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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Tranh châm biếm
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Mundo Shinobi - Señores de la guerra - 428 - Nsfw

Kain estaba en su habitación, sentado en el borde de la cama mientras sostenía en su mano derecha un habano y una copa de wiski en la mano izquierda. Tenía el torso desnudo, de aspecto esbelto, músculos marcados del tipo atlético. El cabello blanco peinado hacia atrás, los ojos azules, la nariz simétrica, la boca grande con labios gruesos.

Kain le dio una calada a su habano mientras esperaba a Tsubaki, quien estaba en el baño dándose una ducha y colocándose la ropa interior que él le había preparado. Kain exhalo el humo y acercó su vaso con wiski. Al inclinar el vaso, los cubos de hielo en su interior chocaron. Kain le dio un sorbo y apartó el vaso.

La manilla de la puerta giro, sonó un suave clic y la puerta se abrió. Entonces Tsubaki se asomó. Ella iba descalza, primero su pie derecho, su pierna y la siguió su cuerpo. Ella cerró la puerta y se detuvo delante de la puerta. Llevaba el cabello rojo suelto, peinado y liso, enmarcado su rostro. Lo que más destacaba eran sus ojos verdes con un brillo tímido. Llevaba puesto una bata de seda fucsia que le llegaba hasta un poco más abajo del trasero. Sus piernas se veían bonitas, llenas a la altura de los muslos. La piel clara. Bajo la bata se traslucía un conjunto de ropa interior color magenta.

Tsubaki camino mientras miraba con cierta timidez. Llego delante de él y se detuvo.

Kain se movió hacia la derecha, con dirección al velador. Dejo el habano en el cenicero y el vaso sobre el velador. Después volvió a donde estaba sentado. Miró a Tsubaki a los ojos y sonrió de forma astuta.

Al mismo tiempo, Tsubaki se mordió el labio inferior y llevó sus manos a la bata de seda. Soltó la amarra y dejo ver la ropa interior. Tenía un bonito color magenta, de apariencia sedosa y fina.

Kain quedó mirando a Tsubaki, levantó su mano derecha y le hizo el gesto con el dedo índice para que ella se acercara. Tsubaki se relamió los labios y se acercó. Ella quedó a un par de centímetros de Kain. Este último acercó su rostro y le beso el estómago mientras la miraba hacia arriba. Tsubaki tirito y movió sus piernas en un gesto nervioso. Kain le lamió el estómago y fue haciendo todo el camino al ombligo, lo lamió, dibujo el contorno, después bajo cerca del vientre. Tsubaki soltó una exhalación caliente y froto sus muslos.

Kain apartó su rostro, apoyo sus manos en la cama. Sonrió confiado y le dijo —quítate la bata—

Tsubaki se mordió el labio inferior, llevó sus manos a la altura de los hombros y se abrió la bata. La tela fucsia se deslizo con suavidad y cayó al suelo. Entonces sus senos quedaron a la vista envueltos en un sostén que pudiera contener toda esa carne.

Tsubaki no era shinobi, nunca lo fue, así que su cuerpo era blandito.

Kain miró a Tsubaki de los pies a la cabeza. Tsubaki parecía bastante nerviosa. Kain sonrió y le dijo —date la vuelta—

—Kain-sama— dijo Tsubaki

Kain soltó una risita, se puso de pie y le tomo las manos. Ellos se miraron, Kain acercó su rostro y la beso mientras sus manos se deslizaban a los brazos. Tsubaki estiro sus manos al abdomen y lo acaricio. Kain apartó su boca y le dijo —no hay problema— acercó su rostro y le dio un pequeño beso. Tsubaki lo respondió y se aferró a la cintura de Kain. Ella paso sus manos acariciando su cuerpo. Kain llevó sus manos de los brazos a los hombros y después bajo hasta el codo con suavidad. Kain apartó su boca, la acercó al oído de Tsubaki y le susurro —ya he visto todas tus partes, he besado cada parte de tu cuerpo— le dio un beso en la mandíbula, después en el cuello y volvió al oído para continuar —todo esto es mío—

Kain la miró a los ojos.

Tsubaki lo quedó mirando a los labios, le dio un pequeño beso, le succiono el labio inferior y apartó su rostro.

Kain se sentó en la cama y Tsubaki se dio la vuelta como Kain se lo pidió.

