Capítulo 7 - Una charla familiar 2/? - Una charla entre madre e hija. Wu Xinyi se sincera con Wu Meiying.

Wu Xinyi se encontraba en su habitación, acostada en su cama mientras sus amatistas se perdían en el techo de su cuarto.

Su cuarto, como todas las demás habitaciones de la mansión era bastante espaciosa, llena de muebles finos y cómodos, su cama también era amplia, dos personas podrían caber cómodamente y con espacio de sobra.

Por la ventana entraba la luz de la noche, el reloj colgante en la pared marcaba las nueve y media de la noche. El evento que era su cumpleaños había terminado rápido debido a las continuas circunstacias que había ocurrido en la noche.

Aunque no podría decirse que era demasiado tarde como para que el día se de por terminado, podria decirse que era bastante de noche.

Normalmente Wu Xinyi no es una persona que duerme temprano, la estricta rutina que llevaba desde su niñez la habían acostumbrado a un ritmo de dormir tarde y levantar temprano.

Por supuesto fue duro para una niña pequeña, pero conforme paso el tiempo las cosas cambiaron y se acostumbró a ese estilo de vida.

Pero ahora mismo ella se sentía cansada y su fiesta de su cumpleaños termino prematuramente, dandole un apreciado tiempo libre.

Hoy pasaron muchas cosas, tantas que solo pensar en ellas le causaba un dolor de cabeza.

Wu Xinyi suspiro mientras la fuerza en su mirada caía, su verdadero yo solo aparecía cuando estaba sola, pero hoy su prometido la había visto en su punto más débil.

Sus recuerdos fueron al pasado, hace varios años ella tenía una relación muy estrecha con Li Haoyu, pero en algún punto todo cambio y se distanciaron.

Ella no sabía que hacer ahora que Li Haoyu se acercó tan repentinamente, ella estaba en shock al inicio, luego entro en un estado de éxtasis con sentimientos dulces llenándola.

Eso la confundió, ella siempre pensó que lo que sentía por su prometido era solo amistad, pero ahora con todo lo que paso no tuvo más remedio que aceptar que ella sentía algo mucho más profundo que solo ese sentimiento de mera amistad.

El hecho de que Li Haoyu encare a su padre sumo muchos puntos en su corazón, ese hombre la ha tenido bajo un control estricto toda su vida.

Wu Xinyi no pudo evitar temblar al recordar varios momentos en su vida donde su padre fue el causante de la mayor parte de su sufrimiento.

Wu Dong simplemente fue un pésimo padre y un peor esposo. Ella estaba de acuerdo con esa afirmación, pero jamás pudo hacer nada.

Estaba acostumbrada a agachar la cabeza ante su padre, estaba acostumbrada a temerle.

Estaba acostumbrada a solo aceptar las palabras de su padre.

Pero hoy Li Haoyu se interpuso entre él y su padre y la salvo.

La rescato y la libero de ese oscuro umbral que tanto la aprisionaba.

Aun podía sentir el calor en su piel al sentir los brazos fuertes de su prometido alrededor de su cintura.

¡La audacia del hombre perro!

Al pensar como ese hombre había sido tan descarado se sintió tímida y avergonzada.

Pero...

Ella estaba feliz.

Wu Xinyi no lo sabía, pero en los momentos que pensó en su prometido sonreía.

La mirada de sus ojos eran un mar de estrellas y su sonrisa era hermosa.

Wu Xinyi recordó entonces que ella siempre había tenido fuertes sentimientos por Li Haoyu, pero el problema siempre fue el hombre que se hacía llamar su padre.

Después de todo fue por este hombre que ella y Li Haoyu comenzaron a separarse.

¿Un perro lamiendo?

Eso era lo que ese hombre que decía ser su padre decía.

Pero.

¿No era normal proteger a la mujer que amas?

Wu Xinyi solo ahora podía ver lo cegada que estaba su vista, al pensar siquiera que su prometido era un simple perro faldero.

