Apócrifo - Gods land - Capítulo 79

Al día siguiente, como a eso de las siete de la tarde, Kain estaba esperando a Elrond en la entrada de la torre de Babel. En ese momento se veía un gran tránsito de aventureros, los cuales estaban deseosos de ir a la guild e intercambiar sus piedras mágicas por valis. Mientras tanto, Kain estaba sentado en uno de los bancos de la entrada. Pasaban algunas chicas y le preguntaban de forma gratuita si necesitaba compañía, en su gran mayoría amazonas, pero Kain de forma afable les decía que estaba esperando a alguien. Así que las chicas insistían un poco, pero viendo que no lograrían nada, se iban. Por otro lado, el torrente de aventureros continuo durante dos horas, hasta eso de las nueve de la noche y por fin Kain vio salir a Elrond. El joven elfo de cabello esmeralda iba acompañado por un grupo de hermosas mujeres, todas aventureras de la familia Astrea. Los aventureros que quedaban aun en la plaza lo miraban con envidia y otras con odio. Kain podía empatizar un poco con ellos, ya que el muchacho recién había cumplido trece años, pero ya tenía un harem completo con chicas de varias razas y colores de cabello.

Al mismo tiempo, al salir del calabozo, Elrond vio a su padre sentado en una banca, con los brazos extendidos a lo largo del respaldo. Entonces miró a las chicas de su familia, les dijo algo y se despidió de ellas. Él podía avanzar sin preocuparse de que era observado, pero para Kain era obvio que esas chicas lindas querían algo más de Elrond, que solo su simpatía.

-¿Cómo estas, papá?- pregunto Elrond mientras se acercaba

Kain se puso de pie y le dijo -bien, muchacho- entonces miró a las chicas que aun miraban a Elrond y le comento -y tu pareces estar mejor que yo-

Elrond se puso colorado como tomate y solo asintió.

Kain soltó una carcajada al verlo tan tímido, le palmoteo la espalda y le dijo -ven, vamos a comer algo, tu viejo invita-

Elrond asintió y lo siguió mientras agitaba su mano despidiéndose de las chicas de la familia.

De esa manera, bordearon la torre de Babel y fueron al restaurante de siempre en el sector norte. En estos momentos Cyntia, la joven camarera de hace años, había tomado la administración del local gracias a las recomendaciones de Kain. Así que gracias a eso, ahora Kain podía entrar y salir cuando él quisiera, sin reservaciones ni ningún procedimiento. Por lo tanto, una vez que llego al restaurante lo atendió una nueva garzón y lo llevo a una habitación privada en el tercer piso.

Una vez que abrieron la habitación, quedó a la vista una larga pared colmada de estantes con botellas de vino. Por una parte, este era un lugar exclusivo y solo tenían lo mejor de lo mejor, así que no cualquiera lo podía reservar. Por otro lado, podías beber el vino que quisieras y abrir cuantos botellas quisieras, pero la cuenta no sería nada barata. En el centro de la habitación, había una mesa de madera con un barniz oscuro y un juego de seis sillas de la misma confección. A su vez, había todo un juego de loza y cubiertos preparados de ante mano.

-¿No crees que es un poco grande?- pregunto Elrond

Kain le dio una mirada de soslayo y le respondió -puede ser, pero necesitamos privacidad ¿o te gustaría que los chicos de todo Orario supieran tu información y la de tus chicas?-

Elrond se congelo y negó con todas sus fuerzas, si ya lo antagonizaban por estar en una familia llena de hermosas mujeres, no quería ni imaginarse como sería si supieran que él tenía algo con la diosa y algunas chicas de la familia.

Otra persona que se congelo fue la garzón, que tomando nota de las palabras, pensó en memorizar la información y ver si le podía sacar partido.

Kain paso por al lado de ambos y se sentó a la cabecera de la mesa. Con la muralla de vinos a su izquierda y un largo ventanal que abarcaba toda la muralla a su derecha. La maravillosa Orario estaba a la vista, desde una vista privilegiada y un clima refrescante, se podía divisar un cielo oscuro y las calles iluminadas por faroles.

