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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Tranh châm biếm
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935 Chs

Interludio - Reverse Side 2 - Land of the gods 5.1

Una vez que Kain llego a su casa, pasaron dos días, y recién pensó en comenzar los entrenamientos. Mando un mensaje a los tres idiotas y les dijo que se presentaran en donde siempre entrenaban al día siguiente por la mañana. No obstante, llego el día y ellos no llegaban, eran las ocho de la mañana y en estos momentos Kain estaba en lo alto de la muralla de Orario, por la entrada sur. Algunos guardias lo habían quedado mirando extraño. Por razones obvias, solo el personal de seguridad podía estar aquí, eran las reglas. Sin embargo, nadie se atrevió a decirle algo, su reputación le precedía, así que hicieron la vista gorda. Por otro lado, Kain miraba hacia la ciudad, esperando ver algún atisbo de los tres idiotas. El viento corría fresco y el sol se había elevado hace un par de horas. La mayoría de los aventureros ya se habían puesto en marcha con dirección al calabozo. No obstante, no habían señales de ninguno de los tres.

Kain miro a uno de los guardias y le dijo -guárdame el lugar, vuelvo en un rato- y camino hacia las escaleras que te permitían descender de la muralla. El guardia lo quedo mirando, este no es un palco, ni una arena de entrenamiento, pensó. Pero no se atrevió a decir nada. Tomo la más sabia decisión e ignoro las palabras.

-o-

Como a eso de las nueve de la mañana, Kain llego a la familia Hera. Ellos vivían en el sector norte de Orario, a unos treinta minutos de la torre de Babel. En una lujosa mansión que hacía ver a su casa en Millis como una casita hecha de fósforos. De partida, todo el terreno estaba rodeado por una verja de metal y concreto. Todo pintado de blanco. En el interior había un mar de árboles que te impedía mirar hacia adentro. Y más allá, después del mar de árboles, se veía una gran mansión. Eran una cosa enorme, de seis pisos de alto, con torres que la hacían parecer un castillo.

Kain se paro en frente de los cuatro guardias que había en el portón y les dijo -quiero ver a Jason, Odiseo y Aquiles-

Los guardias tiritaban delante de él. Después de todo, eran solo pequeños nivel 2 ¿Qué podrían hacer en frente de este monstruo?. Sin embargo, uno de ellos se envalentono. Kain no supo si fue porque era joven (no aparentaba tener más de veinte) o porque era estúpido. Pero el joven guardia dijo entre tartamudeos -S-s-señor, el s-sub capitán no está disponible-

-Aja- respondió Kain -entonces llama a tu diosa. Dile que Kain quiere hablar con ella-

-Señor- se trato de excusar el joven guardia, pero Kain levanto su mano para callarlo y le dijo -solo inténtalo. Ella me conoce-

El guardia puso una sonrisa algo incomoda. ¡Vaya broma! ¿Quién no lo conoce en la ciudad después de golpear a una gran familia?. Es imposible que pase desapercibido. El guardia asintió y le dijo -lo intentare-

A los veinte minutos después llego el guardia con la diosa Hera. Al igual que la otra vez, vestía una toga griega que resaltaba su figura. Lo único que dejaba a la vista, eran sus delicados hombros y sus brazos. Su piel no parecía humana, más daba el aspecto de estar hecha de jade, suave y tersa como la piel de un bebé. No obstante, ella mantenía su rostro serio, como si fuera indiferente a todo el mundo. Ella salió de la mansión y le pregunto en su tono estricto usual -¿A qué se debe tu visita?-

Kain se acercó hasta quedar a un metro de ella y le dijo -bueno, se supone que iba a entrenar a alguien, pero nunca llegaron-

Hera asintió y le dijo -sígueme. Aparte de castigar a esos tres irresponsables, no causes problemas-

-Solo me defenderé-

-Eso esta bien, pero se indulgente-

Kain asintió y Hera sin esperar, empezó a caminar con dirección a la mansión. Kain siguió manteniendo el mismo ritmo que la diosa. Poco a poco la gran muralla de árboles se fue abriendo, dando paso a algo similar a una ciudadela. Habían caminos y casas por todos lados. Muchos aventureros ya estaban en pie; unos realizaban labores domésticas de mantención, otros estaban en un campo de entrenamiento. Incluso había una capilla de uso exclusivo para la diosa. No obstante, la atracción principal era el castillo. Desde la distancia no se podía apreciar cómo se debe. Pero desde unos cincuenta metros podías ver que tenía siete pisos de alto.

