CAPITULO 123: EL CAMINO DE LA PAZ

Dentro de un espacio sin tiempo, están atrapados KEKI y YUEL, él sigue abrazado por ella, del cuerpo de ella sale una tormenta de viento y su cuerpo se comienza a fusionar con el de YUEL, esto le causa un dolor físico a YUEL, quien grita notablemente enojado y horrorizado, pidiendo ayuda.

KEKI, antes de desaparecer dentro del cuerpo de YUEL, le dice que, le dará el amor que necesita.

En la mente de KEKI, recuerda que la persona que le enseñó lo que era el amor es TOIRE, con todas sus atenciones y cuidados aun cuando no estaba herida o enferma, poco a poco ella entendió que eso, era amor.

Aquellas emociones que se acumulaban en su pecho cuando él limpió sus lágrimas y cuando él mismo derramó las suyas a su lado.

Él le enseñó a amar, para ella, TOIRE es la personificación del amor, y de esa misma manera, ella cuidará del alma de YUEL.

La luz azul de KEKI, inunda el cuerpo de YUEL.

Del cuerpo de YUEL, se forman grietas mientras él lucha contra aquél dolor que siente, poco a poco destrozan su cuerpo, siendo esto muy doloroso, se niega que esté pasando todo esto.

Pide a KEKI que salga de su cuerpo, que lo deje descansar.

Al poco rato, las lágrimas de dolor brotan de sus ojos, el dolor físico es espantoso.

Las carnes agrietadas van cayendo hasta dejarlo hecho solo de luz.

YUEL explota como si fuera una explosión de galaxias.

La explosión fue tan fuerte que, ha traspasado el campo del hoyo negro.

TOIRE es arrojado lejos por la fuerza de la explosión, al haberse disipado la burbuja de viento desde que KEKI entrara al hoyo negro.

YUEL grita el nombre de KEKI.

Al frenar su ida por ser arrojado, TOIRE regresa para buscar a KEKI.

Dentro del espacio vacío en que KEKI ella ha conseguido el nivel supremo, está convertida en un ángel con hermosas y grandes alas sobre su espalda, ella lo mira venir y comienza a bajar, su legado de ángel la ha tocado.

Ella, está encerrada con YUEL, ha aparecido al alma de TESUTO, el ángel milenario que se desprendió de YUEL, el ángel original, luego de que se convirtiera en aquella alma maligna causada por la muerte de su amada esposa y se pusiera en contra de la humanidad, tratando de extinguir toda la vida creada.

Frente a ellos, está KEKI, rodeada por su luz azulada.

Ellos la reconocen como el ángel que fue cuidado por el HARUMI para volverlo a la luz, KEKI dice a YUEL que, es hora de partir, su labor en este mundo ha terminado.

La imagen de TESUTO, desaparece dentro de una luz que sale de la mano de ella, es como la luz de una galaxia, con calma, ella dice que se liberará la esperanza en el mundo.

Las almas de los hijos de YUEL van apareciendo dentro del campo negro, junto a la de YUEL quien ha cambiado su apariencia.

Su odio y rencor por la vida, se ha calmado, en su rostro hay paz.

Los hijos de YUEL: CHONT-SU, ISRAEL, WATANASE, AMELIA, WASHI Y YOKOHAMA.

Los hermanos mayores ven a su padre lleno de paz.

Dentro de su corazón, se dan cuenta de que todo lo malo se ha ido, ellos no desean pelear… durante su existencia tuvieron que soportar la carga de un odio que no les pertenecía, sin embargo, ellos creían que si.

Ahora que han dejado este mundo, no queda camino por recorrer.

Tienen la opción de reencarnar en un nuevo cuerpo como ángeles que son.

YUEL, se siente cansado de seguir, él desea descansar.

Dentro de la luz, se alcanza a ver la imagen de HARUMI.

YUEL, profundamente conmovido, invita a sus hijos a descansar junto a su madre, que, los espera.

YUEL es el primero en transformarse en luz y entra dentro de la luz que KEKI sostiene en su mano.

Uno a uno de los hermanos mayores, se van transformando en luz, ISRAEL Y WATANASE no se arrepienten de sus actos, ya que sentían que seguir apoyando a su padre, era su forma de demostrarle amor.

Entran a la luz.

WASHI siempre fue más justo, él no justifica sus acciones, sin embargo, siente que nadie es digno de juzgar sus acciones sin antes ver la suya propia, antes de irse, pide que sigan el camino que mejor crean correcto (mirando a KEKI) y no se aparten de él.

WASHI entra a la luz.

YOKOHAMA dice arrepentirse de una sola cosa, no haber podido ver la alegría de sus hermanos CHONT-SU Y AMELIA, haber podido ver más allá de sus propios deseos de agradar a su padre, creyendo que así sería más llevadero su duelo… el de todos. YOKOHAMA entra a la luz.

Por último, quedan CHONT-SU y AMELIA.

Ellos piden perdón a KEKI, por haberle robado su cuerpo, su voluntad y haber traído dolor a su vida.

Desean que sepa, que, no era con mala intención forzarla a traer al fruto del cielo, pero, desean que entienda, que era necesario.

AMELIA se adelanta y se acerca a KEKI…

Siente un poco de celos, ella ha amado a su esposo CHONT-SU como ella misma en algún momento, también le agradece haber podido hacer realidad su deseo, traer al hijo de su amado al mundo.

AMELIA se convierte en luz y entra a la luz de la mano de KEKI.

CHONT-SU, al quedar a solas con ella.

Siente algo de nervios, le regala una hermosa sonrisa, KEKI reacciona un poco ruborizada, CHONT-SU, con voz vacilante, la llama por su nombre.

Al tomar un poco de tiempo para recobrar su temple, le dice que se ve hermosa.

La imagen de KEKI es de una mujer muy herida, que resiste el poder de su mano, tratando de no perder el control.

CHONT-SU sostiene sus manos, KEKI se sorprende, CHONT-SU mira a KEKI a los ojos.

fin de capitulo 123