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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Tranh châm biếm
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Mundo Shinobi - Virtud - 242

Una vez que Kain se pudo recomponer del golpe en las costillas, caminaron hasta la habitación de Mito y recostaron a Nawaki. Con las remodelaciones que le exigió Mito a Hiruzen, la casa tomó la forma de una U y gracias las habitaciones extras, Mito pudo darle una habitación en el ala derecha a Tsunade. Esta última creía que era porque era la princesa de la nación del Fuego, pero la realidad era que Mito estaba llegando a su límite. Por otro lado, Nagisa y Kiyomi también tuvieron su propia habitación mientras Tsubaki podía dormir por su cuenta.

Del ala izquierdo de la casa estaba la habitación de Naomi que ahora estaba en la capital negociando en compañía de Kasumi, Mursaki y Okita. Después venía la habitación de Rei, frente a la de Naomi y varias habitaciones vacías para huéspedes, que hasta el momento no habían llegado. Por último, la habitación de Kain estaba en el extremo izquierdo y bien alejado de las otras habitaciones, por motivos de seguridad. Una, porque Kain a veces compartía su cama con Mito y preferían guardar eso en secreto. Los viejos lo hubieran podido entender porque venían de esa época en que los sensei pedían favores a sus discípulos, pero la gente joven de seguro se escandalizaría.

Por otro lado, estaba un pequeño laboratorio para que Kain trabajara con cosas inofensivas y pudiera colocar las estanterías con libros de Hashirama bajo resguardo. Kain había sido quisquilloso con los libros más que con cualquier otra cosa y había puesto un centenar de sellos para generar una barrera protectora.

Una vez que Kain recostó a Nawaki en su pequeño futon con una cabecera con dibujos de gatos (cortesía de Mito), el pequeño lo siguió reteniendo de las ropas y Kain no tuvo de otra que acostarse de su lado. Mito los arropo a ambos y se quedaron dormidos.

Kain se despertó a las doce de la noche, cuando el pequeño por fin lo soltó. Estaba todo oscuro, pero Kain podía diferenciar siluetas y vio a su sensei durmiendo en un futon a dos metros de Nawaki.

Kain se apartó de Nawaki, tratando de no despertarlo y se movió en silencio hasta la puerta. Empujo la puerta para moverla, pero escucho el movimiento de las ropas. Kain se volteó esperando que no fuera el pequeño, pero en realidad era Mito.

—¿Se durmió?— susurro Mito medio dormida

—Sí, sensei— susurro Kain de vuelta —está completamente dormido. Buenas noches, sensei—

—Buenas noches, Kain, que descanses—

—Sí—

Entonces Kain salió de la habitación y miró un pasillo oscuro, solo iluminado por la luz que entraba a través del papel de las puertas de correderas. Avanzó por el pasillo, pasando por al lado de la habitación de Kiyomi y Nagisa, después el comedor y la cocina, después la habitación de Tsubaki y dos habitaciones de reuniones. Llego al cruce con el pasillo que cortaba la casa en vertical. Cruzo al pasillo del frente, escuchando como crujían las tablas con cada pisada. A la izquierda del pasillo estaba la habitación de Naomi que ahora estaba en la capital y a la derecha estaba la habitación de Rei. Después venía su antigua habitación que ahora estaba vacía y al frente la habitación que antes ocupaban su abuela y madre.

Kain siguió avanzando por el pasillo hasta doblar a la derecha y llegar a una puerta de corredera. Hizo un sello de tigre con la mano derecha y un pestillo en la parte superior e inferior de la puerta se soltó. Entonces Kain abrió la puerta, cruzo el dintel y cerró la puerta por detrás de él. Entonces se activó el pestillo de la puerta, imposibilitando que se abriera y todo quedó en la más absoluta oscuridad, ya que, a diferencia del resto de la casa, aquí solo había paredes solidas. Kain activo su sharingan hasta el segundo tomoe para ver en la oscuridad y se acercó a una caja que sobresalía de la pared derecha, la abrió y coloco su mano encima de una placa de metal de chakra. Entonces Kain canalizo una vigésima parte de todo su chakra que fluyo a través de la placa de metal, lo absorbió y alimento sellos Uzumaki tallados en la superficie. Eso a su vez llevo energía a los focos en el techo, iluminando la gran habitación y activando la ventilación.

