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Capítulo 2

AD 2010.07.31...

Okabe Rintarou se encontraba relajado en el único sofá que había en el humilde laboratorio. Sin embargo, sostenía su celular en alto y lo miraba fijamente, como si estuviera esperando algo del mismo. Un sonido, una vibración, cualquier cosa le servía en ese momento.

Pero con el pasar de los minutos nada de eso llegó, miro el reloj en el teléfono, eran las 8:23: AM. Quizás era un poco temprano aún y se estaba precipitando. "Sí, debe ser eso, mejor la dejo ser, en algún momento tendrá que avisar" pensó antes colocar el teléfono en su pecho y cerrar los ojos.

Momentos y recuerdos de la noche anterior comenzaron a recorrer su mente como si se estuviera emitiendo una película a medido que se hundía más y más en el recuerdo.

AD 2010.07.30 - 20:10:36.05...

"Yo... he estado en otras líneas temporales"

"..."

El silencio abundó por un tiempo indefinido después de la repentina y sorpresiva revelación del científico loco. Era realmente molesto pará él escuchar solamente la brisa y el agua, estás solo acentúan el nivel de incertidumbre que iba muy claramente en aumento, expectante a lo que diría la pelirroja. Para alivio, o para justo lo contrario, miro el como el rostro de la mujer se empezaba torcer, signo de que estaba a punto de dar su opinión.

"I-imposible" tartamudeo. La respuesta enseguida irritó a Okabe de sobre manera.

"¿Te mandas toda esa basura de 'Me conozco a mi misma más que nadie' solo para decir eso? ¡No me jodas Kurisutina!"

"P-pero hay límites, los viajes en el tiempo son imposibles..." se defendió.

"Entonces, explícame tu ahora, señorita inteligente. ¿Cómo explicas a parte de un viaje en el tiempo, que yo te conozca, y que sepa que eres una cerebrito graduada de neurociencias que iba a dar una conferencia el 23 de Julio a las 11:30 AM, pero fue pospuesta al 28 de Julio, conferencia que trataría exactamente de lo que estamos hablando, una máquina del tiempo y los viajes en la misma, aun cuando tu no me conoces?" ella apartó la mirada molesta.

"Esa conferencia ya paso, toda esa información la puede buscar cualquier persona con una medía hora de internet. Además, es claro que sabrías que fue pospuesta, tú estabas allí mismo conmigo, fuiste tú quien me salvó genio. Así que no tiene una base sólida, por ende no puede ser usado como argumento valido" si él la quería provocar y debatir argumentalmente con ella, pues se había equivocado de persona sin ninguna duda.

"¡¿Y ésto?!" señaló la insignia propia en su capa. "Eres parte del laboratorio, la 'K' que ves aquí, es la inicial de tu apellido"

"Una coincidencia, podría ser un número al azar puesto por un loco como tú, ¿O no? ¿Hououin Kyouma~?" contestó con claro tono de burla al final. Okabe sabía que no lo podía volver loco porque ya lo estaba, pero estaba al borde de saber si había un nivel más haya de lo que se podría haber descubierto hasta ese día.

"¡Maldita zorra! ¡Vienes exigiendo respuestas y cuando te las digo las niegas todas! ¡¿Quién coño te entiende?! ¡¿En dónde quedaron los aires de gran científica?! ¡¿Se quedaron en América o qué?!"

"Exactamente porque soy una científica no puedo creerlo. Sí sabes tanto de la conferencia que hice, también deberías saber que hablé de las posibilidades de los viajes en tiempo. Las posibilidades de siquiera poder crear una máquina de ese tipo con la tecnología actual están limitadas a números decimales. Y si por alguna razón la tecnología hubiera avanzado lo suficiente como para crear algo similar a un agujero negro, que es lo que hace la curvatura en el espacio-tiempo para que pueda ser factible ese tipo de viaje, no serviría de nada, ya que las propias leyes físicas y universales no dejarían que dichos viajes fueran posibles, la masa expuesta a tales fuerzas solo se desgarraría o desaparecería en el acto, la Teoría de las Cuerdas es un ejemplo de las fuerzas gravitatorias ejercidas en un Agujero Negro, junto la propia Teoría Especial de la Relatividad y la Relatividad General de Einstein. Si te resulta muy complicado todo eso entonces solo se debe conocer medianamente la definición de Agujero Negro. Eso sin hablarte de las posibles Paradojas Temporales que se podrían producir si por casualidad el viaje fuera un éxito. Osea, que es casi imposible. Oh, por cierto... ¡Zorra será tu mamá, maldito!"

