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DE OTRO MUNDO

Esta es la historia de una humana y un ser de otro universo (alien), que se emprenden a un camino lleno de obstáculos y misterio. Durante ese largo transcurso por recorrer ambos se enamoran; se dejan llevar por esas emociones, esa humana es consciente que tal hombre no es normal pero inesperadamente...

Dianiis_1417 · 科幻言情
分數不夠
122 Chs

"¿Acaso te gusta mi hermana?"

Walter no dejaba de ver de manera inquisitiva a Lou. Los segundos transcurrían y el incomodo silencio ponía a Mey ansiosa.

- H-Hermano...solo olvidemos esto. Yo tuve la culpa. Ya tenía el presentimiento que algo sucedería. No te preocupes... - habló Mey con pesar.

Deseaba ya no darle vuelta al asunto de su padre y lo que menos quería que su hermano se viera involucrado.

Walter: - Suspiro... Mey, ¿por qué lo has traído? No me digas que padre por eso te gol---

- ¡Noooo! No, él no tiene nada que ver. Por favor hermano lo que ahora no quiero es que esta situación sea más trivial. Luego te explicaré. - dijo ella evitando ver a su hermano.

- Bien, bien. Perdona pero es que me molesta la actitud de mi padre. Y no dejo de indagar que "tu acompañante" tenga algo que ver. - mencionó Walter haciendo énfasis a Lou con sus ojos zafiros sobre él.

Mey sólo pudo suspirar frustrada. En verdad que su hermano podría ser difícil de convencer.

Walter atisbo la expresión decaída de su hermana, así que dijo con la voz aperciopelada: - Abuela ha dicho que te vas a quedar a merendar. Será mejor que vayamos adentro.

Mey sonrió fugazmente y asintió con su cabeza.

Pero antes de ir detrás de su hermana, la detuvo.

- Mey, puedes adelantarte. Quiero hablar con él a solas. - pronunció Walter con rotunda seriedad.

Por supuesto, Mey no puedo evitar fruncir su ceño y confundida no se atrevió a preguntar el "por qué", ya que ella tenía una idea sobre lo que sucedería.

Sin mostrarse con incertidumbre, asintió nuevamente viendo de reojo a Lou.

Sin más preámbulos, ella continuó caminando hasta alejarse del jardín.

Entonces Walter al darse cuenta que su hermana ya no estaba presente, se irguió y como todo un profesional, se volvió a postrar ante Lou. Walter se dio cuenta que éste era más alto, por una cabeza. Pero aun así no le intimidó su imponente altura.

- Tú... ¿Acaso te gusta mi hermana?. - preguntó Walter seriamente y directo al grano.

Lou cómo el ser omnipotente, parpadeo ante la pregunta.

<<¿Gustar? ¿Mey, su hermana...ella? No comprendo eso.>>, divago Lou con tanta maneras de darle el significado la palabra: "Gustar"

- ¿Gustar...?. - inquirió Lou inexpresivo pero con ese ápice de su voz confundido.

Walter también se confundió ante la inquisición de Lou.

Walter: - Rayos, lo quiero averiguar sí mi hermana te gusta como...mujer. ¡Aaah! Por qué te lo estoy explicando, ¿acaso no comprendes?. - preguntó con sus cejas arqueadas y mirando al confundido hombre delante de él.

Pero Lou sólo pestañeo sin responder.

Walter sólo suspiro ante el perdido hombre. Entonces sacó una conclusión.

- Espera, no me digas que perder "tu memoria", te disloco tus neuronas del tal forma que ni siquieras entiendes lo que trato de decirte. - preguntó Walter haciendo una mueca ante su mismo sarcasmo.

Pero para su sorpresa Lou asintió débilmente con su cabeza. Claro, Lou en verdad entendía lo que Walter le preguntaba pero por ahora actuaría como un "tonto" para pasar desapercibido ante el cuestionamiento del humano.

Walter crispo sus ojos y se rasco la nuca ante la insolencia del hombre.

