ALEX
Los días iban pasando y ya solo quedaban dos semanas para terminar las clases. Hace un par de días habíamos empezado a organizar todo lo de la graduación y la sorpresa de Gabriela. Carlota y yo estuvimos pensando por mucho tiempo y poniéndonos de acuerdo con lo que podíamos hacer para que le gustase a Gabriela.
-Alex, de verdad te lo digo, a veces eres un poco insoportable. ¿Cuántas veces te tengo que decir que aceptaría en caso de que lo pidieras?
-Es que cuando hablamos de eso…
-Cuando hablasteis de eso no cuenta, ¿vale? Es que ahora entiendo porque Gabriela te adora, eres igual de terco que ella.
-Eso no es cierto y lo sabes.
-Casi de todo, pero de verdad te lo digo por quincuagésima octava vez en el día que aceptará. Sé que es algo grande lo que vas a pedir y eso, peor no deberías estar tan nervioso, es de Gabriela de quién estamos hablando, te ama, tú mejor que nadie puedes saber lo que pasa por la cabeza de ella, deberías de saber que cambió de opini��n.
-Puede ser que en algunos momentos sepa qué es lo que le está pasando por la cabeza, pero no creo que sea para tanto la verdad, y este tema es diferente a los demás.
-No es tan diferente, pero ya pensaste en donde se lo vas a pedir.
-Tenía pensado en salir a cenar y pedírselo. Tal vez ir a la playa.
-Eso quedaría hermoso, además, le encanta la playa.
-Pues por eso digo.
-En una noche de luna nueva, con esta reflejada en el agua, una noche con calorcito y Gabriela hermosa con un vestido rojo.
-Gabriela no es de las que usa vestidos y lo sabes.
-Perdona que te lo diga, pero cuando quiere arreglarse te puedo asegurar que sí que se los pone, en verano claro está, en invierno no hay quién la convenza de que se ponga uno.
-Pero eso lo deberías de saber de sobra, coge frío rápidamente como para ponerse un vestido.
-Es igual, la cuestión es que es lo puedes pedir después de que nos graduemos, o antes si quieres, ya no hace tanto frío.
-A mi me da igual como vaya vestida la verdad Carlota, con todo se ve bien, yo solo quiero darle una sorpresa.
-Y la sorpresa se la llevará por eso no te preocupes, esa no es la cuestión, la cuestión es que no sospeche de que te pasa algo, porque como lo haga, acabará por descubrir lo que te pasa, y no queremos que eso pase.
-No, claro que no.
-Pues ya está, estate tranquilo con eso porque como ya te dije, aceptará.
- ¿Ahora crees que aceptará?
-Lo tengo claro desde que hablé con ella.
-Pero si hace un rato me dijiste que estabas casi segura.
-Bueno, me equivoqué, quería decir que aceptará, deja de ser dramático Alex.
Justo en ese momento Carlota recibe una llamada, que deja sonar hasta que acaba por colgar, pero vuelve a llamar a los pocos segundos.
-Parece importante, deberías contestar.
-Es que es Marcos.
- ¿Sigues enfurruñada con él?
-Obviamente que sigo enfadada con él, se pasó aquel día.
-Igual te está llamando para disculparse.
-Pues que lo haga en persona, que de la cara por una vez.
-Si no te encuentra es lógico que te llame.
Y en ese momento empieza a sonar mi teléfono, el cual no tardo en sacar del bolsillo, porque podía ser Gabriela la que me estaba llamando, pero cuando veo el nombre de Marcos en la pantalla, la giro para que la vea Carlota.
- ¿Alguien sabía que íbamos a quedar?
-Yo no se lo dije a Gabriela, por lo que creo que no.
- ¿Entonces por qué te llama a ti?
-No tengo ni idea, pero saldremos de dudas. Hola Marcos.
-Hombre, pensé que ya no ibas a contestar. Parece ser que hoy es el día de no contestar las llamadas.
-Si te iba a contestar, pero estaba acabando con una cosa. ¿A que se debe tu llamada?
- ¿Estás en casa?
-No, ¿por qué? ¿Pasa algo?
- ¿Entonces no te has enterado de lo que ha pasado en casa de Gabriela?
- ¿Le pasó algo a Gabriela? ¿Está bien ella?
En ese momento Carlota se acerca hasta quedar pegada a mi oreja en la que tenía el teléfono, pero yo con esa simple pregunta de Marcos ya me preocupé por Gabriela.
-No, ella está bien, o eso creo, no me contesta las llamadas.
-Pero entonces ¿Qué ha pasado en casa de Gabriela?
-Rebeca murió.
- ¿Qué? ¿Y Gabriela no te contesta?
-No, por eso te llamaba, para saber si te había llamado.
-No, no lo ha hecho, pero ahora mismo voy para su casa.
-Yo voy a ir ahora mismo, te llamaré en cuanto sepa donde está y cómo.
-Vale, espero tu llamada Marcos.
-Hasta dentro de un rato Alex.
-Hasta dentro de un rato.
Con eso terminé la llamada y empecé a medio correr hacia el coche para llegar cuanto antes a casa de Gabriela y asegurarme de que estaba bien, tenía que verlo por mi mismo, no me conformaría con la palabra de otra persona.
-Alex, espérame. ¿Qué es lo que ha pasado con Gabriela? Dime algo joder.
-Rebeca murió.
- ¿Qué? ¿Así, de la nada?
-Eso parece, pero ahora tengo que ir a ver a Gabriela, tengo que asegurarme de que esté bien.
-Voy contigo, ¿me puedes llevar?
-Vamos.
Y con eso nos fuimos corriendo hacia el coche para dirigirnos a casa de Gabriela y ver como estaba, porque a pesar de que muchas veces me contó la relación que tenía con su abuela, sé que le iba a afectar en cierta manera y quería estar allí con ella para lo que necesitase.