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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Tranh châm biếm
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Capítulo 24 - La viajera del espacio tiempo

Con los wyvern enfrente, Kain tomo la más sana decisión, ocupo la magia de ocultación y avanzo por el camino. Al pasar por frente a los wyvern noto que algo raro les pasaba. Para empezar, no notaron la manifestación de la magia, eso era algo bueno, pero raro. Kain contemplo a los wyvern, estaban quietos, las cuencas de sus ojos estaban vacías, de vez en cuando rugían pero no se movían de su posición. . Kain opto por seguir su camino, cruzo un puente pequeño puente y llego frente a la entrada que custodiaban los wyvern. Cuando entro se encontró con un no muerto, este llevaba una espada en su mano derecha y una campanilla en la izquierda. Kain paso sin tocarlo, alertarlo le podría traer complicaciones innecesarias. Siguió avanzando por una escalera que era custodiada por un guerrero. Este guerrero al igual que otros, llevaba armadura completa y un gran espadón tan grande como él. Se movía dentro del espacio donde estaba el descanso de la escalera.

El guerrero al parecer vio algo, porque lo primero que hizo fue lanzar un golpe con su espadón. Kain lo evito, emitió la segadora de almas y en una súbita apuñalada en el pecho, mato al guerrero. El guerrero cayó al piso generando ruido. El no muerto del primer piso se alertó e hizo sonar la campana, al instante siguiente llegaron dos guerreros que atacaron a Kain. Este último fue retrocediendo a medida que iba bajando por las escaleras, esquivaba cada ataque, pero el simple roce le producía pequeñas corrientes eléctricas. Eran tan débiles como para que no le afectaran, pero tan claras como para saber que pasaron por ahí. Kain apuñalo a un guerrero y al otro lo golpeo con su telequinesis. Después boto al guerrero que apuñalo y salto sobre el cuerpo del que fue empujado con telequinesis. Al final ningún guerrero pudo resistir más de un golpe. Una vez que los guerreros fueron vencidos, Kain apunto su magia al no muerto del primer piso y le lanzo una flecha del alma.

Después de todo eso, Kain siguió avanzando por la escalera que se dividía en dos. Tomo el lado izquierdo y cuando salió del edificio, se encontró con un puente. A lo lejos de ese puente se veían criaturas con cuerpos ramificados. Las criaturas volaban y no producían ningún tipo de reacción a pesar de que Kain había llegado a este punto. Lo halló extraño, eran las primeras criaturas que no lo trataron de atacar, pero no sabía porque. Él cruzo el puente y a mitad de camino, paso por una fuente en la que había una estatua, esta portaba una enorme hacha y un escudo. Kain la miro por un instante y después viendo que no había reacción, continuo su camino.

Cerrado. Así estaban las puertas que conducían al siguiente nivel del castillo. Kain miro un camino que estaba al costado y encontró un elevador que no funcionaba. Como no habían más opciones, miro hacía su próximo objetivo y considero que no le quedaba de otra que entrar como un ladrón. Kain entro por una ventana, noto que el lugar estaba oscuro pero se podía divisar una biblioteca. Salto desde la ventana hasta un estante, después bajo al piso y camino hasta toparse con un monstruoso anciano. El viejo llevaba un gran sombrero y tenía el rostro vendado, también era un no muerto y como no era un guerrero, Kain opto por matarlo con magia. Le lanzo una flecha del alma, pero el mago saco un estoque y golpeo la flecha. Kain vio como su magia se desvaneció y tomo esto como un desafío. Así que comenzó a lanzar todo tipo de magias, pero nada le hacía daño al mago, al contrario, el mago se reía con demencia. Cosa que a Kain le molesto. Este último, tomando ventaja de lo relajado que estaba el mago, emitió la segadora y esprintando a toda carrera. Corrió hacía el mago y lo apuñalo en la cabeza. Por la manga del mago cayo algo y después se desplomo. En el suelo se convirtió en brillantes partículas aguamarinas mientras dejaba caer una piedra del alma. Kain se agacho para recoger lo que había dejado caer y cuándo lo reviso, quedo en shock.

