Capítulo 06: Macho De Sangre Caliente

Lily podía escuchar su corazón latiendo rápido. Echó la cabeza hacia atrás moviendo las caderas al ritmo. Miró las estrellas hipnotizada por lo similar que era el cielo al de la tierra. Ajena a lo que la rodeaba, levantó las manos y las alcanzó como si pudiera tocarlas.

Manos envueltas alrededor de su cintura, tirándola hacia un cuerpo firme. Podía sentir que las manos tenían garras que se clavaban levemente en su piel. Las manos obligaron a sus caderas a moverse en sintonía con el cuerpo presionado contra ella. Envolviendo su brazo alrededor de su cuello, se giró para mirar al hombre que la agarraba.

Sus ojos de reptil la miraron. El efecto del alcohol estaba comenzando a desaparecer y ella sintió lo peligroso que era este demonio reptil. Tragándose el miedo, ella apretó las caderas contra las de él. 'Un baile no puede hacer daño, ¿verdad? Necesito ganar tiempo para recuperar la sobriedad. Levantó la pierna para envolverla alrededor de su cintura mientras se frotaba contra ella. Ella gimió, involuntariamente. Ella se sonrojó. "Mi vida como adicta al sexo, excitarme con cosas que pueden matarme", pensó para sí misma.

Para evitar que el demonio se diera cuenta de su vergüenza, se dio la vuelta. Su espalda ahora frente a su frente. Mirando a la multitud, se dio cuenta de que varios machos aficionados con diferentes rasgos demoníacos se habían acercado a ella y a Garvit. Garvit bailaba con un hombre pelirrojo. Como si sintiera su mirada, el macho la miró. También era un demonio. Sus ojos estaban completamente negros. Se sintió como si estuviera mirando dentro de un agujero negro. Mientras ella miraba, abrió la boca mostrando varias filas de, lo que a ella le pareció, dientes de tiburón.

Garvit no se dio cuenta de lo que estaba sucediendo, ya que el macho descendió por la boca para sacar un trozo de su cuello. El tiempo pareció ralentizarse en ese momento. Lily trató de correr para detenerlo, pero el demonio reptil la rodeó con sus brazos, tirándola hacia atrás. Siseando en su oído "ocúpate de tus asuntos". Con eso, le lamió la oreja y la hizo estremecerse y entrar en pánico.

Justo cuando los dientes del demonio del cabello rojo iban a hacer contacto con la piel de Garvit, un puño aterrizó en su rostro y lo envió volando tres metros entre la multitud. Aterrizó en una mesa debajo del balcón donde estaban sentados Garvish y Nahum.

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Naraka se abrió paso entre la multitud. A medida que se acercaba, notó que el espacio que había separado a Garvit de la multitud había desaparecido. Ahora estaba rodeada de demonios que parecían querer hacer de ella su bocadillo, en más de un sentido.

Justo cuando completó ese pensamiento. El demonio pelirrojo, con el que estaba bailando actualmente, abrió la boca llena de dientes irregulares con la intención de morder.

Sin dudarlo, el fantasma dio un paso y le dio un golpe en la mandíbula. El golpe lo envió volando a varios metros de distancia. Mirando a un sorprendido Garvit, gruñó a los demonios que lo rodeaban "Te sugiero que no pongas las manos encima". Mientras se preparaba para recordarle a Garvit el acuerdo de que los gemelos permanecerían juntos, el movimiento en su periférico llamó su atención.

Se volvió, preparado para desviar el ataque, pero nunca llegó. El demonio reptil que estaba en medio del turno, con la intención de atacar por sorpresa, pareció sorprendido. La vida abandonó sus ojos mientras su cuerpo se deslizaba hacia el suelo. Revelando a una mujer demonio con brillantes ojos rojos. Con un vestido verde, sostuvo el corazón del demonio en su mano con garras.

Naraka sintió que su ritmo cardíaco se aceleraba mientras la veía soltar el corazón y pasar junto a él para ver cómo estaba Garvit. Sus ojos vagaron por su cuerpo, mirando piernas que parecían durar una eternidad. Aunque, sin querer, se untó sangre en la cara cuando intentaba apartar los pelos sueltos, se veía hermosa. Tenía una piel de color caramelo claro con ojos almendrados, lo que la hacía parecer exótica.

No podía entender por qué, pero después de 200 años, nuevamente, se sintió como un hombre de sangre caliente.