo varias compañías y accionista de muchas otras si no que también uno de los principales contribuidores a la investigación de las habilidades y fundadores de la Academia a la cual su hija asistía. Era una de las personas más influyentes de la ciudad por lo que tenía esa aura pesada a su alrededor, aunque curiosamente eso no parecía afectar a Charlotte quien solo continuaba comiendo en silencio, esta cena silenciosa continuó durante varios minutos hasta que al final la voz del padre se hizo escuchar.

–¿Cómo te fue en la academia? ¿Alguien te ha estado molestando o te dio problemas? –Como se esperaría de una figura como la de su padre, su voz era gruesa y fuerte aún cuando no alzó la mirada siquiera hacia su hija.

—No, todo está bien nadie me esta molestando. –La respuesta de Charlotte fue simple y corta.

¿Qué le pasó a la chica que había contado todo lo que pasó en su día a un "Desconocido"? Había una razón para que ella no quisiera o quizás no pudiera hablar con su padre, podía verlo, incluso cuando él le preguntaba esto el "Color" que envolvía a su padre era pesado, tosco, un color que se negaba a acercarse a ella, solo podía interpretar lo que aquel color significaba pero podía imaginarlo, era un color de "Obligación", solo le preguntaba porque debía hacerlo, era un color que decía que él en realidad no quería interactuar con ella.

–Provecho padre, gracias por la comida. –Había colocado sus cubiertos bien acomodados sobre su plato ahora vacío mientras se levantaba de su lugar.– Entonces, con tu permiso padre.

Ya había terminado de comer y no podía resistir aquella presión que ejercía el "Color" que su padre tenía al hablarle, un color de desaprobación, decepción, ¿Odio? Después de todo ella lo sabía, el aún la culpaba por "Aquel incidente". Por lo que casi huyendo dejó el lugar sin cruzar otra palabra con su padre y subió las escaleras hacia su habitación, en ese momento la única reacción que él dio fue la de levantar por un momento la mirada en dirección a Charlotte pero luego volvió a bajarla para continuar comiendo. Charlotte por su parte había llegado a su habitación, era la segunda a la derecha una vez subía las escaleras, al abrir la puerta de esta que tenía un pequeño Cartel rosa con bordado de plantas en el cual ponía "Char" en una Bonita letra cursiva, entro a su habitación dirigiéndose directamente hacia su cama, esta al igual que toda la habitación tenía un suave color rosa y la habitación desprendía "Feminismo" al aparte de tener los muebles básicos como ropero, escritorio, librero, etc. Estar repleta de una gran cantidad de peluches de todos los tamaños y colores, su cama no era la excepción ya que esta aunque era de dos plazas apenas le dejaba la mitad del espacio libre de tantos peluches que tenía, una vez acostada la mano de ella se dirigió inmediatamente a uno de los peluches que aunque nadie lo sabía era el favorito de la chica, un pequeño peluche de un conejo blanco y regordete, el cual ella había apodado "Sr. Mofletes", una vez tenía el peluche en sus manos se quedó observándolo durante varios segundos antes de soltar un leve bostezo para dejarlo a su lado y prepararse para dormir.

Varios días habían pasado desde el día en el que conoció a Jessica, Lyon y Cecile. Charlotte se encontraba en su salón observando por la ventana mientras esperaba con ansias que acabara la clase, no porque estuviera cansada o algo si no que sabia que el final de la clase también significaba que iría hacia el salón de los "Demerit" donde se encontraría con ellos, pero al parecer no le dejarían perderse en sus pensamientos hasta entonces ya que algunas de sus compañeras se habían acercado mientras charlaban entre ellas.

–Te digo que no es posible... Oh, Char justo a tiempo, dime ¿Que opinas de los chicos del salón? –Una de las chicas que se habían acercado despreocupadamente unió a Charlotte a la charla.

Contrario a antes donde solo la hubiera ignorado, Charlotte la miraba fijamente sin entender a que se refería con eso, por lo que alzo su vista al techo con una mirada pensativa.

–Mm...Son muy enérgicos... –Esto fue lo único que pudo decir.

Esto era porque no conocía a muchos otros chicos de otros salones o de la televisión siquiera ya que no solía ver esta, la única "Referencia" para comparar que tenía era Lyon y este era bastante desganado todo el tiempo. La otra de las chicas que se había acercado soltó un suspiro mientras se miraba con su amiga para luego volver a ver a Charlotte.

–No nos referimos a eso, nos referimos a si hay alguno que te guste.

Ambas sabían que tenían que ser totalmente directas con ella ya que era demasiado inocente y no entendía las cosas indirectas.

