Mundo Shinobi - Amigos - 66

-¡Doton, doryuuheki!- gritó Kain en el patio trasero, cerca del bosque, al fondo de la casa. Puso su mano derecha en el suelo, y a cuatro metros de él, emergió una gran muralla de piedra de tres metros de alto por cuatro de largo y uno de espesor.

A su lado estaba Akane, vestida con un kimono sin mangas, de color morado claro y de corte ajustado, con botones que unían los lados. En la cintura llevaba un obi morado claro que hacía juego con el kimono y hacia ver sus caderas un poco más anchas. En la parte inferior usaba unos pantaloncillos que le llegaban hasta los muslos y sus siempre llamativas "zapatillas shinobi". Miró con gran asombro la muralla que creo Kain, según pudo apreciar, por el tamaño y grosor, debería alcanzar el rango de jutsu de nivel chunin.

Kain termino de crear la pared y se puso de pie. Miró hacia el lado y disfruto de la bella vista de Akane. Le gustaba su largo cabello oscuro hasta su cintura y sus ojos de pupilas purpuras. Eran como dos hermosas joyas que resaltaban su belleza natural.

-Vamos, Akane, lanza una bola de fuego- dijo Kain

-Sí, Kain-sama- respondió Akane con seriedad y asintiendo al mismo tiempo. Realizo los sellos de mano uno por uno, y junto aire en sus pulmones -Katon- dijo -gokakyu no jutsu- y soplo una llamarada hasta que se condenso en una bola de fuego de un metro de diámetro y voló con dirección la muralla de piedra.

La explosión se escuchó contundente, pero ni siquiera puedo trizar la muralla. Kain al lado de Akane miró con dirección a la casa y vio a su abuela sentada en el pasillo que pasaba por fuera de su habitación. Levantó un papel de sello a la altura de su boca, lo imbuyó en chakra del alma y hablo.

-¿Qué opinas, abuelita?- preguntó Kain

Su voz se transmitió a otro sello preparado con anterioridad que tenía Naori en sus manos. Su voz se escuchaba distante y nasal. Naori asintió y se acercó el papel de sello a su boca.

-Solo nivel genin cuando mucho, tiene un largo camino que recorrer- respondió Naori

Kain al lado de Akane, soltó un suspiro y miró a Akane que parecía avergonzada. Kain hizo una pequeña sonrisa y le dijo -vamos, no hay problema. Solo tenemos que entrenar. Tienes que ser fuerte si vas a heredar el mangekyo de mi abuela-

-Sí, Kain-sama- dijo Akane con voz baja, agacho la cabeza y dijo con una voz casi inaudible -haré mi mejor esfuerzo-

-Bien- dijo Kain a gran voz, tratando de romper el estado lamentable de Akane -primero que todo, me di cuenta de que no soplaste con todas tus fuerzas-

-No, bueno, eso- dijo Akane sonrojada -lo haré mejor la próxima vez-

-¿Lo podrías hacer mejor? ¿Fue por qué era solo un intento de muestra? Puedes intentarlo nuevamente y hacerlo con todas tus fuerzas-

-No, Kain-sama, es que, no era por eso-

-¿Entonces por qué?-

Akane se sonrojo y le hizo señas con su mano derecha para que se acercara. Kain lo hizo y solo fue un par de centímetros más bajo que ella. A pesar de que él tenía ocho y Akane diez años.

Akane miró hacia todos lados y después se acercó al oído de Kain. Entonces le susurro en voz baja -es que se me ven demasiado los senos-

Kain quedo confundido durante unos breves segundos. Akane se apartó de él esperando su reacción, pero lo que no esperaba era que él se riera a carcajadas.

-Kain-sama, es de mala educación- dijo Akane enfadada

Sin embargo, Kain se siguió riendo hasta que, del sello en su mano derecha, salió la voz de Naori.

