¿Y si resultas ser un gato muerto?

—El dinero no es un problema, pero no pienses que soy un tonto —dijo Jonathan.

—Eh, la honestidad también es esencial en nuestro trabajo. No quiero ser asesinado en medio de la noche. Es mejor hacer amigos que enemigos. Por eso necesito aclarar las reglas aquí, y tú puedes decidir si proceder o no —respondió el médico.

—¿Y el pago? ¿Es en oro o en moneda digital? —Jonathan lo estudió.

—Mitad y mitad —dijo el médico—. El oro es difícil de gastar y la moneda digital se transfiere a una cuenta personal anónima.

—Necesito asegurarme de que eres capaz de realizar esta cirugía —Jonathan declaró.

—Ah, debes tener una condición especial —rió el médico.

Se levantó de su silla, se paseó hasta la entrada de la clínica y colgó un cartel de "Cerrado" en la puerta antes de bajar la puerta enrollable.

—Ahora que estamos solos, suéltalo. Dime sobre tu condición, y te diagnosticaré y luego decidiré si realizar o no la cirugía —dijo el médico con una sonrisa.