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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Tranh châm biếm
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858 Chs

Mundo Shinobi - Mokujin CIA. - 331

El miércoles Kain se levantó a las once de la mañana. Estaba solo en su cama, parece que Mito ya se había bañado y salido a ver a Nawaki. Kain se levantó de la cama, se tomó una ducha y después de vestirse, salió de su habitación. A esta hora la casa estaba bastante tranquila. Kiyomi y Tsunade deben estar haciendo sus misiones de genin con sus equipos. Nagisa debe andar con Kaoru preparando todas las cosas para el matrimonio. Mito debe estar con Nawaki en el patio trasero entrenándolo o en su habitación, enseñándole a leer, escribir, sumar y restar. El niño era inteligente, así que Mito le exigía al mismo nivel.

Por otro lado, Rei Sarutobi, que ahora se llamaba Rei Uchiha, más conocida como Rei-chan, debía estar en su habitación. Kain se detuvo en el cruce de pasillos, delante de la puerta de la habitación de Rei —Rei-chan, soy yo— dijo

—Pase, Kain-sama— respondió Rei

Kain abrió la puerta corredera y encontró a Rei sentada en un cojín mientras leía un libro. Su habitación era tradicional y a pesar de que el televisor entretenía a gran parte de la familia, Rei estaba en contra. Casi se parecía a esos abuelos que estaban en contra de la luz eléctrica y preferían las velas. Ella estaba vestida con un kimono celeste y un haori café oscuro sobre sus hombros. Tenía el cabello castaño y liso, ordenado en un moño, el rostro ovalado, los ojos grandes con el iris azul. Diferente de las kunoichi que se esforzaban para tener la piel blanca, ella tenía la piel de durazno, bonita y limpia. Un lunar pequeño y sexy se asomaba bajo su ojo derecho.

Rei apartó la mirada del libro, miró a Kain y sonrió. Por detrás de ella, en la muralla, estaba colgado el haori blanco con el vajra y el abanico en la espalda que le gano a Kain hace un par de años. Sin embargo, lo que más destacaba en ella era su vientre abultado. Solo basto una mirada para que Kain supiera que la pequeña criatura dentro de ese estómago era temible. Ni siquiera había nacido, pero tenía la energía natural equivalente al chakra de un kage ¿Qué clase de existencias eran los sabios?

Por supuesto, Kain guardo esos pensamientos y preguntas en lo profundo de su mente. Sonrió para Rei, se acercó a ella y se detuvo a un metro. Él se sentó en seiza y miró a Rei a los ojos. Kain era un poco más alto, así que Rei tuvo que elevar su rostro para que sus ojos coincidieran.

—Buenos días, Rei-chan— dijo Kain con una hermosa sonrisa al verla sonreír —¿Puedo?—

—Claro, él es suyo y mío— dijo Rei con una hermosa sonrisa. Ella estiro su mano, Kain también estiro la suya. Rei tomo la mano de Kain y la llevo a su estómago. Entonces Kain puso sentir el calor y el movimiento del bebé dentro del estómago —Kain-sama siempre pregunta, me hace sentir solitaria—

Kain la miró y sonrió —lo hago por ti y por el bebé— dijo —no sé si te sientes bien, por otro lado, cada vez que me acercó a las madres, los bebés reaccionan como diciendo "ey, tú, no tocar, esta persona es mía"—

Rei se tapó la boca mientras soltaba una risita —eso es solo su imaginación, Kain-sama. Estoy seguro de que nuestro hijo dice "ey, papá, estoy aquí. Ya quiero salir"—

—Jajajaja, sería genial si fuera así—

—Kain-sama, en la mañana escuche a Mari-san conversar con alguien, parece que lo estaban buscando a usted— dijo Rei

Kain miró a la esquina derecha de la habitación, como si estuviera recordando la imagen de alguien y cuando recordó a una muchacha de gran estatura y cabello purpura, dijo —Aaaah ¿Fue hace mucho?—

—Sí, fue hace bastantes horas— dijo Rei con una expresión seria

—Lo siento, voy a ver algo y vuelvo de inmediato— dijo Kain

—Vaya, yo lo esperare aquí— respondió Rei

Kain se levantó y salió de la habitación. Cerró la puerta y camino al pasillo que llevaba a la salida. Se detuvo frente a la puerta corredera, la abrió y el brillo del sol oculto por las nubes lo encandilo. Kain miró al patio exterior con las plantas de hojas anchas y flores de Mito a los lados del camino. Él miró a la izquierda, Sakumo tenía la espalda y la planta del pie apoyada en la pared. Kain frunció el ceño y Sakumo se apartó de inmediato de la pared.