Era un pergamino sin lugar a dudas. La única diferencia era el color, la composición y el contenido. Kain lo hayo precioso y sin lugar a dudas extraordinario. El pergamino era de color aguamarina, suave, casi de una textura cristalina y lo mejor de todo era lo que decía. Kain empezó a danzar como un loco, esto era lo que buscaba, la magia de cristal. En el papel explicaba muchas cosas, otros tipos de magias que nunca había visto. Kain miro hacia los lados y con recelo, guardo el pergamino en su anillo. Era un tesoro demasiado precioso como para dejar que otro se lo robe. Después de guardar el pergamino, tomo una gran respiración, recogió el alma, se dio la vuelta y comenzó a revisar la biblioteca.

-o-

Kain estuvo dos meses en los archivos y aunque se encontró con un hechizo bastante interesante, el resto no lo fue tanto. En su mayoría eran libros que relataban la guerra de dioses contra los dragones. Cuatro señores y un pigmeo. Varios ciclos de encender y apagar una llama, y otras tantas historias épicas. Al parecer, la información útil se la habían llevado. Bueno, si no fuera porque el mago andaba cargando el pergamino de cristal, puede que Kain nunca habría encontrado lo que buscaba. En la biblioteca que comprendía varios pisos de conocimiento histórico, Kain se encontró con varios guerreros, magos y unas pequeñas criaturas que parecían esclavos. Sin embargo, nada de eso importo, nada de eso le ayudaría en su camino, solo la magia de cristal.

Kain se bañó en este mágico conocimiento, tomo el pergamino y se ocultó en una pequeña habitación para no ser molestado. Leyó sin que nadie lo molestara. La magia de cristal era algo superior, incluso el mismo Kain tuvo que admitirlo. Tenía tantísimas aplicaciones. Podías hacer desde un joya hasta un arma. Podías tomar el cristal e imbuirlo en otras energías, tenía una increíble capacidad de absorción y conservación. Incluso si querías preservar un cuerpo, lo único que tenías que hacer era rodearlo con cristal y vualá, se vería por siempre como lo dejaste. Kain pensó en sus posibilidades y se dio cuenta de su error al utilizar su magia. No era que no podía utilizar magia de cristal, su problema era que él es demasiado fuerte. Por ende cuando utilizaba magia del alma, él utilizaba su propia energía en vez de utilizar la que se encuentra en el aire. Por eso no había cristal, porque el cristal se produce en el mundo exterior, no en el alma. Si él fuera tan idiota como para continuar y lograr utilizar esa magia utilizando su propia alma como núcleo, se volvería de cristal. Kain llego a esa conclusión el ultimo día que estuvo en el archivo. Después de leído y releído el pergamino, se sintió exhausto. Parece que su mente se había abierto a más posibilidades. Todo esto le hizo pensar en los no muertos y porque eran tan fuertes. Algo terrible pero increíble hicieron los dioses de este mundo. Por eso las almas se podían fundir con la magia con tanta facilidad.

