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Nueva determinación

Ya ha pasado una semana desde que me convertí en Kylian.

A este punto, ya no creo que esto se trate de un sueño. Realmente estoy en otro mundo. Lo he estado meditando en estos últimos días y, sinceramente, esto se siente muy real. Demasiado, como para tratarse de un sueño, incluso uno lúcido.

Parece una conclusión algo apresurada, pero es lo único que viene a mi mente. Así que iré con esa suposición hasta poder probar lo contrario.

Dicho eso, ¿Qué se supone que haga ahora con esta segunda oportunidad?

No quiero cometer el mismo error que en la vida anterior. No importa lo que sea, quiero hacer algo con esta vida.

Una vez leí que lo mejor es ponerse metas cercanas cada cierto tiempo. Así el sentimiento de progreso es constante y es más difícil sentirse abrumado por no lograr las metas. Eso es lo que haré. De poco en poco, construiré algo bueno de mi vida. Haré que Kylian Alcatrassa pase a la Historia como alguien que aportó algo con su vida.

Este habría sido un gran momento de decisión en mi vida, si no me hubiese tropezado con una roca y caído sobre el camino de tierra. Tengo que dejar de perderme en mis pensamientos mientras camino.

Ahora mismo estoy pasando por el medio del pueblo, con una cubeta metálica en la mano. Estoy en busca de agua, que Shella me encargó para la casa. Es la primera vez que me dejan salir desde que desperté. Ya necesitaba algo de aire fresco. O más bien, algo de tiempo a solas.

Los Alcatrassa no son una mala familia y se ve que quieren mucho a Kyl— A mí...

Pero la verdad es que no logro acostumbrarme a ellos.

Como sea, hoy por fin pude salir, así que puedo aprovechar para explorar un poco. Según Shella, hay un pequeño manantial hacia el Norte, por las montañas. Son instrucciones muy simples, así que espero que sea fácil encontrarlo.

Sin embargo, hay algo que está comenzando a molestarme. Cada vez que paso frente a otras personas, noto cómo me observan y comienzan a murmurar entre ellos.

No me gusta para nada este tipo de atención. Pero no dejaré que me moleste; por ahora el objetivo es explorar.

El pueblo en el que vivo se llama Zuza. Es un pueblo bastante pequeño, por lo que no me cuesta mucho salir de él. Yendo hacia las montañas, tengo el vasto mar a mi izquierda; y una extensa pradera verde, seguida de un frondoso bosque de pinos, a mi derecha. Es un paisaje espectacular, es increíble que pueda disfrutar de esto todos los días. Además, Shella dice que es una zona tranquila, por lo que no debería encontrarme ningún peligro, pero no bajaré mi guardia, aunque no sé si eso sirva de mucho.

Después de media hora de caminar, por fin llego a las faldas de las montañas. Estoy exhausto, este cuerpo no tiene nada de resistencia física... Aunque el anterior tampoco la tenía.

Estoy casi en mi límite, pero ya descansaré cuando llegue al manantial. Así, me adentro al bosque. Al ser cubierto por la sombra de los pinos, noto cómo se esfuma la calidez del Sol impactando sobre mi cuerpo, dando paso a la frescura del bosque. Veo uno que otro animal, como pájaros o ardillas, pero nada fuera de lo común.

Mm, así que los animales de este mundo no varían mucho de los que conozco.

Unos metros adelante de mí, puedo ver un claro en el bosque. Un lago de unos pocos metros de diámetro, alimentado por una pequeña cascada sobre una pared de roca. El Sol iluminando la zona, chocando con las franjas como de seda que forma el agua al caer. Es el manantial.

Regresa el calor a mi cuerpo al llegar a esta zona en la cuál si da la luz del Sol. Dan ganas de entrar de un salto al agua.

Pero mejor no lo hago, probablemente el agua esté muy fr—

[¡¡Kylian!!]

Volteé de inmediato al escuchar el grito a mis espaldas. Pero no fue lo suficientemente rápido, pues no pude esquivar la embestida que se dirigía hacia mí.