-¿Qué pasa, Kain? ¿Por qué te ríes en vez de entrenar?-

Kain se limpió las lágrimas de las comisuras de los ojos, acercó el papel de sello a su boca y dijo de buen humor -abuelita, esta niña puede hacer más. Lo que pasa es que no quiere que se le vean los senos muy grandes al llenar sus pulmones de aire- y después se largó a reír otra vez. Sin embargo, toda su risa llego hasta que su abuela le hablo en un tono estricto.

-Cállate, idiota- rugió Naori por el sello. Desde lejos se le podía ver levantando la mano izquierda y amenazándolo con darle una buena lección. Kain se quedó callado y Naori continuo -si no aprendes a tratar a las mujeres con delicadeza, nunca voy a tener nietos. Así que más te vale aprender a ser respetuoso, cabeza hueca-

-Pero abuelita- dijo Kain en respuesta -¿Cuánto va a tener? Es ridículo, solo tiene diez años-

-Eso no importa ¡Y no me contradigas! Ahora discúlpate-

Kain soltó un suspiro y miró a Akane, la cual lo miraba como si fuera su peor enemigo. Kain hizo una pronunciada reverencia de noventa grados y dijo -lo siento, Akane-san, tendré más tacto para la próxima-

Sin embargo, Akane solo miró hacia otro lado y soltó un bufido. Al mismo tiempo, Naori se tapaba la cara desde la distancia y se preguntaba si su nieto tendría algún día una novia. Era idiota igual que la mayoría de los niños. Bueno, era un niño, así que, Naori se dio ánimos y se dijo que era solo la estupidez de la edad.

Naori acercó una vez más el sello y dijo -continúen-

Kain miró a Akane y le dijo -vamos, inténtalo de nuevo, esta vez con todas tus fuerzas-. Sin embargo, Akane lo ignoro y lo único que hizo fue darle la espalda mientras se cruzaba de brazos.

-Vamos, Akane-san, si no haces esto, la abuela me regañara. Créeme, no quisieras ver a la abuela enojada-

-No me importa- dijo Akane enojada -ojalá te castiguen el doble-

-Si lo haces, te enseñare mi súper Katon ¿Qué tal?-

Akane giró su rostro hacia Kain y le dijo -¿Cómo si fuera tan especial?-

-Bueno, es especial. Vamos, te prometo no defraudarte- dijo Kain y le regalo una bonita sonrisa que hizo sonrojar a Akane. Ella maldijo por lo bajo, ya que lo encontró demasiado tierno y asintió de mala gana. Kain dio un pequeño salto elevando su puño y soltando al mismo tiempo un "Yuju". Gracias a esto, Akane soltó una risita considerando que era demasiado tonto y divertido. Sin embargo, más que aliviar a Kain, alivio a Naori. Su nieto era un tonto encantador, a lo mejor, igual de sinvergüenza que esa vieja serpiente, pensó ella.

Akane termino de reírse y se preparó otra vez. Hizo los sellos de mano a un ritmo lento, uno a uno: primero serpiente, después carnero, mono, jabalí, caballo y finalmente tigre. Entonces dijo -Katon, Goukakyu no jutsu- junto sus manos, tomo aire hasta que un botón de su kimono salió volando e impresiono a Kain por el volumen de esas jóvenes masas de carne. Kain abrió los ojos amplios sin creer lo que estaba viendo y pensó que era real, ella sí tenía de que preocuparse. Akane soltó una poderosa llamarada que se condenso en una bola de fuego y voló para chocar con la muralla de manera escandalosa. Sin embargo, tampoco le hizo ningún daño significativo.

-Principiante chunin- dijo Naori a través del sello.