-O-

Cuando Kain por fin decidió salir de la biblioteca, se encontró con un patio. En ese lugar había una estatua rezando, que a su vez estaba rodeada por otras estatus. No obstante, dejando la peculiar apariencia de la estatua de en medio del patio, que parecía haber sido bañada en cera de vela. El resto de las estatuas era espeluznante. Parecían grandes serpientes deformes con cuerpo humano. Kain miro el lugar, se acerco a la estatua en el centro y la contemplo hasta que una magia lo golpeo en la cara. El hechizo fue de cristal sin lugar a dudas, le dolió una buena cantidad y después de que se recompuso, vio que venían tres enemigos a atacarlo. Dos de ellos eran guerreros y la otra era una maga. El guerrero principal llevaba una gran hacha y un escudo. El que le seguía llevaba dos katanas y la mujer, era la misma que lo ataco en el mundo oscuro. Kain frunció el ceño mientras emitía la segadora de almas. Él esquivaba los hechizos de la maga y procuraba no quedar de espaldas al guerrero de las katanas. Primero lucho contra el guerrero del hacha, le corto el brazo con el que sostenía su arma y le hizo un barrida a los pies y lo boto. Después siguió con el de las katanas, esquivo sus golpes, leyó sus movimientos, entre medio eso contrarresto una lanza de cristal y acto seguido, apuñalo al guerrero de las katanas. Ahora solo quedaba la maga, corrió hasta alcanzarla y a corta distancia, le lanzo una flecha del alma en toda la cara. Al final, el único que quedaba vivo era el guerrero del hacha. Este estaba agonizando, convulsionaba en el suelo. Kain le quito el casco y solo pudo poner un rostro de desagrado…otro no muerto. Kain estaba aburrido de todo esto, por todos lados se podían ver estas asquerosas criaturas, lo peor de todo es que lo primero que hacían era atacarlo. Kain soltó un suspiro algo cansado y le corto la cabeza. Después siguió el camino, avanzo por unas escaleras, vio un descanso y dentro de ese lugar, había un ascensor. Kain activo el ascensor para ver adonde lo llevaba. Quedo molesto e impresionado de que volvió a la entrada de la gran biblioteca. Volvió a donde estaba y continuo subiendo las escaleras. En el camino se topó con mas no muertos y con guerreros. Estos últimos le produjeron un sentido de melancolía y después de matarlos a todos, se preguntó ¿Cómo fueron estos guerreros en vida?. ¿Cómo fueron de poderosos antes de convertirse en estas cosas?.

Kain avanzo hasta el final del camino mientras lo atacaban todas estas preguntas, llego hasta una gran puerta, a sus costados estaban apostados dos estatuas con forma de un hombre alado. Kain encendió su visión espectral y miro en el interior, como lo supuso, las almas que estaban dentro de este lugar, estaban relacionadas con Oceiros. Kain se hizo el ánimo y se preparó para lo que pudiera pasar, sin embargo antes de que entrara de manera beligerante, escucho un susurro en el aire.

(si tienes el poder ¿Por qué no ayudas a otros en vez de ser temido).

Kain tomo una gran respiración y dijo en voz baja -lo sé Carmen, no me he olvidado de tus palabras-

Kain entro más relajado al lugar. Al cruzar la puerta vio un largo pasillo que daba a un salón del trono. En ese lugar, una gran alfombra roja cubría todo el camino, desde el trono hasta la entrada. Kain miro hacia adelante, avanzo a paso lento pero seguro, llego a la entrada del salón y vio que no había nada aparte de los pilares que sostenían la construcción. El lugar tenía enormes ventanales y gran parte del piso estaba cubierto de plumas. Kain siguió avanzando y de repente escucho una suave voz que reverbero por todo el salón.

-Oh, vaya. Otro contendiente obstinado. Te doy la bienvenida, latente ladrón de cenizas- sin embargo, la voz no continuo y girando su cabeza en confusión pregunto -¿o no?-. Esta pregunta se proyecto desde lo que parecía ser el trono, era un estrado de dos pisos, hecho de madera. Sobre él había una criatura, estaba vestida con una túnica negra con encajes de oro.

Después de escuchar la pregunto, Kain tomo la oportunidad, camino en calma hasta llegar a unos diez metros, tomo aire y dijo a gran voz -si lo que he leído en tu biblioteca es verdad, entonces estas equivocado, yo no soy eso a lo que ustedes llaman latente-

-Interesante. Entonces, extraño ¿a qué vienes a verme?. No creo que vengas a mostrar tus respetos- dijo la criatura

Kain sonrió y dijo -no, la verdad es que no, solo tengo curiosidad y dudas. Sentí la fuerza de tu alma y tu acompañante y quería ver si me podías ayudar-

La criatura tomando una respiración de alivio, continuo -Algún día fui conocido como el príncipe Lothric ¿Cómo te llamas extranjero?-

-Kain- dijo en un sonido, como si fuera algo que golpea los oídos.