Las paredes tenían una textura suave y liza, pintada de blanco mientras el piso tenía el color de la madera, pero con una textura plástica y fácil de limpiar. A la izquierda de Kain había una gran cama de dos plazas con un velador a cada lado. El closet estaba apegado en una muralla a la izquierda de la cama. Del lado derecho había una puerta que conducía al baño.

Dos metros por delante de la cama había dos estantes puestos de espaldas, con una superficie liza de madera café oscura a modo de separación. Cada estante media cinco metros de ancho y un metro y medio de altura. Entre el estante de la izquierda y la derecha había un espacio de tres metros de ancho a modo de pasillo.

Kain avanzó mirando su cama con una colcha blanca como la nieve mientras recordaba algunos buenos momentos. Siguió avanzando, paso por entremedio de los estantes y se encontró con una larga mesa en el medio y más estantes con libros apegados a las paredes. Sobre la mesa tenía puestos los libros de referencia del jinton ejercido por Mu y Onoki. Lo cual no era bueno ya que mañana tenía que ayudar a Kiyomi y Nagisa y eso no era lectura para personas tan inocentes. Así que Kain tomo los libros, los apilo y guardo en un sello de papel para almacenarlos. Después fue al fondo de la habitación donde tenía un pequeño laboratorio para trabajar el mineral de chakra. La mesa en U estaba apegado a las paredes. Por debajo había cajoneras de madera. Kain se fue a la derecha, por debajo de la mesa y movió una cajonera con ruedas a la izquierda. Después levantó una trampilla de un metro por un metro y quedo a la vista la tapa metálica de una caja fuerte. Esta caja no tenía diales ni manillas, solo un pequeño cuadrado en el centro donde debías introducir chakra del tipo madera para poder abrirla. Kain puso su dedo, introdujo el chakra y al instante siguiente sonó un pequeño clic y la puerta se levantó un centímetro. Kain metió sus dedos por la hendidura y levantó la puerta. Entonces desvelo en su interior una serie de libros peligrosos y minerales como la titanita centellante, mineral de chakra y otros conductores de energía.

Kain guardo el libro y aprovecho de guardar el pergamino que le entrego Sasuke Sarutobi. Después cerró la puerta de la caja fuerte y bajo la trampilla. Movió la cajonera con ruedas y la puso encima de la trampilla. Nadie se metía en su habitación a menos que fuera Mito, así que a menos que alguien atacara las paredes con la fuerza de un jutsu de clase A, nadie podría robar sus cosas. Kain se alejó y camino de vuelta, pasando por al lado de los estantes y mirando cada uno de ellos llenos con los libros que heredó de su tío. Todos eran precioso conocimiento y un recuerdo invaluable, lo que le hizo a Kain replantearse donde guardarlos.

Kain volvió al principio de la habitación y se acercó al closet. Dejo el haori en una percha sonriendo al saber que no era tela común y corriente, cortesía de su último avance con las arañas de tierra. Bueno, ahora se podrían llamar arañas de titanita centellante. Cuando le mostro su haori a Akane, ella se volvió loca con la sensación del tacto y lo poderoso y resistente que era el material. Sin embargo, el mundo no estaba preparado para esto. Kain se dio la vuelta, vio toda su habitación iluminada por cables ocultos dentro de tuberías en el entretecho y placas de mineral de chakra. Entonces pensó que el mundo no estaba preparado para nada de esto. Sonrió con soberbia, se fue a su cama, se acostó bajo las suaves sabanas y pensó en lo agradable que se sentía. Tener seda sin restricciones y poder procesarla tenía grandes ventajas.

—Luces— dijo Kain y el circuido de sellos Uzumaki hecho sobre la placa de mineral de chakra hizo su trabajo y apago la luz, dejando todo en perfecta oscuridad. Por un momento Kain pensó que sería buena idea colocar ventanas en el techo y poder mirar al cielo nocturno, pero considerando lo curioso que estaban los anbus por meterse a la casa, no era apropiado.