Kain la escucho y se acercó el sello a la boca -así es- dijo Kain, se acercó a la muralla y miró más de cerca la superficie. Paso su mano por la piedra calentada por la bola de fuego y continuo -yo diría que aun esta entre el rango genin, pero es aceptable, tiene potencial. Solo hay que enseñarle a conducir su chakra y ser más eficiente en el uso de la energía. Pude notar que parte del chakra que junta para hacer la bola de fuego se escapa al inhalar aire. Veamos que sucede-

-Lo dejo en tus manos, Kain- dijo Naori

-Sí, abuelita, déjamelo a mi-

Kain se dio la vuelta y vio a Akane mirando el suelo y cubriéndose el pecho con la mano derecha. Al parecer, buscaba el botón que salió volando. Kain se acercó y le dijo -bien, Akane-san, desde ahora buscaremos que seas más eficiente en el uso del chakra. Tu fuerza es prometedora-

Akane lo miró y asintió -encuentro mi botón y continuamos-

Kain asintió y la ayudo a buscar su botón que estaba a tres metros de ella. Una vez que lo encontraron, se pararon a cuatro metros del muro de piedra y se dispusieron a continuar.

-Akane-san, lanza una vez más tu bola de fuego- dijo Kain

Sin embargo, Akane hizo una pequeña sonrisa astuta y dijo -primero tú, dijiste que me mostrarías tu katon-

-¿¡Ah?! ¿Eso?- dijo Kain con una sonrisa incomodo. Lo había pensado durante un momento y pensó que, a lo mejor, sería una mala idea -¿Y si lo dejamos para otro día?-

-¡¿Vas a retractarte?!- pregunto Akane en un tono mandón

Kain dio un paso atrás -no, yo no- dijo -pero creo que sería mejor que ocupáramos el tiempo para entrenar-

-¿Cómo puedo confiarte mi entrenamiento? Eres menor, Kain ¿Cómo puedo estar segura de que sabes lanzar un katon?-

-¿Estas segura?-

-Sí, a menos que todo sea una mentira y no sepas hacer ni si quiera una pequeña bola de fuego-

-Bueno, como tu digas-

Kain soltó un suspiro y guardo el sello de papel en la manga derecha. Después junto sus manos como si estuviera rezando y realizo en un movimiento casi fantasmagórico los seis sellos de mano que se necesitaban para realizar una bola de fuego -Katon- rugió -Gokakyu no Jutsu- junto aire en sus pulmones hasta su máxima capacidad y cuando se iba a disponer de lanzar la bola de fuego, alguien lo interrumpió.

-¡Detente, idiota!- grito Naori por el sello de papel.

Kain dejo escapar el aire como si fuera un globo desinflándose y se dio la vuelta para mirar a su abuela. Después saco el sello de papel de su manga y le pregunto -¿Qué pasa, abuelita?-

-Ven para acá de inmediato-

-Bueno- dijo Kain desganado, dejando sola a Akane mientras ella lo veía avanzar a un ritmo lento.

Kain Llego delante de la anciana y se sentó en seiza a unos treinta centímetros de ella. Ella lo regaño a gran voz, Akane no alcanzo a distinguir lo que decía, pero sí vio a Naori darle a Kain un coscorrón en la cabeza. Akane ignoraba porque lo regañaban, pero por alguna razón, se sintió mal por Kain. Este último, después de recibir el castigo, camino enojado donde Akane y se paró a su lado.

-Lo siento, Akane-san. La abuela dijo que nada de demostraciones y que te dedicaras a entrenar-

Akane asintió y antes de hacer cualquier cosa, le acaricio la cabeza a Kain y le regalo una pequeña sonrisa. Kain solo miró hacia otro lado, pero se dejó consolar.

El resto de la tarde, Akane lo paso lanzando bolas de fuego hasta que se quedó sin chakra y se cansó. Después tomo una pequeña siesta y cuando se iba a ir, Naori le dijo a Kain que la escoltara.

Kain y Akane avanzaron por la avenida principal con dirección al municipio. Eran como las nueve de la noche, pero aún quedaba luz de día y el sol al final del horizonte tomaba colores anaranjados. Al mismo tiempo, se veían algunos grupos de tres o cuatro personas de la policía militar Uchiha vigilando las calles. Kain y Akane miraron los alrededores y de repente Akane vio a un hombre que se veía bastante joven.