De repente Kain vio como una luz se movía detrás del príncipe Lothric. Este último a su vez decía -este detrás de mí, es mi hermano, Lorían. Dime ¿Qué deseas saber?-

-¿Qué paso con este mundo?-

Lothric negó con la cabeza y dijo -mi paciencia es grande, pero no tanta, solo te diré que yo estoy a favor de que el mundo siga su curso normal. La muerte o la oscuridad, son solamente un estado del ser-

Kain lo quedo mirando, apretó sus labios y levanto el ceño algo disconforme, esperaba una respuesta mejor. Kain tosió un par de veces, como quien afina su voz y dijo -la magia de tu biblioteca fue robada ¿adónde puedo adquirir ese conocimiento?-

-En muchos lugares de todo tipo de personas. Ve y búscala fuera de este castillo. Toma esto, aquí hay magia. Así que tómala y déjame descansar-

Delante de Kain apareció una luz de la cual emergió un pergamino dorado. Kain le hecho una ojeada rápida, lo guardo en su anillo y pregunto -por esta ayuda ¿hay algo que pueda hacer por ti?-

Lothric negó con su cabeza y dijo -solo déjame descansar, eso sería bueno-

Kain asintió y salió del salón. Camino sin molestarse en mirar atrás, camino sin molestarse en un ser que lo único que deseaba era la muerte.

-o-

Kain se encerró otra vez en el archivo, miro una vez más los libros para ver si encontraba algo interesante, pero no hubo suerte. Al final solo pudo tomar algunos minerales preciosos. En estos momentos tenia diez titanitas centellantes, dos losa de titanita, diez trozos de titanita, cuarenta fragmentos grandes, veinticinco fragmentos pequeños y diez escamas de titanita. Por esto último no se alegró demasiado, ya que tenía los cuerpos de las bestias y podía empezar a extraer las escamas en cualquier momento. Sin embargo algo que tuvo de bueno leer tanto libro, fue que ahora era capaz de entender las posibilidades y los usos que tenían estos minerales. Kain aprendió una que otra cosa buena del pergamino del príncipe Lothric, bueno, fue más de una cosa buena. Magias de sanación, magias de imbuido en sagrado, hechizos similares a la masa del alma, pero con la fuerza del elemento de luz. Fue una ganancia inesperada.

Esta vez cuando Kain bajo y se enfrentó a los guerreros, a los no muerto y a todo lo que había en el camino. Solo utilizo la magia de cristal y magia sagrada sagrado. Se podría decir que Kain creo su propia versión minimalista de los hechizos, eran pequeños fragmentos de cristal imbuidos en elemento sagrado. Tenían una poderosa fuerza de penetración acompañados de una explosión de energía. Sin contar que fue muy fácil vencer a los enemigos, Kain se sintió de algún modo mas fuerte. Sin embargo el bichito de la codicia lo empezó a carcomer y ahora quería viajar por todo el mundo recogiendo magias. Kain siguió pensando sobre esto aun cuando fue rodeado por tres caballeros. Ni siquiera se detuvo en ese momento, siguió caminando mientras lanzaba magia de cristal imbuida en elemento de sagrado. Los guerreros fueron impactados y en segundos se convirtieron en coladores. Kain ni siquiera les prestó atención cuando se desvanecieron en partículas de luz dorada.

-o-

Cuando Kain llego adonde había empezado todo su viaje, camino hasta un escalera y bajo a lo que parecía ser la recepción del castillo. En ese lugar solo había una persona sentada en una silla, era una anciana, ella le dio una breve mirada y luego siguió mirando lo que hubiera estado mirando. No había nada en la recepción salvo columnas de piedra a sus costados y escaleras de caracol hechas de madera.

