Interludio - Reverse Side - ¿Quién manda en estas tierras? 2

Cuando Kain llego a la casa, Catalina estaba comiendo algunas frutas. No obstante, las dejo de lado una vez que vio la sandía, sus ojos parecían haberse iluminado. Ella se la quito de las manos y la empezó a calar con un cuchillo. Después se la comió con su usual sutileza. Por su parte, Kain la miro desde el asiento del frente, se reía de ver a esta cerdita disfrutar de su comida. Sin embargo, todo cambio cuando Lilia se acercó a él, lo olfateo y de inmediato le tiro la oreja. Ella estaba furiosa y le pregunto en un tono firme -¿Dónde estuviste?-

Kain contesto -comprando, mujer ¿Por qué te enojas?-

-¿Por qué hueles a otra mujer?-

-No lo sé, a lo mejor en las calles alguien paso cerca de mi-

-No lo creo, dime la verdad-

-La persona que me dio esa sandia era una mujer-

-¿Quién?-

-Una amiga, ahora suéltame la oreja Lilia-

Lilia grito -¿Quién?-

-Se llama Freya ¿Cuál es el problema? No he hecho nada-

Lilia se coloco a llorar y le empezó a decir -te enredaste con esa perra-

-No, para nada. Ella solo me quería pedir que me una a su familia-

-¡Mentira!-

-Lilia te estoy diciendo la verdad-

-Mentira, te vas a meter con esa perra y me abandonaras- y después de decir esas palabras, Lilia salió corriendo y se encerró en su habitación.

Kain quedo en shock, no esperaba que se comportara de esa manera, así que miro a Catalina que seguía en su propio mundo mientras comía sandia, le chorreaba el jugo rojo por la boca.

Catalina se percató de que la estaban mirando y le pregunto -¿Qué? Esto esta delicioso-

Kain suspiro y le pregunto -¿no escuchaste que estábamos peleando?-

-Sí- respondió Catalina mientras se limpiaba la boca con un pañuelo

-¿Y no vas a decir nada?-

-¿Eres idiota? Claro que no, yo no quiero meterme en sus peleas. Después, ustedes se reconcilian y yo quedo como la mala. Así que no señor, yo no me meto, pero…dejando de lado los celos de Lilia, mantente alejado de esa mujer Freya. No es buena, incluso la dama Frigg que es de la misma mitología dice que no es buena compañía-

Kain suspiro y le respondió -solo la escuche porque me recuerda un poco el carácter coqueto de mi madre, eso es todo-

-De todas maneras no lo hagas, ahora ve a buscar algo para pedir disculpas-

-No quiero salir a comprar, pase toda la tarde buscando esa puta sandia-

-¿Qué te puedo decir, amigo? Valió la pena, esta muy rica ¿quieres?-

-Bueno- respondió Kain mientras Catalina le tendía un trozo de sandia.

-o-

Es medía noche y Kain va caminando por la avenida principal con rumbo a la gremio. ¿Por qué a esta hora? Bueno, Kain no le hizo caso a Catalina. Ella le dijo que fuera a buscar algo para pedir disculpas, como una especie de soborno. Pero no, él tenía que ser obstinado. Por alguna razón Lilia anda de un ánimo sensible, así que lo mando a dormir al patio. Ahora él se lamenta de no haber escuchado a Catalina.

Mientras él sigue avanzando por las calles de Orario, puede ver que los locales de comida aún siguen abiertos. Los aventureros beben, festejan, meten ruido y se pelean. Una que otra prostituta llama a Kain desde una esquina, pero Kain se escusa con un gesto cortes. Ya tiene suficientes problemas portándose bien, imagínate si se portara mal. No lo quiere ni imaginar, así que pasa de todo y avanza por la avenida hasta llegar al gremio.

