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Solo Leveling in DXD

Todo se detuvo al instante. Intenté moverme pero no pudo, es como si mi cuerpo estuviera flotando en el vacío. De repente, sucedió algo extraño. [Has cumplido con las condiciones de la "Quest secreta: voluntad inquebrantable", por lo tanto el sistema procederá a instalarse en breve]

LordPhenex026 · Tranh châm biếm
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Capítulo 85: ¿Qué se siente?

Las clases siguieron su ritmo normal y sin que se dieran cuenta dos días transcurrieron rápidamente desde el comienzo trimestral.

Goku notó que quedaban tres semanas para que se marchara a Asgard según el plazo que le dio a Odin en su día, y no había entrenado hasta hoy.

Aunque estaba disfrutando muchísimo estos días con Tsubaki necesitaba volverse más fuerte si quería protegerla a ella y a los indefensos.

Por eso hizo lo más sabio que podía hacer.

-¿Me estás pidiendo un permiso especial para ausentarte de la escuela una semana? -preguntó Sona mirándole con curiosidad en sus ojos.

Estaba sentada junto a Rias en la sala del consejo estudiantil. Goku aprovechó el recreo para acudir ahí, aunque Tsubaki no estaba.

"Pero es mejor que no esté aquí, de esta forma lo hablaremos en privado cuando salga"- pensó Goku antes de responder a la duda de Sona.

-Sí, necesito entrenar un poco y para ello debo ausentarme -explicó Goku sonriendo- Serán un par de días, cuando vuelva me pondré al día.

Después de todo acababan de comenzar el trimestre, así que no tendrían ningún examen de momento. Sólo recuperaría varios apuntes.

-Tiene que ver con Kokabiel, ¿verdad? -inquirió Sona ajustando sus lentes con gran severidad y el azabache asintió ante la mirada de la chica.

También eran conscientes de que los ángeles caídos podrían aparecer en cualquier momento, de ahí la razón de que Goku quisiera entrenar.

-En parte sí, pero sé que Kokabiel no será el único enemigo... y quiero estar preparado para ello -respondió Goku apretando sus nudillos.

Vendrían muchos más enemigos en el futuro, y si no era lo suficientemente poderoso como para detenerlos perdería a todos aquellos que amaba.

Por eso, debía entrenar.

-También creo eso, Ise y los demás están entrenando seriamente -comentó Rias con una sonrisa- Aunque Kiba ha estado extraño...

-¿Extraño? -preguntó Goku con una ceja arqueada mientras veía a Sona tomar unos papeles en un cajón junto a unos archivos.

-Se irrita con facilidad, murmura a veces... y cuando le pregunto no me responde -contestó Rias con la mano posada en la barbilla.

Rias sabía bien que Kiba siempre fue alguien enigmático, pero nunca se había portado tan raro y tan excéntrico como en los últimos días.

"Sobretodo desde que mi compromiso fue anulado"- indagó Rias sin entender la raíz del comportamiento anómalo de su caballero.

-Espero que no le pasa nada grave -comentó a su vez Goku rascando su nuca- "Aunque siento hostilidad hacia mí cada vez que me mira..."

No sabía la razón de esto y honestamente le daba igual, tenía cosas más importantes en las que centrarse en estos momentos de su vida.

Sona terminó de revisar sus archivos y tras tomar una hoja, donde Goku pudo leer algunos de sus datos personales, se la puso enfrente.

-Ten, debes firmar aquí y aquí -Sona señaló los lugares en aquella hoja y Goku asintió tomando el bolígrafo y agachándose para así firmar.

Sona recordó la conversación que mantuvo con Tsubaki hace dos días y miró a Goku con curiosidad, antes de proferir lo siguiente:

-¿Tsubaki sabe que te irás de la ciudad durante una semana? -preguntó la diablesa y Goku no se detuvo, pues habían muchos sitios que firmar.

-Pensaba decírselo luego -contestó Goku sonriendo- "Rayos, ¿otra vez debo firmar?"

