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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Tranh châm biếm
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Apócrifo - Gods land - Capítulo 64

El ultimo nivel del reino de Alf tenía sus propias murallas que los separaban del resto de los civiles. Eran una pequeña ciudadela constituida de mansiones de roca sólida y hermosos jardines imperiales. En su centro, se alzaban tres torres largas y redondas como si fueran los tres dedos centrales de la mano. Todas estaban conectadas por puentes y en cada piso había extensos vitrales que dejaban pasar la luz del día. No obstante, a pesar de ser un lugar grande y majestuoso, se veían muy pocos elfos, casi en su totalidad eran sirvientes y caballeros. Por otro lado, los que portaban largas túnicas prístinas eran muy pocos. Sus rostros estaban cargados de desdén y soberbia.

Una vez que el carruaje se detuvo a la entrada de las tres torres, un sequito de personas se ganó a los lados de una alfombra roja. Todos tenían cabellos rojos, verdes y azules, solo un hombre al final de la alfombra tenía un cabello esmeralda, pero su actitud no fue mejor que la del resto de los nobles. Llevaba una corona de madera blanca, similar a la de los árboles del bosque sagrado. Era tan alto como Kain, con facciones afiladas y de rostro esbelto. Por otro lado, su mirada era aguda y fría como el hielo.

Por su parte, Kain fue el primero en bajar del carruaje, lo cual provoco el fruncimiento de ceños. Al instante después lo siguió Riveria, la cual llevaba un hermoso vestido verde esmeralda que hacía juego con su cabello. Usaba una capa blanca y en su cuello portaba un hermoso collar con un gran zafiro en su centro. No obstante, a pesar de que se veía hermosa, lo que llamó la atención de la gente no fue su apariencia, sino el bebé en sus brazos. Todos quedaron maravillados por el maravilloso cabello que tenía Elrond. Era de un verde esmeralda tan hermoso que parecía resplandecer. Los ancianos asintieron con agrado, los jóvenes elfos chasquearon las lenguas con desagrado y las elfas admiraron a Riveria y su descendencia. Para ellos significaba que la sangre del rey no se había debilitado, algo que los lleno de alivio, todavía eran una raza pura.

Por otro lado, Kain fue ignorado, cosa que le fue indiferente. No obstante, esto tenía que continuar, así que puso su mano en la espalda de Riveria y la invito a avanzar. Caminaron por las hermosas calles de piedra blanca hasta llegar a la alfombra roja. Una vez ahí, los nobles elfos se arrodillaron, unos con naturalidad, otros de mal humor, pero como nobleza, no se podían dar el lujo de faltar a los protocolos.

Kain y Riveria avanzaron a lo largo de la alfombra hasta llegar frente al alto elfo de cabello esmeralda.

Riveria se arrodillo frente a su padre mientras sostenía a su hijo y le dijo -es bueno ver que el padre real está en buen estado de salud-

El rey asintió y miró a Kain como si esperara algo. Kain entendió el gesto y acompaño a Riveria arrodillándose. Entonces el rey elfo asintió una vez más y por fin contesto -lo mismo puedo decir, es bueno que estés a salvo, a pesar de tu mala suerte-

Kain entendió que lo más probable es que fuera por él que lo decía, así que recopilando sus más acidas palabras, le iba a contestar, pero la mano de Riveria se posó sobre la de él. Kain solo pudo suspirar y dejar pasar el desafortunado comentario. Larfal, rey de los elfos, vio el gesto y frunció el ceño, ya que entendiendo mejor que nadie a su hija, sintió que él era el que estaba siendo protegido, no su insignificante marido. No obstante, en presencia de todos, no se permitió rebajarse a la altura de un simple y mantuvo su estatura de rey.

-Ven Riveria- dijo Larfal -tus aposentos están preparados-

Entonces el rey Larfal, se dio la vuelta y comenzó a caminaron con dirección a la torre de en medio. Después de eso, Kain y Riveria se pusieron de pie y lo siguieron. Avanzaron mirando los exquisitos jardines que rodeaban las tres torres y al final, entraron a la torre de en medio. Por dentro no era muy diferente en colores, pero el piso paso a ser de cerámica azul clara. El rey Larfal iba muy por delante, solo se veía su tunica blanca y su largo cabello verde esmeralda. Por otro lado, a medida que se adentraron en el castillo, empezaron a aparecer los sirvientes, los cuales en cuanto veían a Riveria se arrodillaban.