Por su parte, Margaret que por lo usual trabaja por las mañanas, hoy está cubriendo a una amiga. Ya lleva más de quince horas de trabajo, así que siente que los parpados le pesan. Por otro lado, en el gremio están solo ella y dos compañeras más. Por lo usual, en este horario el público es escaso. No obstante, siempre debe haber alguien que vigile o este para ayudar a los aventureros. Así que aquí están, con un enorme edificio vacío y tratando de evitar el sueño a base de café y otras comidas. De repente se escuchan pasos que las alertan a todas. Por lo usual, pagarían para no tener que atender a los molestos aventureros, pero este Orario es tan aburrido que agradecen cualquier visita. Así que entre las asesoras echan suerte y Margaret salió premiada.

Margaret se paró con una postura recta como una lanza, con su usual rostro serió y le dijo -buenas noch…-, pero se quedó sorprendida al ver quien entraba y le pregunto en un tono de incredulidad -Kain ¿Qué haces aquí?-

Kain puso una sonrisa algo incomoda y le respondió -¿vengo a matar el tiempo?. Digamos que tuve algunos problemas en casa y me mandaron a tomar aire-

El rostro de Margaret se deformo en una sonrisa y se comenzó a reír como nunca antes. Después de eso llegaron las otras asesoras y una vez que escucharon la situación de Kain, se rieron. Una de ellas aprovecho la oportunidad de coquetearle, pero fue detenida por Margaret. Esta última le recuerdo quien era una de las esposas. Así que la asesora detiene sus avances y trata de evitar antagonizar a una nivel 4.

-Así que eso te paso- dijo Margaret con una sonrisa

-Sip- le responde Kain -me porte bien, en ningún momento hice algo indebido, pero ya ves como paso todo-

-No debiste ir en primer lugar-

-Puede ser. Dejando eso de lado ¿Qué pasa contigo?¿haciendo turnos extras?-

-No, solo cubro a una amiga, mañana es mi día libre. Así que quiero que pase luego la hora y volver con mi hijo-

-Es lo mejor. Por ahora ayúdame con unos libros para matar el tiempo, tráeme…- y Kain le nombro de memoria diez títulos. Todos relacionados con las bendiciones que se obtienen de los dioses.

Durante todo este tiempo, Kain estuvo registrando todos los cambios que tuvieron Lilia y Catalina, tanto físicos como espirituales. Por ejemplo: Cuando Catalina hace magia, por su cerebro pasa un enorme flujo de energía. Esto es similar a cruzar un pequeño acantilado por un cuerda. Manejarlo exige concentración, disciplina y esfuerzo. Pero ahora con la bendición de la diosa, esa energía pasa de manera sistemática, similar a cruzar el mismo acantilado, pero a través de un puente colgante. Es una conexión estable, firme, sin tantas complicaciones. El viento aún puede mover el puente, pero es más seguro y exige menos sacrificio cruzar el acantilado a través de una cuerda. Por otro lado, la energía de Lilia ahora se enfoca en las partes vitales, mejora la circulación de la sangre en los pulmones, el corazón, en los brazos y piernas. Esto genera un mejor desempeño en el manejo de la espada y por decirlo de alguna manera, la bendición de la diosa corrige sus falencias. Es como si alguien estuviera controlando su cuerpo para que se moviera de forma óptima. Kain pensó en pedirle a ambas diosas que le quitaran su bendición para ver el efecto que esto tendría, pero eso es más fácil de decir que hacer. Ambas, Catalina y Lilia, están fascinadas con su familias. Les gusta el estilo de vida del aventurero, así que es un poco difícil pedirles que dejen sus bendiciones. A finales de mes debería aparecer el viejo Xiao y Kain no sabe qué les va a decir.

Kain soltó un suspiro, aparto la mirada del libro y miro alrededor, todo está muy tranquilo. Afuera del gremio esta oscuro pero adentro esta iluminado por candelabros con forma de araña. Las asesoras están sentadas en una mesa mientras conversan y el resto de la gremio estaba deshabitada. De repente se escuchó unas carcajadas y un tipo alto con una robusta armadura entro en la gremio. Cara de cerdo, dijo Kain en su mente. Cerro el libro y se posiciono para ver cómo se comportaba el tipo. Si daba problemas, no sería ningún inconveniente limpiar la basura. No podía matar dioses y deformar el balance del mundo, pero matar a un bastardo aventurero no debería implicar ningún problema.

