Paralizado por terror el hombre vio con un pánico abismal la puerta de la trampilla, esperando que nuevamente su paranoia lo haya engañado podía tratarse de algún animalito caminado por la superficie, o simplemente el ruido del viento.
*Bush*...*Bush*...Sin embargo, el ruido solo se hizo más fuerte recordando al hombre que no había animales de semejante tamaño andando por esta zona, por lo tanto si algo estaba pasando por el interior de los arbusto haciéndose semejante ruido solo podia ser algun guia enojado por escuchar tantos ruidos raros en lo que debería ser otra pacífica y silenciosa noche en la mansión de los Fischer.
Desesperado por la situación, Abel no lo dudo más y corrió hacia el escritorio de la habitación y rápidamente de un manotazo tomó la vela y la apago con sus dedos quemandolos en el proceso, lejos de chillar por el dolor el hombre inundado por la adrenalina de la desesperación guardó la vela apagada en su bolsillo rompiendola en el proceso, mientras que por otro lado sacaba su celular para iluminar la oscuridad absoluta que había en el sótano.
*Sush*...*Crush*...Mientras esto ocurría el sonido de alguien corriendo las enredaderas de la antigua trampilla pudo escucharse inundando la oscuridad del sótano.
El hombre trato de hacer ruidos sordos al ruido que implicaba su casi inevitable condena y corrió haciendo el menor ruido posible y hacia el baúl de cuero y madera donde estaban las pilas de ropa de la mujer, rápidamente el hombre abrió el baúl y sin importarle el olor a muerte que estaba impregnado en las ropas, el hombre a base de manotazos tomo un poco de la ropa de la pila de ropa y la arrojó los más lejos que pudo del baúl.
*Crush*...*Crush*...La persona en el exterior siguió sacando las enredaderas, pero habiendo hecho esta tarea con anterioridad dos veces, Abel sabía que no debía quedar mucho tiempo para que el guía pudiera sacar las molestas enredaderas y pudiera abrir la trampilla.
Sabiendo que la cuerda en su cuello estaba cada vez más apretada, el hombre se metió en el baúl con olor a rancio y se entre mezclan con las prendas de mujer antiguas tratando de quedar en el fondo de bual, por suerte la adrenalina del momento le hizo ignorar la asquerosidad de estar sumergiéndose en ropas con olor a carne podrida.
*Uiiiiinck*...La trampilla que daba entrada al sótano lentamente se abrió.
Escuchando el ruido, el hombre se despertó y cerró con apuro el baúl donde se estaba escondiendo, implorando que su idea fuera correcta y que la persona que lo buscaba no conociera de la existencia de este lugar y por tanto no notara los evidentes cambios en la habitación
*Cruk*,*Cruk*,*Cruiik*...Desde el interior del baúl el acurrucado y incomodo Abel pudo escuchar el ruido de alguien bajando por las escaleras en mal estado, cada paso que daba esta misteriosa persona provoca que los latidos en el pecho del viudo se hicieran cada vez más fuertes, lo cual a su vez incomodaba al hombre que sentía que en este momento sus latidos eran tan estridentes que terminaron revelando su posición y condenarlo.
*Cruiii*Finalmente el último escalón fue bajado, y Abel pudo escuchar como el malvado guía caminaba por la habitación como tratando de buscar la misteriosa fuente del ruido. Actualmente, Abel no podía ver absolutamente nada, sin embargo desde el interior del baúl aún podía apreciar como la luz de la linterna de este hombre se filtraba hacia el interior de su escondite.
*Slush*,*Slush*...Abel pudo escuchar los pasos del hombre a unos pocos metros del el y si su paranoia no lo engañaba el hombre también pudo sentir como la luz que se filtraba al interior del baúl se hacía más intensa como si el guia estuviera iluminado el baúl en donde se estaba escondiendo.
Abel luchó con todas sus fuerzas por mantener su respiración controlada y bendijo a dios que lo mandó a esconderse a este baúl lleno de ropa inmunda, por que sino el ruido de sus tembloroso cuerpo solo haría vibrar el baúl revelando su posición.
*Slush*,*Slush*...Los pasos del hombre se alejaron nuevamente y con ella Abels sintió como la iluminación que se filtraba al baúl disminuyó, tranquilizando y haciéndole sentir que lo peor ya había pasado.
*Slush*,*Slush*,*Cruk*,*Cruk*,*Cruiik*...Abel escucho moverse al hombre por un buen rato, hasta que finalmente el malvado guia parecería que sintió que ya era muy tarde para ponerse a buscar cosas raras por la mansión, por lo que habiendo comprobado no encontrar nada extraño en este lugar, el hombre misterioso se sintió satisfecho con su búsqueda y procedió nuevamente hacia las escaleras en la habitación, o al menos esa fue la historia que se inventó Abel mientras su mente deliraba con la posibilidad de que su plan saliera a la perfección.
*Cruk*,*Cruiik*,*Uiiiiinck*,*Pric*...Los últimos escalones fueron subidos y Abel pudo escuchar lo que parecería ser el guía saliendo del sótano y cerrando la trampilla.
Lógicamente, Abel no festejó el triunfo de su plan y siguiendo en el papel de prenda de ropa, el hombre se quedó esperando en el baúl por unos cuantos minutos más mientras luchaba con el olor nauseabundo a su alrededor que se le hacía cada vez más evidente.
Finalmente la tortura de soportar semejante fragansia se termino cuando el hombre no escucho ningun ruido proveniente del exterior por unos cuantos minutos seguidos. Sintiéndose nuevamente seguro, Abel abrió el baúl con cuidado y ayudándose con su celular, comprobó que efectivamente no había nadie esperándolo con una sonrisa irónica y burlesca en el interior el sótano: Abel nuevamente había escapado de la terrible multa y la condena de este olvidable dia!