Desde el cielo azul de arriba, las ondas violentas de energía seguían creando estruendos ahogados repetidos. Aunque Xiao Yan estaba lejos de donde la batalla acontecía, sus oídos empezaron a sentirse incómodos.
Xiao Yan se concentró fijamente en el cielo lejano donde el verde y el rojo parecían llenar el aire. Las flojas nubes blancas tampoco fueron la excepción ya que se tiñeron con el matiz de dos colores.
Otro rugido estruendoso estalló en los oídos de Xiao Yan, haciendo que tragara más saliva. La presión de la energía del cielo hizo que sus piernas temblaran.
—¿Esta es una batalla entre los fuertes? —Murmuró Xiao Yan murmuró con su boca.
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