El guerrero de armadura placas avanzo por la recepción de la gremio. Sus pasos resonaban por toda la recepción y las asesoras fueron interrumpidas por este bullicio. Lo miraron y el guerrero las miro. Se dirigió a Margaret y le dijo -Margaret, he venido a invitarte-

-Calvin- le respondió Margaret en un tono respetuoso -ya te lo he dicho en numerosas ocasiones. Nosotras las asesoras no podemos tener una relación con un aventurero activo. Si sigues me van a terminar despidiendo ¿quieres que eso pase?-

-¿Y tu esposo?-

-El era un ex aventurero-

-Vamos Margaret, acompáñame. Con tu esposo muerto, necesitas un hombre-

-Déjame tranquila o llamare al señor Fels-

-Déjate de estupideces. Todo el mundo sabe que ese fantasma no escucha a nadie. Ahora ven- dijo Calvin. Pero antes de que pudiera colocar sus manos sobre el brazo de Margaret. Un poderoso agarre lo detuvo.

Kain hizo chirriar la armadura con su agarre, coloco una sonrisa juguetona que decía "te ocupare de entretenimiento" y le dijo -deberías dejarla, es un consejo, por el bien de tu salud-

-Cállate- dijo Calvin, giro su cabeza, miro a la salida y grito -muchachos, háganse cargo de este idiota-

Acto seguido, cuatro tipos que parecían rufianes se acercaron. Kain sonrió con confianza, tomo a Calvin del brazo, lo hizo girar en el aire y lo lanzo por la puerta estrellándolo contra sus amigos.

Por su parte, Kain avanzo a paso lento mientras se sacudía las manos y le dijo -deja de molestar a Margaret. Ella es mi amiga-

-Te arrepentirás de esto- dijo Calvin tumbado en el suelo, se arrodillo y trato de tomar de su espalda un mango que nunca existió. Como no tenía su arma, apunto a Kain con el dedo y le dijo -volveré, espero que no hayas huido como un cobarde-

-No te preocupes, te estaré esperado-

Entonces Calvin se llevo a todos sus amigos y se desvaneció en la noche. Kain se dio la vuelta para entrar, pero se topo con Margaret. Ella tenía un rostro molesto y le pregunto -¿Por qué hiciste eso?¿sabes que son parte de la familia Zeus?-

-Tranquila- le dijo Kain -si vienen, yo me hago cargo-

-Tu no me importas- dijo Margaret con ojos acuosos -me importa mi hijo, si le llega a pasar algo, te matare, lo juro-

Kain soltó un suspiro, le dio un abrazo y le dijo -no te preocupes, no dejare que nada te pase-

-Eso espero- respondió Margaret mientras se alejaba de él y le daba un manotazo en el pecho.

-o-

Una hora más tarde, volvió Calvin con los cuatro idiotas y tres tipos más. Una mujer y dos hombres. Parece que todos eran de la familia Zeus. No obstante, sus categoría era diferente. Aunque Calvin vestía una enorme armadura, aun se veía como un aventurero promedio. Por otro lado, los otros tres se veían fuertes y distinguidos, como si estuvieran en otra liga. Kain los quedo mirando y camino mientras Margaret le tiro de la camisa, sin tener éxito en detenerlo.

-Veo que trajiste refuerzos ¿con quien empiezo?- le pregunto Kain

Calvin no se molestó en responder, saco una enorme hacha de su espalda y se lanzó contra él. Para Kain fueron movimientos torpes y la única preocupación que le podía producir, era que se le cayera encima esa pesada armadura. Kain dio un paso atrás y Calvin cayó como un saco al suelo. Apoyo uno de sus brazos para levantarse, pero Kain le dio una patada frontal enviándolo a volar. El cuarteto fue a buscar a su "jefe" mientras los otros tres miraban a Kain encantados.

