A las doce del día comenzó la operación de Aoi. Kain había preparado una sala de operaciones en la muralla Este de su complejo subterráneo. La habitación era completamente blanca, desde las cerámicas, las murallas lisas y el techo plano. Todo era de corte simple y limpio, salvo el techo que tenía un foco cada un metro para maximizar la cantidad de luz en la habitación.
Aoi había sido acostada en una cama metálica, con la parte superior ligeramente elevada. En estos momentos tenía el parpado derecho abierto, con la carne rosa y las conexiones nerviosas a la vista. Gracias a un brebaje producido por el viejo Orochi, ella podía dormir con total calma.
Por otro lado, Kain y Orochi vestían túnicas blancas, cubrebocas, cofia y guantes quirúrgicos. Otro de los tan útiles objetos creados por los civiles. En muchos aspectos, los shinobis no necesitaban este tipo de cosas, ya que ellos, a través de un ninjutsu médico, podían crear una película protectora y esterilizar sus manos y todo lo que tocaran. Era el milagro del chakra, algo que los shinobis le habían dado pocos usos fuera de la guerra.
Kain miró dentro de la cuenca del ojo derecho de Aoi y dijo con una voz apagada por la cofia —Abuelo ¿Estás seguro qué no conoces ningún jutsu para remover los ojos mágicos? Tu eres Senju, eran enemigos durante generaciones, deben haber hecho algo parecido—
El viejo Orochi miró la cuenca con las manos detrás de la espalda y vio la piel rosa y saludable —a pesar de que Senju y Uchiha se odiaban a muerte, se tenían un mutuo respeto- dijo con voz sibilina -no por nada ambos clanes dominaron la guerra. Incluso si ambos clanes se aborrecían, devolvían los cuerpos de sus enemigos. O en el peor de los casos, lo incineraban, pero nunca se toleró algo así como una caza de ojos. Sería una enorme deshonra para nuestros enemigos y para nuestro clan. Recuerda que en aquella época nos considerábamos guerreros en lugar de shinobis. El campo de batalla era un lugar sagrado donde podías matar a tus enemigos, pero nunca deshonrarlos. El caso más molesto que conozco fue la muerte de Itama-sama, hermano menor de Hashirama-sama y Tobirama-sama. Aquellos tipos del clan Uchiha le lanzaron kunais por todo el cuerpo, pero no vivieron más de un par de días después de tal deshonra. El propio Tajima Uchiha trajo los cuerpos de los hombres que deshonraron el campo de batalla y los mato delante de Butsuma-sama. Sin embargo, en ese momento no había nada que pudiera consolar a Butsuma-sama y cualquier intento de compensar tal deshonra fue inútil. Desde ahí en adelante todas las cosas empeoraron hasta que Hashirama-sama tomo el mando del clan—
—En ese caso no me lo explico— dijo Kain, sin apartar la mirada de la cuenca derecha vacía.
—¿Vas a insistir en lo mismo?—
—Sí, de alguna manera crearon un jutsu que permite extraer un ojo mágico de forma tan precisa y limpia que estoy seguro de que se podría colocar en otra persona—
—Es cierto— asintió Orochi —todo está muy limpio y cortado de tal forma que los nervios no se dañaron—
Kain tomo una profunda respiración y respondió —lo más probable es que en el futuro veamos a alguien utilizando el ojo de Aoi. En ese momento lo atrapare e investigara quien anda arrancando los ojos a los usuarios de doujutsu—
—Esto es solo especulación. Deja esas cosas para otro momento y continua con lo que tienes que hacer—
—Sí, abuelo, por favor enumera el proceso que creamos y vigila que los siga al pie de la letra. Estoy un poco nervioso—
—Sí—
De esa manera, Kain acercó una mesita metálica con ruedas, donde el ojo con un iris de color malva estaba hundido en un frasco trasparente con una solución viscosa y cristalina. La sustancia mantendría el ojo en buen estado, evitando el contacto con el aire y su oxidación, envejecimiento y posterior muerte.
Kain sacó el ojo mientras una delgada capa de sustancia viscosa lo rodeaba. Después lo llevó con sumo cuidado y lo acercó a la cuenca mientras que con su otra mano tomaba un pequeño aparato del tamaño de una llave. Entonces acercó los nervios y con el aparato, emitió una pequeña luz naranja que, al contacto con los dos extremos de los nervios, se solidifico en una membrana y conecto el ojo con los nervios que mandaban las señales al cerebro.
