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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Mundo Shinobi - Señores de la guerra - 412/Boletaria

El viento soplaba con fuerza agitando las túnicas de Naomi y Kain. Ellos estaban de pie, a la mitad de una montaña, a tres metros de una saliente. El cielo estaba semi despejado con algunas nubes blancas en el horizonte y el sol estaba en lo alto del cielo.

Bajando por la montaña llegaban a un bosque y veinte kilómetros más allá, se erguían las enormes murallas de Boletaría. La ciudad había sido construida a un lado de un extenso rio que desembocaba en el mar. Desde la periferia con dirección norte, las casas y mansiones crecían hasta llegar al gran castillo de Boletaria. Donde vivían aquellos que por la unión de la princesa de Boletaria y Dorian (hijo de Kain y Naomi/Hera) habían recibido la sangre divina de un semi dios.

Más allá del castillo se alzaban dos enormes montañas que parecían haber sido una sola en algún momento, pero fueron divididas a la mitad. El castillo de boletaría eran enorme, pero las montañas eran cinco veces más grandes.

—A cambiado y no ha cambiado— murmuro Naomi mientras el viento soplaba y mecía sus cabellos dorados y la capucha que cubría su cuerpo. Ella miraba con nostalgia al castillo en el norte de la gran ciudad, con sus grandes y puntiagudas torres que se elevaban por encima de cualquier otra construcción en la ciudad. Naomi/Hera fue una vez al castillo por solicitud de su hijo Dorian para conocer a su primer hijo. Naomi estuvo dos minutos, pero después de ver a la madre y al niño, volvió de inmediato a su torre de cristal.

—Ha cambiado objetivamente, ya no existen esos campos de tierra que rodeaban la ciudad, ni las viviendas miserables. En su lugar, fue cambiado por murallas, calles adoquinadas y poca luz para aquellos que viven en los barrios marginados— dijo Kain, por alguna razón, lo recordaba bien. Sobre todo, aquella vez que él y Naomi/Hera, habían traído a su hijo Dorian a conocer a su hermana, Flora y su esposo Aquiles. En aquella época las murallas y la zona urbana era una cuarta parte de lo que es ahora y sus murallas tenían un tercio de la altura actual.

—¿Cómo arreglamos esto?— preguntó Naomi, miró a Kain mientras el viento mecía su cabello dorado ordenado en una trenza que se arremolinaba en la parte alta de su nuca. Dos mechones dorados caían a los lados de su rostro lechoso, enmarcando sus ojos verdes. Ella era feliz hace solo unos minutos, en la mansión de la nación del Rayo, pero ahora se veía débil y emocional.

—Primero lo primero, debemos examinar lo que no está a la vista— dijo Kain, gesticulo una pequeña sonrisa, llevo su mano a la mejilla de Naomi y la acaricio con cuidado. Kain noto que Naomi tenía la piel helada. Él la atrajo hacia él y la abrazo durante un minuto. Después de eso, se apartó y le dijo —¿Puedes crear una cabaña? Algo simple y que pase desapercibido—

Naomi asintió, miró una vez más al castillo de Boletaria rodeado de la ciudad y sus murallas. Después se dio la vuelta, miró hacia atrás y vio un terreno amplio que se extendía decenas de metros con piedras, maleza y algunos árboles. Ella extendió sus hermosas manos y cerró los ojos. Entonces Naomi ocupo su poder como diosa de la creación. En tan solo un instante desapareció toda la maleza, piedra, árboles y desniveles y quedó un terreno relativamente plano. Después de eso comenzó a emerger la base de una casa como si creciera del suelo igual que una planta. Primero los postes de madera con treinta centímetros de altura por encima del nivel de suelo, después el piso, las murallas, las ventanas, el techo con sus vigas, las tejas rojas y al final, la puerta de acceso.

Kain levantó una ceja y miró a Naomi. Le había pedido una cabaña simple para pasar desapercibido, pero considerando la época y el desarrollo tecnológico de Boletaria, la cabaña que hizo Naomi era demasiado lujosa.

