Crisol

—¿Hace cosquillas? —Lith repitió sus palabras.

—¿Quieres decir que realmente puedes sentir mi toque?

Solus se congeló por un segundo, la repentina realización la abrumó.

—¡Puedo! Por mi creador, puedo sentirlo. ¡No soy solo un pedazo de roca!

Comenzó a moverse por toda la habitación pasando por las paredes, el techo y los muebles de las habitaciones, incluso saliendo afuera antes de regresar con Lith.

—Es extraño. No siento nada al tocar algo dentro de la torre ni objetos externos, parece funcionar solo contigo.

—Quizás es porque esta nueva forma tuya todavía es demasiado débil. Recuerda que compartimos un enlace de cuerpo y mente que hace única nuestra interacción.

La mecha se movió frente a Lith, tocando su frente.

—Tienes razón —Ella dijo.

—Es un poco débil, pero según tus recuerdos, esta debería ser la sensación de las pieles tocando. También puedo sentir tu calor. ¿Y tú?

A Lith le llevó un tiempo darse cuenta de que, aunque pequeña, la mecha emitía un ligero calor.