"¡Oye! ¡No te adelantes Kurisutina! ¡Esa Teoría Especial de la Relatividad también habla de lo factibles que podrían ser los viajes en el tiempo!"

"¿Si siquiera te molestaste en prestar algo de atención? esos viajes de los cuales hablaba solo iban en un misma dirección, hacía adelante, nunca hacía atrás. Si hipotéticamente hablando en verdad hubieras viajado del pasado al futuro, no deberías saber la fecha y hora exacta de la conferencia ya que en ese entonces no estaría preestablecida en ningún lado, ni siquiera internet si decimos que hiciste un viaje de un año o unos cuantos meses"

"Pero tu misma lo dijiste, esa clase de información la podría encontrar por internet al llegar a una fecha en la cuál ya estuviera establecida el dia de la conferencia"

"Como sea, no puedes probar que haya sido así, necesito pruebas concisas. Las teorías no te servirán de nada, me sé todas y cada una de ellas al pie de la letra"

"Y-yo, eh..." se quedó sin respuesta alguna, se mordió el labio por su incapacidad de seguirle el ritmo. "Piensa Kyouma, ¡Piensa! hablale sobre... ¿Sobre qué? si le dijese que vine con una máquina del tiempo hecha en 2036 me tomara por loco, aún más de lo que ya me considera, y después usará sus... ¡AHHH! ¡Maldito Albert Einstein! ¡Qué tan jodido de la cabeza tenías que estar para pensar en semejantes locuras! ¡Por tu culpa ahora esta loca repite como loro todo lo que expusiste! ¡Y lo peor es que no puedo negarlo, maldición!" pensó casi al borde la locura, en el cual el límite estaba mucho más cerca para él que para cualquier persona.

Okabe hizo una recapitulación rápida en su mente, todos los sucesos que habían pasado en ese corto periodo entre su 'Primer contacto' con ella en la estación de radio en el momento de salvarla y el segundo frente al mismo edificio. La llegada de ella al laboratorio, su paseo por la ciudad, tenía que haber algo que pudiera usar para hacer que la balanza fuera a su favor.

Y así, una revelación se abrió frente a sus ojos, una puerta que lo llevaría a hacerle creer realmente, que todo era la verdad y nada más que la verdad.

"Mi nombre..." pronunció lentamente. Extrañes fue el sentimiento reflejado en la cara de la científica.

"Tu... ¿Nombre?"

"Lo recordaste, cuando nos encontramos no te lo dije, y aún así fuiste capaz de recordarlo, a eso se le llama..." alzo su mano con suavidad hacía ella, el viento soplo y su capa se alzo, justo en el momento preciso.

"Un recuerdo, que trasciende en el tiempo. Y es algo que nunca podrás refutar, ya que tu misma no puedes encontrar una razón para recordar eso. Unos numeritos no te explicarán como puedes recordar algo que nunca viste, que nunca escuchaste, que nunca sentiste, y eso lo sabes, Makise Kurisu"

Ya no podía negarlo más, en verdad quiso hacerlo. Su lado racional le decía que era imposible, pero por alguna razón, sentía que las palabras de ese hombre frente a ella no eran mentiras, y a pesar de no tener manera alguna de explicarlo, su corazón le creía.

Ella se volteó dándole la espalda y comenzó a caminar, alzó su mano hacia el cielo, como queriendo tomar entre esta la medía luna que estaba por encima de las aquellas enormes nubes.

Esa imágen... Okabe la recordaba muy bien cuando la hacía Mayuri, quizás era una señal, un mal presagio. "Tú... ¿Estás huyendo?" preguntó con recelo.