Kain sonrió admirando el trasero de Tsubaki, por supuesto, no era perfecto. Tsubaki no era shinobi, pero era un trasero grande y redondo. El hilo de la ropa interior se metía entremedio de las nalgas. Kain estiro sus manos y las paso con suavidad.

—Kain-sama— dijo Tsubaki al sentir el tacto sobre su trasero

—Solo estoy revisando el contenido ¿Es incomodo el hilo?— preguntó Kain

—No, apenas se siente— dijo Tsubaki

Kain sonrió con tranquilidad, llevó su mano a la otra nalga y la acaricio por encima, con suavidad, como si moldeara el trasero. Él acercó su rostro a la nalga derecha, le dio un suave beso.

—Kain-sama— susurro Tsubaki con las manos cerradas de lo tensa que se sentía

Kain continuo, le dio un chupetón y después le dio un leve mordisco.

—¡Kya!— grito Tsubaki y se apartó. Ella se dio vuelta, se tapó el trasero con las manos y le dio una mirada de reproche.

Kain levantó las manos en señal de rendición mientras sonreía —no es mi culpa— dijo

Tsubaki frunció el ceño, Kain se puso de pie y le tendió la mano. Tsubaki estaba enojada, pero estiro su mano y la tomo. Kain la acercó a él y la quedó mirando a los ojos. Tsubaki lo miraba a los ojos, acercó su rostro y le dio un pequeño beso. Kain lo correspondió con uno más largó y le acaricio los brazos. Tsubaki deslizo sus manos hacia arriba por el pecho y se colgó del cuello de Kain. Ella le dio un beso detrás de otro.

Kain deslizo sus manos de los brazos a las caderas, las acaricio por unos segundos y después las volvió a deslizar a las nalgas. Sus manos no daban abasto para agarrar el trasero de Tsubaki. Era suave, grande y blandito. Kain lo amaso con fuerza y lo pellizco. Kain apartó su boca de la de Tsubaki y la miró a los ojos. Ella lo miraba con lujuria, sus ojos estaban enfocados en la boca de Kain. Lo quería besar tan mal que acercó de nuevo su boca y lo continúo besando. Ella llevó su mano al jeans y la deslizo al interior. Ella lo comenzó a estimular y cuando lo sintió duro, lo dejo de besar y lo miró a los ojos.

—Ven— dijo Kain, interrumpiendo a Tsubaki antes de que ella propusiera algo.

Kain llevó a Tsubaki a la cama e hizo que ella se subiera —muéstrame tu cola— dijo

—Nada, nada de mordiscos— dijo Tsubaki con preocupación

—¿No te gusta?—

Tsubaki se puso roja, pero no respondió. Kain soltó una risita, se subió a la cama, hizo que ella se recostara y la beso. Kain llevó su mano a la entrepierna, paso sus dedos por encima de la ropa interior. Tsubaki lo besaba y jadeaba, cuando Kain tocaba un lugar que le gustaba, soltaba un gemido.

—Ven, vamos, muéstrame tu trasero— dijo Kain, la quedó mirando a los ojos y Tsubaki asintió.

Kain se apartó de la cama.

Tsubaki le dio la espalda, miró hacia atrás con vergüenza. Era cierto que Kain había besado cada parte de su cuerpo, pero era con la luz apagada. La luz encendida se sentía bastante vergonzoso.

—Vamos, Tsubaki, me gusta tu cuerpo, es hermoso, no lo escondas— dijo Kain

—Kain-sama— dijo Tsubaki, se puso en cuatro patas y le mostro su trasero.

Kain se acercó, era un trasero grande y gordo, lujurioso. Kain llevo su mano a los muslos y Tsubaki miraba hacia atrás lo que él estaba haciendo. Kain hizo su camino desde el muslo a la nalga, las acaricio por encima, las masajeo y las abrió. Entonces él pudo ver el hilo perdido entre las nalgas y un pequeño ano de color rosa. Kain cerró las nalgas y las continúo amasando, le dio un beso detrás de otro y cuando vio que Tsubaki lo miraba con cierta lujuria, le dio una ligera mordida. Esta vez, Tsubaki no grito, sino que soltó un gemido. Kain siguió masajeando el trasero, le dio un par de besos y tomo la ropa interior y la retiro con cuidado. Entonces quedó expuesto el trasero y más abajo, la carne gordita dividida a la mitad. El ano quedaba oculto entre las nalgas.

