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VIGGO

Viggo, hijo de Hephaestus (Diosa de la Forja en Orario) y Kain (Antiguo Vástago del Equilibrio), nació como un semi dios. Sin embargo, con una derrota y la incapacidad de esforzarse por un objetivo en la vida, es enviado a entrenar con un furioso maestro. Acompaña a Viggo en su camino para convertirse en dios. "No te disculpes, se mejor" Este fanfic nace como un Spin-Off del fanfic Original "Suerte y Perseverancia" también escrito por mí y en emisión actualmente. Aclaraciones: Me han acusado de sádico con mis lectores, pero desmentiré ese tipo de observaciones. Lo que pasa es que no le doy todas las cosas en bandeja de plata a mis protagonistas; cada cosa se gana. Por otro lado, a veces solo pasa que las situaciones no salen como uno quiere. Sin embargo, ahí es donde radica la magia de un protagonista, en saber moverse dentro de los parámetros y buscar soluciones con las herramientas que ya posee. Créanme, jamás joderé a mis protagonistas si no es para hacerlos mejores y más poderosos. PD: LA IMAGEN ES SOLO REFERENCIAL.

AOoBeligerante · Tranh châm biếm
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332 Chs

Continuación del entrenamiento 1.125

La joyería cerró sus puertas como a eso de las seis de la tarde. Sin embargo, la jornada de Viggo continuo y tuvo que viajar en el elegante carruaje tirado por los hermosos caballos blancos con dirección Noreste. Por el tipo de zona, el carruaje llamaba la atención por su lujoso diseño enchapado en madera oscura y lustrosa mientras tenía molduras doradas. Sin embargo, era más la admiración por el lujo que por la novedad, después de todo, muchos nobles de otros países tenían sus residencias de verano en el sector norte de Orario. Mientras más al norte fueras en Orario, los terrenos y las mansiones aumentaban de tamaño.

Sin embargo, pese a el sector al que fueron, ellos se detuvieron frente a un gran terreno eriazo de más de mil metros de ancho y dos mil de profundidad. Solo había tierra árida, algunos matorrales, árboles y piedra.

Viggo fue el primero en bajar del carruaje y después ayudo a Semiramis y Scheherezade a bajar. Por su parte, Semiramis y Scheherezade se pusieron una a cada lado de Viggo y miraron el sitio eriazo mientras le sostenían una mano.

-Ilumíname- dijo Viggo con un tono de voz sugerente, entre grueso y educado -¿Por qué nadie ha comprado este sitio abandonado?-

-El lugar es caro- respondió Semiramis en una simple frase

Viggo la miró de soslayo y ella sonrió al verlo confundido.

-Este lugar perteneció a un noble que se negó a vender el terreno en pequeñas partes. Si alguien lo quiere, tiene que comprarlo por completo-

-Y considerando la zona y las dimensiones, no debe ser barato-

-Para nada. Con todo el dinero que se debería pagar por este terreno, podríamos comprar cinco veces el terreno de la mansión de tu madre-

-¿Eso no es un desperdicio?- pregunto Viggo

-Claro que es un desperdicio- respondió Semiramis con una sonrisa astuta -por eso la dama Hera movió sus hilos y el lugar alcanzo el valor fiscal en que lo tienen avaluado en la guild de aventureros-

-Mmm, entiendo ¿Nos seguimos endeudando con la dama Hera?-

-Sí, pero ya estamos lo suficiente endeudados como para decidir retirarnos. Así que endeudarse un poco más no debería ser problema-

-Entiendo-

-¿Qué te parece, Viggo? ¿Te imaginas como lo podríamos ordenar?- pregunto Scheherezade desde el otro lado

Viggo la miró a los ojos y sonrió, después miró al sitió eriazo e imagino las montañas de piedra caliza tan blanca que refleja la luz del sol. Después pensó en el mar de un color azul índigo y sus maravillosas ventiscas marinas.

-Sí- dijo Viggo -me gustaría construir una mansión blanca con largas torres y cúpulas azules en su cima-

-Eso suena como a la costa del puerto de Gition- dijo Semiramis

-Sí, es verdad- respondió Viggo con una sonrisa -era un lugar bonito donde pase varios años-

Los tres se quedaron mirando el sitio eriazo mientras ellas se aferraban a Viggo del brazo. Sin embargo, lo que ellos veían eran las amplias playas de arena blanca y el basto mar azul índigo del mediterráneo. La brisa marina y la luz del sol reflejada en los extensos mantos de agua.

-Sería genial volver a navegar- dijo Scheherezade

-Sí, sería genial- dijo Viggo recordando aquellos días de navegar en altamar.