Kain después miró hacia adelante, vio a Mari Hatake conversando con la gran Reika Uchiha. Era veinte centímetros más alta que Mari. Así que esta última tenía que levantar su rostro para mirarla a los ojos. Reika iba vestida con las ropas negras de los shinobis de Konoha, la chaqueta táctica verde pasto y el protector en la frente. Su largo cabello purpura y liso caía por su espalda como una cascada de seda. Se veía hermosa, con la piel lechosa, el rostro en forma de corazón, los ojos almendrados y el iris purpura. Su nariz era simétrica y su boca pequeña con labios gruesos. Hermosa era un cumplido muy simple para ella.

—Hola, buenos días— dijo Kain con tranquilidad, miró a Mari y le preguntó —¿Ya se conocieron?—

Mari Hatake como encargada de los guardias de Kain que hasta el momento no sumaban más de dos (ella y Sakumo) se puso firme y respondió —sí, señor. Reika se presentó esta mañana y le hice algunas preguntas de rigor. Dijo que iba a estar acompañándolo durante la semana—

—Así es— respondió Kain —ella me va a acompañar a las zonas Vip, así que explícale como debe comportarse y los rudimentos del rubro—

—Sí, señor— respondió Mari con seriedad, a diferencia de su hijo, ella entendía la importancia de este trabajo. Por su parte, Sakumo se mantenía curioso y no paraba de echarle un ojo a Reika, pero ella ni siquiera lo miraba.

Kain miró a su amigo y entrecerró los ojos. Sakumo se puso tenso. Kain llevo su dedo índice y medio a los ojos y después apunto a Sakumo como diciéndole "te estoy vigilando". Después miró a Reika y le dijo —ven conmigo, Reika, te presentare a mi esposa. Mari tú también, ven, para que me ayudes con la vigilancia— después miró a Sakumo y le dijo —tú te quedas afuera, por mirón—

—¿Por qué?— protesto Sakumo

Kain le dio una mirada y frunció el ceño. Ambos se entendieron con eso. Sakumo era el esposo de Akane y él no tenía ese tipo de relación abierta.

Por su parte, Mari Hatake miró a su hijo y se rio por lo bajo. Ella camino hacia la casa y paso por al lado de Kain. Al mismo tiempo, Reika la siguió con un movimiento lento, torpe y mecánico. Ella paso por el lado de Kain y no pudo evitar sonreír. Kain sonrió de forma amigable y asintió, lo cual dejo cabizbaja a Reika. Ella continúo avanzando y Kain cerró la puerta. Este último se dio la vuelta y vio que Reika y Mari se quedaron de pie, a los lados del pasillo. Kain avanzó y les dijo —quítense los zapatos y vengan conmigo—

Kain avanzó y a los pocos segundos escucho los pasos de Mari y Reika siguiéndolo. Kain se detuvo frente a la puerta de Rei y la abrió. Rei todavía seguía leyendo su libro, pero se le habían cansado las piernas y ya no estaba en seiza. Ahora sus piernas estaban dobladas hacia afuera en un posición elegante y femenina.

—Rei-chan, disculpa ¿Puedo traer a Mari-san y otra persona? Ella se llama Reika, es parte de mis guardias— dijo Kain

Rei levantó su bonito rostro y sonrió —claro, quiero conocer a Reika— dijo

—¿A mí?— preguntó Reika por detrás de Kain con un tono de voz alarmado

—Sí, por favor, adelante— dijo Rei con voz suave

Kain soltó un suspiro. Lo más seguro es que estas mujeres ya se pasaron el dato entre ellas. A lo mejor ya lo sabían antes que él. Kain avanzó y se detuvo a un lado de Rei. Se agacho y se sentó en seiza.

