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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Tranh châm biếm
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Mundo Shinobi - La falsa paz - 97

Akane se presentó al noveno cumpleaños de Kain, al igual que el año anterior. La única diferencia era que ahora venía como una invitada del propio cumpleañero, más que solo ser una invitada sorpresa. La recibió Kain y la guío al comedor como el año anterior. En donde todos la esperaban sentados a lo largo de una gran mesa rectangular. A la izquierda, en dirección a donde estaba la cabecera y se sentaba la jefe de la familia, estaban los niños. A la derecha estaban sentados los padres y abuelos de los niños. Hashirama, como siempre, servía de anfitrión para los adultos. Conversaba con los más viejos, como Orochi, Kazuto y Naori, mientras que se preocupaba por el estado de las madres.

Alguien que llamo la atención de Akane fue la madre de Sakumo, Mari. Quien vestía un kimono verde oscuro. Su rostro aún tenía la hendidura por el largo corte en su rostro. Sin embargo, su cicatriz había cambiado de un rojo demasiado notorio, a un color piel pálida. Casi le dio envidia a Akane, ya que su piel se veía muy hermosa. Casi tan joven como la suya. Sin embargo, la diferencia de edad entre Mari Hatake y Akane Uchiha era de más de veinte años ¿Cómo es posible? Se pregunto.

-Kain- dijo Akane petrificada, a unos metros de los adultos y de la mesa -¿Eso es? ¿Tu…?-

-Sí- dijo Kain tomando una profunda respiración -no me digas nada, por favor. Casi fui linchado por sensei al regalarle algo así a Mari-san, en lugar de a ella. Ustedes las mujeres, son seres muy codiciosos-

Kain siguió avanzando y Akane lo siguió, pero nunca aparto la mirada de Mari. Esta última notó la mirada de Akane, hizo una pequeña sonrisa y levantó la mano para saludarla. Akane se puso un poco colorada, como si hubieran descubierto su secreto y siguió avanzando con la cabeza agachada y la cara colorada.

-Akane-san- dijo una voz pequeña y alegre.

Akane siguió caminando, sin haber escuchado que alguien la llamaba y solo se dio cuenta cuando alguien choco con ella. Akane miró hacia abajo y vio un pequeño rostro enmarcado en un cabello rubio. Tsunade Senju, nieta de Hashirama Senju, pensó Akane. Miró a Kain y este hizo una mirada de "¿Qué le vamos a hacer?".

-La ropa de Akane-san es siempre bonita ¿Puedes hacerme uno igual?- pregunto Tsunade, esgrimiendo una mirada de cachorro abandonado. Akane vestía un kimono purpura con estampados de camelias rojas en las mangas y en la parte baja del kimono.

Akane tomo una profunda respiración y dijo -sí, trataré de tener tiempo y hacer uno para Tsuna-chan-

-Gracias- dijo Tsunade con una gran sonrisa en sus labios, se le formaban unos hermosos hoyuelos en las mejillas. Akane le acarició el rostro con su mano, sin saber si estar alagada o enojada con esta niña. Tsunade siempre fue alguien alegre, al menos, las pocas veces que la vio Akane. Sin embargo, y por alguna razón, solo le desagradaba Kain. Como ejemplo de eso, Tsunade tomo a Akane de la mano y la condujo hasta donde estaba Kaoru. Tsunade se sentó al lado y Akane al lado de ella, de esa manera, ambas quedarían lo más lejos posible de Kain. Después de acomodarse, Tsunade le dio a Kain una mirada altanera, pero este último ni siquiera la tomo en cuenta. Tsunade frunció el ceño, hizo un puchero y le comenzó a buscar conversación a Akane.

Kain se fue a sentar a la cabecera de la mesa, con Sakumo a su izquierda y Kazuhiko a su derecha.

-¿Está bien?- pregunto Kazuhiko, notando lo odiosa que se volvía Tsunade con los años. Sin embargo, solo era con Kain.

-Está bien- dijo Kain -es una niña, enseñada por un padre idiota-. Estiro su mano para acercar un bol de greda con algunas gyozas de pollo. El crocante sabor de la masa y el sabor de la sal le hicieron olvidar rápidamente a la niña.

