Un tesoro tan raro se contaba por gotas.
Por ejemplo, la botella de elixir de la vida por la que Lu Ming había pujado en el pasado, lo más probable es que estuviera diluida con una gota del elixir de la vida.
Frente a él, había un pequeño charco que pesaba al menos unos cuantos kilogramos.
¡Una oportunidad! ¡Una gran oportunidad!
Jin Gang sonrió ampliamente.
Lu Ming y los pocos que había también sonrieron.
—¿Lo dividimos de manera equitativa? —dijo Wen Lezhang.
—¡De acuerdo! —Lu Ming y los demás estuvieron de acuerdo.
Wen Zhishi sacó la botella de jade y se preparó para recolectar el elixir de la vida.
¡Jajaja, qué gran oportunidad! ¡Aquí hay en realidad un elixir de la vida!
En ese momento, se escuchó una risa emocionada. Con un destello de luz dorada, un joven apareció en la escena.
—¡La Jinchi! —Los pocos se sorprendieron.
El recién llegado no era otro que Jin Chi, el Talento Supremo del clan de demonios del Valle del Demonio Celestial.
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