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Capítulo 72

ALEX

Hace un par de minutos Gabriela se había quedado dormida, y al menos estaba algo más tranquilo porque no creyese que yo había besado a esa arpía, no sería capaz de besar a nadie que no fuese Gabriela.

Decidí que lo mejor era sacarla de aquí, llevarla a casa para que pudiese descansar, por lo que me levanté lentamente y la cogí en brazos de la misma manera para evitar que se despertase.

En cuanto salí me encontré con Santi, Carlota y Marcos esperando, y no tardan nada en acercarse a nosotros, pero yo seguí caminando para ir al coche y llevarla a su casa. "¿Cómo se encuentra? ¿Habéis hablado?" preguntó Carlota "Bien no está, y hablar como tal tampoco lo hemos hecho, se quedó dormida en poco tiempo. "

"Es que esta noche no durmió nada bien, no sé qué es lo que le pasaba, pero se puede decir que no durmió nada." Dijo Marcos al lado de Carlota mirando a su mejor amiga dormida en mis brazos "Haber chicos, no es por preocuparos, pero Gabriela está así desde lo que pasó con tu padre, Marcos, y por lo que pude entender, se está guardando todo para sí misma para no preocuparnos, sobre todo a Ana."

"Eso no es bueno para ella, y menos con lo de la ansiedad. No se debería preocupar tanto por nosotros." Murmuró Marcos como si estuviese molesto con algo "Lo sé Marcos, de verdad que lo sé, pero la conoces de más tiempo que cualquiera de nosotros, sabes que en ese aspecto no cambiará. Debe volver a controlar la ansiedad como lleva haciendo esta ultimo par de años."

"Eso mismo pienso yo, pero es que este año está siendo malo para ella." Dijo este "Eso es mi culpa, igual de no haber venido a esta universidad las cosas irían mejor." Respondí "No te eches la culpa de algo que no la tienes. Puede ser que al principio te odiara y todo eso, pero ahora está bien con eso, te ama a pesar de lo que te dijo antes, puedes tener claro que se siente fatal por eso." Dijo Carlota

"No quiero que se sienta mal." Contesté "Y ella no quiere que tú te sientas mal. Debes hablar con ella e intentar que hable, aunque sea un poco, tiene que sacar eso de su interior, acabará por afectarle demasiado. No quiero volver a ver a la Gabriela deprimida."

"No quiere hablar del tema, y no la quiero presionar." Aseguré, porque no creo que presionarla le hiciese mucho mejor la verdad "Pues a ti es al único que le contará algo, aunque sea para que estés tranquilo. Sabe que nosotros llegamos a un momento que lo ignoramos para no volvernos locos, pero contigo eso no servirá, ¿o me equivoco?"

"No, me preocupa que se ponga mal." Respondí asintiendo "Pues consigue que hable contigo al menos." Pidió "Lo intentaré, pero ahora me la llevaré a su casa para que descanse."

"Está bien, déjame las llaves de su coche para luego llevar a sus hermanos a casa." Empecé a buscar las llaves del coche y no las encontraba, hasta que fui a mirar a la mochila. En cuanto se las doy vuelvo a caminar hacia mi coche para llevarla a casa, cuando me fijo en que Santi viene detrás nuestra.

"¿Vas a venir en mi coche?" pregunté a Santi "Siempre vengo con Gabriela, pero si te molesta tendrás que esperar a que llame un taxi y me lleve a su casa." Dijo, encogiéndose de hombros "No, no es problema, puedes venir."

Con eso se subió al coche mientras yo ponía a Gabriela en el asiento del copiloto, le puse el cinturón, cerré la puerta y me dirigí hacia el otro lado del coche para llevarla a su casa.

Cuando llegamos, su madre sale para ver quién había llegado, y cuando me ve se acerca a junto a mí. "Alex, ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en la universidad? Porque déjame decirte que Gabriela no está en casa." Informó y asentí, porque eso ya lo sabía "Lo sé, la tengo en el coche durmiendo." Dije, señalando en dirección al coche "¿Le pasó algo?" preguntó, preocupación invadiendo su voz.

"Mal día, y por lo que me dijo Marcos no durmió nada de noche, asique decidí no despertarla y traerla a casa para que descansase un rato al menos. ¿Puedo pasar? La dejo y me iré." Dije a pesar de que no era lo que quería hacer "Claro que puedes pasar, pero no tienes por qué irte, te puedes quedar para cuando ella despierte."

"Gracias Lara." Agradecí "De nada, ahora llévala a su habitación por favor. Te cuidado de que no se despierte, se despierta fácilmente." Con eso abrí la puerta del lado de Gabriela que seguía profundamente dormida, le saqué el cinturón y la cogí en brazos con mucho cuidado de no despertarla. Cuando iba a entrar a casa aparece Ana por la puerta con una gran sonrisa hasta que ve que tengo a Gabriela en brazos, que cambia su cara a una de preocupación.

