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UNO

"Eres un carbón!"

El sonido de la cachetada resonó por todo el lugar. Haciendo que las personas alrededor voltearan para ver que estaba pasando.

Dos jóvenes estaban discutiendo en un callejón. Ambos eran realmente guapos haciendo que se vieran fuera de lugar. El más bajo no paraba de gritarle al más alto. Sus ojos eran grandes y cafés. De piel morena. Su ropa era de marca y las personas que lo veían no paraban de pensar que probablemente ambos eran famosos y tal vez estaban grabando algún drama.

"Adler! Demonios por qué no dices nada?!"

El joven más alto era pálido estaba bien vestido al igual que el otro joven y se podía ver que era realmente atractivo. Su mejilla estaba roja y su cabello negro caía sobre sus ojos.

"Devuélveme todo! Oíste?! Todo! Los zapatos que te compre, la camisa, la chamarra, el reloj y el collar de oro!"

Adler seguía sin decir nada.

"Si no quieres regresarmelo entonces te quedaras aquí! Pará que quieres irte? Tu familia es pobre! Jamás vas a encontrar a alguien como yo! Mira este basurero tienes suerte de que decidiera salir contigo y-" el joven no paraba de gritar pero a la mitad se quedó en silencio cuando vio al otro joven lanzarle la chamarra." Que.."

Adler se desabrocho la camisa y se la quito enseñando su pecho y sus brazos bien definidos." Toma" le dijo a Nick mientras le daba la camisa para después quitarse la cadena de oro, el reloj y los zapatos. Todos se los dio al otro joven que estaba completamente sorprendido. Al ver esto nick grito.

"estas loco?! Enserio me vas a dejar?!"

Adler sonrió y dejo escapar una pequeña risa haciendo que el más pequeño se sobresaltara.

La risa de Adler era profunda y hechizante hacia que la gente no pudiera evitar sentirse atraída pero al mismo tiempo peligrosa.

" Terminamos" fue lo único que dijo para después caminar hacia su casa dejando al otro joven ahí parado en medio del callejón.

Las personas no podían parar de ver al joven con pantalón roto. No llevaba camisa ni zapatos su cabello era un desorden, pero era muy guapo.

"tendrá casa?" una joven le preguntó a sus amigas mientras miraban a Adler. Todas ellas no paraban de admirar su cuerpo.

"No lo se. Pero si no tiene no me molestaría adoptarlo y llevarlo a mi hogar"

Las chicas se reían a lo bajo mientras hablaban entre ellas sin saber que Adler podía escucharlas perfectamente.

"Eh visto videos en Internet de personas que recogen gente de la calle, las visten, las bañan y las vuelven sus parejas. Jamás lo entendí pero ahora no me faltan las ganas!"

"Ahora realmente quiero esforzarme en mis estudios! Si tengo dinero podría hacer algo así y mantenerlo. No me molestaría si fuera así de guapo"

Solo hablaban. Realmente ninguna se atrevió a acercarse a él.

Mientras seguía caminando las calles se hacían más y más solitarias, las luces disminuían al igual que las tiendas. Las casas se volvían más pequeñas y feas y sólo se veían a hombres borrachos por aquí o por allá tendidos en el suelo.

Se detuvo frente a un edificio con pintura caída y escaleras de metal oxidadas. Era un edificio de departamentos. La ropa estaba colgada afuera y había una que otra persona recargada en el barandal fumando y posiblemente pensando en cómo terminó viviendo en un lugar asi. Como todos los que vivían ahí.

Adler miró su hogar y cerró sus puños con fuerza mientras subía las escaleras con cuidado tratando de no cortarse. Lo menos que necesitaba era una ida al hospital por un estúpido corte en el pie. Subió tres pisos y por fin llegó a su departamento. Las luces estaban prendidas y se podía oír a dos personas hablar.

"Entonces vas a dejar que se vaya?"

Era la voz de su padre. Adler frunció el ceño. No podía creer que justamente hoy el estaba ahí. Casi siempre estaba en un bar o un casino perdiendo el dinero que se ganaba.

"Mi hermana me dijo que ya habló con su esposo. Quiere que Adler se vaya con ella para que pueda tener una mejor educación."

"Tonterías!" el hombre grito haciendo que la mujer se sobresaltara. "Esa perra solo quiere dejar de darnos lo que nos debe! Lo hemos mantenido tantos años! Miranos! Vivimos en un basurero y ella en una gran mancion. Si no la hubiéramos ayudado en ese momento ella sería nuestra vecina y viviría en esta posilga con nosotros."

Adler se detuvo antes de abrir la puerta y simplemente se quedó afuera escuchando la conversación. Sabía que su tía quería que se fuera a vivir con ella. Pensaba que era solo por que quería hacen algún tipo de caridad pero tal vez había algo más.

" Si su esposo supiera que ya tenía un hijo cuando se casaron de seguro jamás la hubiera aceptado"

"Cariño por favor! Incluso si se va seguirá pagandonos para que guardemos su secreto. Si la dejamos tener a Adler gastaremos menos y todo el dinero que nos da será para nosotros." la mujer estába persuadiendo a su marido sin saber que era escuchada por su hijo.

" Ella ahora se encargará de él. Adler entrará a una buena escuela, conseguirá un gran trabajo y después nos mantendrá! Nos comprara una casa y nos dará dinero. Pará el nosotros somos sus padres."

Su cuerpo temblaba. Ni siquiera sentía el frío, ni las lágrimas que corrían por sus mejillas. Sus ojos verdes estaban oscuros y fríos. Si alguien lo viera se sentiría confundido. El joven no paraba de llorar pero su expresión era completamente fría y vacía.

Se sentía como un tonto. Todo este tiempo no sabía que sus "padres" ganaban dinero con el. No sabía que era el pequeño y sucio secreto de su "tía" y mucho menos sabía que realmente nadie lo quería. En algo sabía que tenía un poco de razón su tía quería que fuera a vivir con ella tal vez no por caridad pero por la culpa de tenerlo viviendo en un basurero mientras ella podía vivir de la mejor manera.

Ahora que lo pensaba ninguno de sus "padres" tenía los ojos verdes. Tal vez si él cabello negro pero los ojos verdes no los tenía nadie. De seguro los sacó de su verdadero padre.

Se quedó afuera del apartamento por un largo rato. Su cuerpo estaba completamente frío. Pero parecía que el dueño de este no se había dado cuenta de que estaba temblando.

Después de un tiempo. Sus padres apagaron las luces y se fueron a dormir al terminar de discutir.

De seguro eran alrededor de las 4 am. Las casas alrededor estaban apagadas. Las personas seguramente estaban dormidas.

Adler por fin volvió en si y abrió la puerta lentamente y se fue directamente a su cuarto. El departamento olía a alcohol. Había botellas tiradas por todas partes al igual que latas de cerveza. Las colillas de cigarrillo estaban esparcidas por todo el piso. Era un sentimiento desagradable. Su vida era desagradable. Nick tenía razón. Pero aún así solía pensar que esa era su vida. El nació ahí, pero ahora después de todo lo que escucho se dio cuenta de que ese no se suponía que tenía que ser su destino. El pudo haber crecido en un hogar mucho mejor.

Abrió la puerta de su habitación y sacó una maleta. Empezó a sacar toda su ropa que no era mucha en realidad. La dobló y la empezó a empacar. Al final se dio cuenta que toda su vida cabía ahí. Realmente no le sorprendió.