-Ya veo, ¿y cómo llevas eso de casarte con Himejima Suzaku? -preguntó Sona con cierta intriga y Rias casi se atraganta al oír eso.

-¡¿QUÉ?! -preguntó Rias anonadada.

-¿No te lo había dicho? Resulta que Goku-san es su prometido tras haber roto su compromiso con un miembro del clan Shinra -respondió la Sitri.

Rias asintió recuperando su temple, aunque no pudo evitar encontrar ciertas similitudes con lo que pasó con ella hace ya casi dos semanas.

Sólo que ella no era prometida de Goku.

"Habría sido algo bello... pero valoro más esta amistad que tenemos que algo que jamás habría funcionado"- discurrió la pelirroja sonriendo.

Goku rascó su nuca al oír las palabras de Sona, pero de un instante al otro su expresión facial se tornó a una mucho más seria al momento.

-Comprendo entonces que Tsubaki te lo ha contado, ¿verdad? -preguntó Goku, no veía otra manera por la cual ella se hubiera enterado.

-Así es, pero todavía no has respondido a mi pregunta -agregó Sona ya esperando su contestación y el chico soltó un suspiro.

Sabía que era normal que Sona se preocupara por su reina, con quien llevaba varios años, así que no tenía caso alguno decirle mentiras.

-No es algo que entraba en mis planes pero debía hacerlo para ayudarla, y bueno a Tsubaki no le molesta -habló Goku con una sonrisa.

"Jamás pensé que Goku-san fuera el tipo de chico que tendría un harem"- pensó Rias ya que por lo que sabía él no mostró interés en eso.

-Eso ya lo sé, pero... ¿tú quieres a esa chica? -preguntó Sona sin dar más rodeos, quería que Goku le diera una respuesta con sinceridad.

Y sí, estaba preocupada por Tsubaki.

Aunque ya lo hablaron en su día no podía evitar sentirse así, ella quería saber cuál era el punto de vista de Goku y así se sentiría más tranquila.

Flashback:

-Tú... ¿estás contenta sabiendo toda esa situación? -inquirió Sona observando con desconcierto a su reina y mejor amiga.

No entendía porque Tsubaki se mostraba conforme con el hecho de que Goku tuviera una prometida mientras mantenían una relación.

Tsubaki asintió sonriendo.

-Goku ya me ha demostrado lo mucho que me quiere y eso es lo más importante para mí -habló Tsubaki- No puedo ni debo ser egoísta con él...

Sona lo entendió.

-Es decir que, ¿permites que él esté con otras mujeres aparte de ti? -preguntó Sona reflejando lo que entendió de las palabras de su amiga.

-No con cualquiera, pero sí... mientras me siga queriendo no tendré ningún problema, y además Goku no es un mujeriego -dijo Tsubaki riéndose.

"Mis informes dicen lo contrario"- pensó Sona recordando que Goku era el centro del sector femenino- Tsubaki, quiero que seas feliz...

-Lo sé Kaichou, y te lo agradezco... ya soy muy feliz estando con Goku -contestó Tsubaki con una sonrisa gentil ante las palabras de la Sitri.

En verdad agradecía esa preocupación.

-Si tu eres feliz está bien, respetaré eso de que Goku-san tenga un... harem -Sona comentó eso haciendo comillas con sus dedos y sonrió.

Tsubaki abrió sus ojos al oír aquella palabra, realmente no lo había visto de esa manera hasta ahora... pero no sonaba mal sinceramente.

Fin del flashback.

Por eso, quería oír la opinión de Goku.

-Ella es muy importante para mí, pero si te preocupa Tsubaki te aseguro que no pasará nada, voy a cuidarla con mi vida -dijo Goku.

Sona vio la sonrisa alegre del chico y no pudo evitar ser contagiada por aquel sentimiento de felicidad que estaba irradiando el azabache.

-Lo sé, confío en ti Goku-san -declaró Sona con una pequeña sonrisa que dejó perplejo al chico.

