Ira por ser una vez más impotente e inútil. Ira por ser enviado lejos como un niño mientras su hijo luchaba hasta la muerte por esos estúpidos campos y casa Raaz había llorado durante meses para recuperarlos.
Empujar a Frey y Filia fue lo más difícil que Vastor había hecho en toda su vida. Cada vez que se aferraban a él de nuevo, su determinación flaqueaba. Sin embargo, con cada lágrima que derramaban, volvía a crecer fuerte.
—Soy una reliquia del pasado. Debo asegurarles un futuro digno de vivir.— Pensó mientras los confiaba a Zinya.
—¿Realmente tienes que irte?— Elina se sentía morir por dentro, pero se mantuvo fuerte.
No era la primera vez que Lith arriesgaba su vida, pero era la primera vez que ella estaba dolorosamente consciente de que él podría no regresar a ella. Incluso cuando los Reales lo enviaron a recapturar ciudades en el pasado, la retirada siempre era una opción.
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