Antes de caer al agua, pude percibir a tres personas alrededor del manantial. Un niño pelirrojo con una cola de caballo, recargado en un árbol; un niño de cabello castaño corto, bastante alto para su edad, con ligero sobrepeso, viendo con una sonrisa; y por último, una niña de largo cabello rubio abrazando en el aire a un niño de cabello negro, yo.

Salí de inmediato del agua, aunque con algo de dolor en el abdomen. Sé que dije "abrazo", pero eso más bien fue una tacleada.

En fin, ¿Quiénes son ellos? ¿Amigos de Kylian?

[¡Kylian! ¿Qué haces aquí? ¿Ya estás bien?]

El niño de cabello castaño fue el primero en hablar.

[Basta, Teo, ¿no ves que Ariza le sacó el aire a Kylian? No puede contestarte]

Así que su nombre es Teo. Y el de esta chica es Ariza. ¿Cuál será el del pelirrojo?

Parece que sí conocen a Kylian, pero yo no tengo ningún recuerdo de ellos. Rayos, odio no saber cómo tratar a las personas, no sé qué tan cercana era su relación con Kylian. Y no quiero sonar raro y que piensen que hay algo malo con Kylian, como que esté poseído.

Aunque pensándolo bien... ¿Esto cuenta como "poseer" a Kylian? No quiero que me exorcicen. O peor, que me quemen en la hoguera o algo por el estilo.

Bueno, como sea. La mejor manera de saber sobre ellos es hablando, ya veré cómo me las arreglo.

[H-Hola, chicos. Yo vine a buscar algo de agua. ¿Y ustedes?

Los tres se quedaron callados y comenzaron a verse el uno al otro.

[¡Te vimos viniendo hacia el bosque y decidimos seguirte!]

[Querrás decir que "decidiste" seguirlo, Ariza. Yo no estuve de acuerdo]

[Sí, sí. Lo que digas, Mikeh. Igual viniste con nosotros]

Oh, su nombre es Mikeh. Entonces son Teo, Mikeh y Ariza. Tendré que aprenderme esos nombres.

[¿Estás bien, Kylian? ¿No te lastimé?]

"Por supuesto que me lastimaste, acabas de taclearme". Quería gritarle eso, pero es tan solo una niña. Y además se preocupó por mí. Creo que lo dejaré pasar por hoy.

[No, estoy bien, gracias]

[¿Qué dicen, chicos? ¿Nos metemos a nadar al manantial?]

Ariza y Mikeh accedieron rápido a la propuesta de Teo. Después de eso, los tres voltearon a verme y esperaron callados. No me imaginaba que iban a esperar por mi respuesta. Por lo general soy el que solo sigue a los demás; pero se siente bien que pidan tu opinión de vez en cuando.

Qué buenos niños. Me aseguraré de guiarlos por el buen camino. Tal vez ellos no lo sepan, pero soy mayor que ellos, es mi deber protegerlos y guiarlos.

Estuve inmerso en mis pensamientos por más tiempo del que creí. Cuando quise darme cuenta, los tres estaban frente a mi rostro, aun esperando la respuesta. Eso me sorprendió, así que contesté con lo primero que me vino a la mente.

[S-Sí, está bien, nademos. Pero primero déjenme sacar la cubeta de agua, para que no se ensucie]

Y así, recolecté el agua que me pidieron y la dejé a un lado del manantial. Todos se quitaron la ropa y entraron al agua. Mi ropa ya estaba toda empapada por haber caído con ella en el agua, pero igual me la quité para que no estorbara y la dejé colgada en un árbol, como todos los demás. Por lo menos el agua limpió la tierra de hace un momento. Por otro lado, es algo raro desnudarse con gente que acabas de conocer, pero ninguno de ellos pareció darle importancia. No hubo nada de vergüenza, ni malos pensamientos; solo un lindo momento entre amigos.