Entonces Kain relajo su mente y su cuerpo hasta dormirse.

—Kain-sama— escucho Kain al otro día

—Kain-sama, es hora de que se despierte— continúo diciendo alguien

Kain se despertó en su cama, bostezo y dijo —luces— entonces toda la habitación se ilumino. Él se levantó, fue a buscar un kimono y después se acercó a la puerta. Una vez que la abrió, vio a Tsubaki vestida con un kimono verde pasto, pero a pesar del color apagado, sus hermosos ojos esmeralda y vibrante cabello rojo resaltaban demasiado.

Kain sonrió y le dijo —buenos días, Tsubaki—

—Buenos días, Kain-sama— respondió Tsubaki sonriendo, mirando a Kain con el kimono semi abierto y dejando ver su pectoral y abdominales, demasiado sensuales para una joven viuda.

—¿Qué puedo hacer por ti?—

—Bueno, hoy es día de que Kain-sama ayude a Nagisa y Kiyomi con sus estudios de sellado—

—¿Tu no quieres aprender?—

—Bueno— respondió Tsubaki agachando la mirada y con una expresión avergonzada —es un poco tarde, estoy vieja y pienso que puedo ser solo un dolor de cabeza para usted—

—Siempre tengo tiempo para los amigos, créeme, tengo mucha más paciencia que sensei—

Tsubaki estaba demasiado consciente de Kain, así que miró hacia un lado y contesto —no es eso, solo, bueno, será mejor que vaya a preparar las cosas—

—No hay problema, Tsubaki— dijo Kain al verla darse la vuelta y mirar sus anchas caderas —dime si quieres aprender, no hay problema—

—Lo entiendo— dijo Tsubaki volteando su rostro y sonriendo con naturalidad, siguió a avanzando y por despistarse, al momento de mirar hacia adelante, choco con una viga de madera. Entonces cayó sentada en el suelo y se llevó las manos a la cara.

—Déjame ayudarte, Tsubaki— dijo Kain, se acercó y le apartó las manos de la cara. Ella tenía un moretón en su ceja derecha. Kain llevó su mano sobre el moretón y de forma natural y sin ningún esfuerzo, manifestó el chakra de tipo madera. El moretón se desvaneció de inmediato mientras Tsubaki miraba a Kain y se quedaba perdida en esos ojos azules tan intensos.

—Listo— dijo Kain

Lo cual saco a Tsubaki de su estupor y se puso roja desde el cuello a las orejas. Ella apoyo sus manos en el piso y se empujó para levantarse, perdió el equilibrio y cayó hacia adelante, empujando a Kain al suelo. Su rostro solo quedó a unos centímetros del de Kain mientras ella se volvía más consciente de lo hermoso que era y él recordaba la gran sensación de los senos de Tsubaki. Como siempre, ella podía abarcar toda la superficie sobre su pecho desde la clavícula hasta la parte baja de las costillas.

—Perdón— susurro Tsubaki mirándolo a los ojos

—No hay problema, Tsubaki lo hizo sin querer— respondió Kain, la tomo por las caderas haciendo a Tsubaki dar un respingo, pero después cuando sintió el firme agarre solo pudo mirar a Kain a los ojos. Entonces ella, sin darse cuenta, quedó sentada sobre Kain mientras él la tomaba de las caderas, muy apegados. Kain, a solo unos centímetros de tocar su boca con la de ella, le dijo —Tsubaki ya se puede poner de pie—

—Perdón, Kain-sama— dijo Tsubaki, más roja y avergonzada que nunca, se puso de pie y después le tendió una mano para que él se pudiera poner de pie. Entonces los dos de nuevo se quedaron mirando a unos centímetros del otro, ella lo miraba con deseo, pero al final, agacho la mirada y dijo —lo siento, Kain-sama, iré a ver a Kiyomi y Nagisa—

Tsubaki quiso escapar por la izquierda, pero Kain la tomo del brazo, ella lo miró y vio como él se acercó para besarla mientras sentía que el corazón palpitaba como un tambor. Entonces Kain la beso en los labios, con un pequeño toque inocente y cariñoso. Ella se colgó de su cuello y lo beso con intensidad mientras Kain le seguía el ritmo.