Qué desperdicio de buena piel y belleza

La vestimenta de Shen Fanxing esta noche no fue destacada.

Llevaba un atuendo formal blanco.

Combinó una camisa blanca con pantalones elegantes sueltos y una chaqueta hasta la rodilla del mismo color. Su cabello largo caía sobre sus hombros y lucía refrescante y capaz.

Su presencia no atrajo mucha atención, y Yin Ruijue estaba un poco decepcionado.

—Hermana Xingxing, ¿por qué no llevaste un vestido de gala? ¡Mira! Todas las mujeres presentes están mostrando su escote o espalda. Pero tú ni siquiera estás vestida como si estuvieras en el trabajo. Es raro que asistas a un evento. ¿Por qué no pensaste en lucirte? Mira a Xu Qingzhi… Eh… ¿acaso ambas son mujeres? —Yin Ruijue casi vomita sangre. Tras examinar el vestido azul oscuro y conservador de Xu Qingzhi, se frotó la frente con resignación.

—¡Qué desperdicio de tan buena piel y belleza!

Shen Fanxing sacudió la cabeza sin esperanzas.

Por otro lado, Ye Susu la observaba con admiración.