Una vez que llegaron al ala este del tercer piso, avanzaron por un largo pasillo con grandes ventanales que traslucían la bastedad del reino de Alf. Las murallas del quinto nivel de la ciudad cubrían las casas que estaban por debajo, pero el extenso lago era visible junto con sus puentes. Al final del pasillo, llegaron frente a una puerta de madera clara y lustrosa, casi natural. El rey los esperaba a un lado y una vez que llegaron, abrió la puerta como si fuera su propia habitación y entro. Riveria lo siguió y Kain entro el último, el cual se ocupó de cerrar la puerta.

-Dame a mi nieto- dijo el rey Larfal

Riveria apretó a Elrond contra su pecho y miró a su padre a los ojos. No sabía cuáles eran sus intenciones, pero no le daba buenos sentimientos.

-Dejalo que lo cargue- dijo Kain posando su mano sobre el hombro, miró al rey a los ojos y este entendió lo que había en su mirada.

Larfal frunció el ceño, pero no se preocupó de la amenaza de un pequeño medio elfo. Solo se preocupó de ver a su pequeño nieto, el cual estaba plácidamente durmiendo.

Una vez que lo recibió, lo cargo en sus brazos y comento -como se esperaba de alguien con la sangre de Ljos, tiene una gran afinidad a la naturaleza, incluso quiero adorarlo como un espíritu de la naturaleza-

-Él no es un dios- dijo Kain al lado de Riveria, la abrazo para hacerla sentir segura y continuo -él es un elfo, que algún día será un hombre sabio y un gran rey-

-Parece que al menos en eso tienes algo de dignidad- dijo Larfal en un tono desdeñoso.

Kain frunció el ceño, pero Riveria le tomó el rostro desde las mejillas y negó con su cabeza. Kain una vez más soltó un suspiro y se comió su molestia.

Después de compartir por un breve instante, el rey le devolvió el bebé a Riveria, lo cual la tranquilizo.

Por otro lado, el rey se paró frente a Kain y lo miró como si fuera un intruso -mañana habrá un banquete- dijo -debes asistir con la ropa que se te dará y mantenerte callado ¿puedes hacer eso?-

Kain tuvo la urgencia de limpiarle la cara a puñetazos, pero se contuvo por la mirada suplicante de Riveria. Así que solo asintió.

-Bien, dicen que los animales viejos no pueden aprender nuevos trucos, pero seguro que se equivocan- dijo Larfal con una sonrisa cargada de superioridad.

Por su parte, Riveria ya no pudo aguantar más y le dijo con un tono cargado de resentimiento -padre, que te guarde respeto filial no te da derecho a menospreciar a mi marido, espero que esta sea la última vez-

El rey Larfal alzo la ceja en un gesto de altivez y le pregunto desafiante -¿O qué?-

Riveria sonrió y le dijo -solo inténtalo y ya lo veras, el reino elfo será famoso por varios meses y hasta años, mucha gente comentara lo que podría pasar si sigues con esa actitud-

-Palabras vacías- respondió con desdén

-Inténtalo-

Larfal notó la certeza en sus ojos y frunció el ceño en un gesto de duda ¿Y si fuera verdad? Se preguntó. No obstante, negó y le dijo -me voy, no puedo seguir jugando contigo-. Se dio media vuelta y se fue, pasando al lado de Kain e ignorándolo, como si solo fuera parte del mobiliario.

Solo una vez que se fue el rey Larfal, Kain y Riveria se pudieron relajar. Ella porque pudo controlar el temperamento de Kain, y este último porque no tuvo que matar a nadie. Puede que lo estuvieran fastidiando, pero a su mujer no le haría ninguna gracia que vaporizara a su padre. No obstante, dejando eso de lado, ambos caminaron a una gran cama con dosel y se recostaron. Casi al mismo tiempo soltaron un suspiro de cansancio y se rieron de lo coordinado que estaban. Por otro lado, les extraño que el pequeño hombre no se hubiera despertado en ningún momento. Era como si estuviera en el mejor lugar del mundo, en el paraíso de las siestas.

Kain estiro su mano y le paso los dedos por el suave cabello esmeralda -seguramente debe ser por la energía natural que emana del bosque sagrado- dijo

-También lo creo- respondió Riviera -cuando era niña me parecía normal, pero después de estar ausente por tantos años, me parece maravilloso este sentimiento-

-También lo creo- añadió Kain -siento como si me estuviera dando una ducha fresca en pleno verano, es una sentimiento muy refrescante-

Por su parte, Riveria le tomo la mano con la cual acariciaba a Elrond y le dijo mirándolo a los ojos -gracias, sé que es difícil para ti, pero por lo menos aguanta hasta mañana. Seguramente van a empezar a decir cosas de mi hijo, en ese momento, los puedes poner en su lugar. Sin embargo, no te pases-

Kain elevo la comisura de sus labios y le dijo -tranquila, solo les daré una lección-