Al mismo tiempo, Akane estaba sentada entre Tsunade y Biwako Sarutobi. Miró por detrás de la espalda de Biwako y vio a su anciana sensei, Naori Uchiha. Como siempre, la anciana estaba rodeada por el viejo Orochi a su izquierda y el viejo Kazuto a su derecha. Al parecer, los amantes incasables que incluso en su vejez la seguían persiguiendo. Akane primero hizo una sonrisa pensando en lo bella debe haber sido su sensei cuando joven. Sin embargo, ella tenía una conversación pendiente y eso le quitó la sonrisa de la cara.

-Permiso, Tsuna-chan- dijo Akane

Tsunade estaba conversando con Kaoru como dos buenas amigas, así que le fue un poco difícil escucharla. Akane tomo esto como una oportunidad y se movió por detrás de las Biwako, Aoi Hyuga, pasando Naoko y Kazuto, hasta llegar detrás de Naori.

-Sensei, puedo tener un momento de su tiempo- dijo Akane mientras se arrodillaba en el tatami. Después llevo la frente y las palmas de sus manos al tatami.

Orochi y Kazuto detuvieron su alegato que poco a poco estaba alcanzando nuevos niveles de enemistad, todo por la anciana sentada entre medio de ellos. Naori, como otras veces, tenía una mirada tranquila y soberbia, como si estuviera segura de quien era ella y lo que quería. Ignoraba al par de tontos a su lado, mientras pensaba en lo que le faltaba a Kain por aprender. Sin embargo, escuchar a la niña a sus espaldas la distrajo de sus pensamientos.

Naori volteó un poco su rostro y miró a Akane de soslayo. Después miró hacia adelante, a nada en específico, tomo su taza de té verde y le dio un pequeño sorbo. Una vez que termino de beber, aparto la taza de sus labios y guardo silencio por un instante.

-Creo que ya tomaste una determinación ¿O no?- dijo Naori en tono indiferente

-Sí- dijo Akane, aun con la frente pegada al suelo -pero me gustaría disculparme por mi falta-

-Disculpa ¿Eh?, bueno, dale tus disculpas a alguien al que le importen-

Akane levantó su rostro sorprendido y vio la larga cabellera cenicienta de la anciana -pero yo- dijo. Sin embargo, antes de que pudiera decir algo, fue interrumpida.

-Las disculpas son para la gente mediocre, Akane- dijo Naori en tono estricto -una excusa nunca reparará el daño hecho, ni corregirá los errores. Lo importante es seguir el camino que elegiste y confirmar que estabas en los correcto. Si fallas, estabas equivocada. Si tienes éxito, quera decir que elegiste el camino correcto. Y si algún día quieres disculparte con alguien, discúlpate contigo misma. Ya que, si fallas, te habrás fallado ti misma y a nadie más-

Akane agacho la mirada, con un rostro triste y pensando en sus palabras.

-Eres una Uchiha, Akane- continuo Naori -si elegís un camino transítalo hasta el final, sin disculparte por seguir a tu corazón-

Akane derramo un par de lágrimas y asintió, entonces se postro una vez más y dijo -guardare sus palabras en mi corazón-

Naori solo asintió sin nunca mirar a la niña, pero de sus ojos salieron dos pequeñas lágrimas. Saco un pañuelo de la manga de su kimono y con la punta del pañuelo de bordes morados, se limpió las lágrimas.

Todos se quedaron callados durante un largo rato, pero al poco tiempo, Sakumo y Kazuhiko comenzaron a molestar a Kain y todos se largaron a reír. La comida continuó en completa calma, todo era rizas y discusiones tontas. Los viejos bebían pequeñas copas de sake, conversando cosas sin importancia. Los niños se atiborraban la boca de dulces y frituras sabrosas. Todo hasta que Mito trajo la torta de cumpleaños. Este año fue especialmente grande, ya que los niños estaban más grandes y habían aumentado en número. Las tres personas más felices por esto fueron Mito, Naoko y Naori. Kain estaba haciendo amigos, mucho más allá de su linaje y procedencia. Solo había una pequeña espina rubia, pero todas las mujeres sabían a que se debía ese antagonismo. Solo esperaban que con el tiempo Tsunade madurara y entendiera mejor el mundo.