–Eso es solo lo que ella pregunta, yo le digo que es imposible.

–¿Mm? Si lo hay. –Charlotte respondía con total indiferencia y sin cambiar su expresión neutra.

–¿Ves? Te lo... ¿Espera qué dijiste? –La chica que ya estaba por echarlo en cara a su amiga se detuvo para mirar a Charlotte totalmente atónita al igual que su amiga.

–¿Hay algo malo con eso? –Charlotte solo las miraba confundida.

Sin perder un solo segundo ambas acercaron dos sillas hasta el lugar de Ella para sentarse a su lado mirándola con un brillo de curiosidad en sus ojos.

–¿Te gusta alguien? ¿Quién, quién?

–Si si, dinos, dinos.

Estaban realmente emocionadas por la charla mientras que la chica a la que le preguntaban no parecía entender el porqué de su emoción, por lo que paseo su mirada por el salón como si buscara al "Chico" que le gustara mientras las dos chicas la miraban expectantes.

–Me gusta Max... –Al escuchar la suave respuesta de Charlotte ambas chicas estaban a punto de gritar de emoción pero La pequeña chica de lentes aún no había terminado de hablar.– también me gusta Ivan, Jhonny es amable y agradable, Hector es bastante alegre igual.

Ambas chicas se habían congelado al seguir escuchando como Aquella que creían sería una chica tímida estaba empezando a enlistar a cada uno de los chicos del salón, no podían creerlo, pero tenían que hacerlo ya que Charlotte lo decía sin parecer que mintiera, sin embargo cuando esta volteó a ver a las chicas les dedicó una leve sonrisa.

–También me gustan ustedes.

Si ya estaban en shock esto fue más que suficiente para terminar de acabarlas, no tenían palabras para responder y por alguna razón ambas se habían sonrojado, sin embargo una de ellas se detuvo a pensar y parecía haber empezado a entenderlo, volviendo a ver a Charlotte con una sonrisa amable.

–No char, nos referimos a gustar "Romanticamente" ya sabes, de chico a chica.

Al escuchar esto le tomó algunos segundos terminar de entender a lo que ella se refería pero en cuanto se dio cuenta del malentendido el rostro inexpresivo de Charlotte se tiño de rojo mientras desviaba la mirada al suelo avergonzada.

–Y-yo... no, no tengo a nadie... –Solo decir eso le costó bastante y parecía una niña pequeña que admitía su mayor secreto.

Esa escena les divirtió a ambas chicas que pensaron que era bastante tierna aquella reacción, querían seguir hablando de eso pero el sonar del timbre las detuvo, las clases habían acabado por lo que luego de despedirse de Charlotte ambas chicas se dirigieron a sus lugares para tomar sus cosas para salir del salón. Charlotte por su parte quien ya estaba preparada solo se levantó para dirigirse fuera de la clase, en el camino varios de sus compañeros a su alrededor se despedían animadamente de ella al pasar a su lado y esta les devolvía la despedida amablemente. Aquella escena se había vuelto habitual para ella desde el día en el que Jessica ingresó al salón, poco a poco sus compañeros empezaron a hablarle y al no tener ese "Color Repugntante" que tenían cuando solo fingían, esta vez Charlotte en verdad disfrutaba de hablar con ellos por lo que les respondía sin problemas, este cambio de actitud en ella solo había logrado que se volviera aún más popular más rápido, pronto se había logrado integrar al salón aunque su personalidad poco expresiva no había cambiado mucho todavía, pero sus leves sonrisas habían empezado a aparecer de vez en cuando. Incluso cuando se había vuelto normal esto para ella, seguía disfrutándolo como el primer día, era feliz, en ese momento era verdaderamente feliz, no solo había empezado a encajar en su clase si no que cada final del día podía ir a aquel salón donde lo esperaban aquel grupo que habia sido el inicio de todo, los "Demerit", el primer grupo en aceptarla verdaderamente, sus primeros amigos, en ese preciso momento de su vida Charlotte estaba viviendo verdadera felicidad. Mientras ella se dirigía al "Salón vacío" donde se encontraría con el resto, en un leve instante vio pasar junto a su rostro una pequeña mariposa negra, llamada por esto giro su rostro en busca de ella pero al voltear no había nada allí, se preguntaba si se lo había imaginado pero no tuvo tiempo de pensar mucho en eso ya que en ese instante en el que volteó un chico que había salido de la esquina de otro de los pasillos choco directamente con ella, esto si bien fue repentino y una sorpresa para Charlotte, curiosamente el que cayó debido al choque fue el chico, no ofreció ninguna resistencia y para que alguien del tamaño y la complexión de ella lo tirara al suelo tan fácilmente parecía que este chico no tenía casi fuerzas. Sin embargo esto no fue lo que cruzó por la mente de la chica que se había acercado a él para ayudarlo.