- Aaah hombre. Entonces, ¿por qué la abrazabas? Explicame.

Esta vez el tono de Walter era de suma molestia y sin apartar la vista de Lou, observó cada facción de su cara esperando ver su reacción pero éste solo se mantuvo inmutable.

Lou tampoco sabía describir la sensación al abrazar a la chica y aunque tuviera una respuesta para eso, simplemente se lo guardaría para él.

No obstante, Lou comprendía la confusión del hombre y dado que éste no sabía de su verdadero origen, se mantendría callado para no cometer un error.

Mientras que Mey no estuviera a su lado, él no se pondría en riesgo y menos a ella.

<<¡Este hombre! Puede dar la impresión de ser un hombre de la realeza pero actua como un tonto. No puedo creer que ese día hablaba con demasiada docilidad ante mi hermana y ahora está inmutable. Ese golpe golpe en su cabeza fue tan contundente para dejarlo tonto.>>, pensó Walter sin indagar más sobre él.

Sólo tenía una cosa en claro, que él ocultaba algo y haría lo posible para averiguarlo. No permitiría que alguien más le hiciera daño a su querida hermana.

- Uff...ya veo que no me vas a responder. No entiendo por qué mi hermana cuida de un extraño. Como sea, quisiera evaluarte y ayudar para que puedas recuperar tu memoria pero eso no quiere decir que me agradas. ¿Entiendes?. - espetó Walter.

Y Lou como un niño bueno y educado, asintió obedientemente.

Para Lou, este humano no parecía un peligro para su código. Podía determinar que este ser humano radiaba un aura de valentía y seriedad; que sus ojos zafiros reflejaban mucha determinación. Por ende entendía que este humano estaba decidido a proteger la integridad de su hermana.

Walter le hizo un ademán para que lo siguiera.

Al mismo tiempo, Mey esperaba impaciente al lado de la puerta trasera. Decidió esperar por ambos para no entrar sola aunque también estaba mortificaba sobre qué hacían Lou y Walter.

Entonces en segundos los dos llegaron.

De inmediato, su hermano frunció su ceño al ver a su hermana recargada en la pared.

Walter: - Mey, ¿qué haces aquí?. - inquirió.

- S-Solo esperando por ustedes. Es que no quería entrar sola. - respondió ella desviando su mirada para no mostrar la ansiedad que la carcomia.

Su hermano Walter sólo suspiro y giro el picaporte de la puerta pero antes de entrar, se detuvo en medio.

- Hermana, sí las cosas se ponen tensa al respecto sobre él...yo me encargo...¿OK?. - susurró Walter con energía y aguerrido para proteger a su querida hermana.

- Pff...lo sé pero yo también me puedo defender. No soy una niña. - refutó Mey haciendo un puchero con sus labios.

No podía creer que su hermano mayor la siguiera protegiendo como una niña pequeña.

A pesar de los 26 años de su hermano, le parecía increíble que fuera soltero.

Walter sólo negó con su cabeza y sonrió.

<<Je je je...no cambias para nada. Me gusta verte así.>>

Entonces prosiguieron a entrar y enseguida un aroma a cítrico que inundaba en la cocina, los envolvió a los tres; desatando el apetito de Mey.

Ese aroma deleitable era Pollo a la Naranja que formaba parte de la merienda. Y por supuesto, el platillo favorito de Mey.

Ese aroma envolvió a Lou que enseguida su nariz respingo y roto su vista enigmática por doquier.

Era denso para él y un aroma nuevo.

Estaba detenido mientras que Mey y Walter seguían avanzando por la enorme cocina contemporánea.

– "Grrr"

Aquel gruñido audible espabilo a las dos sirvientas que preparaban la merienda y tanto Mey y Walter detuvieron sus pasos.

Todos al mismo tiempo voltearon a ver a Lou quien tenía su mano sobre su estómago.

La sirvienta Esther no pudo evitar soltar una risita furtiva. Enseguida se limpió su mano.

Cortésmente se dirigió al sublime caballero con su rostro sonrojado.