El profesor Alejandro acaba de entrar en clase. Todos los días a primera hora tenemos inglés.
Saca los libros , su estuche, coloca uno a uno todos los bolígrafos en el orden del arco iris y otras mil cosas muy extrañas pero a la vez muy habituales en él.
Hoy va vestido con una camisa verde pistacho,unos vaqueros bastante anchos, y unas gafas a juego con la camiseta. Pero lo que más llamaba la atención era esa corbata con estampado de camaleones tan peculiar.
Come los bocadillos con tenedor y cuchillo, como si de un chuletón se tratase ,además de utilizar una pajita con forma de unicornio para beber el agua con gas que pedía todos los días en la cafetería del instituto.
Pero eso no acaba ahí, los cubiertos se los trae de su casa en vez de utilizar los de la cafetería del instituto, según dice él , por seguridad. ¡Cómo si fuese ha coger paperas por utilizar otros cubiertos! En fin,hay profesores que son un poco bastante extraños.
Pero, a pesar de ser un tanto diferente , siempre tiene una frase que en los peores momentos te alegran.
Por ejemplo, siempre que tenemos que corregir los ejercicios que nos mandó el día anterior y alomejor un alumno falla, nos dice:
- Los fallos no son fracasos son señal de que lo estamos intentado; dicho por el mismísimo John C.Maxwell. Así que no os preocupéis, los fallos sirven para aprender.
Claro, todo esto lo decía en inglés, pero desde que nací he ido de academia tras academia aprendiendo inglés, por tanto ya lo hablaba y entendía como si fuera nativa.
También nos consuela cuando nos ponemos tristes por suspender o porque algún estudiante se ha metido con nosotros, y esas pequeñas acciones se agradecen mucho. No todos los profesores son igual de divertidos y comprensivos como él.
Por ejemplo, la profesora de Educación física, cuando tenemos que correr 45 minutos seguidos y no podemos más, porque nos estamos casi mareando , lo único que nos dice es:
- ¡O sigues corriendo, o te suspendo y vas a recuperación!
Y encima nos lo dice gritando como si estuviera vendiendo fruta en un mercadillo.
Y lo peor es cuando las chicas de mi clase estamos con la menstruación.
Correr el primer día de la regla la verdad es que no es lo que más deseamos hacer, por lo que se lo decimos a la profesora para que se compadezca de nosotras pero esa mujer parece que no tiene sentimientos ni empatía e igualmente nos obliga a estar 45 minutos corriendo. Parece que tengamos a un hombre como profesor en vez de a una mujer a la cual cada mes le baja la menstruación.
Estoy segura de que ella el primer o segundo día de la regla no se va a correr duramente tres cuartos de hora sin parar.
En resumen si no corres te suspende sea cual sea el motivo.
*Toc toc.*
- Perdone profesor, esque había atasco y se me ha hecho tarde. - dice Pablo al entrar a clase.
- Pablo, ya es la quinta vez que llegas tarde en estas últimas semanas. - le dice el profesor Alejandro no muy convencido por su excusa.
Todas las mañanas antes de subir a clase se va al aseo con sus amigos a fumar y después ponen la excusa de que han llegado tarde porque había atasco. ¡Como si luego los aseos no oliesen a tabaco y la gente no se enterase de quienes se lo han fumado! A veces pienso que a los chicos de mi edad solo les funciona una neurona y no son capaces de ver más allá de las drogas, el alcohol, las chicas y los videojuegos.
Total que se creen que echándose colonia disminuye el olor a tabaco,pero no se dan cuenta que así lo empeoran todavía más.
A veces ,Sofía y Mario, los padres de Pablo , quedan con mis padres para pedirles ayuda, e intentar conseguir que Pablo deje de fumar.
Hace dos meses, Sofía encontró en la mochila de Pablo un paquete de tabaco con dos o tres mecheros.
Recuerdo ese momento con todo detalle. Mi padre estaba en el restaurante donde trabaja como cocinero, y la madre de Pablo se presentó en mi casa.
Mi madre me envió a mi cuarto, pero igualmente podía escuchar todo.
Sofía se puso a llorar y le contó a mi madre lo del tabaco en la mochila.
El tío de Pablo, el hermano de su madre, fumaba y hace un año murió por cáncer de pulmón. Su fallecimiento fue muy doloroso para toda su familia y era normal que Sofía quisiera que Pablo dejase de fumar.
Mi madre le aconsejó a Sofía que no le dijera nada a Pablo, que él solo en un momento u otro lo dejaría, y recordaría las palabras que le dijo su tío antes de morir:
-Pablo , disfruta de la vida, no seas tan imbécil como lo he sido yo. Yo me he matado a mi mismo, no lo hagas tú.
Tras la muerte de su tío,Pablo estuvo durante un cierto tiempo en depresión. Tuvo que acudir a cientos de psicólogos para que le ayudasen a superar el dolor y poder seguir con su vida.
Estaba muy unido a su tío, era como su segundo padre.
Su padre pasaba mucho tiempo trabajando para poder llevar dinero a su casa y era con su tío con quien pasaba la mayor parte de los días cuando era pequeño.
Su tío vivía en una casa en medio del campo que estaba al lado de un pequeño lago y todos los findes de semana iban juntos a navegar en una barca. Ese momento era el favorito de Pablo ya que le daba la sensación que estaba en el mar.Al vivir en una ciudad de interior nos era muy difícil ir a las afueras para pasar algún día en la playa.
Con el tiempo y con la ayuda de los psicólogos consiguió superar la situación.
Ninguno de sus amigos ni nadie del instituto se enteró de aquello ya que Pablo es experto en ocultar sus sentimiento. Además,si sus amigos lo hubiesen sabido lo hubieran echado del grupo. No sé porque se junta con esas personas a las que él llama amigos. Son las personas más crueles e interesadas que conozco.
Al enterarse Sofía que su hijo fumaba le pareció como si él le hubiese traicionado o como si no se acordase de lo que le ocurrió a su tío.
Yo sé que Pablo fuma porque sus amigos lo hacen. En el fondo estoy segura de que se arrepiente de cada cigarro que fuma.
Desde que Sofía habló con mi madre ,yo sé que su madre sabe que fuma, pero él sigue pensando que su madre no se ha enterado todavía.
- No volverá a pasar , profesor. -dice Pablo, volviéndome al presente.
-Eso espero. - le contesta finalmente el profesor a Pablo.Venga Pablo, siéntate.
Pablo se sienta tres asientos detrás de mí. Al pasar por mi sitio, veo que me deja un trozo de papel con algo escrito . Abro el papel y lo leo:
-Tenemos que hablar, después de esta clase ve a la biblioteca.
Me giro y lo miro con cara de asco.
*¿Qué me quedrá decir éste ahora? * -pienso hacia mis adentros.
Durante toda la clase he estado pensando sobre que sería lo que me tenía que decir.
Era muy raro que hablábamos, y si lo hacíamos era para hacernos favores.
Así que seguramente quiere que le encubra en alguna situación o le de los apuntes sobre alguna materia.
Pero sobretodo,no podía parar de pensar sobre el atentado que hubo ayer por la noche en Badajoz. Sería mucha coincidencia de que sucediese lo mismo aquí ¿verdad? .Pero ¿Y si tuviese que ocurrir aquí por algo?