Elrond camino hasta la mesa y se sentó a la izquierda de Kain, dándole la espalda a los vinos y mirando por el ventanal. Kain miró a la inquieta garzón y le dijo -dile a Cynthia que me envié lo de siempre- después miró a Elrond y le pregunto -¿Tu qué quieres, muchacho?-

-Yo, bueno, mmm ¿Qué me aconseja papá?- pregunto Elrond con serias dudas

Kain soltó un suspiro y supo que había fallado como padre en algunos conocimientos. Después volvió a mirar a la garzón y le dijo -que me traigan dos platos de lo mismo-

-Señor- dijo la garzón, una chica en traje negro y cabello castaño arreglado en una coleta -no puedo ir a molestar a la administradora por eso-

Kain soltó un suspiro y trato de tener paciencia con la chica nueva -bien- dijo -dile al cocinero que vino Kain Dragonroad. Él sabrá lo que me gusta-

-Entendido- respondió la garzón con algunas dudas. Después les dio una leve reverencia y se fue de la habitación.

Kain se puso de pie y fue a ver las botellas de vino. Comenzó a revisar las etiquetas por fecha, variedad y calidad. Paso por cuatro botellas hasta encontrar una de su agrado y se la llevo a la mesa. Tomo una de las copas ya preparadas y con una servilleta de un blanco prístino, la comenzó a limpiar.

Por otro lado, Elrond, con algo de dudas en lo que tenía que hacer, comenzó a imitar a Kain. También tomo una copa y la comenzó a limpiar.

-Dime ¿Cómo va tu relación con la diosa?- pregunto Kain de frente

Elrond se puso nervioso y casi se le cae la copa de las manos. Después dejo la copa en la mesa y coloco sus manos sobre su regazo en una actitud nerviosa-

-Suave- dijo Elrond

-¿Suave?- pregunto Kain confundido -¿Cómo es eso? Tu viejo a tenido varias esposas, pero nunca podría describir su relación como suave o te refieres a un tacto suave, por ese lado te podría entender-

Elrond se puso colorado y asintió con vergüenza.

-Oh, ¿Oh? ¡Ooooh!- dijo Kain con una gran sonrisa -pequeño bribón, ayer pensé que era algo más simple, pero aquí vas tú y ya entraste a las grandes esferas-

Elrond negó con su cabeza y le dijo con una voz pequeña -es cierto que hemos dormido juntos, piel con piel, pero no ha pasado nada-

Kain asintió con una idea más clara -así que dentro de todo- respondió -están avanzando, pero aun sigue siendo una relación pura-

Elrond asintió meciendo sus largos cabellos esmeraldas.

-Bien, eso explica muchas cosas. Por otro lado, ¿tu diosa es la única?-

Elrond negó y lo miró a los ojos con una pequeña sonrisa amable -Ryuu, ella, bueno, tú sabes-

-Me lo suponía- respondió Kain, termino de limpiar su copa y acercó la de Elrond, después destapo la botella de vino y vertió un poco del líquido carmesí.

-Papá- dijo Elrond -mamá Isabel dijo que…-

-Muchacho, solo será una copa, no es para tanto-

-Sí, bueno, si mamá Isabel se llega a dar cuenta te matara-

Kain le guiño un ojo y le respondió -en ese momento, me sacrificare-

Elrond sonrió más relajado y asintió.

-Volviendo al tema, de Ryuu me lo esperaba, digamos que como elfo tienes una atracción especial a los de tu raza. Por otro lado, me sorprende que Ekaterina no te haya profanado-

-Bueno, con respecto a eso. Digamos que tengo revisiones periódicas-

Kain levantó las cejas y le pregunto -¿Cómo es eso?-

-Cuando estudiamos, ella cierra la habitación y me empieza a examinar. Ella dice que es para ver si tengo alguna cicatriz en el cuerpo, pero ella me abraza-

-¿Desnudo?-

Elrond asintió

-¿Y eso te desagrada?-

Elrond negó

Kain tomo una profunda respiración, pensando en que Elrond ya tenía trece y en dos años más alcanzaría la mayoría de edad, así que lo encontró relativamente normal.

Kain bebió un poco de la copa y le pregunto -¿Cuántas son las chicas que te pretenden?-

Elrond levantó su mano y mostro sus cinco dedos.