-Papá- grito Akane y corrió hasta donde estaba el policía militar. Al igual que la gran mayoría de los descendientes Uchihas, tenía el cabello oscuro hasta los hombros. Se hacia la partidura a la mitad de la mollera y a simple vista se veía bastante guapo.

Kain camino detrás de Akane y vio al hombre alzar a la niña en sus brazos. Kain sonrió, porque dentro de todo, se reflejaba la felicidad en su rostro.

-Este es mi papá, Kain-sama- dijo Akane desde los brazos del tipo -se llama Itachi-

El policía militar dejo a Akane en el suelo y le dijo -mucho gusto en poder verlo, Kain-sama-. Hizo una reverencia de noventa grados acompañada de una sonrisa.

-Mucho gusto, Itachi-san- dijo Kain -estoy acompañando a su hija, ordenes de mi abuela-

-Naori-sama es muy considerada- dijo Itachi, miró a Akane y le pregunto -¿Ya le disté las gracias?-

-No, bueno- dijo Akane mordiéndose el labio inferior, miró a Kain en busca de ayuda y este hizo una pequeña sonrisa.

-No se preocupe, Itachi-san- dijo Kain -hoy mi abuela la hizo trabajar hasta el cansancio y como la encontró débil, me pidió que la escoltara. Fue todo cosa de mi abuela, no hay necesidad de agradecer-

Itachi negó con la cabeza y le dijo a Akane -cuando la veas la próxima vez, le agradeces ¿entendido?-

-Sí, papá- dijo Akane

Después de eso, Itachi miró a Kain y le dijo -lo siento, Kain-sama, debo continuar con mis rondas-

-No hay problema, Itachi-san, que le vaya bien-

-Gracias-

Entonces Itachi le dio un beso en la frente a Akane y agito su mano para despedirse. Una vez que se fue, Akane miró a Kain y este asintió. Entonces continuaron caminando por las calles de Konoha y acortando camino por una callejuela del distrito Sarutobi. Para ese momento, el sol se había escondido y solo quedaba la iluminación proporcionada por los postes eléctricos. Todo estaba muy callado y a lo lejos se escuchaba a un perro ladrar. Kain paso por fuera de la casa del viejo Orochi, todo se veía muy tranquilo, así que dedujo que lo más probable, es que el anciano este en sus experimentos. En la base de la valla de madera, Kain noto la pequeña cabeza obsidiana de la serpiente consentida del viejo Orochi. Kain agito su mano a modo de saludo y la serpiente lo quedo mirando con sus ojos obsidianas. Después de eso, Kain continuo su camino con Akane sin que esta notara a las serpientes en el patio del anciano. Kain se preguntó qué pasaría si Akane sabia de las veinte serpientes a solo cinco metros de ella. Seguramente gritaría, pensó.

-¿De qué te ríes?- preguntó Akane al notar esa sonrisa de malhechor en los labios de Kain.

-Nada, nada, es solo- dijo Kain tratando de cambiar el enfoque de la conversación -es solo que tu padre es muy simpático. Me pareció una buena persona ¿se llevan bien?-

-Por supuesto, papá es el mejor en todo el mundo-

-¿Y tu mamá?-

Se hizo un silencio mortal y Akane miró hacia otro lado. Kain se quedó detenido por un momento y entendió que la había jodido. Camino a paso rápido y le dio unos golpecitos en el hombro a Akane. Ella volteó y cuando miró a Kain, este le hizo una cara rara, con los parpados extendidos hacia abajo y la nariz levantada. Akane estallo en carcajadas al instante.

-¿Qué es eso?- dijo Akane entre carcajadas -nunca había visto algo tan feo-

Kain sonrió pensando en que había aliviado algo el ambiente y dijo -está bien, si sonríes, puedo ser más feo- y continúo haciendo otras caras raras. A su vez, Akane continúo riéndose a carcajadas y pidiéndole que se detuviera. De lo contrario, se orinaría en sus pantaloncillos.