Jamás pensó que Sona sonreiría así.

Más tarde.

Goku estaba saliendo de la sala del consejo estudiantil, iba en busca de Tsubaki y justo se topó con alguien que iba a entrar al consejo.

Pero no era su amada.

-Hola Akeno-senpai -saludó Goku felizmente mientras agitaba su mano hacia la azabache.

Akeno, quien estaba caminando totalmente ensimismada, alzó la vista encontrándose con el saludo de Goku, y sonrió como de costumbre.

-Ara Goku-san, ¿qué hacías por aquí? -Akeno preguntó con una pizca de curiosidad- "Soy yo o se ha vuelto mucho más alto y más atractivo?"

No pudo evitar relamarse los labios y el joven sonrió nerviosamente ante aquello, esta chica al igual que Aika le ponía sumamente nervioso.

-Venía de hablar con Sona-senpai y ahora regreso a clase -respondió el chico con una sonrisa- Bueno... ¡hasta otra Akeno-senpai!

"¡Espera Goku-san!"

Con el vocifero de Akeno se dio la vuelta y la miró con curiosidad, generalmente era la primera vez que algo así le sucedía con la Himejima.

-T...tú, ¿qué relación mantienes con mi prima? -preguntó Akeno, esta duda llevaba varios días en su mente y necesitaba saber la verdad.

Sabía que eran amigos pues llegaron hasta el punto de vivir juntos, pero lo que quería saber es si existía algo más allá de eso entre ellos dos.

Goku consideró si decirle o no la verdad, aunque de todas formas no ganaría nada ni con lo uno ni con lo otro, así que no había razón para mentir.

-Es mi prometida -Akeno abrió sus ojos como nunca antes- Ella se iba a casar con otro y como vi que no sería feliz intervine y bueno... al final se casará conmigo pero eso para el próximo año.

Akeno asintió procesándolo todo.

Tenía que decir que estaba muy sorprendida la verdad, jamás espero que todo hubiera llegado a este punto pero aquello la favorecía bastante.

Cuanto más cercano fuera Goku a su prima, mejor. Así podría ayudarla con su verdadero objetivo, que era la razón por la que vino a él.

Pero tenía una pequeña duda.

-¿El clan Himejima aceptó eso? -profirió la bella adolescente sabiendo cómo eran los de su clan, y para su sorpresa Goku asintió sonriendo.

-También me sorprendió que aceptaran, pero supongo que ayudó el hecho de que mi abuelo perteneció a los cinco clanes -declaró Goku.

Akeno también se sorprendió por esto último que había mencionado Goku, tal parecía que hoy se llevaría bastantes sorpresas como éstas.

Esperaba que fueran positivas...

-Me alegro por ustedes, aunque Onee-sama no quiera saber nada de mí -habló Akeno bajando la mirada y el chico se percató de aquel gesto.

-¿Por qué? -preguntó, aunque sabía las razones porque Suzaku se las dijo en su día, pero aún así quería escuchar lo que iba a decir la Himejima.

Akeno le miró por unos instantes.

No entendía porqué se sentía frágil ante este chico... le costaba enmascarar sus emociones como hacía en la mayor parte de su día a día.

Sólo por hoy, sería sincera.

Sólo por hoy, abriría su corazón.

-Onee-sama quiere que me reconcilie con mi padre pero no entiende que por su culpa perdí a mí madre... -explicó Akeno con suma tristeza.

Goku la miró impasible oyendo sus palabras y negó con la cabeza, era tal y como Suzaku se lo había contado cuando hablaron de ese tema.

Si Suzaku, que la conocía mejor que él, había intentado hacerla entrar en razón en más de una ocasión, ¿qué esperanza tenía para lograrlo?

Pocas sinceramente.

Pero tenía algún que otro método, no perdía nada por intentarlo y hacer que Akeno abriera los ojos de una vez, llevaba mucho enceguecida.

-Akeno-senpai... ¿Qué se siente al tener unos padres? -preguntó Goku con una ligera sonrisa.