Capítulo 21: La caída del gobernador (Parte 3).

Michonne nunca pensó que quedaría en tan mal estado, luego de lo que pasó la otra noche.

Mientras ella y Rachel huían por sus vidas a través del bosque, nunca esperaron que se encontrarían con un monstruo horrible.

Era un caminante, pero no tenía ojos y corría en sus 4 extremidades como si fuera una bestia.

A Michonne le tomó mucho esfuerzo matarlo, incluso con sus habilidades y reflejos de primer nivel.

Al final fue por un tiro de suerte que el monstruo la empujo contra un árbol, y cuando estaba por matarla, Rachel tuvo suficiente tiempo, para dispararle por la espalda, justo en el centro de su nuca.

Ambas mujeres luego siguieron huyendo mientras se apoyaban mutuamente, ya que el golpe contra el árbol había lastimado a Michonne, y ya Rachel estaba lastimada.

Sus ojos ya estaban borrosos, cuando al parecer iba caminando por la carretera, y se detuvieron en frente de un camión militar, pero ella ya no recuerda nada más de ahí, porque se desmayo justo en ese preciso momento, ya que hace un tiempo que Rachel se había quedado inconsciente apoyándose en ella.

Eso la trajo a la situación en la que se encontraba ahora.

Sus ojos se abrieron para descubrir que estaba acostada en lo que parecía una cama de hospital, miró a su alrededor, notó que una cortina la rodeaba para darle privacidad, las paredes estaban pintadas de blanco, y el suelo estaba lleno de baldosas blancas.

También era capaz de sentir cierto frío en el ambiente, la misma sensación que estar en un hospital antes del brote.

Trató de sentarse, pero su espalda le dolió como el demonio, lo que la hizo ahogar un gemido de dolor y volvió a caer acostada en la cama.

Se sentía como si hubiera peleado, y el hubiesen golpeado la espalda con un bate muchas veces.

Incluso el respirar le dolía un poco.

Pero Michonne no era una mujer de carácter fuerte por nada, calmó sus nervios y evaluó su situación actual.

No tenía sus armas encima, estaba vendada, y conectada a una maquina que medía sus signos vitales.

La cortina de repente se hizo a un lado, dejando ver a un hombre viejo algo obeso, con su cabello y barba totalmente grises, de piel blanca, y estaba vestido como si fuera un doctor, con una camisa blanca, pantalones negros, zapatos de gala, y una bata médica encima de todo.

Incluso tenía un estetoscopio que estaba sujetado de su cuello.

Este no era otro que Hershel, actualmente médico y granjero.

"Veo que ya despertaste" Hershel le dio a Michonne una sonrisa amable, mientras se acercaba para revisarla.

Pero Michonne se echó para atrás por instinto, y Hershel le hizo un gesto con ambas manos para que se relajara.

"No vengo a hacerte daño"

"¿Dónde esta la mujer que estaba conmigo?" Michonne interrogó, en su cara se denotaba la cautela que tenía en toda esta situación.

"Ella se encuentra aquí a tu lado" Caminando a hacía la cortina de un costado, Hershel la movió con su mano, y dejó ver a Rachel, estaba dormida, vestida con una bata de paciente.

Al verla Michonne trató de levantarse, pero el dolor no la dejó.

"Por favor cálmate, tu espalda recibió un golpe muy fuerte, tuviste algunos golpes muy fuertes, si tratas de levantarte de una forma tan violenta solo vas a lastimarte más" Hershel se acercó rápidamente e hizo que se recostara en la cama de nuevo.

"¿Tu nos salvaste?" Ella no era una mujer que no supiera dar gracias, ya notó que no la iban a lastimar de momento.

"Yo atendí tus heridas, pero nuestro líder fue quien operó a tu amiga, un pedazo de piedra se había quedado dentro de su herida, y tuvo que recibir una intervención quirúrgica" Hershel habló mientras con sus manos revisaba la temperatura de Michonne.

"Gracias…"

"No hay nada que agradecer, siempre me ha gustado ayudar al prójimo, pero si quieres agradecerle a alguien, agradécele al líder, el fue quien los encontró cuando venían de regreso de una expedición" Hershel ayudó a Michonne a sentarse mientras miraba los moretones ensangrentados que tenía en su espalda.

Era normal que le doliera, un poco más fuerte y hubiera recibido una fractura.

"¿Cuánto tiempo llevo inconsciente?"

"No mucho, solo unos tres días, al llegar tenías signos claros de hipotermia, así como unas cuantas heridas leves, y luego de eso, estuviste ardiendo en fiebre hasta anoche, fue un resfriado fuerte, y gracias a Dios no una neumonía" Michonne no podía creer lo que salía de la boca de Hershel, ya que esto quería decir…

Estuvo fuera durante 3 días, eso era algo peligroso, sobre todo estando en un terreno desconocido, pero fue gracias al cielo que quienes la encontraron no tenían malas intenciones, porque sino ya podría estar bajo tierra, o peor, la podrían haber tomado como una esclava.