Lo que aquí llamaban un perro que lame, era solo un hombre que quiere proteger a su mujer, a la mujer que ama.

Ella fue una tonta al no darse cuenta de que los sentimientos del hombre eran tan fuertes que estuvo a su lado durante tantos años.

Xinyi no pudo evitar sentir como sus mejillas se sentían calientes al pensar de sí misma como la mujer de Li Haoyu y llevo sus manos para ocultar su rostro, aunque no había nadie en la habitación ella no pudo evitarlo.

Se sentía demasiado avergonzada.

– No sé qué hacer –

Wu Xinyi deslizo sus dedos, sus ojos otra vez fueron libres para mirar el techo.

Ella aparto su mirada y abrazo un peluche a su lado, era un pequeño gato color morado, lindo y esponjoso, era uno de los tantos regalos que recibió de Li Haoyu, pero ella siempre los ocultaba cuando el entraba en la habitación.

Ella amaba este peluche, incluso dándole un nombre con cariño.

– Por suerte te oculte antes de que comience la fiesta... si él te hubiera encontrado Mian Mian... –

Las palabras se quedaron en el aire al no poder continuarlas por su timidez.

– No sé qué hubiera hecho... –

– Yo solo... –

– Espero que no sea demasiado tarde. –

La tristeza se escuchó en las palabras mientras la chica fruncia el ceño.

– Después de todo... él ahora es diferente. –

El pobre gatito fue asfixiado en los brazos de Wu Xinyi, si tuviera vida se habría ahogado en una suave y muy grande prisión.

Toc Toc

Sus pensamientos se detuvieron cuando la puerta de su cuarto sonó, entonces ella quedó en silencio por unos segundos, debatiéndose si tenía que responder.

Al final suspiro y aparto a Mian Mian de sus brazos y lo oculto bajo la cama.

– ¿Sí? –

Pregunto Xinyi hacia la puerta de su cuarto, no paso más tiempo hasta que la puerta fue abierta y ella vio a una mujer mayor, era su madre.

– Mi pequeña Xinyi. –

Wu Meiying se acercó a su hija, su mirada era dulce y llena de afecto, ella cerró la puerta detrás de si misma y camino por la habitación hasta sentarse al lado de Xinyi.

– Mamá vino a avisar que la comida estará lista pronto. –

Comento Wu Meiying.

Ese era el plan al inicio, pero cuando vio a su hija en ese estado sus planes cambiaron.

Su hija estaba sola, ella podía sentir la tristeza que la rodeaba, entonces ella lo decidió.

Debía estar ahí para su pequeña.

Xinyi la necesitaba ahora más que nunca y ella cumpliría con su deber de madre.

Apoyar con todo su ser a su hija, ser el pilar en el que pueda apoyarse.

– Pero ahora eso no importa hija, mamá necesita hacer algo antes. –

Menciono la mujer mayor mientras recibía una mirada confusa por parte de su hija.

Wu Xinyi se acercó lentamente mientras su tono de voz se volvió dulce y comprensivo.

– Mamá está aquí cariño, puedes contarme que pasa en tu pequeño corazón. –

Continuo Meiying, su mirada tenía una luz maternal mientras su hija la miraba con sobresalto.

– Eres mi hija Xinyi, si no supiera que pasa contigo sería un desperdicio de madre. –

Al terminar las palabras Wu Meiying abrazo a su hija, el abrazo era reconfortante.

La mujer madura sintió como la más joven se congelo por unos segundos y luego se relajo lentamente, una pequeña sonrisa se había plantado en los labios de Xinyi.

– Lo siento mamá... –

La voz de la hija por un momento casi se quebró.

– No soy fuerte, no pude mantenerme fuerte. –

Xinyi continuo mientras su madre frotaba suavemente su espalda, pero aun así la hija se mantenía fuerte.

Ella aun no había celebrado correctamente su cumpleaños con su madre y su prometido.

