Al día siguiente...
Rubí despertó parpadeando al mismo tiempo que bostezaba. Los rayos de sol se filtraban por las persianas. Se removió entre la manta, percibiendo el suave colchón y cálido.
De pronto, se puso rígida al ver ese hombre que dormía a su lado. Trató lo más posible de no hacer un movimiento brusco.
<<¿Cómo llegué aquí? ¿Por qué él está a mi lado?>>, se preguntó.
No podía agitarse por la presencia de Caleb. Ella torció su cuello donde él dormía placenteramente con su cara hacia ella. Se quedó inmóvil, observando la cara de él pero algo simbro en su interior, que le provocó tocar el rostro de él.
Entonces se ladeo con mucho cuidado y tendió su mano con sutileza en el puente de su nariz.
<<Él...es tan diferente...>>, al siguiente segundo, Caleb abrió sus ojos, pestañeando al mismo tiempo que preguntaba: - ¿Tú qué haces?
Rubí se quedó aturdida y de un solo movimiento Caleb le agarro su muñeca con exasperación.
Se levantó y dijo con asperidad: - No vuelvas a tocarme.
Rubí se quedó muda ante él. Caleb salió de la habitación cerrando de golpe.
Ella sólo se acurruco más en la manta con una expresión de afligida.
<<Se enojo por mi culpa...>>
Su corazón radiaba dolor y tristeza. Ese simple sentimiento la estaba haciendo que se confundiera más.
Caleb sólo era un desconocido y no era parte de su misión, sin embargo, ella no sabía que hacer aunque se repitiera mil veces que no debería involucrarlo; no debería enamorarse de ese humano con un corazón frío y vacío...
***
Aún en la cama, Mey se mantenía despierta con todos esos pensamientos que la tenían en el borde del colapso total, ya que no sabía que hacer realmente con respecto a Lou.
Su vida se estaba tornando más rara de lo que ella se había imaginado.
- Dios mío...solo dame una señal, iluminame para saber qué hacer con este hombre. - murmuró con la mirada hacia el techo.
Se frotó los ojos, no tenía ganas de levantarse aún, así que se quedó por unos minutos más en la cama.
Por otra parte, Lou se encontraba en la ducha, las gotas del agua se deslizaban por su espalda y con su cabeza inclinada mientras que su cerebro le repetía la imagen de anoche, donde Mey lloraba delante de él.
Era incongruente para Lou tener que ver esa misma imagen. Incluso se estremeció dejando soltar un gran suspiro.
<<Está humana... ¿Cómo funcionan ellos en realidad?>>, se cuestionaba, a pesar de tener todo el conocimiento del planeta tierra y saber de inmediato los gestos corporales y como interactuaban los humanos, se le hacia extraño las reacciones que captaba de Mey.
....
Todo estaba ordenado en la mesa para el desayuno. Mey estaba en un dilema si llamar o no a Lou para que desayunaran juntos aunque eso era extraño por lo que aconteció anoche. Pero ella quería conversar con él, sabía que Lou era inmutable y tal vez no le respondería pero esta vez volvería a tomar ese gran riesgo.
Después de pensarlo, se dirigió a la habitación de él.
Tocó suavemente y en un santiamén Lou abrió la puerta, como si estuviera esperando por eso. Ella solo le espetó que el desayuno estaba listo y él rápidamente asintió.
Ambos se sentaron de frente. Mey se incomodó por ver a Lou vestido de una manera casual y "sexy", se ruborizo un poco, ella aún sentía vergüenza de estar delante de él.
Antes de tocar su plato, Mey se enderezó y suspiro furtivamente.
- Lou...yo estoy confundida respecto a tu forma de actuar. Sabes que lo de anoche no puede volver a suceder. Umm, cómo le explico. Es algo de moral y educación. - exclamó al mismo tiempo que se laciaba su cabello. No sabía cómo hablar de la forma correcta con él.
- Ah mejor quiero saber... ¿Tú en verdad qué te pasa? ¿Así son los de tu...especie de imprescindibles? - agregó sin verlo a la cara. Tenía un manojo de nervios por la respuesta que le daría Lou.
Sin embargo, Lou tenía su mirada clavada hacia ella. Era cauteloso al escuchar las indagaciones de ella pero tampoco sabía que declarar al respecto. Ya sabía cómo debía comportarse entre los humanos pero ahora eso parecía que se estaba desviando de su misión.
Momentos antes que Mey le avisará para el desayuno, Lou ya tenía una respuesta por lo de anoche, su mente brillante le dio una respuesta en caso de...lo que fuera. Así que él la vio perfectamente y abrió delicadamente sus labios opacos y carnosos.