Estuvimos alrededor de dos horas jugando en el manantial. Durante ese tiempo, Ariza aprovechó para lanzarme agua en cada oportunidad que tenía. A veces, Teo se unía y comenzaban "guerras de agua". Parece que a estos niños les gusta jugar fingiendo ser magos. Toman agua en sus manos, dicen alguna frase sobre cómo "el agua es poder" o algo por el estilo y la tiran hacia ti. Mikeh, por momentos, se quedaba solo en una esquina, pero bastaba con salpicarlo a él también para que se acercara más al grupo.

En resumen, la pasé bien y aprendí más acerca de estos chicos. Un completo éxito.

Terminamos todos de ponernos nuestra ropa, exhaustos. Pero aún falta el camino de regreso. Ok, una de las primeras cosas que haré con esta nueva vida será ejercicio. Si los días serán así de ahora en adelante, necesitaré una mejor condición física.

Durante el tiempo que estuvimos jugando, mi ropa llegó a secarse un poco. Todos nos pusimos nuestras prendas y estábamos listos para irnos.

Me agaché para recoger la cubeta con agua, para llevarla de regreso, cuando de la nada, Teo soltó un grito de terror. En ese momento todos volteamos a verlo, y después hacia la dirección en la que estaba señalando.

Desde lo alto de la cascada pudimos ver unas siluetas enormes acechándonos. Tres lobos grises nos estaban gruñendo, y sin apartar la vista de nosotros, bajaron de un salto.

Mikeh y Teo se quedaron helados al momento, incapaces de reaccionar. Ariza parecía que quería hacer algo, pero el pánico le impidió por completo lograrlo.

Los lobos lentamente iban acortando la distancia.

Tengo que hacer algo.

No puedo dejar que algo les pase a estos niños.

Tengo que protegerlos.

Pero...

Mi cuerpo tiene la misma edad que el de ellos.

Sé que no tengo la fuerza suficiente para enfrentarme a estos lobos.

Sin mencionar que no quiero morir de nuevo.

Pero alguien tiene que hacer algo, o sino moriremos todos.

No podemos huir. No hay manera de que seamos más rápidos que ellos.

Maldición no sé qué hacer. Solo sé que debo hacer algo.

Sin darme la oportunidad de pensar en un plan, el primero de los lobos se abalanzó sobre nosotros.

Lo único que se me ocurrió fue golpearlo con la cubeta que tenía en mis manos. Así que esperé a que estuviera en rango y balanceé la cubeta con todas mis fuerzas hacia la cabeza del lobo.

Impactó directo en sus colmillos, abollándose y derramando el agua que contenía en su interior. Por suerte, mi ataque fue efectivo, ya que el lobo retrocedió unos pasos. Supongo que un golpe en los dientes es doloroso para cualquiera.

Sin embargo, los lobos comenzaron de inmediato su siguiente ataque, ahora los tres juntos.

Se acabó, no puedo contra los tres yo solo.

Pude ver el momento exacto en el que se abalanzaban los tres lobos sobre mí. Por el miedo, cerré los ojos por menos de un segundo y al abrirlos de nuevo, había algo extraño interponiéndose entre los lobos y yo.

La espalda de un hombre joven, de cabello rubio, portando una espada. Era Shaul.

Solo puedo decir una cosa sobre lo que pasó en los segundos siguientes... Wow.

Alguna vez habré visto una competición de esgrima o kendo, pero esto no era nada similar. Podía sentir las ráfagas de viento golpeando mi cara, cada vez que él blandía su espada. Y eso no es todo, se movía a una velocidad inhumana, los lobos no tuvieron ninguna oportunidad.

¿Los humanos en este mundo son más fuertes que en el anterior? ¿O será obra de la magia?

No le di mucha importancia a mis preguntas, pues seguía pasmado por la escena que se acababa de desarrollar frente a mí. Sin mencionar lo grotesco que se volvió el paisaje gracias a los cadáveres de los lobos. Tenía ganas de vomitar.

Como si estuviese acostumbrado a ver ese tipo de escenas, ignorándola por completo, Shaul se giró hacia nosotros con una sonrisa y el pulgar levantado.

[Buen trabajo entreteniéndolos hasta que yo llegara]

[S-Sí...]