– No es así hija mía. –

Le respondió su madre mientras se retiraba un poco y la veía a los ojos, ahora su cálida mirada tenia un tinte de seriedad.

– Mi pequeña, siempre serás mi orgullo en mis ojos. –

Wu Meiying deposito un pequeño beso en la frente de su hija, de repente ambas habían regresado años atrás en el tiempo, cuando Xinyi aún era una niña.

– Fue el error de mamá Xinyi, pensé que ese hombre podría ser un buen padre. –

La madre negó con la cabeza.

– Me equivoque, él era un monstruo. –

Los ojos de Wu Meiying se aceraron, pero eso fue tan rápido que pasó desapercibido para su hija, si su pequeña veía su mirada repleta de odio se asustaría.

Ella no quería eso.

– Mi pequeña Xinyi, mamá no permitirá que ese hombre te vuelva a lastimar. –

Wu Meiying aseguro con firmeza mientras con ambas manos tomaba la carita de su hija, apretándolas suavemente y obligando a Xinyi a hacer un lindo puchero.

Wu Meiying sonrió tontamente al ver a su hija así.

– Después de todo mamá sabe que va a pasar y protegeré a mis dos pequeños~ –

Termino ahora con su voz sonando de manera musical y Xinyi solo pudo asentir, sus bonitos ojos mirando a su mama impresionada y luego simplemente negó con la cabeza.

– Mamá, otra vez estas diciendo tonterías. –

Xinyi tomo las manos que se hallaban en su cara y suavemente las alejo, pero ella no las soltaba.

La mujer madura pudo notar como el semblante de su hija había cambiado, sintió que su pequeña había vuelto.

Wu Meiying había logrado un gran progreso.

Su pequeña ya no era esa jovencita, que tercamente alejaba a todos para aparentar poder ir contra del mundo.

Ahora su hija volvió a ser exactamente eso.

Su pequeña hija.

– Gracias mamá... gracias por todo. –

Xinyi respondió y su madre solo pudo asentir feliz.

– Recuerda Xinyi, mamá siempre estará para ti... –

– Siempre. –

La voz de Wu Meiying tenía mucho más peso de lo que nadie jamás podría creer.

– Además hija. –

– Recuerda que aún no hemos terminado de celebrar tu cumpleaños. –

Wu Meiying dijo sus palabras con tono animado.

– Y el pequeño Li aun nos espera, me encargue de evitar que el escape de nosotras fufufu~ –

Wu Xinyi dijo con su voz en un tono de travesura mientras sus ojos se veían divertidos al recordar como atormentaba al joven con sus bromas.

El pobre no podía hacer más que ceder ante ella, el no tenía ningún tipo de defensa contra alguien que lo ame tanto y que jamás le había fallado.

– Además mi pequeña... –

Ahora el tono de la madre había cambiado, era mucho más coqueto y burlón, sus ojos fijos y todo el peso de sus burlas en su hija.

– Si no te pones seria con el pequeño Li, mamá lo robara~ –

Con esas palabras dichas Wu Meiying escapo de Xinyi mientras reía, su hija le respondió avergonzada lanzándole almohadas mientras se sentía molesta por sus palabras y al mismo tiempo avergonzada.

– ¡Mamá que estas diciendo! –

Wu Xinyi tenia su rostro sonrosado como un tomate, avergonzada y tímida por las palabras de la mujer mayor.

– Aunque a mamá no le importaría compartir si mi pequeña esta de acuerdo fufu~ –

– ¡Mamá! –

Fuera de la habitación se podía escuchar como ambas mujeres discutían, la voz más madura sonaba divertida y coqueta mientras la más joven sonaba extremadamente avergonzada.

En ese momento, ambas mujeres habían acortado la distancia que había entre ellas.

El futuro ahora era incierto, pero ambas mujeres habían dado un paso adelante.

Juntas afrontarían su destino.