Capítulo 49. Las tres bestias de gaia.

En Melromarc Hiro estaba de pie sobre el castillo, sus ojos no eran sus típicos ojos negros, sus ojos eran de color rojo con la esclerótica roja.

La razón de esto fue el despertar de la tortuga negra, hizo que los pecados del mundo vibraran haciendo que tanto Fou como el despertaran su instinto de convertir el mundo en el mundo de acero.

Claro las dos bestias se intentaron tranquilizar, mientras se quedaban quietos, pues un movimiento en falso y Hiro perdería el control.

Pero lo más peligroso seria el primate murder, que iría a cada reino eliminándolos de un solo golpe.

Pero la onda de energía de la tortuga negra era como el canto de una sirena para ellos dos, incitándolos a despertar y convertirse en parte de la diversión.

Hiro hablo con la reina y le conto lo que pasaba, los tres héroes que habían escuchado esto sonrieron mientras querían ir, pero sin sus armas era inútil, pero contra todo pronóstico Hiro les regreso sus armas para que fueran.

El mirando a la reina le dijo que lo mejor es que no se acerque a la tortuga, pues actualmente en su estado perderá el control y tendrá a tres bestias de gaia destruyendo el mundo completamente.

También Hiro le pidió ayuda a Fitora, para que contuviera a la bestia, así Hiro se quedó ahí, también hubo un pequeño incidente, Kiel la amiga de Raphtalia había llegado a la ciudad.

Ella era una chica muy hiperactiva y causando que fuera un poco molesta, pero Hiro la hizo entrenar con la anciana un poco, también le ayudo a controlar un poco el senjutsu para que se calme y entrene, entonces le permitirá luchar junto a su amiga.

-dime Fou ¿puedes resistir un poco más?-

Pregunto Hiro a Fou que estaba en su hombro, la pequeña ardilla asintió y solo soltó su típico gruñido.

-sí, también lo siento y es un poco molesto si esos tres idiotas pueden hacer algo, entonces no necesitare volverme loco.-

Dijo mientras mantiene a VI tranquilo dentro de él, de hecho VI también se está esforzando para no volverse loco.

La razón es que el bastardo que ha roto el sello de la tortuga negra, es quien está haciendo el canto de sirena para ellos.

Y la idea de ser controlados así es una molestia para ambos, solo eliminando la fuente de ese pulso entonces Hiro podrá moverse.

Aun así Hiro sabe que esos tres serán derrotados, pero eso no quita de que dejo unas bestias parásitos para gravar todo lo que les pase.

Pero Hiro no podía dejar este lugar desprotegido, así que tuvo que hacer algo, sacando tres cartas dijo.

-supongo que las llamare.-

Dejando caer las cartas, tres niñas aparecieron, dos de ellas usaban un traje de chica mágica, uno rosa y otro azul, junto a ellas una niña que usaba una ropa roja con una armadura negra apareció.

-Illya, Miyu y Chloe.-

Dijo Hiro mientras miraba a las tres niñas, las tres miraron a Hiro y se sorprendieron al ver a la bestia del apocalipsis y al primate murder ahí de pie.

-¿planeas eliminar el mundo?-

Pregunto Chloe, Hiro rio y dijo.

-no pequeña niña, de hecho estoy conteniéndome al igual que Fou, pero tengo un problema más grande.-

Dijo mientras las miraba, les conto el lugar donde estaban, las tres niñas se sorprendieron al saber que estaban en otro mundo.

-entonces ¿Onii-san necesita nuestra ayuda?-

Pregunto Illya, Hiro asintió y dijo.

-sí, quiero que vayan con mis compañeras para ayudarles a proteger el mundo y si hay un momento en que me salga de control, usen la lanza rhongomyniad y me eliminen.-

Dijo sacando la carta Lancer de la diosa Rhongomynaid, las tres niñas asintieron y fueron a buscar a Raphtalia y las demás, mientras Hiro se quedó de pie ahí sosteniendo a VI y a Fou.

Mientras Hiro se preparaba para la batalla, mandando a Raphtalia y las demás a resguardar los pueblos, el trio de idiotas iban volando hacia su objetivo, la tortuga negra.