–¿Te encuentras bien? –Charlotte se acercó a él mientras le ofrecía su mano para ayudarlo.

En ese momento ella no lo sabía, en ese momento ella no se había percatado.

Todos a su alrededor observaban la escena, preocupación, miedo, pena, una gran cantidad de sentimientos de ese tipo comenzaban a envolver el lugar y venían de todos los que observaban lo que había ocurrido, al percatarse de aquellos "Colores" que empezaban a aparecer en el ambiente Charlotte se detuvo a observar a su alrededor confundida, todos parecían estar mirándola a ella por alguna razón, sin embargo pronto volvió a mirar al chico al que estaba ofreciendo ayuda pero los ojos de ella se abrieron con terror, un color que nunca antes había visto parecía salir del chico y abalanzarse sobre ella, era un color oscuro, putrido y desagradable, simplemente era un "Color" pero mientras este la envolvía ella podía sentirlo, el color la estaba engullendo, no podía respirar, no podía moverse, quería gritar pero la voz no salía de ella, todo esto ocurrió en un solo instante pero a pesar de ser tan fugaz fue tal el impacto que Charlotte había caído sentada hacia atrás respirando realmente agitada mientras no entendía que ocurría, su mirada empezó a buscar aquel "Color" a su alrededor pero este había desaparecido completamente, no había rastro de este pero entonces ¿Por qué? ¿Por qué aún sentía aquella presión en su pecho? Un malestar que más que físico parecía pesar en su Alma. Con todas estas dudas en su cabeza y sin poder resolver ninguna, pudo escuchar la voz del chico con el que había chocado el cual se había levantado y la miraba fijamente, una mirada gélida que la hizo temblar, una mirada que parecía penetrar su Alma mientras este comenzaba a hablar.

–Ya veo... así que ahora tu morirás...

Eso fue todo lo que salió de los labios del chico de Cabellos Blancos que luego de decir esto siguió caminando con la mirada perdida en la nada, dejando detrás a la aún en el suelo Charlotte quien solo podía temblar. Pronto los demás estudiantes que se habían quedado murmurando a su alrededor también se fueron y simplemente quedó ella en el suelo, se había logrado calmar un poco pero al llevar su mano a su pecho aún podía sentir su corazón agitado y el "Peso" que sentía no había desaparecido, entre más pensaba en eso más su mente parecía perderse recordando aquella Oscuridad que la engulló, pero en ese mismo instante una voz a su espalda la devolvió a la realidad.

–¿Que estas haciendo allí?

Aunque fue una sorpresa pudo reconocer la voz sin problemas, al voltear a ver quien era solo confirmó lo que ya esperaba, Lyon se encontraba parado observándola con curiosidad y a su lado se encontraba Cecile mirándola de igual manera, su mano aún estaba contra su pecho pero ya no sentía su corazón agitado y el "Pesar" que tenía había desaparecido ¿Se lo estaba imaginando todo? Al pensar en esto decidió simplemente levantarse acomodando su falda en el proceso.

–Me caí, nada más. –Eso fue todo lo que dijo.

Ella misma se sorprendió de lo calmada que sonaba, como si nada hubiera pasado, eso solo hizo que pensara que quizás en verdad solo se lo estaba imaginando y quizás por eso no quería molestarlos con eso por lo que comenzó a caminar hacia donde se dirigía originalmente, el salón de los "Demerits", deteniéndose para voltear a ver a Lyon y Cecile que aún seguían de pie en medio del pasillo.

–¿No vienen?

Los miro con su usual rostro inexpresivo al que estaban tan acostumbrados, aunque parecían algo preocupados y no del todo convencidos Al final Lyon simplemente Siguió caminando soltando un "Si, si" despreocupado y Cecile rápidamente lo siguió. Charlotte había vuelto a caminar también dándole la espalda a sus dos amigos y gracias a eso ellos no podían ver como una se las manos de ella se encontraba en su propio pecho apretando el puño con preocupación.

Evans Rioje.

Altura:1.77

Color de Ojos: Negros

Color de Cabellos: Canoso negro.

Peinado: Cabello corto Simple.

Ocupación: Empresario dueño de una gran cantidad de compañías e influyente en el resto de estas. (Al ser mayor no pertenece a la "Generación del Quiebre" por lo que no tiene habilidades)