"Alex, ¿está mami bien?" preguntó Ana, sin apartar la mirada de Gabriela "Si, solo está cansada. No te preocupes. Dejaremos que duerma un rato, ¿te parece?" Asintió y nos dirigimos los dos escaleras arriba. Santi se quedó fuera de la casa vigilando de que no apareciese Mónica, y en cuanto llegué a la habitación de Gabriela, la dejé en la cama y la tapé, le di un beso en la frente, y me fui a sentar a un sofá que tenía en el estudio. Ana no tarda nada en venir a sentarse a mí lado y quedarse mirando para ella como yo estaba haciendo.

"¿Sabes que mami lleva un par de días sin dormir?" Con esas palabras me giro hacia la pequeña para ver si lo había entendido bien. Ella seguía mirando para Gabriela con cara de preocupación, lo que hizo que me preocupase más de lo que ya estaba. "¿De qué hablas pequeña?" pregunté "Mami lleva un par de días sin dormir, se despierta agitada en medio de la noche."

"¿Por qué no se lo dijiste a nadie pequeña?" pregunté amablemente "Porque creí que se pondría bien, pero cada vez despierta más veces sin casi dormirse. No quiero que le pase nada a mami." Dijo, con lágrimas empezando a formarse en sus ojos "No te preocupes por ella, se pondrá bien. Gabriela es fuerte y sabrá superar lo que le está pasando, ya verás."

"¿Me lo prometes?" preguntó, mirándome "Te lo prometo, ahora ¿por qué no vas a junto ella y te acuestas a su lado? Estoy seguro que se pondrá muy contenta." Respondí "Es que no puedo ver a mami así, mejor me voy a tocar la guitarra al jardín, Santi me está ayudando a escribir una canción."

"Eso es bueno, estoy seguro que te ayudará." Con eso se levantó del sofá, cogió la guitarra y salió de la habitación de Gabriela, dejándome a mí con ella. Estuve por horas mirando para ella, ni siquiera había bajado cuando Lara vino a decirme que fuese a comer con ellos. Quería asegurarme de que Gabriela estuviese durmiendo y que no despertase.

No sé cuántas horas pasaron hasta que noté como Gabriela se empezaba a mover demasiado, por lo que me acerqué un poco más a ella para ver si necesitaba algo, pero en cuanto despertó noté que estaba alterada, por lo que me siento a su lado y la abrazo.

"Ya está hermosa… No pasa nada… Todo está bien." Estuvimos abrazados un par de minutos hasta que noté que estaba más tranquila que la separo de mí un poco para poder verla, tenía que asegurarme de que estaba bien.

"¿Estás bien hermosa?" pregunté preocupado "Si, no te preocupes." Respondió, pero no del todo convencida "Demasiado tarde, ya lo estoy." Aseguré "No es necesario que te preocupes, de verdad, estoy bien."

"Llevas días sin prácticamente días sin dormir Gabriela, eso no es estar bien." Dije "Si qué duermo." Respondió y negué "No por lo que dijo Ana, y creo que en este caso me fiaré más de ella." Dije desvelando la información que me había dado Ana "Vale, es cierto, pero son por los nervios de la exposición nada más."

"¿Y por eso despiertas alterada?" Apartó su mirada de mí y supe que lo de los nervios por la exposición no eran ciertos y casi me confirma que es por lo que pasó hace un par de meses. "Vamos a dar una vuelta hermosa." Dije, levantándome de su lado y extendiendo mi mano en su dirección "No me apetece salir la verdad Alex."

"Está bien, entonces hablemos." Dije, tomando asiento de nuevo "¿De qué?" preguntó "De Jack, no puedo permitir que te guardes eso para ti." Respondí "Alex…" empezó, pero negué. No podía permitir que esto siguiese así "Alex nada, no puedes seguir así, te pondrás mal y no quiero que eso pase, asique si no quieres que los demás se enteren de lo que te pasa, te recomiendo que vayamos a dar una vuelta, aunque solo vayamos a mi coche, tendremos más privacidad y nadie te escuchará."

"Aprecio lo que quieres hacer amor, pero no quiero preocuparte más." Dijo y suspiré antes de cogerle la mano y darle un beso en ella "Me sentiré más tranquilo si me hablas de lo que pasa, dejaré de preocuparme tanto." Aseguré "No sé si creerte, te preocupas demasiado por mí."

"Pero lo hago porque te amo con todo mi ser, y cuando se ama tanto a alguien como lo hacemos nosotros nos preocupamos por el otro, a pesar de que es lo que menos queremos." Se quedó en silencio por un par de minutos mirando por la ventana y espero que sopesando la idea de contarme lo que le pasaba con exactitud. De esa manera podría ayudarla en lo que necesitase.