Lou: - Perdón, lo siento. - murmuró.
Mey: - ¡Pfff! ¿Q-Qué?... ¡Cof! - preguntó con asombro.
Estaba bebiendo su café cuando Lou de golpe dijo tales palabras. Ella aún no se acostumbra a esa voz ronca y grave a la vez. Lou se mantenía inmutable como siempre, observando la reacción corporal de ella.
Mey temblorosa se limpio su boca con una servilleta.
Estaba totalmente impresionada por lo que escuchó. Trago fuertemente e incrédula, preguntó: - Tú... ¿Qué dijiste?.
Lou ante eso repitió lo mismo con una seguridad determinada.
Mey al instante se mordió los labios por esa simple sinceridad. Sin embargo, había algo raro rondado en el aire...
Ella no desvío su mirada cuando Lou repitió: "perdón, lo siento"; en particular Lou lo decía inexpresivo. Tampoco Mey, por el aturdimiento, no sabía porque él se disculpaba de la nada.
Mey: - Jajaja, a ver Lou, espera...en primer lugar, ¿por qué me pides perdón? - inquirió al mismo tiempo que sus dedos tiriteaban en la mesa.
Lou: - Anoche llorabas por un error mío, ahora mi deber es pedirte disculpa, humana.
Mey: - ¡...!
<<¿Deber? Oh ya entiendo. Eso quiere decir que él sabe que hizo mal. Bueno, él mismo dijo que no tenía sentimientos entonces ¿cómo debería tomarlo?, aparte esto ya se está complicando pero si sabe que cometió un error eso quiere decir que él sabrá que estaba desnuda... ¡Ahhh noooo! Esto es una locura>>
Mey intento no inquietarse por eso. Quería saber como él había llegado a tal conclusión y con ese nerviosismo, le preguntó: - ¿E-Eso te lo enseñaron?
Él sólo asintió sin dar explicación. Mey por otro lado se masajeo su sien; este ser inmutable le estaba dando dolor de cabeza. Cada vez más, iba descubriendo más sobre éste enigmático ser.
Lou como un ser super inteligente y con percepción extrasensorial estaba actuando como su protocolo de enseñanza sobre el planeta Tierra se le había atribuido.
Ahora que ya había dado ese paso y observar que la chica delante de él, no estaba conforme con sus palabras, sólo quedaba otra opción y eso era una acción de su parte.
Entonces, sin preámbulos, él se levantó a dirección de Mey.
Ella al atisbar que Lou se acercaba, hizo una expresión de asombro.
Tan pronto, Lou llegó a ella, él ordenó: - Levántate.
Mey con ese manojo de nervios, exclamó: - ¡¿Qu-Qué?!
Él se mantenía firme con esa misma expresión. Ella simplemente cedió ante esa voz autoritaria y de superioridad. Sólo pensaba y se reprendia por indagar más sobre él. Con ese temor, se levantó lentamente. Estaba totalmente intimidada y atemorizada por la gran altura de Lou.
<<Está demasiado cerca...¿Por qué mi corazón late muy fuerte?>>
De pronto, sucedido lo imprescindible...
¡Esté ser magnético la estaba abrazando!
Ella se congeló al sentir los enormes brazos de Lou que la envolvieron completamente, con su cara clavada directo en los pectorales de él. Ella estaba atónita a punto de empujarlo.
Mey: - Lo-Lou ¿por qué me estas abrazando?. - preguntó en un hilo de nervios.
Sin embargo, él se quedó inmóvil si decir nada más.
Mey se le aceleró más su corazón, su rostro se torno escarlata por el hecho que su cara estuviera en el pecho de él. Ella sentía bien como Lou la abrazaba de una manera misteriosa.
Entonces una ráfaga de emociones invadió a Mey, quería alejarlo pero no se atrevió, los segundos fueron esenciales para que ella logrará percibir ese confort en la frialdad que emanada Lou. Y al mismo tiempo escuchaba los latidos del corazón de él, lento y sereno.
<<Él... ¿Cómo puede hacer esto? ¿Por qué se siente tan bien?... Es tan malvado y encantador a la vez pero Lou no es humano, y siento que estoy cometiendo un error pero yo...>>
Lou permaneció estático y de pronto, percibió como los brazos de la chica se enraizaron en su cintura. Esa simple acción lo hizo parpadear, haciendo que su ritmo cardíaco se destabilizara.
Mey por otra parte, cedió y cerró sus párpados; ella simplemente lo definió como un "abrazo ficticio" pero por un segundo se olvidó de ese enorme dolor en su corazón.