-Mira lo que tenemos aquí- dijo un tipo rubio con el pelo largo hasta la espalda. Llevaba polera que mostraba todo su pectoral firme como el acero. Le dio a Kain una sonrisa salvaje y desenfundo un estoque. Kain levanto su mano y le hizo el gesto con su dedo índice para que se acercara. El tipo rubio dio un salto y desapareció. Después apareció detrás de Kain y lo trato de atacar. No obstante, Kain ni siquiera se movió. Lo miro de soslayo y le dio una patada que lo lazo al edificio de la gremio.

El otro hombre restante se puso una especie de guanteletes metálicos. Dio algunos saltitos en su posición y salto de frente tratando de conectar sus puñetazos. Kain esquivo cada uno, intercepto los diez siguientes, y le dio una patada enviándolo a volar. El guerrero cayo rodando, se reincorporo, arremetió con más patadas y puñetazos sin ningún éxito. Después de diez cansadores minutos donde dio todo de sí, el guerrero se detuvo, hizo una reverencia y concedió.

La mujer restante vio todo el combate, tenía un cabello corto de color naranja. Vestía un traje negro que resaltaba sus caderas y dejaba ver gran parte de sus voluminosos senos. Al ver conceder a su compañero le grito -Idiota ¿Por qué te rindes?-

-Es un maestro- le respondió el guerrero en completa calma -es imposible que le pueda ganar. Lo otro sería intentar algo y morir-

-Pero Calvin y Lu-

-Él no los mato. Ya lo viste, ni siquiera lo pude dañar. Si hubiera querido matarnos ya lo hubiera hecho-

-Exacto- exclamo Kain en un gran tono -solo quiero que dejen de molestar a mi amiga-

-Este idiota- dijo la mujer -solo porque escucha al viejo bastardo Zeus se pone hacer estupideces-

-Déjalo, es el dios de nuestra familia. No hay mucho que hacerle- dijo el guerrero, después miro a Kain y continuo -maestro, lamentamos el comportamiento de nuestro amigo, pero le aconsejo que mantenga un perfil bajo. A nuestro capitán no le gustan los alborotadores-

-Parece que no haz entendido tu posición- dijo Kain con un tono burlón -entonces dile a tu capitán que venga. Le cortare ambos brazos, para ver si aun no le siguen gustando los alborotadores-

La mujer le dio una mirada de muerte y le advirtió -no hables así de nuestro capitán-

-Ustedes molestan a mi amiga. Los dejo vivos y me amenazan con su capitán ¿Qué debería hacer?¿agradecerles y salir arrancando?- Kain negó con su dedo índice y gesticulo de forma exagerada -trae a tu capitán, veremos quien es quien-. El guerrero y la mujer se iban a retirar pero escucharon a Kain decir -mas vale que venga o yo iré por él-

-o-

A las siete de la mañana llego un anciano y un sequito de guerreros. Mas de cien, todos con sus armas y armaduras. Kain salió para mirarlos. Ochenta por ciento eran abono para el campo. Los dos hombres que iban detrás del anciano parecían fuertes. Uno tenía el cabello verde y el otro negro. Parecían asiáticos, pero con la piel morena. Ambos eran un palmo más altos que Kain y tenían cuerpos fornidos. Llevaban una armadura que les protegía el pectoral, el resto eran protecciones para los brazos y piernas. Uno de ellos dio un paso adelante, pero fue detenido por el anciano. Este último vestía una toga blanca que hacía juego con su cabello como su frondosa barba. Se adelanto y le pregunto a Kain -¿tu eres el que golpeo a mis hijos?-

-Yo fui- le respondió Kain mientras emitía una sonrisa -deberías enseñarles a respetar-

El viejo ignoro las palabras de Kain y le pregunto en un tono enfadado -¿Por qué quieres luchar con el capitán de mi familia?-

-¿No te lo dijeron? Ellos me amenazaron diciendo que no le gustaban los alborotadores-

-Muchacho, si te disculpas y trabajas para mi familia te perdonare-

-¿Quién quiere ser tu hijo, estúpido dios?-

-Tu eres el estúpido- dijo el anciano -nadie te ha dicho que serás parte de la familia. Solo trabajaras como el perro que eres-