-Bien- respondió Kain tomando en cuenta la situación y le dijo -vamos a hablar de ti. Para empezar eres inexperto en muchos aspectos ¿Lo sabes?- Elrond asintió y Kain continuo -no te voy a decir que las cosas serán fáciles, pero tampoco te voy a decir que tengas miedo. Conoce a las chicas a fondo y piensa hasta donde quieres llegar con ellas, eso te dará un idea de cómo comportarte. Por otro lado, son bastantes chicas, es problemático en muchos sentidos. Ya me has visto, tener varias esposas es motivo de orgullo para los hombres, pero no es tan sencillo-

Elrond asintió y mostro una pequeña sonrisa -papá siempre está siendo regañado por mamá- dijo

-Eso es lo de menos- respondió Kain -lo problemático viene cuando tus esposas tienen diferencias de opinión. Ambas o las que estén involucradas en el problema esperaran que te unas a su bando. En esos momentos es donde estas en verdadero peligro. Una palabra en falso y puedes dañar a todas las partes. Así que recuerda bien mis palabras y por ahora, solo quédate cerca de esas cinco chicas, no más. Ni por muy bonita o tentadora que se vea la chica-

-Sí papá-

-Por otro lado, esas son chicas mayores, muchacho, puedes ser lindo y encandilarlas, pero con el tiempo esperaran más de ti. Por lo menos, que seas un chico maduro y solvente. Así que te recomiendo que empieces a pensar en cómo salir adelante-

Elrond puso una sonrisa incomoda y comento -son muchas cosas- y gracias a eso Kain estallo en carcajadas.

-Oh, muchacho, que ingenuo eres- dijo Kain -nadie te dice que hagas todo eso de una, pero créeme, esto solo es la punta de un iceberg-

-¿Qué es eso, papá?-

-¿Un iceberg? Es un cubo de hielo gigante, como una ciudad. Viaja por el mar congelado y solo se ve la punta, mientras que el cuerpo principal se mantiene oculto. Mira, ve mi mano- dijo Kain levantando su dedo índice -piensa que hay agua y solo se ve la primera falange de mi dedo y el resto esta oculto bajo el agua-

-Eso quiere decir que hace alusión a que la verdad es más profunda de lo que parece-

-Exacto- respondió Kain con una gran sonrisa. Retomo su copa y siguió bebiendo.

Al rato después llego la garzón junto a otro cocinero y trajeron dos carritos con la comida cubierta por cúpulas metálicas. Hicieron la respectiva presentación y sirvieron la comida, para después hacer una reverencia y retirarse.

Una vez que Elrond probo la comida, un trozo de carne de vacuno bañado en salsa de champiñones, abrió los ojos amplios y sonrió con agrado -esto esta exquisito- dijo

Kain sonrió y le dijo -es bueno que te guste, cuando te traía con tu madre, ella pedía puras cosas que comen los elfos-

-Qué desperdicio- dijo Elrond con la boca llena -mamá es muy cerrada con otras culturas-

-Bueno, tu madre prefiere la comida que le recuerda al gran bosque de Alf-

-¿Es bonito?-

-Lo es ¿tu madre nunca te ha contado?-

-Sí, pero tu sabes como es mamá. Siempre recalcando el honor de vivir en tal lugar y el hecho de estar a la altura del futuro rey. A veces no me dan ni ganas de preguntarle-

Kain sonrió y le acercó un servilleta para que se limpiara los labios. Elrond vio el gesto y sonrió con un poco de vergüenza. Si su madre lo viera, le diría que se comporta como un bárbaro.

-Tu madre se preocupa por ti, muchacho. Además, ella puede haber dejado el reino de Alf, pero en su corazón sigue siendo la princesa del reino-

-También lo creo- respondió Elrond un poco serio y cabizbajo -no sé si en el futuro estaré a la altura de sus expectativas ¿Qué piensa, papá?-

-Lo mismo, tampoco sé si estarás a la altura de las expectativas- dijo Kain con una suave sonrisa, una que solo los padres le dan a sus hijos. Alargo su mano izquierda y le peino el cabello en un gesto suave -pero todo el mundo tiene la misma duda cuando van a hacer algo nuevo. Todos tenemos dudas si las cosas saldrán bien, si podremos superar las dificultades-

-¿Incluso, papá?-

-Incluso yo, muchacho. Así que sigue adelante y haz todo lo que puedas. Recuerda esto "No hay arrepentimiento más grande en el mundo, que el del camino no transitado". Mucha gente llega a la vejez y se arrepiente de no haber hecho cosas. Tú no te arrepientas y te quedes congelado solo por el miedo. Además, si juegas bien tus cartas, tendrás una diosa para respaldarte-

Entonces Elrond asintió con más confianza de la que había tenido en toda su vida y siguió comiendo.