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Caden

Todo niño nace total y rotundamente indefenso y es el deber de sus padres, protegerles de las inclemencias del mundo al que llegaron. Se puede argumentar que el mayor vínculo de amor y de protección es el de la madre a su hijo, pero desafortunadamente para Caden; ese vinculo nunca existió. Desde niño sufrió el rechazo de la sociedad y el de quien fuera su madre, quien lo mantuvo aislado y escondido la gran mayoría de su vida. Justo cuando Caden comenzaba a resignarse a pasar el resto de su existencia en sufrimiento; llega una persona que marcaría el resto de su vida. Ese "Ángel", como Caden lo veía, le hizo sentir amor y comprensión; por primera vez en su miserable existencia sentía que alguien se preocupaba por él. A lo largo de su relación con su "ángel"; Caden descubrirá que las apariencias engañan y que los peores y más dañinos demonios suelen disfrazarse de ángeles de luz.

NATALIADIAZ · 灵异恐怖
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129 Chs

42: Convivencia

—Antes de irnos quería avisarte que Suzy se va a quedar por un tiempo aquí— le avisé a Noah.

—Espero podamos llevarnos bien— dijo Suzy con una sonrisa, y Noah retrocedió.

—¿Qué sucede?— le quité la cinta, y le dio un sutil golpe a la mesa.

—Tú no estás hablando en serio, ¿Verdad? ¿Lo haces por molestarme?

—No, lo hago porque ella necesita un lugar donde quedarse ahora y amablemente me ofrecí a ayudarla.

—Sácala de aquí, Caden. Esa mujer quiere hacerme daño.

—No deberías ser tan malcriada y tratar así a nuestra invitada. Ella no quiere hacerte nada, solo necesita quedarse en la casa por un tiempo.

—¿Cómo puedes creerle algo? ¿No la ves? Ella tiene intenciones de quedarse contigo y hacerme daño a mi. ¿Cómo puedes ser tan idiota y no darte cuenta?

—Deja de ser tan descortés y compórtate.

—Quiere matarme, mírala, está sonriendo mientras me discutes.

—Ella siempre está sonriendo. ¿No ves que está loca?

—¡Ambos son unos locos! Si no la sacas de aquí, no esperes nada de mi.

—¿Y qué demonios debo esperar de ti? Lo único que haces es rechazarme y desobedecerme. ¿Qué más vas a quitarme? Si nada me das.

—Y ahora menos. No quiero esa loca en esta casa, quiero que se largue— retrocedió—. ¡Alguien que me ayude!— gritó, y le di una bofetada.

—Vuelves a gritar y te arrancaré la lengua, Noah. ¡Ya me tienes harto!— le grité, y se tocó la cara.

—Cálmate, no te molestes con ella. Será mejor que me vaya, así evito problemas entre ustedes— dijo Suzy.

—No, no te vas. Ella no tiene derecho a negarse a nada, esta es mi puta casa y yo decido quién se queda y quién no— solté la cadena de su pierna y la llevé al cuarto para así amarrarla a la cama y le puse varias cintas para que no fuera a quitársela y gritar mientras no estuviéramos. Es irritante tener que hacer esto todos los malditos días. Salí del cuarto, tirando la puerta de mala gana. Será mejor que no me acerque a ella ahora, no quiero volver a lastimarla, pero ya me tiene muy irritado con su actitud.

—¿Te sientes bien, Caden? No quiero causar problemas entre ustedes.

—No le hagas caso, ella es muy histérica, ya se acostumbrará.

—Gracias por defenderme, Caden. Eres tan lindo— sonrió, y caminó a la puerta.

—No lo hacía por ti, es solo que ella me pone de mal humor cuando está en esos días.

—Lo que digas.

Luego de salir, decidimos que lo mejor sería encenderle fuego en alguna parte donde no fuera tan transitada y lejos de la casa. Regresamos en el auto de ella luego de unas horas. Nos tomó algo de tiempo porque no tenía un galón de gasolina y tuvimos que comprar todo, no podíamos dejar rastros de nada. No nos quedamos en el lugar, por temor a que nos descubrieran. Al llegar a la casa bajé a Noah a la mesa y la amarré. Suzy se fue a bañar mientras yo preparaba la cena.

—Tendremos carne por unos largo días. No te garantizo si es de buena calidad, pero la voy a cocinar bien para que puedas comértela— le dije a Noah.

—¿Hasta cuándo, Caden?

—Por unos días.

—No, ¿hasta cuándo me tendrás aquí?

—Por unas minutos más si no te callas y dejas de alterarme— le dediqué una mirada molesto y ella bajó la cabeza.

Suzy se unió a la mesa con nosotros y le serví un plato también. Es la primera vez que alguien más está con nosotros y acompañándonos en la mesa. Noah no había tocado el plato y Suzy estaba comiendo con gusto y ganas, tal parece que tenía mucha hambre.

—Nunca lo había provocado, es muy rico. No pensé que supieras cocinar, creí que tu novia lo hacía— miró a Noah.

—Ella no sabe cocinar.

—Tiene dos buenas manos para hacerlo, si no sabe puede aprender.

—Por lo que veo es que no le gusta mi comida— hice el comentario esperando que la hiciera comer.

—Ustedes dos están igual de locos, hacen una linda y perfecta pareja— dijo Noah.

—Lo sé— soltó Suzy, y mire la reacción de Noah.

—¿Qué dices, Noah? — pregunté irritado.

—¿Tú ignoras el hecho de lo que está preparada la comida? ¿Sabes lo que es? —le cuestionó Noah a Suzy.

—Claro, me pareció ver qué le faltaba un brazo y una pierna al cuerpo— soltó relajada llevando el tenedor a la boca y mirando fijamente a Noah.

—¡Están enfermos! ¡Ambos son unos psicópatas!

—¡Ya es suficiente, Noah! — le di un golpe a la mesa—. Al menos ella si aprecia la comida que con mucho amor y dedicación preparo. No sabes lo que cuesta traer carne a la casa, malagradecida— me levanté de la mesa—. Iré a bañarme, vigila a mi novia, por favor— lavé el plato y subí a la habitación.

Suzy

—Viniste aquí para ponerlo en mi contra, ¿No es así?— preguntó Noah.

—Si continúas tratando a tu novio así, con lo mucho que te ama, terminarás servida en ese mismo plato. No deberías ser tan despreciativa, eso cansa a los hombres.

—¿Qué es lo que quieres, maldita loca?

—¿No es obvio? Ya te lo había dicho, pero para ser honesta, deseo varias cosas. En primer lugar, quiero que se aburra de ti, eres un fastidio y una molestia. En segundo, que se dé cuenta que no lo mereces, y por último, que te sirva de cena para la próxima comida. Caden será mío y haré que poco a poco se vaya dando cuenta de que la única que puede hacerlo feliz, soy yo. Te dejaré algo bien claro, muñeca de trapo; podrás ser la elegida de él, pero hay un límite para todo y él ya está hasta al tope. No me estás dando competencia y es aburrido. Si no te comportas como una novia, no esperes que él tenga lástima de ti cuando se canse—me levanté de la silla y me incliné sobre la mesa—. Me voy a encargar de que decida acabar contigo para que se quede conmigo. Tú no lo valoras, pero yo sí lo haré. Por otra parte, ya que no vas a comer lo que él preparo con tanto amor, lo haré yo— cogí su plato y me senté de vuelta en mi silla para comerlo—. Muérete de hambre, fea— sonreí.