La diosa Hera hablo mientras avanzaba por el camino de adoquines -esos niños estuvieron celebrando durante dos días. Les dije que estuvieran listos, pero no me escucharon-

Kain quedo confundido, la diosa avanzaba sin mirarlo en ningún momento. No sabía si se dirigía al él o no. No obstante, igual respondió -son muy jóvenes. Algunas muchachas deben haberlos engatusado-

-Yo creo que fue al revés-

-Jajajaja, puede ser. No te preocupes, déjamelos a mi-

Después de ese breve intercambio, no conversaron más. La diosa Hera era una mujer reservada. De pocas palabras pero precisas. El hecho es que si querías conversar con ella deberías ser tú el que le hable. Ella a lo más, te corregiría si estas equivocado o te dirá una que otra cosa, como para hacerte saber que todavía te estaba escuchando.

Por otro lado, cuando entraron a la mansión, el lujo era la norma. El piso tenía una cerámica celeste que relucía. Las murallas eran de un blanco impoluto. Los muebles eran de un color burdeos, más cercano al rojo de un vino tinto. Todo muy limpio y en orden. Se podían ver mucamas por los corredores. A su vez, la mansión estaba dividida en cuatro niveles. El más bajo era para los novatos y para los hombres. Los otros dos niveles eran para todas las mujeres. El cuarto nivel estaba reservado para la diosa, la capitana y la sub capitana, pero como Jason era hombre, perdió este beneficio. No porque su diosa se lo quitara, sino porque quería estar con sus hermanos. Así que los tres idiotas se quedaron en la planta baja, al final de la mansión, en los dormitorios que daban al patio trasero.

Una vez que dieron una gran vuelta dentro de la mansión, llegaron a los dormitorios como a eso de las diez de la mañana. Ya para ese momento, el último grupo de aventureros ya se habían levantado. Los últimos rezagados fueron vistos por su diosa, así que pasaban con las cabeza agachada y daban un saludo, que más parecía un susurro. Por su parte, la diosa Hera asentía, pero algo le decía a Kain que ella no lo olvidaría. De alguna manera los haría escarmentar.

Al final de un largo corredor iluminado por la luz que pasaba por las ventanas. Habían tres grandes habitaciones. Era un pequeño cariño que les había hecho la diosa. Había unido dos habitaciones para que cada uno tuviera una gran habitación. Por decirlo de alguna manera, todo este corredor era de los tres idiotas. Entre puerta y puerta, habían quince metros de diferencia.

La diosa se detuvo, miro a Kain y le dijo -desde esta puerta- apunto a la mas cercana -hasta al fondo, son: Jason, Aquiles y Odiseo-

-Muchas gracias- dijo Kain -no te preocupes, yo los arreglare-

-No rompas nada-

-Tranquila, solo los golpeare, pero tómalo como parte del entrenamiento-

La diosa asintió y Kain camino hasta la primera puerta que funcionaba como vanguardia. Toco dos veces sin obtener respuesta. Entro forzando la manilla y allí encontró a Jason acompañado de tres mujeres; una joven amazonas, una mujer de la raza gato y una humana. Él parecía estar en la gloria y como resultado de ese sentimiento, ponía una estúpida sonrisa mientras era abrazado por tres hermosas mujeres. Kain creo un bomba de agua fría se la lanzo encima. Las cuatro personas gritaron y Jason, al mirar, se dio cuenta de que estaba muerto. Su diosa estaba en la puerta, y peor aún, su maestro estaba en su habitación.

Mientras las muchachas se tapaban, Jason se rascaba la cabeza sin cubrirse su desnudez y con una sonrisa, dijo -lo siento, me quede dormido-. Después de eso no supo mas, Kain le pego un solo manotazo dejandolo inconsciente. Después le dijo a las niñas -vístanlo, vendré por él en diez minutos-. Ellas asintieron y Kain salió de la habitación. No paso por la de en medio, lo más probable es que ese bribón de Aquiles este con la capitana. Así que les dio algo de tiempo para que se preparara.