Después de eso, por fin tuve un momento para tranquilizarme y analizar lo que acababa de ocurrir. También aproveché para revisar que los chicos no estuvieran heridos, mientras Shaul exploraba los alrededores para asegurarse de que no hubiese más peligros cerca.

Después de unos momentos, Shaul regresó diciendo que todo estaba bien. Y con eso, comenzamos nuestro camino de regreso.

Teo fue el primero en hablar, ya habiendo recuperado su sonrisa.

[Wow, Shaul, eso fue increíble]

[No, no, no. Para nada. Un soldado de Shirdallia debe poder hacer por lo menos eso]

Shaul se comenzó a rascar la nuca mientras contestaba. Pude darme cuenta durante esta semana que Shaul no es bueno con los halagos.

[Sin embargo...]

¿Mm? ¿Ocurre algo? La expresión de Shaul cambió completamente a una cara seria y preocupada.

[No es normal ver bestias de este lado de la cordillera]

¡Es cierto! Shella comentó que esta era una zona libre de peligros. Conque a eso se refería. Pero, entonces, ¿qué hacían esos lobos por aquí?

[No hay problema, mientras te tengamos a ti y al señor Konnor, todo estará bien]

Shaul que tenía una expresión pensativa, reaccionó rápidamente a las palabras de Ariza, con una risa cálida y palabras reconfortantes.

[Así es. Dejen la seguridad de Zuza en nuestras manos]

Mikeh, que no había hablado en todo el viaje, por fin dijo algo.

[Señor Shaul, ¿Cómo supo que estábamos en peligro?]

[Oh ¿eso? No lo sabía, solo fui a buscar a Kylian porque se estaba tardando mucho en regresar, y al acercarme al bosque fue que escuché el grito de Ariza, así que corrí a ver qué ocurría]

En ese momento, los cuatro volteamos a vernos y después todas las miradas se centraron en Teo, provocando que este se sonrojara.

Después de eso, Shaul y yo acompañamos a cada uno de los chicos a sus casas y después nos dirigimos a la nuestra.

Esto me sirvió para saber la ubicación de sus casas y hacerme más a la idea de las dimensiones del pueblo.

Pero retomando lo que pasó antes. Fue una cosa increíble cómo manejó la espada Shaul. ¿Yo podré hacer algo similar?

[Hermano...]

Shaul volteó a verme en el momento en el que las palabras salieron de mi boca.

[¿Podrías enseñarme a usar la espada como tú?]

En lugar de la respuesta cálida que esperaba de Shaul, sólo puso una cara de sorpresa, y después contestó con otra pregunta.

[Kylian... ¿Tú quieres aprender a pelear con la espada? Creí que no te interesaba en lo más mínimo]

Oh, ya veo. Es cosa del antiguo Kylian. ¿Acaso eras un ermitaño? Bueno, eso explicaría la mala condición física.

No supe cómo responder a la pregunta de Shaul. No quiero parecer tan distinto del antiguo Kylian. Quiero evitar los problemas que eso pueda traerme.

Al final, terminé asintiendo de manera tímida.

Shaul por fin hizo su risa cálida y puso su mano sobre mi cabeza, despeinándome.

[Está bien, pero primero debes hablarlo con Padre]

Casi lo olvidaba, se supone que soy solo un niño, tengo que pedir permiso para hacer esa clase de cosas.

Ya comenzaba a ponerse oscuro y la temperatura empezaba a descender cuando llegamos a casa.

Cuando abrimos la puerta, Konnor y Shella nos recibieron sentados en la mesa con la comida ya servida. Les explicamos toda la situación y se preocuparon por mi salud, pero Shaul los tranquilizó. Agradezco mucho su presencia, sino probablemente me hubieran prohibido salir otra vez.

Habiendo terminado de comer, le dije a Konnor que quería aprender a usar la espada.

[Absolutamente no]

Contestó con una voz fuerte y una cara seria.

[No pude hacer nada con Shaul. Pero no permitiré que otro hijo mío se convierta en militar]

No me esperaba esa respuesta. No sabía que odiara a los militares. ¿O será solo por el peligro que conlleva? Sea cual fuere el caso, Konnor se había negado a que yo aprendiera a usar la espada.