-Gracias- dijo Akane después de recomponerse del ataque de risa -fue muy divertido-

-De nada, fue todo culpa mía- dijo Kain -no debí preguntar cosas que no me incumben-

-No es tan grave- dijo Akane con tono de voz melancólico y mirando al suelo -es solo que no conocí a mamá. Ella murió cuando yo era muy pequeña, ni siquiera la recuerdo. Se supone que hacia una misión para la villa y sufrió un accidente. Dijeron que toco un sello explosivo y murió. La verdad, yo solo me enteré hace un año lo que le había pasado en realidad. Mi papá siempre me había dicho que se había enfermado, pero la realidad era algo mucho más difícil de notar. Ser shinobi es una cosa horrorosa-

Kain quedo congelado por un momento al escucharla y le preguntó -¿Y porque te ofreciste a heredar el ojo de la abuela?-

-Porque Naori-sama es alguien increíble. Alguien a quien respeto con todo mi corazón. Papá, mi abuelo y mi abuela me hablaron de ella y me enseñaron lo que significaba heredar sus ojos. Sin embargo, yo investigué para atrás y descubrí muchas cosas. Así que pensé "ella es una mujer excepcional, a lo mejor, si tengo un vínculo con ella, también me vuelvo alguien excepcional"-

-Entiendo- dijo Kain un poco más aliviado

Entonces Akane le empezó a contar sobre todas las leyendas que se cuentan de Naori y como ayudo muchas veces a su clan a estar unidos. Akane dijo que prácticamente era una madre para todas las futuras generaciones, ya que impidió que los Uchihas se mataran por cosas tontas en muchas ocasiones.

Kain y Akane llegaron frente a la entrada de una casa de un piso, solo a dos cuadras de la gran casa del patriarca. La cual destacaba como una pagoda oscura en medio del distrito.

-¿Vas a estar bien por tu cuenta?- preguntó Akane

-Estaré bien- dijo Kain, miró hacia unos tejos que estaban a unos veinticinco metros de distancia y grito -Saru, porque no sales y le dices que voy a estar bien-

-¿Eh?- dijo Akane

Al instante siguiente, se vio una sombra moverse entre los techos y caer al lado de Kain. Medía un metro con sesenta centímetros. De rostro amable y pequeños tatuajes como colmillos en la comisura de sus ojos -Kain- dijo algo molesto, coloco su mano sobre la cabeza de Kain y le revolvió el pelo -se supone que debemos estar de incógnito. No le andes diciendo a todos que te escoltamos-

Kain le dio un manotazo y aparto la mano -no seas quisquilloso- dijo -es solo para que ella este tranquila-

-Eres todo un galán- dijo Hiruzen con una sonrisa picara

-Claro, muy a diferencia de Saru, que, si no fuera por su padre, nunca hubiera contraído compromiso con Biwako-san. Viejo, ella es demasiado buena para ti. Si tuviera unos años más, te la hubiera robado-

Hiruzen frunció el ceño y le tiro una patada a la cara. Sin embargo, Kain solo tuvo que dar un pequeño salto y quedó en cuclillas sobre la pierna.

-Sabes que no me puedes vencer ¿Quieres intentarlo otra vez?-

-Mocoso insolente- dijo Hiruzen, agito su pierna para que Kain se bajara y la puso de nuevo en el suelo -le diré a Naori-sama lo que andas diciendo de Biwako-chan-

-¿Eh? Vamos Saru, no seas así ¿somos amigos?-

Hiruzen bufo y le dijo Akane -lo siento, me voy, tengo que programar la ejecución de alguien-

Akane no supo cómo reaccionar. Hiruzen empezó a caminar con dirección a la avenida principal y Kain lo persiguió.

-Vamos, Saru, somos amigos, no le digas a la abuela-

-No-

-Vamos, te regalare una gran botella de sake-

-No-

Kain noto que estaba a cinco metros de la casa de Akane, la vio parada en la entrada y agito su mano -nos vemos, si es que no me matan- dijo con una sonrisa, después se enfocó en Hiruzen y le siguió ofreciendo otros sobornos.

Akane hizo una tierna sonrisa y negó algo divertida.