Kain se paró enfrente de la anciana y le dijo -perdón que la moleste ¿puedo preguntarle algo?-

La anciana miro a Kain una vez más y lo ignoro, solo salió un pequeño murmullo de su boca -estoy ocupada en estos momentos, estoy esperando a alguien, por favor váyase-

Kain soltó un suspiro y siguió su camino a la salida. A las afueras se encontró con tres caballeros, todos en cuanto lo vieron se lanzaron contra él. Kain con un ademan de su mano, soltó una ráfaga del trozos de cristal imbuidos en elemento sagrado. Ni siquiera fue necesario esquivar, todo se redujo a nada en un solo momento. Después de que Kain eliminara a las molestias, miro hacia todos lados, a su derecha había un camino que llevaba a la zona residencial. Por otra parte, al frente habían unas escaleras que daban a lo que parecía ser la salida del castillo. Kain pondero si sería mejor salir del castillo o descansar. No esperaba que el lugar fuera la gran cosa, pero permanecer tanto tiempo luchando y leyendo le pareció muy estresante. Al final, eligió la zona residencial y se metió a una casa de tres pisos con un balcón. No muy lejos del lugar, se veían a los no muertos rondado, pero lo único que tuvo que hacer para apartarse de tal vista fue cerrar las ventanas y las cortinas. Entonces limpio y descanso en ese lugar por seis días. Hubo un día, más o menos el tercer día de su estancia, en donde los no muertos rondaron cerca de su casa. Kain salió y los matos a todos en un pispas, la única molestia que tuvo que pasar, fue luchar contra una especie de ángel guerrero. Era enorme, casi el doble de la estatura Kain, llevaba una alabarda y era ridículamente resistente al elemento de sagrado. Kain por supuesto, utilizando unas masas de cristal y la segadora de almas, lo mato sin demora.

-o-

Hoy era el séptimo día en la residencia. Kain salió al balcón con una tasa de café y miro hacia la distancia, observo con cuidado las cercanías y dijo -bien, todo normal. Los mismo cinco no muertos en el mismo techo. Un wyvern muerto más allá. El guerrero de la alabarda en ese callejón. Los otros cuatro guerreros de Lothric en la entrada del castillo. Sip, todo normal- y siguió mirando mientras se tomaba un café. De repente bebió un trago y lo esculpió. Su cabeza no pudo procesar lo que vio. Una mujer iba corriendo por los techos mientras era perseguida por cinco no muertos. Lo extraño era que usaba alguna magia para teletransportarse entre espacios, esquivando los golpes y devolviendo los ataques. Ella tenía el cabello ceniciento, vestía una blusa beige, pantalones de color café y botas de una café más suave que le llegaban hasta las rodillas. Solo llevaba una espada en la espalda.

Kain intuyo que se veía bien, pero lo más importante no fue eso. Lo importante es que utilizaba una magia que Kain en algún momento domino. Espacio. Si puedes dominar el concepto de dimensión y tener un catalizador como un emblema vampírico, puedes aparecer y desaparecer adonde quieras. Ya lo recuerda él cuando aparecía y desparecía cortando a todos sus enemigos. Esta magia era preciosa, se preguntó ¿Cuántos podían dominarla con tanta soltura como esta muchacha?. La respuesta fue clara, ¡nadie!. La muchacha corría, aparecía y desaparecía a cada dos o tres pasos. Ella arrancaba porque donde no vencía a todos los no muertos, se acumulaban uno detrás de otro y el grupo se incrementaba a cada paso que daba.