-Motoyasu-sama ¿Qué sabe de la bestia?-

Pregunto la perra mientras cabalgaba un dragón terrestre, Motoyasu la miro y dijo.

-la tortuga negra es un jefe que estará en su máximo cuando pase la sexta ola, actualmente estamos en un buen momento si la liberamos podre eliminarla.-

Dijo con total confianza, Hiro los mantenía vigilados y escucho toda la información de Motoyasu, Itsuki y Ren.

Los tres decían cosas iguales, pero Hiro sabía que el poder de esa maldita tortuga era aun mayor a eso.

Mientras en la tortuga negra, un hombre con lentes y un libro en sus manos sonreía, él estaba en lo que parecía una cueva, pero en ella un gran corazón estaba latiendo.

-espera, dentro de poco podrás comenzar a reunir la energía para mi.-

Dijo mientras sonreía, él era el usuario del arma vasalla del libro, Kyo es una persona del mundo al otro lado del ola, más en concreto el mundo de donde viene L'arc y Glass.

Hiro sabía de este bastardo desde hace tiempo y había estado buscándolo en todos los reinos, pero el bastardo había logrado esconderse de las bestias rastreadoras que había mandado.

Hiro piensa que hay algo que evita que Hiro pueda localizarlos, no sabe si es la voluntad de los mundos o algo más, pero es un poco molesto.

Pues sus bestias buscan firmas de energía vital en su mayor parte, pues la energía de vida de una persona difiere de una a otra, por lo que Hiro usa eso para localizar lo que busca.

De hecho Kyo se había dado cuenta de que alguien estaba vigilando así que uso un método para esconder incluso su aliento, la cual fue la razón por la que no pudo localizarlo.

Mientras Kyo sonreía y esperaba a reunir suficiente energía de este mundo, Hiro estaba usando su conexión con VI para contaminar tanto como sea posible la energía absorbida por la tortuga negra.

La razón, simple al contaminar la energía con los pecados del mundo, cuando Kyo use la energía de la tortuga este será invadido de la locura de los pecados, si Hiro tiene razón podrá convertir a Kyo en algo parecido a una pseudo bestia de gaia.

La cual será eliminada con la lanza rhongomynaid ese era el plan de Hiro, sino entonces no le importara usar su verdadero poder aun si su alma se desintegra.

Aun así Hiro no quería llegar a ese extremo, prefiere usar mejor el despertar de la bestia que usar su poder, al menos puede recuperar la vitalidad quemada con Emerald.

Mientras eso pasaba, cerca del reino Reiki Motoyasu, Ren e Itsuki habían llegado a los diferentes sellos para romperlos y así luchar contra la bestia.

Hiro estaba viendo todo desde el reino de Melromarc, un grupo de caballeros negros habían llegado, también había algunos del grupo de Hassan.

-maestro, hemos traído las bestias parasitarias.-

Dijo uno del Hassan-i-sabban, Hiro asintió y tomo la bestia de clase parasito, Kuro la absorbió y comenzó a analizarla.

Aun en su estado actual Hiro no desperdició la oportunidad de obtener el poder que esta tortuga tiene.

El control de seres, usando parásitos la tortuga negra puede controlar personas o monstruos, volviéndolos sus familiares.

Hiro quería esa capacidad para crear parásitos para controlar ya sea de forma temporal o permanente a sus enemigos… bueno también a algunas mujeres si se ponían difíciles.

Pero eso ultimo lo dejo para sus deseos más profundos, aun así el deseo de aniquilación era demasiado, el deseo de traer el mundo de acero a este lugar era algo que nacía cada segundo dentro de él y de Fou.

Hiro estaba furioso, cada segundo que pasaba era una posibilidad de que la bestia VI tomara el control y convirtiera este mundo en el mundo de acero.

En otro lugar, cercas del reino Reiki, Motoyasu libero el primer sello, un gran pilar de luz podía ser visto, en segundos un segundo y un tercer pilar se vio.

Los sellos del a tortuga negra habían sido liberados, un terremoto sacudió al mundo, Hiro y Fou abrieron los ojos, su instinto se volvía más fuerte, los dos gruñeron al cielo, haciendo que este se volviera oscuro.