De esa manera, Kain continúo realizando el procedimiento y utilizando varios de los artilugios que había creado. Todo con la finalidad de que el día de mañana, no solo los shinobis pudieran acceder a este tipo de ayudas.
Una vez que termino la operación, Kain tomo a Aoi en brazos con sumo cuidado y utilizo un kunai con forma de tridente para aparecer dentro de una habitación de madera iluminada por la luz del día. El lugar tenía cincuenta metros cuadrados, con largos ventanales que empezaban a los cincuenta centímetros del suelo y quedaban a veinte centímetros del techo. Con marcos de un color café oscuro y murallas de madera clara, como recién cortada. El suelo también era de un color madera, pero más oscuro y lustroso. En el centro de la habitación había una enorme cama con un cobertor de color turquesa y almohadas blancas.
Kain camino hasta la cama y acostó a Aoi del lado derecho. Después fue al lado izquierdo, abrió la tapa, volvió para cargar a Aoi para llevarla del otro lado. Una vez que la pudo acostar, la cubrió con el cobertor y miró la habitación. Tenía dos veladores de color caoba a cada lado de la cama. También había un armario apoyado en la muralla a la izquierda de la cama, donde no había ventanas. Era la única muralla completamente de madera. El restó tenían amplios ventanales que cubrían casi toda la pared. De vidrio grueso y templado, para que no pasara tan fácilmente el calor o el frio. Por mientras iba a ser el lugar de recuperación de Aoi, pero a futuro, Kain lo quería utilizar para otras cosas. Era un lugar muy agradable y tranquilo.
Después se dio la vuelta y miró hacia la muralla, donde había una mampara de vidrio y después un balcón. Kain camino hasta la mampara, la abrió hacia la derecha y avanzó hasta el balcón. Entonces se dedicó a mirar los alrededores del bosque detrás de la casa de Mito. Un lugar tranquilo, lleno de sonidos de pájaros y pequeños animales. Muchos árboles frondosos y un agradable aroma a naturaleza.
—Necesito que vengan— dijo
Al instante siguiente, tres sombras saltaron desde los árboles. Tres shinobis, que por su asociación con él le habían dado la misión de vigilarlo, cortesía de Danzo y Hiruzen. Uno era Osamu Uchiha, de cabello cortó y ojos serios. La otra era Shiori Aburame, de cabello liso hasta los hombros, un flequillo que le cubría la mitad de la frente y un aspecto tímido. Por último, Nagisa Uzumaki, hija de Tsubaki.
—Osamu ¿Has visto algo extraño?— preguntó Kain
—Nada, señor— dijo Osamu —todo se ha mantenido tranquilo, pero los anbus normales y los de raíz han cerrado el perímetro alrededor de la casa de Mito-sama. No se han atrevido a moverse a la propiedad, pero vigilan desde la distancia—
Kain miró a la pequeña Shiori, de rostro tierno y preguntó —¿Qué dicen tus insectos?—
Shiori negó con su pequeño rostro y dijo —nada aun, pero es como dice Osamu-san, están vigilando, pero no se atreven a entrar en la propiedad—
—Bueno, digamos que es bueno— respondió Kain con una sonrisa llena de confianza —la última platica que tuve con Danzo y Hiruzen tuvo su efecto—
—Mantener al hokage y su asesor con el chakra restringido durante una semana no es conversar, sensei— dijo Nagisa con un tono de voz enfadado
—Vamos, Nagisa, solo fue una broma. Ellos se atrevieron a querer entrar en nuestra casa. Yo solo respondí dándoles un pequeño castigo—
—¡Sensei!—
—Shhhh— dijeron todos a la vez y Nagisa se cubrió la boca, mirando al interior de la casa del árbol y fijándose en la cama, donde Aoi dormía con los ojos vendados.