Kain se vistió lo más rápido que pudo, cerro la casa y fue corriendo detrás de la chica. Rogaba en su mente que por lo menos si la chica moría, todavía quedara su sangre. Se pregunto si a lo mejor podría hacer algún emblema vampírico con eso. A lo mejor sí, a lo mejor no. Entonces Kain pensó que era mejor no correr riesgos, así que corrió con todas sus fuerzas. Cuando salió de la zona residencial, se subió a los techos y ya no pudo ver más a la chica. Kain corrió con su corazón bombeando a mil por hora, el miedo de perder esta oportunidad le aterraba. Él llego a la parte alta de las casas que daban al castillo de Lothric. Ahí de nuevo pudo ver a la chica que ahora no escapaba de los no muertos, sino que huía de los caballeros Lothric. Kain salto desde lo alto del edificio y cayó en el suelo dejando un cráter en los adoquines. Después siguió corriendo y mientras avanzaba, estiraba su mano para lanzar fragmentos de cristal imbuidas en elemento sagrado. Los lanzo y le dio a tres de los caballeros. Él que no fue alcanzado persiguió a la chica hasta que entro una especie de galpón que antecedía al camino. Kain corrió detrás de ellos y lanzo otra ronda de cristales. El último caballero fue impactado y después de eso, se desplomo. Ahora Kain podía ir a ver a la muchacha y preguntarle por su recompensa. Sería algo más o menos así "oye, te salve, dame algo de tu sangre". No era lo más poético pero Kain no se iría por las ramas teniendo algo tan bueno frente a él.

Cuando Kain se dio la vuelta para ver a dónde estaba la muchacha, quedo con la boca abierta, se preguntó si a esto le llamaban, "saltar de la sartén, para caer en las brasas". La muchacha ahora estaba luchando contra una enorme criatura. Esta última vestía armadura completa, portaba un gran martillo y era tan alta como una casa de un piso. La bestia era lenta al principio, pero los golpes que daba eran contundentes dejando pequeños cráteres en el suelo. Si la muchacha recibía uno de los martillazos, sin lugar a dudas moriría. Sin embargo, hasta el momento la muchacha luchaba muy bien, se movía esquivando los golpes y le propinaba fuertes ataques con su espada. La bestia al parecer se impaciento y después de recibir su décimo golpe, empezó a correr tratando de atropellar a la muchacha. El color de la cara de Kain cambio a uno pálido y empezó a correr, rogando que la muchacha aguantara o para que por ultimo no se muriera. Kain junto varias fragmentos y se los lanzo a la criatura. Le dio en las patas traseras y esta a su vez cayo aturdida. El único inconveniente fue que la muchacha quedo debajo de la criatura. Kain perdió toda su majestuosidad con la magia, corrió con todas sus fuerzas y le dio un puñetazo que le atravesó la cabeza a la criatura. Después de recibir semejante ataque, la criatura se desvaneció.

Kain por otro lado, miro como caía el alma de la criatura al suelo, pero no le importo. Lo que le importaba era la chica y ella en este momento estaba en un mal estado. De repente cayo en la cuenta de algo, se golpeó la frente y utilizo la magia sagrada. El cuerpo de la muchacha recobro su semblante, los moretones se desvanecieron pero ella no despertaba. Kain la quedo mirando durante media hora, se mordía la uña del pulgar y rogaba para que nada le pasara a su proveedora de magia espacial. Pero la muchacha no despertaba. Kain de nuevo se golpeó la frente, tomo el alma de la criatura, tomo a la muchacha y utilizando su magia de ocultamiento, se fue a su casa. Era obvio que no podía tener a una persona herida en un suelo frio de adoquines.

-O-

En una habitación, en lo mas alto de un edificio de tres pisos. Dormía una damisela, mientras era cuidada por un valeroso caballero. La damisela llevaba ya dos días inconsciente, mientras que el valeroso caballero se había aburrido de ser paciente. Ahora el caballero, Kain, dormía sin mas reparo. Como la muchacha dormía en la cama, el durmió en la silla. La habitación era lo suficiente espaciosa para que una persona viviera a sus anchas. Tenia una mesa, un cocina, un escritorio, una cama y un pequeño balcón. Hoy se cumplía el noveno día de Kain aquí y cuando había llegado, el lugar solo estaba sucio pero en buen estado. Kain cambio la ropa de cama, coloco nuevos cubiertos, tazas y platos. Sin embargo el resto se conservo porque funcionaba. Ahora él estaba cómodamente dormido sobre la mesa, mientras que la damisela estaba cómoda en el calor de la cama.