Toco dos veces la puerta de Odiseo y paso lo mismo, nadie contesto. Así que abrió la puerta y se encontró a Odiseo en su escritorio. No es como si estuviera solo, había una muchacha rubia de la rasa lobo en su cama. Ella dormía como un angelito mientras Odiseo escribía algo. Odiseo siguió escribiendo y sin levantar la mirada dijo -estoy ocupado maestro, puedes volver en unos días más-. En ese momento, Odiseo aprendió que por la boca muere el pez. Kain lo noqueo igual que a Jason y como estaba vestido, se lo echo al hombro y se lo llevo.

Kain dejo para el final la habitación de Aquiles, pero antes de que pudiera abrir la puerta, esta se abrió desde dentro. Salió Aquiles y lo siguió Irene. Si las habitaciones de los otros dos olían a sexo y alcohol, la de Aquiles olía como si hubiera tenido una orgia. El muchacho algo avergonzado, se ruborizo y dijo -estaba algo ocupado-. Kain frunció el ceño. Este trio lo fueron a molestar para entrenarlos y ahora le dicen "estaba ocupado", pensó. También lo noqueo por idiota. Irene reacciono lanzando una poderosa patada. Solo el viento hizo estallar el vidrio de las ventanas, pero Kain la detuvo con el dorso de su mano.

-No golpees a mi hombre- le advirtió Irene

Kain la miro con frialdad y le dijo -soy su maestro, no te metas en mi camino-

-¿Y porque lo golpeas?-

-Jajaja no te preocupes- dijo Kain -esto no es nada. En unos días mas volverá medio muerto-

Irene miro a su diosa y le pregunto -¿Qué pasa aquí?-

La diosa con su rostro inexpresivo, respondió -los va a entrenar-

-Nadie me dijo nada-

-No necesitan, yo le doy mi aprobación. Déjalo. Sé que estas encaprichada con este muchacho, pero si lo proteges, jamás será capaz de sacar todo su potencial-

-Si le pasa algo- dijo Irene mientras miraba a Kain y le daba una mirada de muerte

Kain hizo una sonrisa más pequeña, casi imperceptible, la miro a los ojos y le dijo -en ese momento, te mandare junto con él. Así no se separan, nunca, jamás-

Irene dio un paso atrás. Ni cuando era niña y vio a la diosa de las amazonas, sintió tanto miedo.

Por otro lado, Kain soltó una risita. Se echo a los otros dos idiotas al hombro y le dijo -no te preocupes. Es cierto que los voy a maltratar, pero nunca los mataría. Piensa en las águilas, para que aprendan a volar, tienen que atreverse a enfrentar sus miedos. Tiene que salir de su zona de confort-. Kain le dio una leve reverencia a la diosa Hera e hizo su camino a la salida. Lo único que sonaba en el pasillo eran sus pisadas.

-o-

Durante dos semanas, Irene, la capitana de la familia Hera, tuvo que ir a recoger a los tres idiotas. Después de cada entrenamiento, no quedaban buenos para nada. El primer día, Irene estaba segada por la furia. Aquiles tenía moretones y cortes por todos lados. Trato de atacar a Kain con todas sus fuerzas, pero el resultado fue el mismo de Aquiles, termino con moretones y cortes por todos lados. Se suponía que Irene los venía a buscar, pero con esta nueva adición, Kain los tuvo que llevar a la familia Hera. Desde ahí en adelante, la situación causo revuelo en toda Orario. Nadie sabía porque el elfo devolvía a los tres aventureros en mal estado. Sin embargo, nadie se atrevió a cuestionar. Cada vez que venía el elfo, la diosa Hera lo recibía de buen agrado, le daba pequeñas reverencias y le agradecía su trabajo. A lo mejor los otros no lo entenderán, pero los tres idiotas se estaban templando y adquiriendo habilidad.

Durante dos semanas se produjo la misma tónica. Ellos iban a las cinco de la mañana a entrenar y volvían como a eso de las once de la mañana. No obstante, cada día volvían peor. Irene se quejó con su diosa sin obtener una respuesta satisfactoria. Quería detener esta locura, ni las amazonas son tan brutales en su entrenamiento. No obstante, la diosa no le dijo nada. Mientras Hera estaba en su habitación. Invito a Irene y le mostro la actualización de hace dos semanas y la del día anterior.

-Esto es una broma ¿cierto?- pregunto Irene. La impresión fue tanta que se cayó sobre su trasero

Hera camino hasta la ventana de su habitación. Desde aquí podía ver a sus niños entrenar. Ella negó y le dijo -es la verdad. Increíble ¿cierto?. En toda mi vida no había visto algo tan increíble. Por lo menos, en los aventureros de mi familia-