-Bien- dijo Kain mientras asentía de forma constante -tu lo quisiste así-

Kain salto, apareció frente al anciano y le pego una patada que lo lanzo a cinco metros. El resto quedo impresionado, pero de forma instantánea reaccionaron y corrieron para pelear. Sacaron sus armas y comenzaron a atacar a Kain. Este evitaba los golpes y los noqueaba de un solo golpe. Él corrió, siguió evitando los ataques y contraatacando. No obstante, cuando quedaban solo quince guerrero en pie, ellos saltaron hacía atrás generando un espacio entre Kain y ellos. En ese momento, diez personas en una esquina de la calle empezaron a conjurar una magia. Sin embargo, Kain hizo algo ilegal. Ocupo el milagro "voto de silencio" y los magos se pusieron pálidos al instante. Se miraron entre sí con expresiones de angustia e incredulidad ¡No podían hacer magia! Y gracias a eso, ninguno pudo reaccionar cuando Kain los golpeo.

Una vez que solo quedo Kain en pie, se ganó en medio de la calle y empezó gritar -vamos, estoy esperando sus ataques ¿Qué pasa?¿no son los reyes de la ciudad?¿porque no sale el gran capitán? estoy haciendo un alboroto-

-Fanfarrón- respondió una voz en un tono bajo. Un hombre de cabellos naranjas apareció a diez metros de Kain. Portaba una armadura de cuero que terminaba en una toga romana. Era muy alto, al menos tres palmos más que Kain. Sus brazos se veían tonificados, como dos columnas. Llevaba una lanza tan larga como él y se veía feroz, como si fuera un hombre que lucho mil peleas antes de detenerse.

Kain lo quedo mirando sin cambiar su expresión y le pregunto en completa calma -¿Por qué te demoraste?-

-Prepárate- le dijo el guerrero mientras se colocaba en posición de ataque. Apunto a Kain con su lanza y corrio con todas sus fuerzas. Con el impulso cruzo los diez metros de distancia, tenso sus músculos y cuando estuvo a su alcance, lanzo una feroz estocada. Por su parte, Kain no lo pudo esquivar, así que se cubrió con sus brazos. La lanza penetro el touki y atravesó su ante brazo derecho. Kain frunció el ceño y espero a que el guerrero perdiera su impulso. Una vez que paso esto, Kain se movió con rapidez, hizo un milagro y se curó. Miró al guerrero con agrado y saco una de sus katanas. Se puso en posición de combate y corrió para golpear al guerrero con su Iai. Este último dio un salto en diagonal, espero evitar el golpe, pero la longitud de la hoja era ridícula. Aunque en ese breve momento se distancio cinco metros de un salto, Kain lo alcanzo. La katana corto la lanza, atravesando sus defensas, alcanzando así su pecho. Después de recibir la herida, el guerrero cayó al suelo y la sangre se empezó a derramar. Él trataba de respirar pero sus pulmones no le funcionaban. Sentía que el mundo se volvía más borroso a cada segundo, pero de repente una luz dorada lo envolvió y ya no se sintió tan mal. Trato de mirar quien había sido, pero apenas tenía fuerzas para levantar el cuello.

Kain camino hasta él y le dijo -quiero que hagas una promesa-

-Depende- respondió el guerrero

-No estas en posición-

-Si significa traicionar a mi familia, me niego-

-Solo quiero que no molestes a mi amiga ¿entendido?-

-¿Quién es tu amiga?-

-Margaret, la asesora de la guild-

-Si es solo eso, dalo por hecho-

-Si descubro que alguien o algo le hizo daño a ella o a su hijo, matare a toda tu familia ¿entendido?-

-No le haremos nada-

-No funciona así. Desde ahora eres solidariamente responsable por su seguridad. Si le pasa algo será culpa de la familia Zeus y por ende, los matare a todos si pasa algo-

-Yo- trato de protestar el guerrero, pero Kain le pateo la cabeza dejándolo inconsciente. Se dio la vuelta y les dijo a todos los que aún estaban consientes -ahora son solidariamente responsables-