Los locos desquiciados no faltan en estos días cuando la moralidad deja de regir las reglas de las personas, y se cambia solo por el puro instinto de supervivencia de la jungla, donde el fuerte se come al más débil, y los débiles no pueden hacer nada.

"¿Dónde está tu líder?" Ella debía saber el motivo por el cual fue salvada.

"Puedo llevarte con el si quieres, solo déjame buscar una silla de ruedas" Hershel le dio una sonrisa a Michonne, y luego caminó por la sala, hasta que llegó a una puerta que al abrirla dejó claro que era un deposito y sacó una silla de ruedas, pero en este momento que la estaba sacando, Hershel miró a uno de sus otros pacientes…

El soldado que había sido traído por Kai, lo estaba mirando atentamente mientras lo veía moverse.

Aquí fue cuando Hershel recordó las palabras de Kai, y volvió a guardar la silla, y caminó hacia la salida, la orden de que le dio Kai en este momento era más importante.

Michonne lo observó salir con una mirada de confusión en su cara, pero probablemente surgió algo, y a ella no le molestaba esperar.

Miró a su amiga Rachel, y dejó escapar un suspiro de alivio mientras la miraba, esta mujer se había convertido en su familia en el tiempo que llevaban juntas.

No pasaron ni 5 minutos cuando la puerta doble que daba a la salida se abrió y dejó ver a un chico de cabello negro y ojos azules, piel blanca, rasgos finos y con un cuerpo musculoso, se notaba fácilmente bajo su camisa ajustada.

Miró a Michonne que lo observo, y le hizo un gesto para que esperara un poco, tenía algo importante que hacer.

Michonne solo se encogió de hombros, y se recostó tranquila.

En este momento Kai ahora se encontraba de pie en frente del sargento Welles.

"Veo que estas despierto" Kai se acercó con una sonrisa mientras le ofrecía a Welles un apretón de manos.

Welles no se negó y levantó su mano un poco adolorido, pero correspondió al saludo.

"Soy el sargento Welles, de la guardia nacional" Se presentó.

"Kai, líder de EDEN" Kai le dio una sonrisa amable.

"¿EDEN?" Welles nunca había escuchado de ese lugar.

"En donde te encuentras actualmente, te trajimos aquí luego de que tu helicóptero se estrellara, por cierto, lamento lo de tus compañeros, pero ya estaban muertos cuando llegamos" Con estas palabras, los recuerdos más frescos de Welles regresaron a su cabeza, y recordó a sus dos compañeros muertos, y les envió sus oraciones en silencio.

"¿Solo eran ustedes tres?" Kai preguntó a sabiendas.

"¡No! ¡Tengo más compañeros que aun deben estar esperándome!" Welles pareció desesperarse un poco y sentó de golpe, lo que hizo que pusiera una expresión dolorosa.

Kai lo sostuvo y le dijo: "Dime en donde están y los traeré aquí" Estas fueron las mismas palabras que el gobernador le dijo, pero esta vez Kai si iba a cumplir la promesa que se le hizo a este pobre hombre.

Welles por un momento estuvo dudoso, pero luego se puso a pensar que ellos fueron quienes lo salvaron así que eran buenas personas, sino no lo habrían estado cuidando todo el tiempo que estuvo inconsciente.

Curiosamente, este fue un pensamiento parecido a lo que sucedió en la trama original, y ya todos sabemos cómo acabó eso.

Luego le dijo a Kai donde su equipo debía estar esperándolo y salió a toda velocidad, a buscar a su grupo.

Hablar con Michonne puede esperar a cuando regrese.

-Tiempo después-

Al costado de la carretera, en las afueras de Atlanta, se encontraba un convoy militar estacionado, todos los soldados estaban esparcidos por aquí y por allá, se habían quedado varados aquí por falta de combustible.

Y el sargento que era su líder, había ido a buscar combustible para ellos, pero hace días que debía haber llegado y no sabían nada de él desde entonces.

*Ruido de motor*

El sonido de motores encendidos, así como el de los neumáticos andando por la carretera los alertó.

Inmediatamente, todos corrieron a sus posiciones de combate, con fusiles de asalto, y la ametralladora pesada que había sido montada en una camioneta.

Luego de unos segundos, un camión militar pasó por la carretera y se detuvo a unos cuantos metros del convoy.

"¡Alto o abriremos fuego! ¡Declaren sus intenciones!"

Quién salió de la camioneta no fue otro que Kai, que tenía sus armas abajo, en señal de paz.

Un hombre blanco con cabello corto, y uniforme militar que llevaba Brad por nombre fue quien dio un paso al frente.

"¿Quiénes son?" Brad tenía una mirada seria a pesar de que ya había bajado su arma, casi que reconoció a Kai como uno de los suyos al ver que llevaban uniformes iguales y venían en vehículos de clase militar.

"El sargento Welles nos dijo dónde encontrarlos" Kai explicó sus intenciones claramente, y no fue necesario decir más cuando la cara de Brad pareció iluminarse, y giró su cabeza y gritó: "¡El sargento les dijo donde encontrarnos, bajen sus armas!" Cuando todos los sobrevivientes de la guardia nacional escucharon esto, todos tenían ganas de vitorear.