Después entró Mari Hatake y al ver a Rei y su abultado abdomen, sonrió —hola, Rei-san—

—Hola, tía ¿Cómo está?— preguntó Rei

—Bien, aquí, cuidando de tu marido—

—Muchas gracias por sus cuidados—

—Es un honor para mí— respondió Mari

—Por favor, tome asiento—

—No puedo, en estos momentos estoy trabajando. En otro momento nos reunimos a tomar té—

—Como guste— dijo Rei, después miró a la gran Reika —vaya, no esperaba que fueras tan grande—

Reika se ruborizo, curvo los labios en una pequeña sonrisa y agacho la cabeza.

—No lo digo para que te sientas mal, es solo que es una sorpresa. En esta casa el único alto es Kain-sama y parece que va a seguir creciendo—

—No es algo malo— respondió Kain, llevo su mano derecha a la manga de su haori y sacó un papel de sello. Después busco la pequeña mesa de shogi con treinta centímetros de altura y la ocupo de mesa. Entonces tomo el sello, lo coloco encima de la mesa y canalizo chakra del alma para sacar los pocillos con dangos de su interior.

—No es malo, pero es especial— dijo Rei, tomo una bolita acaramelada de color rosa y la llevo a su boca. La cubierta de caramelo crujió en sus dientes y ella puso una expresión feliz. Después de comer, se tapó la boca y le dijo a Reika —¿sabes? hace una semana Kain-sama hablo de modificar la casa y construir un segundo piso. Además, dijo que debíamos elevar el techo o si no se golpearía la frente—

—Es algo esperable— dijo Kain con naturalidad —solo tengo quince, mido un metro con setenta y cinco. Voy a seguir creciendo y con el tiempo la casa me quedara pequeña. No es agradable andar golpeándome la frente todo el tiempo—

—Eso es muy útil— dijo Reika entendiendo el punto de Kain —yo me golpeo con los dinteles de las casas todo el tiempo. Parece que las casas fueron hechas para personas pequeñas—

—¿Verdad?— preguntó Rei con una sonrisa que no lo era al ser llamada "personas pequeñas".

Reika se tapó la boca y miró hacia otro lado.

—Reika-chan— dijo Rei —¿Por qué no pruebas los dangos? En esta casa son aficionados a los dulces—

Reika iba a responder, pero miró a Mari Hatake. Por ahora, su superior directo. La pequeña mujer del cabello gris y ondulado la quedó mirando. Asintió con seriedad y Reika sonrió de forma maravillosa. Ella se agacho y sacó una bolita de dango. Se la echo a la boca y la cubierta de caramelo crujió en su boca. Ella degusto el dango y se tapó la boca saboreando la dulzura —están muy ricos ¿Donde los compran?—

—¿Verdad?— preguntó Rei con una sonrisa amable al ver lo sencilla que era Reika. No era ni por asomo una mente maestra, fría y calculadora como se esperaría de un Uchiha. Era demasiado indefensa y al verla a simple vista, le dio miedo que se llegara a encontrar con personas malas.

—Kain-sama— dijo Rei —¿Podría traerme un poco de té?—

—El té verde no es bueno para las embarazadas—

—Un poco de té para acompañar los dangos no le hará daño a nadie—

—Eso espero— dijo Kain, miró a Mari Hatake para darle la orden, pero Rei le tomo la mano y lo miró a los ojos. Kain se quedó mirando esos ojos azules, bonitos, con un brillo inteligente.

—¿Puede ir usted? Me gustaría hablar con Reika y Mari-san—

Kain la quedó mirando y asintió. Rei era buena con las preguntas y las sutilezas de la conversación. Si él escudriñaba en la vida de Reika sería demasiado obvio y molesto, pero si lo hacía Rei sería más sutil. Además, no había nada de qué preocuparse mientras Mari Hatake estuviera presente.