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Capítulo 73

GABRIELA

Alex y yo habíamos salido de la casa para irnos a un lugar más tranquilo para hablar. Antes de irnos me fui junto a Ana para decirle que me iba a dar una vuelta con Alex, a lo que sonrío y siguió practicando lo que Santi le había enseñado.

Empezamos a caminar y durante el camino estuvimos en silencio hasta que llegamos al lugar que quería llegar Alex supongo. Nos sentamos en el suelo y yo me quedo mirando para la nada. Realmente no quería hablar de eso, no era necesario que escuchase todo lo que pasaba por mi cabeza, porque igual lo asustaría y se iría, no sé realmente, solo estoy segura de que no quiero hablar de ello.

"Mi reina, sé que es complicado hablar de eso, pero debes sacártelo de dentro." Dijo mi novio "Yo no lo veo necesario sinceramente." Respondí, encogiéndome de hombros "Pues lo es. No lo hago por molestarte, de verdad pienso que deberías sacarlo de ti, eso te está haciendo daño, aunque no quieras verlo. Ana se está dando cuenta y se está preocupando por ti. Ya no te digo que lo hagas para que no me preocupa, te pido que lo hagas por Ana, ella no merece perder otra madre."

"A mí no me perderá nunca, siempre estaré para ella." Aseguré "Lo sé, pero ella siente que te estás alejando de la Gabriela que eras hace meses, te estás centrando en todos menos en ti misma, amor." Dijo amablemente "Me ayuda a no pensar en eso, por eso lo hago. Es lo único que puedo hacer para no echarme a llorar."

"Eso es bueno." Contestó, pero negué, porque eso no lo tengo yo tan claro "Bueno no es, me sentiría fatal." Informé "Pero luego de desahogarte te sentirías mejor." Prácticamente aseguró "Lo dudo."

"Puedo intentar ayudarte hermosa, lo digo en serio. Haré hasta lo imposible para conseguirlo, lo prometo." Respondió entrelazando nuestros dedos "No hace falta que lo prometas, lo sé, y me estás ayudando, auque no te lo parezca. A veces siento que todo se me viene encima y que me acabaré ahogando por todo, solo quiero estar tranquila, acabar con toda la mierda de mi vida. Te juro que adoro mi vida y todo, pero a veces estoy cansada de vivirla."

"¿A qué te refieres?" preguntó, frunciendo su ceño "De qué a veces me gustaría ser capaz de dejarlo todo, mandarlo a la mierda y estar tranquila." Dije "Tienes mucha presión encima tuya, es normal que te sientas así."

"Tú no pensarás como Carlota ¿verdad?" pregunté, pasando a centrar mi mirada en la de él "¿Sobre qué?" cuestionó "Que ella piensa que me quiero suicidar o algo, no me dejará sola por una buena temporada." Dije, con un suspiro final "Pero eso no lo harás ¿verdad?"

"No tengo las suficientes agallas o supongo que no estoy tan cansada de mi vida como para hacerlo." Respondí, encogiéndome de hombros "No te permitiría hacerlo." Aseguró mi novio "Lo sé, además, tampoco quiero que sufráis por mi culpa, me odiaría por eso." Respondí sinceramente "Ten por seguro que con eso sufriríamos, yo estoy más que seguro que iría detrás tuyo sin dudarlo un segundo."

"Tú no harías esa estupidez en caso de que yo me canse de mi vida, encontraría una manera de que no lo hicieses." Dije "Pues no sé cómo, porque no estarías aquí." Rebatió "Hubiese encontrado la manera antes, pero no deberías preocuparte por eso porque no pienso hacerlo." Apunté "Claro que no, eso lo evitaré yo."

"Te amo mi vida." Dije dándole un beso "Yo también, pero ahora cuéntame de Jack." Pidió "No sé qué es lo que quieres que te cuente." Protesté, cerrando los ojos "Cuál es la relación que tenías con él para que te tenga así de mal." Preguntó "Nada especial la verdad, solo es la manera en la que acabó su vida, no debería haber acabado así y mucho menos tuvo que haberlo visto Ana."

"Lo sé hermosa, pero estoy seguro que hiciste todo lo posible para que no lo viera." Dijo y negué, porque no lo había hecho "No, no lo hice. En primer lugar, si me hubiese ido del piso cuando me lo dijo igual estaría bien. Es mi culpa que se halla muerto."

En ese momento me eché a llorar, porque estoy más que segura de que si me hubiese ido cuando Jack me lo dijo, ahora mismo él hubiese estado vivo. Además, a eso se le añade que si me hubiese ido en ese momento Ana no lo hubiese visto, estaría algo apenada por la muerte de su padre, pero nada más. Alex no dudó ni un segundo en abrazarme y estuvimos así por un buen rato. Ni siquiera se separó cuando dejé de llorar, me reconforta a y me hacía sentir mejor.