"¿Huir?" contestó sin voltear a verlo, antes de poder continuar, él la había abrazado por la espalda sin previo aviso, sin dudas ni vacile alguno. Se quedó congelada en su sitio, este la abrazaba con fuerza pero a la vez con delicadeza, sin ningúna mala intención, al contrario, había una sensación muy cálida en el y a la vez muy familiar. Esa calidez comenzaba la comenzaba a engullir cada parte de su ser. Pero estos brazos que la envolvían, también temblaban, ¿Era miedo lo que sentía? ¿Miedo de qué? cerró sus ojos para sentir mejor ese contacto. Extrañamente, no pensó ni por tan solo en la necesidad de apartarlo, solo se quedó ahí, en silencio esperando a que el que había iniciado el contacto fuera el que lo finalice.

El tiempo. No sabía con exactitud cuanto había durado ese momento, quizás solo segundos o minutos hasta que el contacto fue deshecho por él que la soltó con lentitud, como dudando en dejarla ir.

Aún de espaldas a él y con un ligero sonrojo por el momento vivido hace segundos, decidió comenzar. "N-no puedo, creerte en su totalidad. Pero si puedo hacer algo, comprobar por mi misma que lo que dices es cierto, y es por eso que..." se volvió hacía este con una sonrisa y le extendió la mano. El viento hizo bailar su cabello, su cabello rojo de alguna manera hizo profundizar el color de sus bellos ojos que parecían dos brillantes perlas azules a la luz de la luna.

"Seré tu asistente, Okabe Rintarou, no, Hououin Kyouma~. Tengo tiempo suficiente. ¿Alguna objeción?" este sonrió con gran felicidad, no recordaba sentirse tan lleno de vida como en ese momento, sin pensarlo estrechó la mano que se le había ofrecido.

"Ninguna, será un placer trabajar y compartir mi tiempo contigo, Makise Kurisu"

AD 2010.07.31...

"Je, esa mujer por un momento me dió un buen susto. Pero, todo resultó mejor de lo que puede imaginar en primera instancia. Me pregunto cuando se aparecerá" pensaba tranquilo.

Estaba al pendiente de su teléfono ya que después de su charla, acordaron que se verían por la mañana. Ella propuso que intercambiaran números para poder mantenerse en contacto y poder avisar justo antes de que llegase al laboratorio, ya que la el día anterior tuvo la suerte de encontrarse a Mayuri llegando al área justo en el momento en que ella lo hacía.

"Parece que no llegará pronto, quizás deberí-" su teléfono sonó y empezo a vibrar, señal de que había llegado un mensaje, lo tomó entre sus manos y lo leyó.

-Asunto: Okabe, estoy afuera, apresúrate en abrir. Aquí hay un tipo grande y con cara de muy pocos amigos conmigo...

-De: Kurisutina~

El científico caminó con calma hacía la entrada, hasta qué recordó algo y volvió a mirar el mensaje. "Espera un tipo grande y con cara de pocos amigos... hay no, ¿Podría ser..." sudo ante la posibilidad, decidió mirar por el pequeño vidrio que tenía en el medio la puerta. Inspeccionó con rapidez, estaba Kurisu y...

... El ladrón Braun.

"¡No maldita sea, aún no le he pagado la puta renta! ¡Ahh desgraciado pelón carero!" gritó en su mente al ver al hombre que estaba con un semblante muy serio y de brazos cruzados. Kurisu estaba nerviosa ante la presencia de este.

"Oh, ya sé, tengo que escribirle" pensó a la velocidad de la luz. Sus dedos se movieron a una increíble velocidad texteandole a su 'Nueva' asistente.

El teléfono de la pelirroja vibró al otro lado de la puerta. "¿Eh?" se fijó en el mensaje.

-Asunto: ¡Kurisutina~! ¡Es hora de la operación 'Comes-Back'! ¡Necesito que hagas una retirada estratégica por el momento! ¡Ese tipo pertenece a una peligrosa Agencia y me está buscando con la intención de extorsionarme!

-De: Psicópata

"Maldición, este estúpido... Aunque creo entender un poco por dónde va la cosa" pensó al terminar de leer. Dijo extorsionar, ya de alguna manera sabe que Okabe tiende a exagerar 'Mucho' las cosas, quizás le estén cobrando.

Observó un poste pegado en la puerta del que no se percató la última vez.

-Se alquila pequeño lugar, ¥5.000 al mes.

-Estado actual: Ocupado.