Kain acercó su rostro y le beso la cola. Fue bajando hasta las nalgas, las abrió y acercó su rostro. Entonces dibujo un círculo alrededor del ano, poco a poco acercándose hasta llegar al centro, empujando con su lengua, pero nunca penetrando. Kain sostuvo la nalga izquierda con su mano, apartó su rostro y acercó su mano derecha a la boca. Deposito toda la saliva que pudo en su mano derecha y después la llevó a la vagina. Entonces siguió estimulando el ano y la vagina al mismo tiempo.

Tsubaki cerró sus ojos y cerró sus piernas mientras sentía la sensación en su ano y vagina. Kain le pasaba su lengua presionando el ano mientras sus dedos buscaban el clítoris. Tsubaki abrió sus piernas y recostó su parte superior de su cuerpo sobre la cama mientras apoyaba sus manos para no aplastar sus senos. Kain continuo y Tsubaki soltó un fuerte gemido mientras sentía que su corazón latía rápido.

—Kain-sama, Tsubaki quiere a Kain-sama— dijo Tsubaki, ella estiro su brazo derecho hacia atrás como si quisiera alcanzar a Kain.

Kain se detuvo, se subió a la cama y se recostó al lado de Tsubaki. Esta última bajo su trasero mientras respiraba con dificultad. Ella giro su rostro a la izquierda, vio a Kain. Lo deseaba tanto. Sin embargo, Kain se acercó y le susurro al oído —déjame ayudarte, acuéstate boca arriba— dijo

Tsubaki se trató de dar vuelta, Kain la ayudo y ella quedó boca arriba. Kain se acercó y la beso. Tsubaki le toco el pecho con las manos, el cuello, la cara, le sujeto el rostro y lo beso con todas sus fuerzas.

Al mismo tiempo, Kain llevó su mano a la vagina, metió su dedo medio y anular. Entonces la continúo estimulando y presionando sus dedos contra la pared superior de la vagina. Tsubaki lo besaba con voracidad.

Kain apartó su boca y la miró a los ojos —¿Qué tal ahí?— preguntó

Tsubaki soltó un fuerte gemido y echo su cabeza para atrás. Kain la continúo estimulando, acercó su boca otra vez y la continúo besando.

Entonces Tsubaki se tensó por completo y roció la cama con algo que no era orina. La mano de Kain quedó empapada. Kain la retiro de la vagina y el líquido lo esparció por los muslos y el estómago de Tsubaki como si fuera una loción erótica. Después volvió a besar a Tsubaki, metió sus dedos otra vez y la continúo estimulando. Los gemidos de Tsubaki llenaban la habitación. Hasta que ella soltó un gemido ahogado, abrió la boca como si no pudiera contener algo y quedó tensa de pies a cabeza mientras mojaba con más liquido al mano de Kain.

Kain se quedó al lado de Tsubaki, le besaba las mejillas y los labios, le acariciaba el estómago con el mismo líquido que ella había esparcido. Tsubaki no volvía en sí, era como si estuviera en trance, pero de alguna manera buscaba la boca de Kain y cuando la encontraba, lo besaba por inercia.

—Dios— susurro Tsubaki entre jadeos y con los ojos cerrados, y de nuevo abrió la boca como si no pudiera contener algo, soltó una exhalación caliente y se quedó quieta.

Kain sentía la garganta seca, el calor en su entrepierna, la lujuria martillando sobre su conciencia y ocultándola bajo tierra.

Kain continúo besando a Tsubaki, pero aprovecho de quitarse el jeans y la ropa interior. Ella lo abrazó como pudo y él entró en ella. Estaba cálido, húmedo y resbaloso. Kain fue vigoroso en su movimiento, el choque de las caderas producía un palmoteo mientras la cama se remecía y golpeaba la pared. Kain penetraba a Tsubaki mientras la besaba y ella lo abrazaba.

Tsubaki tuvo otro de los fuertes y se aferró a Kain con tanta fuerza que le clavo los dedos en la espalda. Kain tampoco pudo esperar más y lo dejo todo en el interior de Tsubaki. Él se abrazó a ella para dejarlo todo en lo más profundo, se besaban con voracidad hasta que por fin paso la emoción del momento.

Tsubaki abrió los ojos y miraba Kain con suavidad, ella sonrió y le dio un pequeño beso. Kain lo correspondió con uno más largó y de esa manera, continuaron amándose.