-Sería bueno hacerlo por placer y no por negocios- añadió Semiramis

-Por supuesto- dijo Viggo -sería genial hacerlo con toda nuestra familia y recordar cómo nos conocimos-

Después de fantasear por un par de minutos, los tres volvieron a subir al carruaje y se fueron a la mansión de Hephaestus. Semiramis quiso reunirse con Kiara y hablar con ella a sola. Viggo le dijo que, si necesitaba ayuda para convencerla de algo, él la podía ayudar. Sin embargo, Semiramis dijo que era un asunto entre mujeres y era mejor que él no metiera sus narices.

Así que Viggo se fue a comer al comedor. Como no almorzó en todo el día, había acumulado bastante hambre. Sin embargo, nunca espero encontrarse a Tatsumi y Flora en la mesa.

-Viggo, llegas tarde- dijo Flora mientras picaba una carne en su plato

Tatsumi se volteó para mirar hacia atrás y al notar a Viggo, sonrió y dijo -otsukaresama, nii-sama-. Después volvió a mirar a su plato y siguió comiendo.

-¿Cómo están?- pregunto Viggo avanzando hacia la mesa

-Nosotros bien, veníamos del calabozo- dijo Flora -y pasamos a ver al tonto Viggo en su primer día de trabajo ¿Qué tal se siente volverse un hombre tan responsable después de haber sido solo Viggo?-

-Lo dices como si siempre hubiera sido irresponsable- dijo Viggo frunciendo el ceño, se sentó a la cabecera de la mesa y quedo a dos asientos de ambos. Flora a su derecha y Tatsumi a su izquierda.

Flora soltó una risita burlesca y negó -¿Y bien? ¿Qué se siente?-

Viggo soltó un suspiro, se soltó la corbata y después se la quito para dejarla en una esquina de la mesa -con ganas de ser menos responsable- dijo con cierto cansancio -pero tampoco es para tanto. Papá y Aquiles se rieron de mi por comprometerme con Semiramis y mis otras esposas, pero no entendía-

-¿Y ahora entiendes?- pregunto Flora con una sonrisa burlona

Viggo soltó un suspiro y asintió. Flora mostro una gran sonrisa, camino hasta Viggo y le peino el cabello con la mano a modo de consuelo. Por lo general, Viggo no aceptaría los cariños de la "hermana mayor", pero hoy se sentía tan cansado que las atenciones de Flora se sintieron reconfortantes.

-¿Y ustedes solo vinieron a mirarme?- pregunto Viggo mirando por la campanilla mágica con la que llamaban a Ester. Tatsumi miró al centro de la mesa, la tomo y se la acercó.

-Gracias, Tatsu- respondió Viggo y agito la campanilla, la cual no emitió sonido, pero debería haber emitido el tintineo de una campanilla en la cocina, donde debería haber estado Ester.

-De nada, nii-sama- respondió Tatsumi y miró a Viggo con cierta curiosidad en su mirada

-¿Qué necesitas, Tatsu-

-Bueno, quería preguntarte que se siente tener tantas esposas-

-Aaaa, eso, ¿Papá no te ha dicho nada?-

-Sí, pero quería una segunda opinión-

-No es fácil-

-Oto-sama dijo lo mismo-

-Bueno, veras…- dijo Viggo y empezó a explicar mientras esperaba a que viniera Ester. Él se detuvo cuando ella llego, pero una vez que Ester se fue a la cocina a preparar la comida, Viggo continúo relatando. Incluso Flora le ponía atención y escuchaba atenta sin preguntar ni interrumpir. Por supuesto, Viggo no fue tan detallista, pero fue bastante franco con las cosas relacionadas al amor, al sexo, a las preocupaciones de sus amadas y propias.

Tatsumi y Flora asentían como si estuvieran tomando nota de todo dentro de sus mentes. Una vez que llegó la comida, Viggo se dedicó a comer y les continúo contando ciertas cosas. Para Flora y Tatsumi fue un mundo de diferencia comparado con lo que le dijeron sus padres. Por alguna razón, todo lo que decía Viggo se sentía mucho más realista y cercano a ellos.

Para el final de la velada, tipo nueve de la noche, Flora estaba bebiendo una taza de té caliente mientras Viggo bebía jugo con mucho hielo y Tatsumi tomaba té verde. Ellos acercaron las sillas a Viggo y lo rodeaban por los lados. Viggo dejo su vaso de cristal bastante cerca de la taza de Flora. Los tres siguieron conversando, hasta que Flora se volvió a servir agua caliente. Ella bebió té y se quejó de que se quemó la lengua. En un apuro dejo la taza fuera del plato, casi tocando el vaso de Viggo y el vaso reacciono quebrándose.

Los tres miraron el vaso con cierta curiosidad y notaron como uno de los bordes se terminaba de caer para derramar el jugo y los cubos de hielo.