Naomi abrió los ojos y miró Kain. Él tenía una mirada entre perpleja e incómoda —¿Qué?— preguntó

Kain frunció los labios y dijo —no, nada, es perfecto. Nadie se dará cuenta de que alguien vive aquí ¿Verdad?—

Naomi miró la cabaña que había creado y entendió que eso había sido un sarcasmo. Ella negó con la cabeza y camino a la cabaña. Kain la siguió. Llegaron a los escalones, subieron hasta el pasillo que rodeaba la casa y caminaron hasta la puerta de madera. Naomi abrió la puerta, entró y quedó mirando a Kain —¿Vas a entrar?— preguntó

—Sí, por supuesto, solo estoy en el frontis de la cabaña, pero ya me siento invisible— dijo Kain

Naomi soltó un suspiro y le dijo —ya, pasa, deja de quejarte—

Kain avanzó y entró a la cabaña. Por dentro era acogedor y al cerrar la puerta, el viento y el frio se quedó fuera. Naomi se movió señalando el interior de la casa y adonde ella apuntaba, aparecía una comodidad como un sillón, una chimenea de piedra, una mesa, una gran alfombra y así sucesivamente.

Kain prefirió ignorar el pensamiento ostentoso de su esposa y llevó su mano derecha a la manga izquierda de su haori, por debajo de la túnica negra. Sacó un sello y camino a una zona amplia y abierta de la cabaña. Se agacho, dejo el sello en el suelo e inyecto chakra. Al instante, el sello de papel le entregó un enorme pergamino de papel de un metro de altura. Kain tomo el pergamino y lo echo a rodar. No tenía muchos sellos, pero para Kain eran importantes.

Kain miró el sello en el centro y le inyecto chakra. Del sello emergió un diamante gris del tamaño de una persona, se lo echo al hombro y salió de la cabaña.

Al mismo tiempo, Naomi noto que Kain salió de la cabaña, pero considerando que debería estarse preparando para utilizar sus juguetes, lo dejo a sus anchas. Por otro lado, ella se fue a sentar al sillón y con un chasquido de sus dedos, encendió el fuego de la chimenea. El ambiente fue más grato minuto a minuto. Ella tomo un libro y lo comenzó a leer.

Kain volvió a los cinco minutos y se acercó al enorme rollo de papel extendido en el suelo. Esta vez fue por un sello del tamaño de una cabeza. Le inyecto chakra y el sello le entrego un diamante del tamaño de una cabeza.

—¿Qué haces, Kain?— preguntó Naomi desde el sillón, ella echo su cabeza hacia atrás y miró a Kain.

—Preparando un pequeño escaneo de área para saber con lo que nos enfrentamos— dijo Kain sosteniendo el enorme diamante gris del tamaño de una cabeza en su mano. Presiono el gran ojo y emitió un brillo celeste. Kain dejo el diamante gris en el suelo, se subió la manga izquierda y mostró parte del traje oscuro y el brazalete conocido como unidad de control susano. Kain llevó su antebrazo derecho al diamante en el suelo y lo toco con el brazalete. Al instante aparecieron cuadros de dialogo en su interfaz visual señalando que el dispositivo había sido vinculado a la unidad susano.

—Pequeño Guardian, activa unidad maestro y prográmalo para realizar escaneo tomando como punto de referencia, el castillo de Boletaria—

Al instante se enlistaron procesos en un largo cuadro de dialogo y se fueron cumpliendo las condiciones. La unidad maestro (diamante gris del tamaño de una cabeza) levitó en el aire y se dirigió a la puerta.

Kain se apresuró y abrió la puerta. De lo contrario, siguiendo los protocolos, maestro destruiría lo que le impedía completar su trabajo.

La unidad maestro salió por la puerta y se elevó a los cielos perdiéndose de la vista. Su objetivo era subir un kilómetro metros por encima del nivel del suelo, tomando como punto de referencia la torre más alta del castillo de Boletaria, y realizar un pulso desde esa altura. Eso enviaría la información a la unidad pequeño Guardián (diamante del tamaño de una persona) que ahora estaba a veinte metros bajo tierra, al lado de un árbol y cuya existencia solo era comprobable porque había una enorme antena que emergía de la tierra y se apegaba al árbol para camuflarse.