Todos en el mundo de las cuatro armas cardinales tuvieron miedo de esto, los relojes de arena se detuvieron, era como si el mundo se congelara en el tiempo.

Pues dos de las bestias del apocalipsis estaban gruñendo a los cielos, su despertar era inminente, era como si desearan ser encadenados de nuevo.

En varias partes del reino, Leónidas, Berserker, Illya, Miyu, Chloe, Raphtalia, Firo, Wyndia y Melty vieron hacia una zona, donde la oscuridad estaba más arraigada, donde el rugido lleno de odio salió.

Es el lugar donde Hiro y Fou estaban intentando contenerse, pero era como si el mundo los estuviera orillando a completar su misión, salvar el mundo sacrificando la vida en él.

-esto es peligroso.-

Dijo una joven chica de cabello plateado con un corte tipo bob, ella es Fitoria que había estado viendo esto, sintió el despertar de las dos bestias de Gaia.

Pero ella no podía dañar a Hiro, pues era uno de los héroes cardinales, mientras ella miraba esto quería ir pero una ola la estaba deteniendo, como una de las guardianas de este mundo tenía que proteger el mundo.

Mientras sobre el castillo melromarc todos tenían miedo, el aura de odio y muerte salía desde lo más alto donde Hiro y Fou estaban.

Los dos seguían rugiendo al cielo, como si fuera un canto para su despertar, en el cielo se podía ver una enorme bestia de siete cabezas.

Cada cabeza en la bestia era diferente, león, tigre, dragón, buey, toro, lobo y simio, en sus cabezas se podían ver un cuerno y diez coronas flotando sobre sus cabezas.

Al lado de la sombra de la bestia, se podía ver otra, pero este era una gran bestia diferente, como un lobo gigantesco.

Ambos estaban gruñendo, pero no era de odio o ira, sino dolor ambas bestias estaban sufriendo, algo las hacia sufrir.

En sus ojos lagrimas se podían ver, todos los que veían esas lagrimas no sabían que sentir, aun con el poder que sentían de esas dos bestias ambas estaban sufriendo.

-¿Qué está pasando?-

Pregunto Melty mientras miraba eso, pero ninguna de las chicas que estaban con ellas sabían la respuesta.

Pero en un momento un hombre con una túnica blanca apareció.

-vaya, no esperaba que el asesino de primates y la bestia del apocalipsis sufrieran por contenerse.-

Todas las chicas miraron al hombre, ninguna sabía quién era, este se quitó su capa y vieron a un joven de hermosa apariencia, su cabello blanco y ojos azules eran encantadores.

-un gusto en conocerlas niñas de este mundo, soy Merlín uno de los grandes servant.-

Miyu, Illya y Chloe se asombraron, el mago de la época artúrica de su mundo estaba aquí, Raphtalia miro al hombre y pregunto.

-¿Qué le pasa a Hiro-sama?-

Merlín sonrió dijo.

-es el llamado contaminado de esa tortuga que se haya en aquella dirección, está haciendo sufrir a ambas bestias, pues llora para que alguien lo detenga, pero las dos bestias no quieren dañarlo.-

Todas miraron en dirección a Hiro, solo podían ver como las dos bestias se contenían y lloraban a los cielos, lo cual ocasionaba el cambio del clima.

-es una lástima, esos tres héroes ya han sido derrotados y la bestia se ha liberado.-

Dijo merlín con pesar, Raphtalia miro a Merlín y tomándolo de la mano dijo.

-rápido, hay que ir al reino para hablar con…-

Pero fue inútil, dos sombras volaron en dirección a la tortuga, las chicas que miraron esto estaban asustadas, pues las dos sombras son VI y IV que habían despertado.

Las dos bestias que traerán el mundo de acero a este mundo estaban sueltas.

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gracias a todos los que han leido mi historia, la verdad me ha sorprendido mucho la buena recepcion de ustedes los lectores, les agradesco mucho su apoyo con esta serie, de cualquier forma seguire escribiendo sobre Hiro y su aventura en el mundo de Tate no Yuusha.