"Con que de eso se trata, este tipo es el dueño..." se palmeo la cara mentalmente. Pero si se ponía a pensar un poco, no podía culparlo, ese tipo viéndolo de cerca daba miedo, parecía una de los matones que aparecen las películas de Hollywood.

Procedió alejarse de la puerta camino a salir del pequeño edificio.

"Oiga señorita" escuchó a su espalda, su corazón se aceleró al igual que el de Okabe que estaba escuchando todo por la intimidante voz que tenía el hombre aún cuando esa no era su intención.

"Diga, que le puedo ofrecer" contestó queriendo mostrarse tranquila, al parecer lo estaba logrando.

"¿Usted de casualidad no habrá venido a visitar aún tal Okabe Rintarou? quiero charlar civilizadamente con él sobre un asunto, pero no ha salido de ahí. ¿Sabe si está ahí adentro?" el científico loco estaba sudando nervioso por detrás de la puerta.

Había dado en el clavo, venía justo por él, pero debía pensar en una excusa rápida y desviar la atención. "Calmate y piensa, puedes manejar esto" suspiró por sus adentros, una excusa que sea creíble y que el mismo dueño pueda corroborar, pensó cuando el día de ayer, cuándo llegó con al lugar en busca de Okabe, había otra chica presente. Lo tenía, ya sabía que podía usar.

"D-disculpe, está equivocado. Vine en busca de mi amiga Mayuri, no soy de por aquí, así que no estoy muy acostumbrada al calendario, justo acabo de recordar que hoy es día Sábado laboral, cosa que en mí país natal no pasa" expuso confiada. Recordó el nombre de la chica de ayer, se encontró con ella llegar y cuando entraron la escuchó decir que había terminado de trabajar temprano.

El hombre entre cerró sus ojos hacía ella, lo cuál la puso un poco nerviosa, después se pasó una mano por la cabeza, indignado porque no había podido dar con el de la bata blanca. "Bueno, que más da, si de casualidad lo llegas a ver dile que necesitamos hablar. Que tenga un buen día" dijo retirándose hacía su tienda.

"Es buena, jeje. Braun, nunca contaste con que mi asistente tenga el coeficiente intelectual más alto de América" se burló, ya tranquilo. Se recostó en la puerta y agarró su teléfono para textearle a su salvadora.

El teléfono de Kurisu sonó, avisándole de un nuevo mensaje.

Psicópata: Te debo una gigante, Kuristina~. Me has salvado de una buena.

No pudo evitar reír un poco con lo que había pasado, de verdad era un completo idiota.

Kurisutina~: Y que lo digas, pasaré otra vez en unas horas, trata de resolver ese problema con ese tipo antes de eso.

Okabe, se quedó estático en su sitio, ahora solo quedaba esperar por un corto período de tiempo que seguramente sería largo para él. Aunque no tenía nada que hacer, esto había pasado por culpa de él mismo.

Se levantó asumiendo eso, y pensando en lo que dijo esta. "¿Con que resolver ese problema con el Mister Braun?" pensó en como sería eso, su expresión se apagó.

"Naa, mejor otro día, creo me haré algo de comer y empezaré a fabricar el dispositivo futurista #-" escuchó un extraño sonido, como si algo estuvieran engranando en algo, era como...

El seguro de una puerta.

Con una fuerza descomunal la puerta se abrió con violencia, cortesía de una patada del propietario más rudo de Akihabara.

"Por favor, ¿En serio creíste por un momento que no me daría cuenta?" se burló el hombre con la pierna en alto y sobándose el puño derecho. Okabe no sabía como es que había qué...

"Por tú estúpida expresión se nota que ni siquiera sabes lo que pasa, déjame explicarte. Soy muy bueno analizando a la gente, supe de inmediato que esa chica mentía, aunque no la tomaré con ella. Y lo otro..." mostró una llave. "¿Se te olvidó que yo también poseo una copia?"

"No puede ser, fuí derrotado. ¡¿Ahh qué es este dolor?! ¡¿La Agencia me ha infectado con un virus?!" dijo cayendo de rodillas al suelo.

"Oh querido Okabe, te voy avisando que cualquier dolor que hayas sentido antes no será nada a partir de este momento, así que..." se trono los nudillos con una sonrisa ruda.

"Hablemos de negocios"

Continuará...