Mito comenzó a repartir los trozos de torta y justo cuando iban a pasarle su torta a Akane, alguien llamo a la puerta.

-Kain- dijo Naori desde su puesto -ve a ver quién es-

-Sí, abuelita- respondió Kain, el cual tuvo que dejar su torta a un lado. Salió del comedor, atravesó todo el pasillo y una vez que llego al pasillo, frente a la puerta corredera, vio una figura alta. Kain avanzó preguntándose quien sería, hasta que abrió la puerta corredera.

-¿Oh? Itachi-san- dijo Kain algo sorprendido -¿Qué lo trae por aquí? Akane esta adentro ¿La necesita para algo?-

Itachi, como otras veces, llevaba el cabello largo hasta los hombros. Vestía la chaqueta de konoha, pero por debajo de ella llevaba el polerón de la policía militar. A la altura del bicep llevaba el logo de la estrella shinobi, con el estampado del abanico rojo y blanco de los Uchihas. Hombre bien parecido y de físico atlético.

-Hola, Kain-sama- dijo Itachi con una sonrisa incomoda -bueno, veras, tu abuela me invito a tu cumpleaños ¿Espero que no te importe?-

-No, para nada- respondió Kain -pase, pase, si es un invitado de la abuela, también es mi invitado. Hay suficiente para todos, si gusta se puede sentarse con los adultos-

Itachi hizo una pequeña sonrisa y entro. Kain cerró la puerta corredera, mientras Itachi se sacaba las sandalias de madera y las dejaba a un lado de la entrada.

-Por aquí- dijo Kain señalando el pasillo e Itachi lo siguió sin hacer comentarios. Una vez que llegaron al comedor, Itachi hizo una pronunciada reverencia y saludo a todos. Hashirama invito primero a Itachi a sentarse con él, pero Naori dijo que lo mejor sería que los jóvenes se sentaran con los jóvenes. Hashirama asintió entendiendo las intenciones. Al mismo tiempo, Naori le pidió a Biwako que le hiciera espació a Itachi entre ella y Naoko. Así lo hizo Biwako y dejo que Itachi y Naoko se sentaran uno al lado del otro. Naoko, a pesar de que era una mujer madura, se sonrojo. Ella era ciega, pero Itachi fue lo suficientemente caballeroso como para ganarse su apreciación.

Por otro lado, Itachi sonrió a Naoko como si ella lo pudiera ver. Sin embargo, al captar la mirada inquisitiva del viejo Orochi, al lado de Naori, agacho la mirada.

-Vieja serpiente- dijo Naori en tono serio -concéntrate en tu bebida, deja de importunar a los jóvenes con tu arrugada cara blanca-

Orochi entrecerró los ojos, se concentró en su copa de sake y se la mandó de un solo trago. Arrugo la nariz y dijo -solo estoy vigilando que los jóvenes sean serios con lo que hacen-

-Nadie necesita tu vigilancia, deja a los jóvenes ser felices-

Orochi arrugo la cara y soltó un gruñido, en señal de entendimiento. Después de eso quedó un ambiente algo incomodo, pero al poco rato se suavizo. El único incomodo y casi molesto por la situación fue Kazuhiko que, por su edad, solo podía beber jugo de frutas para ahogar sus penas. Kazuhiko se sentía a morir por dentro, pero dentro de todo, sabía que solo eran sus ilusiones de niño.

Una vez que termino el cumpleaños todos se despidieron. Mito, Kain y Hashirama se dedicaron a limpiar y solo como a eso de las nueve de la noche quedaron desocupados. Kain se fue a su habitación y vio que la puerta de la habitación de su abuela estaba abierta. Había luz, así que supuso que la anciana estaría despierta. Se asomo por el dintel y vio a su abuela acostada en el futon. Solo faltaba su madre, la cual se estaba bañando al parecer.