Una vez que salió maestro de la cabaña, Kain volvió al pergamino extendido en el suelo de la cabaña e inyecto chakra en cuatro pequeños sellos. Eran unidades de apoyo, Akari. Los cuatro diamantes no eran más grandes que el puño de un niño, pero en sintonía con la unidad maestro, podían ir a escanear sujetos de interés o lugares especiales que fueran designados por pequeño Guardián.

Kain también acercó las cuatro unidades de apoyo, Akari, a su brazalete susano y los cuadros de dialogo en la interfaz visual señalaron que las unidades de apoyo estaban conectadas. Eso genero un nexo con pequeño Guardian y finalmente con la unidad Maestro.

Kain llevó los cuatro diamantes, abrió la puerta, salió al pasillo exterior y las cuatro unidades de apoyo se quedaron levitando.

Kain volvió al interior, miró la cabaña, esto no pasaba desapercibido con el gran sillón, el comedor de hermosa madera natural, el piso de madera lustrosa, la chimenea o la alfombra frente al sillón. Naomi estaba sentada en el sillón, con la cabeza gacha y leyendo su libro.

Kain camino al sillón, paso por delante de Naomi y se sentó a su lado.

—¿Todo bien?— preguntó Naomi

—Sí, todo bien— dijo Kain, paso su mano por encima de los hombros de Naomi y ella como un efecto reflejo, inclino su cabeza hacia un lado y se apoyó contra el pecho de Kain mientras continuaba leyendo.

Naomi tomo una profunda respiración, cerró el libro y miró a Kain. Este último noto la mirada y la miró a los ojos. Kain sonrió al ver ese rostro tan bonito, el cabello rubio y los dos mechones a los lados de su rostro. Lo ojos grandes y expresivos con un iris verde. La nariz fina y los labios color cereza.

Kain tuvo el instinto de darle un beso, pero Naomi puso el libro en sus labios y lo detuvo.

Naomi bajo el libro, lo miró a los ojos y le preguntó —¿Puede el señor decirme que fue todo eso?—

—Claro— dijo Kain con una sonrisa en los labios —hice mis preparaciones y ahora estoy procesando la información del entorno. El escaneo empezara con el mapa, distribución de las calles, tipo de personas que existen y los niveles de mana que manejan. Después comenzara un estudio de las personas que destacaron en términos de mana y las criaturas que se destaquen por ser del tipo carnívoro, tamaño y construcción muscular. Todo eso estará listo en un mes y para eso momento sabremos con exactitud donde está el peligro y que seres humanos pueden ser de interés. Aunque me gustaría tener datos más precisos y organizar a todos para conocerlos en persona. De lo contrario, nosotros tendríamos que estarlos buscando uno a uno. Así que se me ocurrió la idea de solicitarle al rey de Boletaria que realice un torneo—

—¿Y te piensas presentar delante del rey?— preguntó Naomi

—Claro ¿Por qué no? Soy la mejor opción, dudo que tú lo manejes con tranquilidad, dado tu poco gusto por las personas de este mundo—

—No odio a las personas— dijo Naomi y frunció el ceño

Kain sonrió y le dijo —ves, acabas de fruncir el ceño, te apuesto que la maravillosa diosa de la creación no podría tener una conversación con el rey de Boletaria—

—Idiota, sabes que puedo—

—Sí, claro, y después de decirle hola, lo fulminarías con tu mirada. Si ese pobre hombre no termina carbonizado o muerto de miedo, sería un milagro—

—Te estoy diciendo que puedo— protesto Naomi

Kain la miró a los ojos, ella tenía el ceño fruncido y esos hermosos ojos verdes lo miraban con reproche —ok, confiare en ti, pero por si acaso, iremos juntos— dijo

—Si lo hago bien me deberás una disculpa—

—Una que te daré con mucho gusto—

Naomi negó con la cabeza en un gesto temperamental y volvió a abrir su libro. Kain soltó una risita y le dio un beso en la sien. Naomi soltó un bufido, pero de todos modos apoyo su cabeza en el pecho de Kain y siguió leyendo.