-Idiota Viggo- dijo Flora -eso pasa por tomar juego con tanto hielo-

-Cállate tonta- respondió Viggo -fue culpa tuya por no tener cuidado-

-¿Pero qué paso?- pregunto Tatsumi

-¿Demasiado frio y calor al mismo tiempo?- dijo Viggo con cierta duda

Flora se agarró el mentón y pensó en voz alta -no crees que sería bueno si pudiéramos introducir ese nivel de calor en el cuerpo de los lagartos de hielo-

-¿De qué hablas, idiota?- pregunto Viggo preocupado. Él tomo un paño y comenzó a recoger los vidrios y a secar el jugo. Después miró a Tatsumi y vio que el también tomo un paño para secar de su lado. Viggo volvió a mirar a Flora y la vio cruzando su brazo derecho, mientras se sujetaba el mentón con su mano izquierda.

Viggo soltó un suspiro y le pregunto -¿A qué te refieres?-

-Veras- dijo Flora de forma seria como si fuera una académica -hay un tipo de lagarto que produce hielo y sus escamas son duras y frías. Su cuerpo es tan duro que nos cuesta herirlo. Sin embargo, si yo pudiera introducir calor dentro de su cuerpo ¿No estallaría muriendo al instante?-

Viggo se cruzó de brazos y miró al techo imaginándose la visión de tal escenario. Al mismo tiempo, él recordó a los draugrs del mundo de su maestro, quienes parecían tener fuego por dentro de sus cuerpos cadavéricos. Entonces él se dio cuenta de las posibilidades de las que hablaba Flora.

-Espérame aquí- dijo Viggo, salió corriendo del comedor, avanzó por el elegante pasillo y después subió las escalares hasta llegar al segundo piso. Desde ahí giró por el pasillo a mano izquierda y fue hasta su habitación. Él encontró a Semiramis y Kiara conversando de algo, pero él ni siquiera se preocupó y solo dijo "permiso". Entonces Viggo comenzó a buscar en los veladores mientras Kiara y Semiramis lo miraban. Viggo desordeno casi toda la habitación, hasta llegar al escritorio y encontrar el libro que buscaba en un pequeño cajón.

Después de eso, Viggo se despidió de Semiramis y Kiara dejándolas confundidas mientras cerraba la puerta. Viggo volvió al comedor, llegó a su asiento y se sentó. Entonces abrió el libro que le había dado Kiara con un completo compendió de runas y fue pasando las hojas.

-Por lo general- dijo Viggo a modo de introducción -manejar las runas requiere una amplia comprensión del significado y estructura que quieres formar. Sin embargo, hay runas que tienen un efecto propio ya que se encuentran vinculadas a un significado especifico. En ese caso, está Kenaz "<" que provee una "iluminación" más asociada a la clarividencia. Sin embargo, no es la única-

Flora y Tatsumi se posicionaron a los lados de Viggo sin entender media palabra de lo que él decía.

Viggo continuo -en ese caso, también existen las runas Sowelu similar a una "S" pero más con la forma de un rayo. Y también la runa Isa que literalmente se escribe como una "I" mayúscula, la cual está asociada al hielo y a la ventisca. Tiene otros significados más filosóficos, pero por ahora no los entiendo. Sin embargo, ocupando ambas runas en un mismo objeto…-

Viggo tomo un vaso de la mesa y lo acercó, notando al mismo tiempo que quedaban pequeños fragmentos de cristal repartidos por encima de la mesa. Él no se hizo problemas y se concentró en el vaso frente a él. Viggo se puso de pie y le hizo el gesto a sus hermanos para que se alejaran. Una vez que ellos se alejaron, Viggo llevo su dedo cargado de mana en la punta de la yema y escribió la runa Sowelu "S" sobre la superficie del vaso. Al instante siguiente, la runa brillo y el vaso tomo un tono rojizo y se comenzó a derretir. Entonces, antes de que el experimento se echara a perder, Viggo acercó su dedo cargado de mana en la yema y escribió la runa Isa "I" sobre la runa Sowelu "S". La runa Isa empezó a emitir una luz y las dos formas de runa se repelieron una a la otra, haciendo estallar el vaso.

Los vidrios volaron por los aires, pero Viggo y sus hermanos se cubrieron con los brazos para protegerse del impacto. Sin embargo, no hubo daño. Viggo movió sus manos para mirar que estaba pasando y lo que vio fueron los cristales suspendidos en el aire. Después bajo sus brazos y miró los alrededores, solo para encontrarse con Kiara parada en la puerta del comedor. Ella extendía su mano con dirección a los cristales, así que Viggo supuso que ella los controlo.

-Muy ingenioso- dijo Kiara con una sonrisa astuta.

Viggo sonrió algo avergonzado por el peligroso experimento mientras Tatsumi y Flora sonreían de la misma manera y se rascaban la cabeza.