"¿Puedes llevarnos donde esta él?" Brad preguntó esperanzado.

"Claro" Kai miró hacía su equipo: "¡La gasolina!" Con esta orden, Merle se bajó mientras sostenía dos bidones de llenos de gasolina cada uno en una mano, pero el peso no parecía afectarle en nada.

"Muchas gracias" Brad agradeció mientras uno de sus compañeros venía a ayudar con los bidones de gasolina.

"¡Alguien viene!" Esta fue el grito que vino de parte de Maggie, ella se encontraba encima del camión mirando todo a su alrededor.

Todos se pusieron alerta y sacaron sus armas.

En unos momentos, otro convoy formado por autos normales se detuvo cerca de ellos.

Kai los reconoció de inmediato…

Era el maldito gobernador.

La puerta del auto que estaba al frente se abrió, y todos los demás comenzaron a bajarse de sus autos, parecía que el idiota estaba por hablar, pero Kai no iba a escuchar su mierda.

"¡Fuego!" La orden fue clara por parte de Kai.

Y sin pestañear, todo su grupo que ya estaba listo, abrieron fuego en dirección al gobernador y sus hombres.

La guardia nacional, al ver que Kai estaba disparando, también se unieron y abrieron fuego para ayudar y mostrar su buena voluntad.

*Bang* *Bang* *Bang**Bang**Bang**Bang**Bang**Bang**Bang**Bang*

La Lluvia de plomo no se hizo esperar, las balas cayeron sobre el gobernador y su grupo, quienes no se lo esperaban.

¿Quién abre fuego antes de preguntar las intenciones del otro?

Por algún motivo, esta escena parecía familiar.

El gobernador no entendió lo que estaba pasando, el y sus hombres salieron como siempre a buscar un grupo de personas a los cuales matar y robarles todo lo que tenían, vieron un convoy que parecía militar, podían tomarlos por sorpresa y se habrían hecho con un buen botín.

Pero no calculo lo que pasó.

Una bala le pegó en el hombro haciendo que cayera al suelo con dolor infernal, ya que se le había roto la clavícula. Pero esto tal vez fue una bendición del cielo para él, ya que vio como todos sus hombres fueron llenados de plomo hasta que tenían apariencias similares a coladores.

La sangre salía de cada uno de los agujeros abiertos en su carne, y todos tenían miradas patéticas en sus caras.

"Solo tengo que fingir que estoy muerto" El gobernador cerró los ojos, mientras sacaba a relucir su mejor actuación de ser un cadáver.

Incluso se tiró el cuerpo de Martínez encima para que pensaran que lo mataron junto con él.

Fueron 30 segundos de fuego continuo.

"¡Alto al fuego!" Kai ordenó, y la lluvia de plomo se detuvo de golpe.

Todos los del grupo de Kai le dieron una mirada, no conocían a este grupo de sobrevivientes, pero Kai tenía su habilidad de observar, así que dieron por sentado que eran malas personas.

Kai rápidamente miró en su mapa que había un punto rojo que aun estaba quieto, y se acercó hasta el área del ataque.

Los autos habían sido reducidos a escoria, estaban llenos de agujeros de bala de distintos calibres, caminó detrás de la camioneta que estaba al frente y encontró al gobernador con el cuerpo de Martínez encima.

Que mal para él que Kai sabía exactamente que no estaba muerto.

Con una de sus manos, Kai lo tomó por el tobillo, y lo jaló con todas sus fuerzas.

*Crujido*

"¡Aaaaaaaaahhhhhh!" Kai no midió sus fuerzas a propósito, y sacó al gobernador de un solo golpe desde la parte de abajo del cuerpo de Martínez, lo sacó con tanta fuerza que el gobernador salió disparado hacía atrás con un tobillo dislocado.

El gobernador se estaba sujetando la pierna mientras miraba a Kai lleno de miedo, obviamente fingido, probablemente se esté imaginando cortándole la cabeza a Kai y su grupo, luego metiéndolos en peceras, y finalmente masturbándose mientras los miraba.

"¿¡Porque haces esto!? ¡No éramos hostiles!" El gobernador puso una cara de desesperación, al mismo tiempo que parecía estar pidiendo que Kai tuviera piedad.

*Golpe* *Golpe* *Golpe*

Kai le dio 3 golpes seguidos al gobernador directamente en la cara, tirándole varios dientes, la sensación de golpear la carne aun estaba presente en los nudillos de Kai, así como el sentir mandíbula, y los dientes que salieron volando.

Sangre no se hizo esperar que comenzó a salir de la boca del gobernador, no podía ni siquiera defenderse, esos golpes que le dio Kai le hicieron sentir como si su cerebro estuviera en un trampolín, por poco y no se desmaya.

"Ya es hora de visitar Woodbury" Kai pensó mientras le daba al patético gobernador, una mirada fría.

Fin aquí.