Mientras Kain dormía, la muchacha se despertó, miro hacia el techo y no lo recordaba. De repente se levantó de súbito golpe al ver la blanca cabellera de la persona que estaba en la mesa. Sin embargo, al ver la tes y los rasgos, se llevó una gran decepción. No era la persona querida, no era la persona añorada. No obstante, encontró bastante atractivo al hombre que estaba sobre la mesa. Si tuviera que quejarse de algo, sería que en su rostro tenía el ceño demasiado marcado. Todo lo demás estaba dentro de lo deseado. Tomando conciencia de su posición y en el estado en el que estaba, se ruborizo por pensar en esas cosas. No era el momento para tal frivolidad, ni mucho menos para añorar el calor de alguien al que no conoce. La muchacha busco sus botas, tomo su fragmentada espada y salió a hurtadillas.

Al salir sin hacer el mas mínimo ruido, ella susurro -lo siento, quien quiera que seas, pero pronto debo irme- y después de eso, salió dejando entre abierta la puerta.

-o-

Kain se levanto sintiendo la dura cubierta de madera. Aunque no era tan fría como el acero, era dura como tal. Kain pensó por cuantos procesos paso la madera para quedar en este estado. Lisa, un color café intenso y brillante como el vidrio. Kain bostezo al levantarse, se rasco la cabeza y al momento de mirar a la cama, se llevo una sorpresa. Ella se había ido y sus posibilidades de dominar la dimensión. Kain se preguntó cuándo paso. Soltó una exhalación, se dio lo ánimos y salió de la casa.

Camino por los techos, miro por todas partes, casi limpio las calles pero no encontró a la muchacha. Kain quería golpearse. Había dejado ir una buena oportunidad, sin embargo él en ese momento estaba durmiendo. Él lo pensó de nuevo y realmente tuvo ganas de golpearse. Sin embargo no lo hizo, porque cuando lo iba a hacer, escucho una pelea. Como siempre los no muertos gruñían y despedazaban todo lo que estaba a su alrededor. Kain algo cansado y molesto, les prestó atención y cuando llego al lugar, agradeció su curiosidad. Ahí estaba la muchacha, rodeada una vez más por no muertos. Ahora había variedad: tenía dos con hacha, uno con cuchilla y uno con espada. Kain se preguntó ¿qué tenía esta muchacha?, ¿Qué tenía ella?, que adonde iba acarreaba problemas. Mirando cómo se desempeñaba, la dejo ser, se dijo así mismo que ya no rescataría a la damisela. La muchacha evito las hachas utilizando sus poderes. Mato primero al de la espada, después incapacito al del hacha, mato a la otra hacha. Remato a la primera hacha y por ultimo dejo al de la cuchilla, el más débil.

La muchacha respiraba con dificultad, sintió que algo le pasaba a su cuerpo, sus poderes a duras penas la acompañaban y le dolía el pecho. Sus dedos le pesaban, rogó para que no soltaran su espada. Sin embargo, se confió. El no muerto delante de ella solo llevaba una cuchillo y una rodela. Ella pensó que el raquítico cuerpo del no muerto, auguraba una fácil victoria. Mal, muy mal. El no muerto esperaba el ataque de la muchacha y al momento de recibirlo, desvió el golpe con la rodela y acto seguido, introdujo su cuchillo en las entrañas de la muchacha. La víctima veía al victimario con una cara de horror. Sintió que el tiempo se detuvo, que no entraba aire a sus pulmones y que el perpetrador de este ataque, ni siquiera sabía lo que había hecho. La muchacha vio cómo el monstruo, un humano de piel pálida y ojos huecos, chillaba igual que una bestia. El no muerto saco el cuchillo y queriendo rematar a su víctima, lo levanto y lo dejo caer con la intención de clavarlo en la cara.