"Hermosa, déjame decirte que lo que le pasó a Jack no fue tu culpa, para nada, sino que fue culpa de Mónica, fue ella quién lo apuñaló y no tú." Dijo convencido, y a pesar de que sé que es así como fue, tal vez si le hubiese hecho caso a Jack, no estaríamos en esta situación "Ella está enferma Alex."

"Lo sé, pero eso no implica que vaya por ahí asesinando a nadie." Rebatió "Yo sigo pensando que no tiene la culpa de lo de Jack, si yo..." empecé, pero Alex acaba por ponerme un dedo sobre mis labios, haciendo que no termine de decir lo que quería "No puedes saber realmente lo que pasaría. Hermosa, tú no tienes culpa de lo que ha pasado. Nadie te echa la culpa de lo que ha pasado con Jack."

"Lo sé, pero yo me siento realmente mal por eso." Respondí "Lo sé, pero no te preocupes por eso, lo superaremos juntos ¿vale?" preguntó "Vale." Nos dimos un beso y seguimos abrazados por un buen rato hasta que empecé a coger frío que nos fuimos a mi casa. Podía notar que ya no tenía tanto peso sobre mis hombros, la culpa seguía ahí, pero era algo menor de lo que era esta mañana.

Cuando llegamos a casa Ana no tarda en venir junto a mí y abrazarme, lo cual acepto encantada. Es en ese momento en el que me fijo que me están mirando raro, todos excepto Alex y Ana y hacía que me pudiese de los nervios porque se habían quedado mirando para mi fijamente prácticamente, y odiaba ser observada por tanto tiempo.

Para mi suerte Ana quería enseñarme algo que por lo que me dijo había aprendido hoy con la guitarra. No tardamos nada en llegar al estudio, y lo primero que hace es decirme que me siente en uno de los sillones que hay allí. "¿Qué es lo que has aprendido hoy, corazón?" pregunté "Santi me ayudó a acabar de hacer una canción, y quería enseñártela a ti antes que, a nadie, a lo mejor te ayuda a sentirte mejor."

"Gracias cariño, seguro que me sentiré mejor." Ana cogió la guitarra y se sentó en el sofá en frente mía. Mientras iba tocando se podía notar que sentía lo que estaba haciendo y a mí me emocionaba que lo sintiera en ella misma, además que esa melodía estaba hermosa, igual que la de Alex, pero si me dijeran que escogiese entre alguna, no sería capaz, adoraba las dos y las dos llegaban a mi corazón.

Cuando terminó se levantó del sofá, se acercó, se sentó en mi regazo y se quedó mirando para mí. "¿Que te pareció mami?" preguntó "Me encantó, es hermosa, corazón." Dije, con una sonrisa en mi rostro "¿De verdad?" preguntó como si le sorprendiese lo que le dije "De verdad, un día te grabaré y la escucharé todo el día."

"¿Y sirvió de algo?" cuestionó y fruncí el ceño "¿A qué te refieres?" pregunté "¿Estás mejor?" especificó "Mucho mejor, me ha alegrado lo que queda de día." Respondí "¿Entonces podemos jugar un rato?" preguntó con una sonrisa empezando a formarse en su rostro "Claro que sí, si quieres podemos decirle a Alex que venga también."

"Quiero que venga, es con el único que puedo ganarle fácilmente." Dijo riéndose y no pude evitar hacer lo mismo mirando hacia mi novio "Lo tienes conquistado." Dije "Al principio no me caía demasiado bien."

"¿Por qué?" pregunté, frunciendo de nuevo el ceño "Tenía miedo de que me sacara tu cariño." Respondió mirando hacia el frente "Oye, mi cariño no te lo sacará nadie corazón, eres mi niña y nadie podrá sacarte ese cariño que te tengo." Respondí, parándola y haciendo que su mirada se encontrase con la mía "¿Ni Alex?" preguntó "Ni Alex, pero estoy más que segura de que no haría eso, te tiene cariño también."

"Tampoco dejarás de tenerme cariño cuando tú y él decidáis tener un hijo?" preguntó y negué "Claro que no, como ya te dije eres mi niña, se podría decir que eres mi hija, no podría sacarte el cariño de ninguna manera." Aseguré "Te quiero mucho, mami." Respondió abrazándome "Yo también cariño, ahora vallamos a jugar."

Con eso se levantó de mi regazo y se dirigió hacia la puerta. Yo no tardé demasiado en seguirla, pero una idea estaba rondando por mi cabeza. Yo quería a Ana como si fuese mi hija y pues ella me llamaba mamá, tal vez podría adoptarla, claro está que preguntando la opinión tanto a Carlos como a Marcos, pero si aceptaban no tendría problema en hacerlo, ellos seguirían teniendo los mismos derechos que han tenido hasta ahora, eso era algo que nunca le quitaría, al fin y al cabo son sus hermanos y tenían más derechos de los que algún día logre tener yo, pero lo único que me importaba era hacer feliz a Ana, básicamente era lo único que me importaba en este momento aparte de mi familia, Alex y los chicos, aunque era ella la que recibía más atención por decirlo de alguna manera.