-Hola abuelita- pregunto Kain, adentrándose en la habitación -¿Todavía no se duerme?-

-Estoy esperando a tu madre- dijo Naori con una cara tranquila -es un buen momento, ven acércate y tengamos una pequeña conversación-

Kain se quedó congelado por un momento, pero intuyo más o menos de que se trataba y siguió avanzando. Llegó al lado de futon de Naori y se sentó en seiza sobre el tatami.

-¿De qué quiere hablar la abuelita?- pregunto Kain

-Creo que Kain es muy inteligente, mucho más inteligente que el resto de sus amigos- dijo Naori con una pequeña sonrisa astuta

-Eso es solo la apreciación de la abuelita-

-Lo digo en serio, Kain. Puedes entender lo que es la política, el estado delicado del mundo y para donde se dirige esta aldea. Kain es muy inteligente, se da cuenta de cosas mucho antes de que otros lo noten. Creo que ya sabes de que quiero hablar contigo-

-Sí, abuelita- dijo Kain en un murmullo

-¿Entiendes que ese niño Itachi tiene un interés en tu madre?- pregunto Naori, Kain asintió y ella continuo -veras Kain, es un poco difícil de explicar, pero te lo diré de frente: Los Uchihas son un pueblo muy orgulloso-

-Eso lo sé, abuelita- dijo Kain

-Ya sé que lo sabes, pero no me interrumpas. Lo que te quiero decir es que, si tu madre llega a algún lado con Itachi, debes hacerte a un lado. Los Uchiha, sobre todo los hombres, son muy orgullosos. Y cuidar del hijo de otro hombre está fuera de su entendimiento. Así que, para evitarle un gran dolor a tu madre, lo mejor sería que vivieras con Mito. Ya hablé con ella y me dijo que era impensable que su discípulo viviera por su propia cuenta-

Kain asintió con un movimiento lento de su cabeza y pregunto -¿La abuela le dijo a Itachi-san que se acercara a oka-sama-

Naori frunció el ceño, le hizo el gesto con el dedo indicé para que se acercara y una vez que Kain estuvo cerca de su mano, le dio una leve palmada en la cabeza. Kain se sobo como si le hubiera dolido, pero Naori capto una pequeña sonrisa en sus labios y entendió que le faltaban fuerzas; o mejor dicho, vitalidad.

-Kain debe saber que soy una mujer orgullosa-

-Siempre, abuelita-

Naori asintió y dijo -jamás le rogaría a un pequeño shinobi, menos a un chunin, para que amara a mi hija. Siempre he estado segura de mi apariencia y lo mismo es de mi hija. Naoko podrá haber nacido ciega, pero es hermosa, tanto que los hombres suspiran por ella cuando va por la calle y las mujeres la miran con envidia-

Kain asintió, recuerda haber visto tal espectáculo.

-Por eso- dijo Naori -estoy segura de que Itachi está enamorado de tu madre. Ella es hermosa como la luna ¿no?-

Kain asintió y sonrió recordando como el viejo Orochi se refería de la misma forma a su abuela. La serpiente enamorada de la luna. Así lo menciono Orochi hace tiempo.

-Así que, si algún día tú madre se casa y tiene una nueva familia, debes vivir aquí. Sé que es un poco duro, pero se también que Kain es alguien fuerte que puede vivir con eso. Si no fueras tan fuerte, jamás te pediría semejante cosa-

-Lo sé, abuelita- dijo Kain con un sentimiento triste en su pecho -es lo mejor para mamá-

-Gracias, Kain. En esta vida, yo, Naori Uchiha, no tengo arrepentimientos. Fui una gran guerrera, la vida me bendijo con una hija maravillosa y un nieto que llena mis más brutales sueños. Gracias por haber nacido Kain-

Naori estiro su mano derecha, llena de arrugas y con algunas manchas hepáticas. Kain la sostuvo con ambas manos y la acerco a su cara. Como siempre, tenía la piel suave por el cuidado constante de Biwako, pero esta vez, estaba un tanto helada, como si tuviera frio.