—Lo siento— dijo Nagisa en voz baja
—No te preocupes, pero trata de no ser ruidosa. Tu trabajo será mantener a Aoi segura, atendida y ayudarla en sus necesidades ¿Entendido?— dijo Kain
—Entendido— respondió Nagisa agachando la mirada —yo estaba feliz cuando me aceptaron como anbu. Sin embargo, no me han dado misiones y ahora soy la niñera de sensei y él me ocupa de enfermera—
—Vamos, vamos— dijo Shiori, acariciándole la cabeza a Nagisa —no te preocupes. Como senpai, te puedo decir que trabajar para Kain no es tan sencillo como parece. En algunas ocasiones he deseado no conocerlo. Así que disfruta este trabajo liviano, porque puede que sea el único y el último—
—Oye Shiori-chan, lo dices como si me anduviera metiendo en problemas a cada rato— dijo Kain
Shiori miró a Kain y bufo hacia un lado. Todavía se acuerda cuando sellaron su chakra y la encarcelaron por defender a la madre de Kain.
Nagisa asintió y miró a Kain. Este último le guiño un ojo de forma coqueta y ella se ruborizo, pero en lugar de responder, solo avanzó por el balcón, paso por la mampara y empezó a ordenar todo lo que había que tener preparado para atender a Aoi. No es como si la operación fue de alto riesgo o se complicó, pero había que estar preparados. Por otro lado, Nagisa pensaba en los meses de entrenamiento, estudio y preparación, solo para terminar siendo una enfermera. Así nunca encontraría un desafío y mejoraría sus técnicas de sellado.
Shiori en el balcón, la quedó mirando durante unos segundos y después miró a Kain —¿No crees que estas siendo un poco malo?— preguntó
—¿Por qué lo dices?— preguntó Kain de vuelta
—Es claro que ella quiere hacer misiones importantes, no ser tu niñera—
—No es mi culpa, Danzo y Hiruzen se volvieron paranoicos después de que me dieran una respuesta negativa al proyecto en Konoha y la nación del Fuego. Saru no quiere arriesgar el dinero de Konoha ni el suyo. Sasuke le dijo que es un buen proyecto, pero bueno, quien sabe. El propio Sasuke me había dicho que Hiruzen no saco el espíritu de jugador de la familia. Siempre va a lo seguro, pero no sé qué lo tiene tan preocupado—
—Con respecto a eso— dijo Osamu interrumpiéndolos. Kain y Shiori lo miraron al mismo tiempo mientras pasaba una fuerte brisa meciendo las ramas de los árboles cercanos y agitando las hojas. Osamu continuo —tengo entendido en que ambos están entrenando a puertas cerradas—
—¿Ahora son pareja?— preguntó Kain algo asombrado
—¡No!— grito Osamu, después se cubrió la boca, miró hacia el interior y vio que Nagisa lo miraba con el ceño fruncido. Osamu levantó un poco su mano y murmuro —no son pareja, es en serio, Kain-sama. Ellos están entrando para enfrentar algo. Nadie sabe lo que es, pero se sabe que Hokage-sama y Danzo Shimura enviaron a todos sus anbus alrededor del país—
—¿Qué andarán buscando? Qué yo sepa, no ha habido conspiraciones ni problemas internos— dijo Kain mientras miraba el piso de madera, pensando en algunas posibilidades. Su rostro mantenía una expresión seria mientras llevaba su mano al mentón y se lo acariciaba. Después de unos segundos, levantó su rostro y levantó sus hombros como si no importara —por ahora solo enfóquense en cuidar de Aoi. Si viene alguien y pregunta, le dicen que no tienen permiso de decir nada, incluso si es un enviado de Hokage-sama. Si insisten, diles que está es mi casa y que se pueden arrepentir—
—Kain-kun— dijo Shiori —no hagas tonterías o trates de buscar problemas. Naoko-sama se preocupa por ti—
—Bueno, hablando de okaa-sama debe estar ocupada disfrutando del té con él abuelo—
—Kain-sama ¿En serio es su abuelo?— preguntó Osamu con incredulidad. Kain le había dicho porque le tenía algo de confianza, pero todavía no podía creer que alguien tan orgullosa como Naori Uchiha hubiera mezclado su sangre con un Senju.
—Para bien o para mal, las cosas son así, Osamu. El mundo cambia, no, el mundo ya estaba cambiando hace muchas generaciones. Solo pasa que ahora se sabe—
—Yo me alegro por Naoko-sama— respondió Shiori con una sonrisa amigable —ella parece muy feliz—
—¿Verdad?— preguntó Kain con una gran sonrisa