La muchacha cerro los ojos, nada paso, pensó que el tiempo se detuvo. Sin embargo, no fue así. El no muerto delante de ella había perdido su brazo. El mismo hombre que la había rescatado la vez anterior estaba detrás del no muerto. Con su ceño fruncido, su piel morena y una espada de color brillante aguamarina. Sin duda se veía audaz, se veía galante. Sin embargo antes de que la muchacha pudiera articular alguna palabra de gratitud, su vista se fue y cayó al suelo.

-o-

Ahora Kain no ocupo ninguna magia de sanación, curo a la muchacha, le dio los tratamientos respectivos, pero no la sano en su totalidad. Pensó que a los pacientes estúpidos había que dejarlos sufrir. El dejo a la muchacha acostada, la arropo y se fue a lavar las manos. Después calentó una tetera, puso una sartén al fuego y cocino unas chuletas de cerdo. El olor se propago por la habitación obligándolo a abrir las ventanas. El aire se limpió y la muchacha que al parecer dormía, sintió un poco de frio y se despertó.

Ella se encontró de nuevo frente al mismo techo. Por la luz del día pensó que era la tarde. Miro a su izquierda y mucho más allá de la mesa, estaba el hombre de cabello cano. El aroma de fritura la atrajo y pronunciando en un tono de voz bajo, suave y seductor, ella dijo.

-Eso huele bien-

El hombre al escuchar ese murmullo se dio la vuelta y la miro de soslayo. Sin embargo, después volvió a lo suyo y no respondió. La muchacha trato de levantarse, puso fuerza en sus brazos y solo entonces, se dio cuenta de cuánto le dolía el vientre. Miro debajo de las sabanas y se dio cuenta de que llevaba vendas. Se cubrió con la sabana y miro de nuevo al hombre en la cocina. Lo último que ella recuerda es haber luchado contra no muertos. Sin embargo, el dolor en su abdomen le recordó que casi la matan. Esta vez se planteó agradecerle al hombre. Sin embargo, no se podía levantar, así que se recostó y espero la oportunidad.

Kain por su parte termino de cocinar, preparo té, calentó un pan y con sus chuletas listas, se sentó a comer. Vio cómo la muchacha lo miraba desde la cama, ella le dijo algunas cosas. Sin embargo él no le respondía, ¿Por qué no le respondía?, bueno, él pensó que la gente tiene que saber cuándo la caga. De repente cayo en la cuenta de que últimamente se estaba comportando más y más como Carmen. Lo único que debería haber hecho es tomar a la muchacha y degollarla igual que aun cordero. Eso lo solucionaría todo de una, pero no, ahora él está aquí, cuidando de ella. De repente se quiso golpear, pero la voz de la mujer de rizos naranja y sonrisa amigable, sonó en su mente. Con una exhalación, se propuso ser amable por última vez, además, ¿Por qué él estaba molesto por la imprudencia de esta muchacha?. No era su deber ni su obligación.

-Bueno, lo hecho. Hecho esta- y convenciéndose de que no había tomado la decisión errónea, se propuso terminar su comida.

Estimados lectores, espero que hayan disfrutado del capitulo. Primero que todo, lo del principe Lothric es parte del lore oficial. Se supone que fue pupilo de un "escolar" (no se si acuerdan de DS2) y la visión que tenía. Dentro de la logica, se me hace normal que no haya querido pelear con Kain, después de todo, él no veía por sus cenizas.

Otro punto es el dominio de la magia, esto será como pokemon, solo esperenlo.

Por último, la misteriosa viajera fue algo del momento, pero sigo creyendo que fue un acierto. Solo esperen a ver en lo que desencadena este viaje. Será un final totalmente fuera de cualquier canon.

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